Puntilla y arrastre para el primer toro de la reforma: aprobada la LOU

A pesar de aparentar en cajones apenas una novillita, lo que al final salió a la plaza fue un considerable morlaco, corniveleto y peligroso, lanzando derrotes a la taleguilla del diestro al menor descuido. Armado de dos astifinos pitones, rectores y alumnos, su peligrosidad se hizo cada vez más evidente, especialmente cuando se lidiaba por la izquierda.

Aunque ya venía con una media estocada desde el Senado, mortal de necesidad, aún se revolvió algo en el tramo final de la faena. El Congreso dio por fin la puntilla a toda prisa, quizás con menos dignidad de lo que se requería, y se observó cierta agitación entre el respetable: pancartas, caretas y gestos pudieron verse en los bancos de la oposición. El resultado, 196 votos a favor.
Para finalizar, inicio de pataleo, acallado rápidamente por los aplausos de los diputados del PP, que con esta petición de oreja querían por fin mostrar un apoyo que se ha sentido escaso en el transcurso de la lidia. La ministra saludó desde el tercio antes de retirarse.

Cierta euforia tras el triunfo se palpaba en la rueda de prensa que Del Castillo concedió a los medios. En ella dio un somero repaso a las dificultades por las que había pasado la Ley recién aprobada, e insistió en que tras ella había mucho diálogo y negociación. Relativizó, por último, el número real de opositores entre los rectores y profesores de Universidad y los alumnos.

Pero lo que más interesaba era el estado de la herida producida por el pitón de los rectores: las miles de plazas convocadas en estos últimos meses, que podían poner en riesgo la aplicación efectiva de la ley. Sobre este tema, la ministra sólo dijo que el MECD tenía que estudiar si en estas convocatorias se estaban respetando los criterios de igualdad, mérito y capacidad, y que si no era así se actuaría en consecuencia.

La rueda de prensa de Carmen Chacón fue, por el contrario, triste, a pesar de que la aprobación de la Ley estaba cantada. En un tono casi compungido, auguró que la LOU destrozará la universidad española, y que lo único positivo es que por fin el PP había reconocido que desde que gobierna, en España hay 50.000 becarios menos.

En fin, con el primer toro en el desolladero, ya ha salido el segundo a la plaza: ¿dará tantos problemas la Ley de FP? Soplan vientos zainos.