La mayoría de padres admite que pasa más tiempo on line del que debe
“Pasar tiempo frente a la pantalla de los dispositivos móviles es más tentador para los niños que los dulces y las chucherías”, según un nuevo estudio de My First Device (Mi primer dispositivo) elaborado por Norton. Además, los padres se sienten culpables por la cantidad de tiempo que pasan on line al lado de sus hijos, y los niños no se cortan en reprochárselo, de acuerdo con este estudio.
La investigación revela que tres de cada cuatro padres españoles (78%) sugieren que están dando un mal ejemplo al pasar demasiado tiempo on line, y cuatro de cada diez (41%) admiten que les han “regañado” sus propios hijos por este comportamiento, lo que pone de manifiesto los problemas de las familias actuales por establecer rutinas saludables de tiempo frente a la pantalla en un mundo cada vez más conectado.
Padres digitalizados
Norton ha hecho entrevistas a más de 7.000 padres de toda Europa y Oriente Medio con hijos de entre 5 y 16 años. El informe My First Device explora los desafíos a los que se enfrenta la primera generación de padres “digitalizados”. A diferencia de ellos, sus hijos nunca han conocido un mundo sin smartphones ni tablets.
Por lo tanto, los padres actuales “están traspasando una nueva frontera, cuestionándose la edad apropiada a la que sus hijos deberían estar expuestos a la pantalla o tener su propio dispositivo, al tiempo que ellos mismos examinan sus hábitos personales y los efectos potenciales que pueden tener sobre sus hijos”, dicen los autores del estudio.
“La Educación actual de los hijos no es fácil”, señala Ramsés Gallego, security expert en Norton. “Viejos problemas como conseguir que los niños se coman la verdura, se vayan pronto a la cama y hagan los deberes siguen estando ahí, pero ahora hay una capa añadida de tecnología con la que los padres tienen que lidiar. A diferencia de sus hijos, la mayoría de los padres actuales no creció con dispositivos conectados como los smartphones y las tablets, por lo que no les es nada fácil fijar y cumplir ellos mismos las reglas de uso de pantallas”, asegura Gallego.
La investigación de Norton revela también que los niños desean pasar tiempo frente a la pantalla móvil más que tomar dulces o caramelos. Más aún, los niños pasan más tiempo frente a la pantalla del móvil que jugando fuera, y una cuarta parte de los padres europeos asegura que su hijo pasa on line más tiempo que ellos.
De media, en todos los países, los niños emplean cada día más de dos horas y media de su tiempo de ocio en dispositivos móviles, una hora y media más que el tiempo que pasan jugando fuera.
Tiempo frente al móvil
Reino Unido encabeza la lista: los niños británicos son los que más tiempo pasan frente a los dispositivos móviles, casi tres horas diarias (2 horas y 55 minutos). Y aunque los niños españoles son los que menos tiempo pasan con los dispositivos móviles (2 horas y 24 minutos), la diferencia es de tan solo 30 minutos menos que en otros países.
Los padres están en conflicto con el uso de los móviles por parte de sus hijos. Casi la mitad de los progenitores españoles cree que la tecnología y los dispositivos móviles pueden ayudar a reforzar las capacidades de aprendizaje y resolución de problemas de sus hijos (49%). Y casi tres cuartas partes (71%) considera además que tener sus propios dispositivos enseña a los niños a ser responsables. En todo los países, una gran parte de los padres considera también que fomentan la creatividad (48%) y la felicidad (45%) de los niños.
Pero no todo son buenas noticias, ya que los padres también están preocupados por el impacto negativo potencial que puede tener el uso de estos dispositivos. Más de la mitad de los padres españoles (53%) afirma que el tiempo frente a la pantalla del móvil afecta a la calidad del sueño de sus hijos. A los padres europeos les preocupa también el impacto perjudicial que tienen los dispositivos sobre los niveles de energía (42%), las habilidades sociales (40%) y la salud mental (37%).
Padres caen en la trampa
Estas preocupaciones van a más conforme los niños crecen y manejan sus propios dispositivos, a edades cada vez más tempranas. El estudio de Norton muestra que los padres están cayendo en su propia trampa, puesto que, de media, los niños españoles consiguen su primer dispositivo a los 10 años, dos años antes de la edad (12 años) que los propios padres consideran que es la adecuada.
En países de Oriente Medio como los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí –que el estudio también analiza– la diferencia es aún mayor, ya que se les da a los niños un dispositivo propio con tan solo 7 años.
La mayoría de los padres intenta que se cumplan en casa las normas sobre tiempo de pantalla, pero admiten que ellos mismos pueden ser su peor enemigo, ya que sienten que están fracasando a la hora de dar buen ejemplo a sus hijos.
Uno de casa dos padres (56%) reconoce que pasa demasiado tiempo on line, y casi la mitad (49%; 48%, en el caso de los padres españoles) se siente culpable por la cantidad de tiempo que emplea navegando por internet.
Mal ejemplo
Un 41% de los padres españoles admite que sus propios hijos les echan en cara que pasan demasiado tiempo on line o que lo hagan en momentos inapropiados, y más de la mitad (el 63%) afirma estar preocupado por dar un mal ejemplo a sus hijos.
“Los padres ven claramente el beneficio de los dispositivos móviles para sus hijos, pero también desean establecer rutinas saludables de tiempo de pantalla, puesto que son conscientes del efecto perjudicial que los smartphones y las tablets pueden tener sobre el sueño y la salud mental”, añade Ramsés Gallego.
“Todos deberíamos ser conscientes de cuánto tiempo pasamos on line y abordar el problema del excesivo tiempo frente a la pantalla, con los padres siendo los primeros en dar ejemplo.
El 63% de los padres españoles ya han establecido en sus casas determinadas horas o días libres de tecnología en los que todos deben alejarse de sus dispositivos preferidos, lo que ofrece una gran oportunidad para replantearnos nuestra dependencia de los dispositivos”.
Muchos padres españoles se sienten perdidos en el mundo digital, y más de la mitad (55%) dicen que quieren fijar límites e influir como padres en el uso de los dispositivos conectados, pero no saben cómo hacerlo; mientras que el 80% desearían más asesoramiento y apoyo para ayudarles a proteger a sus hijos on line. En todos los países, uno de cada diez padres no marca ninguna norma respecto al uso de dispositivos, al considerar que sus hijos tienen el conocimiento tecnológico suficiente como para ser capaces de saltarse sin problemas estas reglas.
Más o menos rigor
Un hecho interesante que revela el informe es que el nivel de rigor es mayor entre los padres más jóvenes (75%) y entre los padres de niños pequeños (74%). Estos grupos son más proclives a ser estrictos en comparación con los padres de más edad (59%) y con aquellos que tienen hijos más mayores (53%).
A pesar de los problemas, los padres están dispuestos a gestionar el uso de los dispositivos que hacen sus hijos, pero muchos se sienten perdidos sobre cómo hacerlo. Más de la mitad (55%) de los padres españoles asegura que quiere poner límites y controles parentales en los dispositivos conectados, pero no saben cómo proceder al respecto.
Por ello, al 80% de los padres españoles les gustaría tener más apoyo y asesoramientos para proteger a sus hijos online. El 62% de los padres en España permite a sus hijos conectarse on line solos en sus habitaciones. En todos los países del estudio, un 35% de los padres admite además que se lo permite incluso cuando los hijos tienen entre 5 y 7 años.
Respecto a las pautas a seguir, Juan Manuel Machimbarrena, doctor en Psicología, asegura que “hay muchos riesgos nuevos que padres y profesores deben conocer para poder prevenirlos o intervenir sobre ellos cuanto antes. Esto no significa que haya que prohibir internet o el uso de móviles, pero sí hay que preocuparse de educar y de cuidar la interacción del adolescente con las TIC”, subraya.
“Mi consejo –explica Machimbarrena–, es que la parentalidad y la Educación deben ser on line y off line, que adopten posturas equilibradas respecto a internet, que permitan su uso, pero lo supervisen y, por último, que fomenten la comunicación. Una buena comunicación entre padres e hijos es uno de los mayores factores protectores para prevenir el cyberbullying y otros riesgos relacionados con las nuevas tecnologías”, concluye.
En este sentido, la enfermera pediátrica Naiara Cayetano incide en la idea de que “hay que diferenciar el uso del abuso. Es el abuso el que puede llegar a originar trastornos físicos o psicológicos en los jóvenes”.
Muy buen reportaje
Estoy de acuerdo