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“Ahora, seis de cada diez jóvenes que se emplean en la zona euro son españoles”

La responsable del Programa de Garantía Juvenil en el Ministerio de Empleo, Carmen Casero, explica las características de este plan que ha logrado que España reduzca su elevada tasa de desempleo entre los jóvenes 14 puntos en tres años, hasta el 43,7%.
José Mª de MoyaMartes, 14 de febrero de 2017
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Carmen Casero es la directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Su Dirección General gestiona el Programa de Garantía Juvenil que, gracias a las medidas aprobadas recientemente para su impulso, ha incrementado su número de inscritos, en un solo un mes, en 13.897 jóvenes, lo que equivale a un ritmo de 500 al día.

La Garantía Juvenil cuenta ya con más de 400.000 inscritos, de los que más de 140.000 han encontrado un empleo, pero aún tiene más de un millón de potenciales beneficiarios. Ahora se han simplificado los requisitos de acceso al sistema. Antes hacían falta tres meses o 30 días sin estar recibiendo formación o trabajando, ahora basta con no haberlo hecho el día anterior a la solicitud.

Llevamos unas décadas de abandono educativo muy alto, que aflora en los ninis. ¿Qué valoración hace de la reducción que se está produciendo ahora?
La formación para el empleo y la Educación reglada deben tener unos puntos en común mucho más fuertes. La valoración es positiva. No es fácil, en un país como España, con las condiciones sociales, históricas, tradiciones, división en territorios, etc., haber reducido entre todos la tasa de abandono escolar.

En la última década se ha producido un descenso importante que marca un camino en el que tenemos que seguir trabajando, como propone el Gobierno, buscando los puntos que nos unen, buscando el pacto educativo. Hay una brecha importante entre mujeres y hombres, que hace referencia a la condición sociocultural de este país, eminentemente rural, donde hay lugares donde la Educación de los hombres y de las mujeres es diferente. Es fundamental seguir trabajando y ofrecer oportunidades de empleo y de formación.

La peor noticia es la enorme diferencia entre comunidades…
Creo que en ese pacto tiene que haber puntos comunes en todo el territorio nacional, no una España de 17 velocidades. España puede conseguir avanzar en igualdad de oportunidades respetando la diversidad y las competencias. Creo que eso requiere renuncias, sacrificios y compromisos. Creo que hay que invertir en sostenibilidad del sistema social. Invertir en Educación es invertir en la prevención o en el avance en tratamientos de inserción de personas en riesgo de exclusión social, de exreclusos, de mujeres que han sufrido violencia de género. Es una inversión que a largo plazo puede ser rentable. Es un tema tan apasionante…

¿No le parece que algunas diferencias se explican por el distinto nivel económico y cultural?
Sí, es una realidad. Hay diferencias geopolíticas, culturales, históricas… Todos los españoles somos iguales en derecho y ante la ley. Tiene que haber una mentalización como país. El cambio de mentalidad de la Educación española, arrancando desde la familia, que es la sociedad primaria, es muy importante. Las diferencias no pueden reducirse a cero, pero sí reducirse.

A veces hay un enfoque buenista que cree que la Educación puede transformar totalmente la sociedad.
¿Por qué hay un repunte de violencia de género entre los jóvenes que están en las aulas? Estamos matriculando a nuestros hijos en centros bilingües o trilingües y estamos olvidando otras cuestiones. Algo pasa. Esto es fruto de un análisis mucho más complejo. Si no te han educado en la comprensión y la compasión… Hay gente tonta en cinco idiomas y gente maravillosa que no ha pisado una escuela. No es verdad, es muy importante pero no lo más importante.

Hay que buscar un equilibrio entre el idealismo y el realismo.
Las máximas no responden nunca a la realidad absoluta.

A veces hay un cierto diálogo de sordos. El concepto de FP de Educación y FP para el Empleo. Desde Empleo he recibido críticas de excesivo academicismo; desde Educación se critica que las empresas no buscan formar a la gente sino insertarlos en el mercado laboral. ¿Qué opina usted?
Eso es un error. Por eso estoy contenta con el planteamiento que ha hecho la ministra en esta reforma de la Garantía Juvenil, porque Educación se ha integrado en la comisión delegada. A mí esto me parece importantísimo. Antes teníamos una relación ad hoc. Es importante ser academicista, pero no es menos importante la formación para el empleo que se dirige a perfiles más profesionales, en conexión con la empresa. En ambos casos, en la formación reglada y en la formación para el empleo, debemos tener un cordón umbilical mucho mas potente con la realidad empresarial y con lo que están demandando los empresarios, esto es de cajón. Hay que tener un mapa realista de las necesidades que tenemos y cubrirlas. Con los certificados de profesionalidad cubres más rápidamente la necesidad, pero no hay ningún obstáculo que impida seguir formándote en el ámbito académico. Al contrario, es un puente maravilloso, que por circunstancias diversísimas no han tenido esa oportunidad.

¿Cuántos inscritos hay en la Garantía Juvenil?
Tenemos casi 427.065 jóvenes inscritos. Ha habido una evolución espectacular en la inscripción y en los jóvenes que se han beneficiado de alguna acción.

Los datos indican que hay muy pocos alumnos en la FP dual frente a los 500.000 en el Programa de Garantía Juvenil. ¿A qué cree que es debido?
Hay muy poca gente haciendo FP dual, frente al Certificado de Profesionalidad, que da una respuesta muy inmediata. El modelo de Alemania es el modelo de contrato formación- aprendizaje. En Castilla-La Mancha lo he visto como consejera, los empresarios me pedían eso. Creo que la variedad de títulos en Formación Profesional reglada es enorme, y que en los últimos años se han puesto en marcha módulos muy importantes que se van adaptando a la realidad económica de España.Pero la respuesta más inmediata y que más se adapta es el contrato formación-aprendizaje. De hecho, las grandes empresas son consumidoras habituales de este contrato, porque le está formando profesionales.
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¿Si las empresas no encuentran en la FP el perfil que necesitan es porque tienen un sesgo demasiado academicista?
Sin duda, esa es una de las cuestiones. También ha habido una información muy importante a las empresas. Ha habido un esfuerzo muy importante por trasladarles que no era un contrato burocrático sino que era lo que estaban buscando. La empresa premia a los alumnos que se esfuerzan. Muchos de los contratos se han convertido en indefinidos. Se ha reducido más de 10 puntos la tasa de desempleo juvenil en España, hemos dejado del 50%. Ahora estamos en el 43,7%. Antes España no fabricaba talento para Europa. Ahora, seis de cada diez jóvenes que abandonan el desempleo en la zona euro son españoles.

¿Qué contratos se transforman en indefinidos?
Hemos reducido la tasa de de-sempleo 14 puntos en tres años. El empleo entre los jóvenes menores de 25 crece a un ritmo del 7,1%.

¿Hay que salir al paso de la crítica de que se trata de mano de obra barata?

Yo la considero mano de obra especializada, creo que es una mentalidad muy española. Aquí el que vale es el que tiene un título universitario y el resto de títulos no tienen valor. Eso es un error. A mí los dos modelos de Formación Profesional me parecen importantísimos para España y rescatan el talento y las capacidades de las personas.

Y responde a una demanda de las empresas…
El empresario quiere gente preparada, formada y con las habilidades que está buscando. ¿De forma barata? Hemos tenido que impulsar medidas tanto para impulsar y fomentar la contratación de jóvenes como para ayudar a aquellos que no tienen vocación de autónomos o, aunque la tengan, quieren estar en la empresa. Hemos tenido que aprobar medidas importantes para frenar esa sangría de desempleo juvenil.

¿Cómo es el Programa de Garantía Juvenil en la actualidad? ¿Qué modificaciones se han hecho?
Es un programa compartido con las comunidades autónomas, gestionado con ellas, a través de la iniciativa de Emprendimiento y Empleo Joven, a través del Fondo Social Europeo. Hay una cartera común, de todos los jóvenes que no están trabajando ni estudiando. La modificación más importante que hemos aprobado es que tienen que estar en esas circunstancias el día anterior, no tres meses antes, que eso dejaba fuera a muchos jóvenes.

Lo que hay que darles es facilidades, no ponerles más trabas de las que ya tienen.
Hemos conseguido cambiarlo porque estábamos fomentando no hacer nada, y al que se sacaba un curso lo estábamos penalizando. A mí, personalmente, el contrato formación -aprendizaje es de los que más me gustan. Yo creo que quien se forma y aprende una profesión en el seno de una empresa es mejor. La contratación indefinida ha crecido durante 2016 un 25%.

¿Está funcionando mejor este contrato de formación- aprendizaje que la Formación Profesional dual?
En mi opinión la auténtica FP dual es el contrato formación aprendizaje, que es el modelo alemán. Se gestiona por las Cámaras de Comercio y en Alemania funciona muy bien.

¿Fomentar la contratación juvenil beneficia a todos, a los chicos y a los empresarios?
Es una inversión en capital humano y en tejido empresarial lo que hemos hecho. Ganan los empresarios, porque la inmensa mayoría quiere retener a la gente en la empresa, pero los jóvenes son muy volátiles, les gusta cambiar. El cambio de mentalidad y comprender que la salida a otra empresa y a otro país hace currículum y mochila es muy importante, pero los empresarios quieren retener ese capital.

A veces damos por hecho que el empresario tiene más interés que el propio empleado.
Hay jóvenes muy conservadores y que ven que ser contratado es una oportunidad, pero hay otros que no.

Lo que quieren es adquirir experiencias…
Yo lo llamo “mochila vital”. Ha habido una época en la que han salido por necesidad, hoy empiezan a salir por esa mentalidad, de que eso les da un valor añadido.

¿Cuál es el objetivo del Gobierno en número de inscritos en la Garantía Juvenil?
Nosotros hicimos unos cálculos por comunidades para ver cuántos ninis había, término que no me gusta nada. Yo creo mucho en los jóvenes. Y darles oportunidades es vital. Hay que aprender mucho de ellos. Cuando presentamos la Garantía Juvenil, había más de 800.000 ninis por comunidad. Cuando lo ampliamos en agosto de 2014 hasta los 30 años, o en caso de discapacidad hasta los 35, nuestros cálculos no llegaban a 1,3 millones. Estaríamos en una tercera parte. También hemos ampliado el número de suscriptores. Al final esto consiste en una colaboración público-privada, consiste en sumar y en adherir a entidades y organizaciones que persiguen este objetivo común y general.

¿Se ha suprimido el requisito de no haber trabajado tres meses antes y no haber recibido formación, ahora es hasta el día anterior. ¿Qué otras modificaciones se han realizado?
Hemos dado respaldo a una situación manifestada por las comunidades de jóvenes que cumpliendo los requisitos de la Garantía Juvenil, no estaban inscritos. Otra es que los jóvenes que cumplan los requisitos y entren en los servicios públicos regionales de Empleo están inscritos automáticamente en el sistema nacional. Hay 17 sistemas autonómicos de empleo, sin embargo el sistema controla y organiza. Es un sistema nacional. Es un desarrollo informático impresionante.

O sea, que al final se han abierto más puertas para llegar al mismo sitio.
Hemos abierto todas las que podíamos con todas las garantías que nos exige la Comisión Europea.

Hay informes que dicen que los alumnos formados quieren más formación, pero los que no tienen estudios tienen una falta de motivación terrible. ¿Qué se puede hacer por ellos?
Volvemos al principio de la conversación. El cambio en la mentalidad de la importancia de formarse y de aseverarse a uno mismo. Se tiene que seguir trabajando. Educándonos en ese valor, que al final es la Educación y es el futuro. Pero yo sigo pensando que existe una diferencia muy importante entre esa formación de calidad y personas sin ningún nivel de formación. Hay que seguir trabajando en la propia escuela. Tiene que ser un valor educar en el valor de la Educación. Tiene que ser un valor constante, no podemos bajar la guardia. Todavía hay muchas diferencias.

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