Los alumnos critican la falta de criterio en la aplicación de las normas

El pasado viernes era presentado por la Fundación Hogar del Empleado (Fuhem) el último informe del Instituto Idea –que encabeza Álvaro Marchesi–, sobre las relaciones de convivencia en los centros escolares y la familia.

El informe se ha elaborado tras realizar una encuesta a 11.034 alumnos de ESO y 7.226 familias con hijos en esta etapa, y aunque han predominado los centros madrileños y catalanes, también hay colegios aragoneses, asturianos, de ambas castillas, gallegos, riojanos y valencianos. El informe, sin embargo, tiene problemas técnicos: no se han incluido los centros que no han contestado (mayoritariamente públicos) en el apartado “No sabe/no contesta”, ni se han discriminado por otra cosa que por sexo, ciclo y titularidad del centro.

Valor consultivo

Aunque este hecho provisionaliza los resultados –aparte de que falta la opinión de los profesores, que completará el informe “dentro de doce meses”, según Marchesi–, los resultados siguen teniendo un valor consultivo indudable.

Para Álvaro Marchesi, las conclusiones más importantes son que la convivencia es relativamente buena, que la violencia no ha empeorado (ni mejorado) en los últimos cuatro años, que tanto alumnos como padres atribuyen a los adolescentes el origen de los problemas, y que la poca coherencia o arbitrariedad al aplicar las normas es una de las quejas de los alumnos. Y es precisamente ésta la más importante de las conclusiones, por una sencilla razón: ya hace unos años, los estudios franco-belgas de los profesores Meuret y Grisay demostraron que el factor de calidad más importante en un centro era, sencillamente, que todos los alumnos supieran donde estaba el límite y qué les iba a pasar si lo sobrepasaban, y que todos los alumnos sabían que aquél que la hace la paga, sea quien sea. Así de sencillo. Por tanto, el que dos terceras partes de los alumnos no estén de acuerdo con que las normas se aplican coherentemente, o que sólo un tercio admitan que no hay favoritismos es más grave de lo que parece.

Otras conclusiones

Otras conclusiones del informe es que si bien el 50% de los alumnos ha sido insultado alguna vez, y la tercera parte se ha sentido rechazado en algún momento, tan sólo el 12% ha sido agredido o amenazado. Sin embargo, el 32% han sido víctimas de robos.

Con respecto a las relaciones con los profesores, aunque más de la mitad los valora positivamente la relación, más de la mitad los alumnos también apuntan a que el 50% conocen a algún docente que tiene manía al alumno, un 21% a un docente que ha insultado a un adolescente y un 38% han visto como se ridiculizaba a algún miembro de la clase. A la inversa, aunque el 25% conoce a alumnos que impiden impartir clase, y el 17% han visto faltar al respeto al profesor, tan sólo el 2,3% conocen alguna agresión a un docente.

Las familias opinan

Pero la encuesta del Instituto Idea también pregunta a las familias, estableciendo datos significativos sobre la distinta valoración del centro para los padres de alumnos de la pública y los de la privada/concertada.

Así, si la valoración del equipo directivo es similar en ambas redes (casi el 60% de satisfacción), el 13% de los padres de la pública están insatisfechos con el ambiente de estudio, y el 14,5 con la preparación de sus hijos, frente al 6% de insatisfacción en ambos aspecto en padres con alumnos en centros concertados.

No es de extrañar, por tanto, que el 16% de los padres que llevan a sus hijos a un centro público consideran que el centro funcione mal, y que el 20% cambiaría a su hijo de centro, mientras que sólo el 8% de los padres de alumnos de centros concertados consideran que el colegio funcione mal, y tan sólo un 10% cambiaría de centro a sus hijos. Por fin, mientras que el 78% de los padres de la concertada valoran el centro de sus hijos positivamente, eso sólo ocurre en el 46% de los padres con hijos escolarizados en la Pública.

Frente a estos datos, las propuestas de Álvaro Marchesi son mejorar la participación de los alumnos y la implicación de las familias, cuidar las relaciones sociales de los alumnos y el clima de violencia entre iguales, y evitar la incoherencia en la aplicación de las normas. Sin embargo, pese a que el informe parece apuntar en diversas ocasiones al papel de los directores, cuya autoridad se echa en falta constantemente, para el director del Instituto Idea no hay fallos en el sistema. Cada uno busca los culpables que le interesan.

Los alumnos critican la arbitrariedad en la aplicación de las normas

GRADO DE ACUERDO CON LAS AFIRMACIONES: (1) Cuando surge algún conflicto, en general se resuelve de manera justa. (2) En el centro existe orden. (3) Las normas de disciplina del centro me parecen adecuadas. (4) Se tiene en cuenta la opinión de los alumnos para resolver problemas. (5) Los profesores tienen el mismo criterio al aplicar las normas. (6) Se da importancia a enseñara a los alumnos a relacionarse con los demás. (7) En los tres últimos años han aumentado los conflictos. (8) Debería intervenirse más duramente con alumnos que causan problemas. (9) Me siento muy bien en el instituto y tengo muchos amigos. (10) Las relaciones entre profesores y alumnos son buenas. (11) Se le da mucha importancia cuando un alumno se mete constantemente con otro. (12) En mi clase tratan a todos los alumnos por igual y sin favoritismos.