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Un impulso a la economía local

Paloma Díaz SoteroMartes, 31 de enero de 2017
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Gran parte de la industria alimentaria está sujeta a la estacionalidad propia de su producto. Pero ello no impide al centro educativo y a la empresa llevar a cabo un programa de Formación Dual.

Las variaciones en la actividad agravan la complejidad, ya de por sí alta, de la organización didáctica. Pero proyectos como el del IES Pérez Comendador de Plasencia y la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte (Cáceres) demuestran que es posible.

Promover la formación de alto nivel en torno a la producción de cerezas y otros frutos de la zona, como frambuesas, higos o castañas, supone una apuesta indudable por la economía local y por el empleo cualificado en la región.

Pero, en principio, lo que movió al Pérez Comendador a hacer Formación Dual es que “nos pareció muy atractiva para los alumnos y también para las empresas”, cuenta Luis Miguel Díaz, jefe del departamento de Industrias Alimentarias del instituto.

Cuando comunicaron su intención a la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, “no tuvieron ninguna duda”. “Creen que es necesario personal cualificado y que no hay suficiente”, afirma el profesor. Los estudiantes del Grado Superior de Calidad y Procesos en la Industria Alimentaria se ajustan a sus necesidades y ellas, las cooperativas, tienen todo lo que los jóvenes necesitan para mejorar su formación y hacerla más empleable.
“Cuando terminan, tienes personal formado y pueden entrar directamente a trabajar en el puesto asignado”, avala una representante de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte.

Las partes acordaron que los cinco alumnos, seleccionados por rendimiento académico, pasarían por varios departamentos (Producción, Mantenimiento, Control de Calidad, Comercialización…) con la peculiaridad de que había que cuadrar su programa con las diferentes campañas de los productos.

Así, se estableció una primera fase de formación práctica en 1º, que duraría 400 horas y que comenzaría en abril, coincidiendo con la floración de la cereza, y centrada en la preparación de la maquinaria y su puesta en marcha. Y otra, en 2º, de más de 200 horas, a las que se sumarían las 400 de la FCT reglamentaria.
“En este momento toca destilería y almazara”, explican en la Agrupación en referencia al “control de producción de aguardientes”. “Y aún les queda pasar por logística y comercialización”.

Luis Miguel Díaz considera que el conocimiento que se puede adquirir en las empresas es muy superior al del currículo oficial, razón por la que no descarta ampliarlo en número de horas una vez que se evalúe el resultado de la primera promoción.

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