fbpx

“En Europa la tendencia en FP es generar más plazas para aprendices”

Pocas personas hay que sepan tanto de Formación Profesional como Santiago García, que ha transitado desde la enseñanza y la dirección, en el Colegio Tajamar de Madrid, hasta presidir en la actualidad el Foro Europeo de Formación Profesional (EfVET), que asesora a la Comisión Europea en esa materia. En su apretada agenda entre Madrid y Bruselas, el también secretario general de CECE hace un hueco para explicar en MAGISTERIO los retos de la Formación Profesional española y europea.
Paloma Díaz SoteroMiércoles, 31 de mayo de 2017
0

¿Hay diferencias notables que nos separen del resto de Europa en FP?
La tendencia clara en Europa es hacia el fomento del aprendizaje basado en el trabajo, a generar más puestos de aprendizaje, a combinar la experiencia laboral durante el periodo formativo. Y en eso somos de los países que vamos más atrás. No es que eso resuelva todos los problemas, pero hay estudios que muestran la correlación directa entre empleabilidad juvenil y el porcentaje de tiempo que los estudiantes pasan en la empresa durante su periodo formativo. En España estamos empezando con la dual. Aunque la FCT está muy bien, de lo que se trata es de que haya una corresponsabilidad de la empresa en la formación. No se trata de prácticas. Es asumir parte de la formación.

¿Hay un modelo formativo predominante?
Hay modelos diversos. Está el modelo de los países de influencia germana, en el que el diseño de los programas y la evaluación final depende de las Cámaras de Comercio, y se pasa en la empresa hasta un 60% del tiempo total de estudio, que suele ser tres años. Suelen ser modelos 3-2: tres días en la empresa y dos en el centro. Los modelos en alternancia tienen entre el 40% y el 60% de estancia en la empresa. No todas las titulaciones precisan la misma carga horaria de formación práctica. La clave es diseñar el programa formativo con la empresa.

Nuestra FP tiene establecidas 2.000 horas en dos cursos y, gracias a la dual, muchos títulos están ampliando currículo y carga horaria, pero no dejan de ser excepciones. ¿En Europa hay más flexibilidad con la duración de los ciclos?
La flexibilidad es anterior en la mayor parte de Europa. Aquí partimos de la base de “todos 2.000 y luego vemos”. Allí se parte de la base de que unas profesiones y otras exigen formación con diferente duración, que suele estar entre dos y tres años. En España fue así cuando había ciclos cortos y ciclos largos. En Europa no hay una duración fijada única. En los estudios con formación dual se suele ir a tres años. En un estudio europeo que se hizo sobre la relación entre coste y eficiencia para la implantación de programas de FP dual, una de las recomendaciones era ampliarlo a tres años porque se tiene en cuenta que las empresas tienen que invertir dinero en los aprendices y esperan un retorno de la inversión.

En España las empresas también se plantean eso.
Aquí hay una discusión con opiniones diversas: ¿sacamos tiempo del currículo de 2.000 horas para ir a la empresa?, ¿o ampliamos tiempo para dárselo a la empresa? Hay quien piensa que lo primero crearía un déficit de conocimientos transversales y genéricos en los estudiantes. Hay miedo a que se preparen trabajadores específicos para una empresa concreta y que no tengan suficiente capacidad o empleabilidad para otra empresa del sector. Eso se evita con una buena formación generalista y con un tema que aquí es tabú, pero que en el resto de Europa es normal, que es un examen externo. Por eso aquí se tiende a hablar de la extensión.

Si no hay corresponsabilidad formativa con la empresa, tenemos una FCT prolongada, cuyo resultado de aprendizaje está a merced de la persona que se ocupe del estudiante.
Por eso es clave la figura del tutor de empresa; lo que en Europa llaman el trainer, que es el formador, el mentor. Una de las prioridades de la Unión Europea son los formadores de empresa en el Work Based Learning y cómo garantizamos que esa persona responsable de la formación en la empresa tenga las capacidades técnicas y pedagógicas necesarias. Sobre eso pivota todo. Ahí está el debate de qué hay que exigirles. Si les exigen mucha cualificación académica, lo mismo te cargas el sistema y dejas fuera a gente muy válida para enseñar. Eso en otros países está mejor resuelto que aquí, y en parte es porque no hay tanta división de competencias entre Educación y Empleo.

¿Eso es una prioridad en España? ¿O antes hay otras?
Lo es. Pero hay otra petición que hay que atender, que es que haya una regulación homogénea de la FP dual entre las CCAA. También, si la FP y la FP dual son una prioridad, tiene que tener un perfil un poquito más alto en el organigrama de las administraciones, como ocurre en el País Vasco. Si queremos llegar a 100.000 puestos de aprendizaje, las palabras hay que traducirlas a hechos y hay que legislar para ello.

La nueva Dirección General del Ministerio tiene mucho trabajo entonces…
Espero que la nueva Dirección General del Ministerio pueda lograr acuerdos, que revitalice el Consejo General de la Formación Profesional, y que el tema sea también parte del diálogo social. Porque están implicados los agentes sociales. …También hace falta una campaña de apoyo institucional potente de la FP y de la FP dual. Las organizaciones empresariales siguen desconociendo mucho el valor de la FP en España, y eso afecta a su consideración social y a que en España el porcentaje de alumnos que va a FP tras la ESO sea bastante inferior al de otros países de Europa en los que la FP tiene más prestigio.

¿En Europa la FP depende de Educación?, ¿o de Empleo?
Habría que mirar país por país, pero generalizando mucho, los países del norte y centro de Europa tienden a tener junto Educación y Empleo. Y, si no, la FP es un ámbito de colaboración entre Educación y Empleo. Cuando yo voy a la Comisión Europea a discutir asuntos de FP, la mayoría de los representantes de otros países vienen de Empleo. En la Comisión Europea hace unos años que lo vieron claro y la Formación Profesional y todo lo relacionado con skills forma parte de la Dirección General de Empleo. En mis reuniones con la Comisión en Bruselas, el jefe de unidad del Área de Cualificaciones me dice que tiene un problema con España y que él cree que es por esa separación de competencias entre Educación y Empleo, que hace que a veces no se comunique con la suficiente agilidad.

¿Y qué problemas tenemos ante la UE?
España es el único país que no tiene referenciado su Sistema Nacional de Cualificaciones al Sistema Europeo. Los demás ya lo han enviado, pero en Europa están preocupados porque de España no saben siquiera cuándo lo va a hacer, teniendo en cuenta que para la UE es importante el mercado de trabajo y garantizar unas cualificaciones adaptadas a unas necesidades y a unos objetivos. Andamos un poco rezagados.

¿En qué puede perjudicarnos eso?
Si hablamos de transparencia de las cualificaciones hacia Europa, si hablamos de movilidad de nuestros trabajadores, de nuestros titulados y también de nuestros estudiantes, tenemos que tener una referencia clara con el sistema europeo. Cuando un joven busca trabajo fuera, tiene que quedar claro qué nivel tiene, si 5, 6 o 7. Es una herramienta de convalidación o reconocimiento inmediata. No tienes que ir a que te reconozcan el título.

¿Tenemos pocos títulos en comparación con otros países europeos?
Aquí optamos por tener títulos más versátiles, de formación más amplia y transversal, que garantizan más de una cualificación; no tenemos 700 títulos para 700 cualificaciones. No es malo, pero hay que complementarlo con los cursos de especialización, que es lo que nos falta porque aún no se han puesto en marcha.

Y los cursos de especialización tienen sentido si dan respuesta ágil a las necesidades.
Pasa mucho tiempo desde que se detecta una necesidad formativa hasta que se diseña y se aprueba un título; cuando se saca, ya está obsoleto. En cambio, en otros países, y también een algunas comunidades pasan entre 3 y 6 meses desde que se detecta una necesidad hasta que se pone la formación en la calle. Eso hay que agilizarlo. También puede darlo la FP Dual: garantiza la transversalidad y en la empresa se consigue la especialización.

¿Cómo ven en Europa esa versatilidad de nuestra FP?
Nuestra FP de Grado Superior muy buena. Es una formación de nivel 5 en España y eso da muy buen nivel. No hay muchos países con FP Superior en nivel 5. Reino Unido y Holanda la tienen. Pero la alemana, aún cuando se adapta perfectamente a sus necesidades, no es tan alta.

¿Cómo está nuestro Catálogo Nacional de Cualificaciones en relación con Europa?
El problema es que su actualización es un proceso largo. Es muy garantista: si yo saco una cualificación, debe ser realmente relevante para el empleo. Pero hay que flexibilizar un poco los procesos. No pueden pasar dos años para sacar una cualificación o para actualizarla. Si los empresarios dicen que no encuentran el perfil adecuado para ocupar un 40% de los puestos de trabajo, está claro que hay un desajuste entre la oferta formativa y la necesidad del mercado laboral. Si el sistema de cualificaciones es una herramienta para cubrir ese desequilibrio, entonces tiene que ser más ágil.

Tal vez, la realidad demanda un sistema menos garantista.
Se trata de que haya confianza entre todas las partes. Si una empresa detecta necesidades formativas, te puedes sentar con ella y establecer un currículum…podría ser suficiente para poner una formación en marcha. Por supuesto, eso no significa que hagamos experimentos.

Pero eso conllevaría una actualización más rápida de las comeptencias del profesorado también…
La formación del profesorado de FP es una prioridad en todos los países europeos. A veces vas por ahí y te miran sorprendidos cuando dices que en España hay profesores de FP que no han pisado una empresa en su vida. En Europa se habla de la conveniencia de una FCT para profesores y de estancias de profesores en empresas.

Todo el tiempo hablamos de Europa, pero ¿realmente puede decirse que haya tendencias generalizadas en la mayoría de los países?
No. Aquí hay dos velocidades. Destacan los países que tienen una tradición histórica de aprendizaje. En ese sentido, hay un proyecto muy bonito auspiciado por la Comisión Europea, con el cual los países grandes en FP y en aprendizaje en la empresa (entre los que figuran Alemania, Holanda y Dinamarca) van a hacer de mentores o de coach de los pequeños, para que pongan en marcha sus sistemas de aprendizaje. No es altruismo. Es una estrategia win-win. En España tenemos que buscar esa dinámica de trabajar para que todos ganemos.

0