Tamayo añade más incertidumbre al futuro educativo en Madrid

Autor: Rodrigo SANTOMINGO

Pocos lo creen, pero lo cierto es que Rafael Tamayo y María Teresa Sáez, los dos diputados más populares del grupo socialista en la nueva Asamblea de Madrid, han esgrimido con insistencia la visión radical que IU mantiene sobre cuestiones educativas para justificar su decisión de someter el gobierno de la Comunidad a consideraciones personales.

De hecho, la hipotética supresión de conciertos en el caso de que el PSOE hubiese cedido la Consejería de Educación a IU se ha convertido en el recurso favorito de Tamayo para ejemplificar el extremismo de la colación de izquierdas.
Más evidente resulta el hecho de que la crisis desatada en el seno de la Asamblea añade un nuevo candidato a comandar el futuro de la Educación madrileña. El espectro se ensancha de nuevo hasta niveles pre-electorales, y nadie sabe ya si la enseñanza de la Comunidad se gestionará bajo criterios herméticamente estatalistas o según el modelo neoliberal que propugna el equipo de Esperanza Aguirre.

Pacto

Fuentes socialistas han declarado a este periódico que, antes de la rebelión de Tamayo y Saéz, las negociaciones para encontrar una salida al reparto del pastel educativo entre el PSOE e IU habían sufrido un avance considerable.
Las opciones barajadas excluían al partido de Fausto Fernández de la enseñanza no universitaria. Una de ellas hubiera situado a un afiliado del PSOE (posiblemente José Antonio Díaz, vicerrector de la UNED) como consejero y al portavoz socialista de Educación en la Asamblea en los últimos años, Adolfo Navarro, en la Viceconsejería, con IU copando la Dirección General de Universidades. La otra contemplaba el nombramiento de un consejero independiente y de dos viceconsejeros: Adolfo Navarro para Educación no universitaria y un miembro de IU para Universidades.