El nuevo consejero cántabro se rodea de técnicos para tomar el relevo en Educación
Mejorar el rendimiento académico y hacer más atractiva la Formación Profesional son dos de los objetivos que se ha marcado el nuevo consejero de Educación en Cantabria, Francisco Fernández Mañanes, quien el pasado miércoles tomó el relevo de Ramón Ruiz en un proceso de crisis política no exento de gestos y acusaciones de deslealtad.
El jueves, un día después de su toma de posesión, el nuevo consejero de Educación, Cultura y Deporte, presentó a su nuevo equipo directivo, que destaca por su perfil técnico, excepción hecha de la número tres del PSOE cántabro, Isabel Fernández.
Fernández Mañanes agradeció la “tarea brillante” de su predecesor y aseguró que su equipo comenzará a trabajar para “ayudar a un consejero probablemente desbordado por los asuntos que tenemos encima de la mesa”, algo que ha considerado “bueno” porque significa que “hay mucho que hacer”.
Su objetivo es dar un impulso a las políticas de Educación para que, dentro de dos años, Cantabria “tenga más y mejor formación” y trabajar por resolver “los grandes problemas educativos” que tiene todo el sistema español y el cántabro en “menor medida”.
Ofreció “diálogo, participación y reflexión compartida”, y en un guiño a los docentes, ofreció “respeto y la consideración social por la importantísima función que cumplen”.
No se puede entender el relevo en Educación sin la crisis vivida en el socialismo cántabro tras la llegada a la dirección del ‘sanchista’ Pablo Zuloaga. La cabeza del anterior consejero fue el gesto público de un nuevo mandatario. Pero Ramón Ruiz no se marchó sin protestar, acusando de deslealtad a su sucesor. Educación quedó descabezada con la dimisión inmediata de 23 altos cargos y el presidente del Consejo Escolar, en una suerte de tierra quemada que obligó a Mañanes a improvisar un cuadro técnico en tiempo récord, ya que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla (PRC), exigía que la minicrisis en su gabinete no significara un día de vacío de poder.
La crisis socialista continúa aunque las aguas se ha remansado en Educación.