"La existencia de colegios privados indica fallos en el sistema educativo"

Carlos Llorente Alonso ha estado trabajando durante los últimos siete años como director de marketing del Colegio “Liceo Sorolla”. Su libro, Marketing educativo: captación y fidelización de alumnos, se presenta como un manual dirigido a todos los miembros de la comunidad educativa y tiene como objetivo concienciar, orientar y motivar a sus lectores de la necesidad de cambiar y ser valientes.

El libro que usted nos presenta tiene por título Marketing educativo. ¿Qué significa este concepto?
Es la disciplina que ayuda a los colegios a profesionalizar el Departamento de Marketing. Les ayuda, por un lado, a depurar sus procesos de captación de nuevas familias y, por otro lado, a mejorar el proceso de innovación que está intrínseco dentro del colegio para seguir mejorando su proyecto educativo.

El marketing educativo habla de la captación de alumnos por parte de los centros educativos. ¿Cree que el marketing educativo afecta a la calidad de la enseñanza?
Yo creo que es un motor de cambio. Para mí, el marketing puede mejorar significativamente los proyectos educativos del colegio. Como colegio, sobre todo los concertados y privados, lo que buscas es ser atractivo para las familias. Precisamente este interés en seguir captando familias hace que los colegios se vean en la obligación de innovar y adaptar sus proyectos educativos a las necesidades sociales y del mundo global en el que vivimos.

Como usted mismo ha dicho, el marketing educativo es más proclive a darse en los centros privados y concertados. ¿No cree posible el marketing educativo en los centros públicos?
Creo que en la parte de innovación, en la parte de mejorar el proyecto educativo, podría ayudar. Pero ahora mismo el marketing educativo en centros públicos, en este sistema español, no funcionaría.

¿Cree que los centros públicos no están respondiendo a las necesidades sociales?
Todo el sistema educativo español necesitaría seguir mejorando. También creo que aún no hemos llegado a la pregunta clave que es: ¿Para qué sirven los colegios? Ahora mismo los colegios no están respondiendo a las necesidades de la sociedad. Todo el sistema necesita reforma, centros privados, concertados y públicos.

¿Para usted cuáles son los pilares de la Educación?
Uno de los pilares fundamentales es la adaptabilidad, hay que crear herramientas y metodologías de aprendizaje que permitan que los alumnos se amolden fácilmente. Otro pilar fundamental es el pensamiento crítico y la creatividad, hay que repensar las cosas que existen actualmente, no dar por hecho nada y, sobre todo, hay que conseguir que los alumnos decidan por sí mismos lo que quieren poner en marcha.

El libro comienza explicando qué es la experiencia del alumno, que no es otra cosa que las vivencias de los estudiantes en el aula y fuera de ella. ¿Es tan importante el marketing experiencial como el nivel de estudios alcanzados en el centro?
Sí, si tu pasas los primeros 15 años de tu vida en un lugar al que vas todos los días, y el ambiente con el que convives es excelente, pues eso influirá en el resto de tu vida. Debería ser la mejor experiencia de sus vidas, y también para los padres.

¿Por qué vemos tan extraño el marketing en Educación cuando en el resto de sectores no pasa esto?
Creo que es una cuestión que viene de atrás. Si realmente todos deberíamos tener una Educación pública de mucha calidad, porque el objetivo es que todos tengamos las mismas oportunidades, el sistema educativo actual no está cumpliendo su finalidad. El hecho de que haya colegios privados quiere decir, una de dos, o que no es suficientemente buena, o que tiene fallos.

Si cree que los colegios son los intermediarios entre el mercado y las personas. ¿La importancia del marketing educativo es capital, no?
Sí, es muy importante saber transmitir todo tu valor.

¿Qué importancia tiene la tecnología en el devenir de la enseñanza? ¿Cómo cree que será la enseñanza dentro de 20 años?
Esa pregunta me encanta. Lo primero que habría que preguntarse es cómo serán los colegios dentro de 20 años. Creo que habrá una tremenda personalización del proceso de aprendizaje. Cada alumno tendrá sus propios deberes, sus propios proyectos, su propio seguimiento. Habrá profesores robots, que no desplazarían al profesor “tradicional”, ya que éste trabajaría de manera más individual con los alumnos, mientras que lo que sería impartir la clase, mandar las tareas o corregirlas, las podría hacer una máquina. Los colegios instaurarán algunas tendencias del norte de Europa y Canadá en las que el juego es muchísimo más importante, y los proyectos serán la base del aprendizaje.

En el libro habla de la libertad de elección de centro que tienen los padres, del amplio abanico de posibilidades. ¿Para usted lo más importante es estar en la lista de esos cuatro o cinco colegios seleccionados por los padres? ¿Es esa la verdadera batalla?
Así es, es lo que llamamos el proceso de selección de compra de los padres. Ahí es cuando la web tiene que estar perfectamente optimizada y dar mucha facilidad para concertar una cita. Tienes que conseguir que te visiten y para ello tienes que superar la prueba de internet.

¿Cómo consigue el Colegio “Liceo de Sorolla” crear lo que usted denomina “fans”?
Pues hay que conseguir que los padres vean el colegio como suyo. Hay que preguntarles: ¿Qué quieres que haga el colegio? ¿Cómo crees que podemos ayudaros? ¿Qué os gustaría que hiciésemos con vuestros hijos? Si sacamos adelante proyectos impulsados por padres, los tendremos como “fans” para toda la vida.

¿Qué importancia tienen los antiguos alumnos?
Son, principalmente, clientes potenciales.

¿Qué medidas de marketing educativo le recomendaría al Estado para mejorar la Educación?
Lo primero que hay que hacer es un estudio de cliente interno. ¿Qué les está pareciendo? ¿Qué tipo de Educación están recibiendo sus hijos?
Por otro lado, también habría que valorar si pudiésemos tener a una persona que en cada distrito gestionase los temas de comunicación, que se encargase del marketing.