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La inactividad juvenil está causada principalmente porque los jóvenes están cursando estudios reglados

El dosier Paro juvenil y pobreza, ¿un problema estructural? de Obra Social “la Caixa” incluye un apartado referido indirectamente a los ninis, no son ellos los protagonistas, sino las personas inactivas: aquellas que no están ocupadas ni desempleadas.
Estrella MartínezMiércoles, 17 de mayo de 2017
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Según explica Begoña Cueto, profesora titular de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, las razones por las que estas personas no están en el mercado de trabajo son muy diversas. En el caso de los jóvenes, la principal es ser estudiante.

Los datos que recoge el informe afirman que, con la crisis se ha producido un incremento de la inactividad. En 2008 eran inactivos el 32,5% de los jóvenes menores de 30 años, desde entonces la inactividad ha llegado al 44,5% en 2016. La crisis económica provocó un cambio radical en la situación de los jóvenes que, aunque tuvieran poca cualificación, encontraban trabajo con facilidad. Por este motivo, la inactividad ha aumentado, no tanto por los que tenían estudios secundarios, entre quienes es más habitual continuar los estudios, sino por quienes tenían niveles educativos medios y bajos, que han visto en la vuelta a la formación reglada “una forma de mejorar sus probabilidades de integración laboral cuando el empleo vuelva a crecer”, afirma Cueto en el dosier.

La inactividad por cursar estudios suponía un 23,5% en 2006, llegando al 43,9% en 2016, por lo que Cueto concluye que “la inactividad aumenta, fundamentalmente, por seguir estudiando”.

Pero si los estudios son la principal causa de inactividad, no es la única, ¿qué ocurre con las demás? Y no, no le ha llegado el turno a los ninis. Según el dosier, entre los que tienen estudios primarios, la enfermedad o incapacidad propia es la razón para no buscar empleo en un 28,5% de hombres y 17,2% de mujeres.

Por otro lado, a este hecho se une un escenario marcado por el género: “Entre las mujeres el cuidado de dependientes aparece como una causa relevante en todos los niveles educativos y, especialmente, entre quienes tienen estudios primarios o menos, o estudios secundarios con orientación profesional”. El dosier añade a esta razón las responsabilidades familiares o personales, siendo un 35,8% de las jóvenes con estudios primarios o menos las que no buscan empleo por esta causa.

El dosier concluye que el porcentaje entre estudiantes y ocupados es similar: 36,7% y 37%, respectivamente. Los desempleados suponen un 18,5% del total de los jóvenes, “porcentaje que no equivale a la tasa de paro, puesto que esta se calcula dividiendo el número de parados por la población activa –parados y ocupados–, sin tener en cuenta la inactividad”.

Begoña Cueto afirma que “la gran mayoría de los jóvenes están haciendo algo, ya sea trabajar, estudiar o buscar empleo”. Sin citar a los ninis, este dosier desmonta la teoría de que hay muchos jóvenes que no estudian ni trabajan. 

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