Solo Madrid y Navarra exigen el C1 en sus programas bilingües
Madrid y Navarra son las únicas comunidades que exigen un nivel C1 al profesorado para poder acceder al programa de bilingüismo. El resto de comunidades pide acreditar como mínimo un nivel B2, aunque alguna sí que exige también un C1 para determinadas etapas. Es una de las observaciones extraída de un estudio realizado por la Asociación de Enseñanza Bilingüe sobre la legislación actual en materia de bilingüismo en todas las comunidades autónomas monolingües, y al que ha tenido acceso MAGISTERIO. El estudio descarta a las comunidades con más de una lengua oficial al tener un planteamiento de los programas completamente distinto al resto.
La más tajante, al respecto, es sin duda la Comunidad de Madrid. En su normativa se exige nivel C1 o C2 y se especifica que “los maestros habilitados deberán impartir el mayor número de horas posible dentro del programa”. En Secundaria, además, “los profesores que impartan inglés en la sección deberán estar acreditados para impartir el currículo avanzado”. Navarra también pide como mínimo el C1 aunque admite, con carácter excepcional, “titulaciones o certificaciones de nivel de lengua inglesa inferiores, de forma que esos profesores pueden impartir enseñanza en lengua inglesa un máximo de dos cursos académicos, consecutivos o alternos”.
El resto de comunidades exige un B2, aunque algunas añaden algunos matices. En Canarias, por ejemplo, se propone como objetivo el C1 al menos en competencia oral. También se exige que el profesor imparta el área o materia completa en lengua extranjera y que utilice esa lengua en la coordinación con sus iguales. También en Castilla-La Mancha, en los programas de excelencia lingüística, al menos una disciplina no lingüística debe ser impartida por un profesor con nivel C1. Murcia, por su parte, también exige acreditar como mínimo el C1 para poder acceder al programa bilingüe en Bachillerato. La mayoría de comunidades exige disponer de profesorado con destino definitivo y acreditado en los centros públicos y con contrato indefinido en los centros concertados.
“Nivel insuficiente”
Para el presidente de la Asociación de Enseñanza Bilingüe, Xavier Gisbert, “el B2 es un nivel absolutamente insuficiente”. A su juicio, “si ese es el nivel de muchos profesores, la calidad de esos programas difícilmente puede ser buena. Hay comunidades que están empezando a exigir más o intentando marcarse como objetivo subir, pero todos los maestros y profesores que entran con el nivel B2 y que no llegan al C1, ofrecerán siempre el nivel B2”.
Según Gisbert, “la única forma de resolver eso es con potentes planes de formación del profesorado, que tendrían que haberse hecho antes como en Madrid, donde primero se formaba a los maestros y luego, desde años antes de iniciar el programa, a los profesores de Secundaria, y se les podía exigir un nivel muy alto para entrar”. También advierte de que “la mayoría de comunidades dejan entrar a los profesores con un nivel bajo y esperan que vayan mejorando esos niveles, pero no hay ninguna garantía de que realmente mejoren”.
Porcentajes distintos
Otra de las grandes diferencias que encontramos en las normativas autonómicas sobre enseñanza bilingüe tiene que ver con el porcentaje de asignaturas en inglés que se exige en cada programa. En este aspecto, de nuevo encontramos a Madrid y Navarra como las comunidades con mejor porcentaje de partida y sin un máximo fijado de asignaturas que deben impartirse íntegramente en inglés.
En Madrid, en Primaria, la enseñanza del inglés tiene que ocupar al menos un 30% del horario lectivo semanal, en todas las áreas a excepción de Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas. En Secundaria, debe ocupar al menos un tercio del horario lectivo semanal. Todas las áreas que el centro haya decidido impartir en inglés, tienen que ser íntegramente en ese idioma.
Navarra, sin embargo, dispone de tres programas. En Primaria encontramos el Programa de Aprendizaje en Lenguas Extranjeras (PALE), con “una impartición horaria semanal progresiva”. Y para Secundaria existen dos programas. Por un lado, el de Secundaria Plurilingüe (PSP), donde al menos dos áreas no lingüísticas se realizan en lengua extranjera. Y el Programa de Secciones Bilingües (PSB), donde las materias pueden impartirse total o parcialmente en la lengua extranjera aunque siempre se debe garantizar que, al menos, un 50% del horario sea en esa lengua.
La Rioja también tiene una buena normativa en este tema, ya que establece que la enseñanza del inglés ocupe al menos un tercio del horario lectivo semanal. Los centros pueden ofertar todas las áreas en lengua inglesa a excepción de Matemáticas y Lengua Castellana y Literatura. De hecho, añade que “los maestros habilitados deben impartir el mayor número de horas posible”.
En Murcia se debe impartir algún área o materia de cada curso en al menos una lengua extranjera. En Primaria se recomienda como asignatura no lingüística Ciencias de la Naturaleza, Conocimiento Aplicado o un área del bloque de asignaturas específicas. En Secundaria y Bachillerato podrán impartirse todas las materias que no sean lingüísticas. Parecido es el caso andaluz, donde para Primaria solo se exige para Conocimiento del Medio, y añade que “se puede impartir en Educación Artística, Educación Física y Educación para la Ciudadanía solo en aquellos centros que dispongan de recursos”. En Secundaria se permite en, al menos, dos materias no lingüísticas o el 30% del horario lectivo semanal. Y en Bachillerato en al menos dos materias comunes de la etapa.
En Asturias, en Primaria se exigen como mínimo dos sesiones semanales en lengua extranjera, mientras que en Secundaria y Bachillerato se imparte el máximo número posible de materias según el profesorado habilitado disponible en el centro.
Canarias es de las comunidades con una normativa más laxa, ya que establece que en Primaria se aplique en al menos un tercio del currículo en 1º y 2º, pero propone como objetivo alcanzar el 40% del currículo. En Secundaria y Bachillerato asegura que “se extenderá el programa al mayor número posible de alumnos”, pero lo supedita a “los recursos que disponga el centro”.
Sin porcentajes
Luego encontramos comunidades como Cantabria donde no se establecen porcentajes. En Primaria se opta por una impartición parcial y progresiva en inglés, mientras que en Secundaria y Bachillerato se van incrementando los periodos lectivos.
En Castilla-La Mancha tampoco se habla de porcentajes, pero sí se establecen tres fases en todas las etapas educativas: un programa de iniciación lingüística con, al menos, una materia completamente en el idioma elegido; una segunda etapa de desarrollo lingüístico con, al menos, dos materias; y un programa de excelencia lingüística con, al menos, tres materias. En Ceuta y Melilla, los centros se dividen en niveles similares a los de Castilla-La Mancha.