COMUNIDAD VALENCIANA. Los indigentes del sindicalismo docente
Una vez más, las pasadas elecciones sindicales del personal laboral de la Conselleria de Educación demostraron la provisionalidad de la situación del colectivo de maestros de Religión de la Comunidad Valenciana. Una situación en el que difícilmente hay criterios definidos y sobre la que se actúa ‘a salto de mata’. De esta manera, en cada provincia de la Comunidad, los hechos han sido los mismos, pero las soluciones dispares.
En la provincia de Valencia, las elecciones del personal laboral se celebraron el día 23 de febrero. Para ello, la Conselleria de Educación dio a conocer un primer censo electoral en el que se incluía a los maestros de Religión (hay que recordar que los profesores votan en las elecciones docentes con Secundaria). Sin embargo, las organizaciones sindicales excepto USO y el Sindicato Independiente, impugnaron este censo al considerar que los maestros de Religión, por su contrato singular, no deberían votar con el personal laboral y, si acaso, tener unas elecciones propias. De este modo, la Mesa Electoral Central estimó esta reclamación y los maestros de Religión fueron excluidos del censo y, por lo tanto, de la votación.
Sin embargo, el colegio electoral de técnicos y administrativos no aceptó esta estimación y sí que permitió votar a este colectivo, mientras que no lo hicieron en el colegio de especialistas y personal no cualificado.
Votaciones paralelas
De esta manera, en esta votación paralela, de los 430 docentes de Religión que podían haber votado, 263 lo hicieron por USO, la organización sindical que ha llevado la mayoría de los casos judiciales sobre el reconocimiento de la relación laboral entre Administración y maestros de Religión.
Es, por tanto, significativa la diferencia de si vota o no vota este colectivo: en el colegio de técnicos y administrativos, USO consiguió 10 delegados de 12 y los otros dos, CSIF; sin embargo, en el colegio electoral de especialistas y no cualificados, CCOO tuvo cuatro, STAPV tres, UGT cinco, USO dos y ninguno CSIF. En el análisis de estos datos está el porqué los sindicatos quieren o no quieren que voten estos maestros: su participación decantan los resultados a favor de uno de los sindicatos.
Pero para liar más la madeja, las elecciones en la provincia de Valencia tendrán que repetirse. Al no ponerse de acuerdo durante la campaña, se recurrió a un laudo arbitral que no dio su opinión hasta el 14 de marzo, es decir, cuando ya habían tenido lugar las elecciones. Este laudo falló que el colectivo de maestros de Religión debe incluirse en el censo electoral y, por tanto, votar en estas elecciones sindicales. El laudo manda repetir la votación.
Más complicado queda todo si, además, no hay un criterio único. Por ejemplo, lo ocurrido en Castellón es diametralmente opuesto a lo de Valencia. La cosa, eso sí, tiene el mismo punto de partida; los de Religión estaban incluidos en el censo electoral inicial. Además, la Mesa Electoral ratificó que este colectivo votase junto con el resto de personal laboral de la Administración educativa. Sin embargo, al no estar de acuerdo los sindicatos concurrentes a esta convocatoria, de nuevo se recurrió a un arbitraje con la diferencia de que el laudo se conoció antes de que tuviesen lugar las elecciones. Sin embargo, en esta provincia, el laudo apoyó la tesis de que este colectivo no puede votar en esta convocatoria y los dejaba fuera. De hecho, no votaron.
Resulta curioso que en este caso el sindicato CSIF apoyase la inclusión de este colectivo en el censo electoral, mientras que en Valencia apoyasen lo contrario.
Alicante
Por último, la resolución en la provincia de Alicante, también fue diferente. Se partía del mismo principio; la inclusión del colectivo en el censo electoral. Aunque también hubo impugnación el proceso continuó y el colectivo de Religión pudo votar. De este modo, gracias a que por tradición estos docentes apoyan a USO, esta organización sindical obtuvo siete de los 21 representantes en el comité de empresa y, además, éstos son maestros de Religión. Sin embargo, visto lo visto, estos resultados son provisionales porque al cierre de esta edición todavía no se conoce el laudo arbitral que debe dirimir provisionalmente esta cuestión.
En toda esta cuestión no ha ayudado en absoluto la cambiante opinión de la Administración educativa, más concretamente de las direcciones territoriales de Educación, que han mantenido una opinión diferente en cada una de las provincias.
También se podría citar la actitud de los arzobispados, que en ningún momento han salido en defensa de la representatividad sindical del colectivo que, hay que recordar, es asignado por sus delegaciones de enseñanza.
La tesis inicial parte de que en estas elecciones concurre el personal adscrito al convenio colectivo del personal laboral de la Conselleria. Por tanto, la discusión es si los maestros de Religión se ven afectados por este convenio o no. Así, en Castellón, la Administración defiende que aunque no se les aplica este convenio colectivo en la actualidad, sí que se les aplicará en el futuro, por lo que deben estar en el comité de empresa. Sin embargo, en la provincia de Valencia, la dirección territorial dice que no se les aplica, mientras que en Alicante opinan que sí.
En esta disparidad, además, la dirección general de Personal dejó en su día en manos de los sindicatos la resolución de este conflicto. “Son unas elecciones sindicales”, señaló en su día a MAGISTERIO José Antonio Rovira. No obstante, al requerirse su opinión en esta polémica, el director general de Personal no devolvió ninguna de las llamadas.
Cambios de opinión
Por eso, a juicio de la presidenta de la Asociación de maestros de Religión, Mariví Iribarren, “la Conselleria se deja manejar por los sindicatos que son mayoritarios. Nos ha apoyado Función Pública y la Dirección General de Trabajo, pero Educación, no”.
Más increíble le parece la actuación de alguna organización sindical, “que cambia de opinión según provincia. ¿Qué vamos a opinar?, pues que algunos sindicatos defienden sus intereses y no los nuestros. No entendemos que digan que apoyan a los trabajadores y no apoyen a los maestros de Religión”. Porque entonces, la pregunta que queda sin responder es: ¿qué son?