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Trabajar juntos para reducir el fracaso escolar

El problema existe, aunque en ocasiones no sepamos identificarlo a tiempo, y si lo hacemos, a menudo no sabemos cómo abordarlo.
Jueves, 27 de abril de 2017
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Las dificultades del aprendizaje y del desarrollo son una realidad que solo parece preocuparnos cuando desemboca en problemas mayores con los que es más difícil lidiar (situaciones de fracaso escolar, baja autoestima del menor…).

Aquella máxima de «No vale para estudiar» puede esconder dificultades del aprendizaje y/o del desarrollo no detectadas a tiempo. No es que no valga, sino que la carga que lleva a la espalda es más pesada que la de los demás, poniendo obstáculos en su camino y marcando negativamente su paso por la escuela y por la vida.

Disponiendo de las herramientas adecuadas, ¿por qué esperar a que sea demasiado tarde? díde es la única plataforma online que ofrece la posibilidad real de conocer mejor a niños/as y jóvenes de 2 a 18 años y de detectar o descartar en ellos, de manera temprana, indicios de hasta un total de 35 dificultades del aprendizaje y del desarrollo (bullying, hábitos de estudio y alimentación, problemas de visión o audición, dislexia, discalculia, TDA-H…).

Con díde hablamos de un método para conseguir ese objetivo –el método díde– que pasa por la observación colaborativa de las familias y los docentes, que son quienes mejor conocen a los niños (en casa y en el aula); hablamos de una exploración, a modo de preevaluación psicopedagógica (que facilita el diagnóstico a los profesionales), para detectar o descartar indicios de dificultades; de conocer qué tipo de pautas de orientación y actuación deberían seguir las familias y los docentes ante dichas dificultades (pautas que díde proporciona); hablamos de saber qué tipo de alumnos tenemos en nuestras aulas; hablamos de saber qué clase de recursos necesitan nuestras escuelas y qué tipo de necesidades formativas tienen nuestros docentes (para atender a sus alumnos); hablamos de facilitar el trabajo desproporcionado de detección que tienen que asumir los orientadores educativos (pedagogos, psicopedagogos, psicólogos, etc.); hablamos de reforzar la necesaria coordinación y comunicación entre familias, escuelas y orientadores educativos.

Implementar díde en las escuelas equivale a trabajar juntos por reducir la incidencia de repetición escolar, de abandono y fracaso escolar, con todo lo que ello supone en ahorro de costes y aprovechamiento de los recursos invertidos en educación; equivale a trabajar por salvaguardar el derecho a la educación de los niños/as, aumentar sus posibilidades de éxito escolar, así como avanzar hacia la igualdad de oportunidades y el respeto por la diferencia y la diversidad inherentes al aula.

Todos los niños/as son diferentes. Cada uno tiene sus necesidades y sus dificultades específicas. Padres, madres, docentes, colegios, orientadores educativos, gobiernos…, aunemos esfuerzos, trabajemos juntos, mano a mano, por identificar esas necesidades y que dejen de significar un obstáculo. Solo así lograremos que todos los niños/as partan de las mismas oportunidades.

Más Información: www.educaryaprender.es

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