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España recoge los agrios frutos de la Logse

Como ya adelantó hace ahora un año MAGISTERIO, los indicadores educativos españoles más importantes vuelven a descender y se colocan al nivel de 1996: perdemos nueve años.
Miércoles, 16 de noviembre de 2005
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Autor: José M. LACASA

El jueves pasado la Unión Europea dio a conocer un informe donde adelantaba los avances que cada país ha realizado este año en relación con los objetivos de Lisboa en Educación. Como ya anunció MAGISTERIO hace un año –cuando adelantó los datos de la UE en exclusiva– todos los indicadores (menos uno, luego explicaremos el porqué) continúan bajando, algunos en caída libre.

Y lo anunciamos ahora, no por agoreros, sino por conocer bien el sistema educativo español: aún le quedan dos o tres años de caída a estos indicadores españoles, hasta estabilizarse, más o menos, en torno a los resultados de 1992.

Cómo lo sabemos es fácil de explicar, aunque tal evidencia parece calar poco en la opinión pública y publicada española: sencillamente, cada indicador comenzó a caer (tras un ascenso de décadas) en el momento en que la primera cohorte que había estudiado con la Logse comenzó a llegar a la edad que mide el indicador.

Así, el abandono educativo temprano entre los 18 y los 24 años comenzó a ralentizar su descenso en 1998, invirtiendo la tendencia en 2000, mientras que la población que no se gradúa en Secundaria superior y tiene entre 20 y 24 años comenzó a caer en 2001: ambas caídas corresponden con la llegada de la Logse y no, como ha llegado a decir Eva Almunia –otro ejemplo de desconocimiento de cómo funciona la enseñanza–, responsable de Educación del PSOE y consejera de Aragón, debido a la llegada del PP al poder.

Por esta misma razón, los indicadores continuarán bajando de manera acusada hasta que el tramo de edad que se estudie lo ocupen cohortes Logse, estabilizándose con tendencia a la baja a partir de entonces.

Amargos frutos

Son los amargos frutos de una Logse aún en vigor y que será sustituida por una LOE inspirada en su mismo modelo, aunque la ministra de Educación parezca convencida de que su ley va a atajar la sangría entre los alumnos españoles que esconden estas terribles cifras.

También aumenta el número de alumnos por debajo del nivel mínimo en Lectura en la escala PISA (del 16 al 21% de los alumnos de 15 años). Sin embargo, parece que España salva los muebles en cuanto al porcentaje de graduados en carreras técnicas, al crecer diez puntos en dos años. Naturalmente, este indicador sigue creciendo por una razón: hasta dentro de dos años no se verá afectado de lleno por las primeras generaciones Logse, momento en que, previsiblemente, volverá a caer. De hecho, comienza a mostrar una primera ralentización a partir de 2003.

En los indicadores principales España se encuentra ahora al mismo nivel que en 1996, y nada indica una mejora. Cuando se estabilice, algunos dirán que comienza la recuperación.

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