Minorías: el estudio como seguro de vida
Autor: Rodrigo SANTODOMINGO
En contra del tópico, los alumnos procedentes de minorías étnicas aprovechan más el paso por la Secundaria que sus compañeros de raza blanca. Al menos en Inglaterra, donde un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol se ha tomado la molestia de analizar las calificaciones obtenidas por la nada despreciable cifra de medio millón de alumnos entre los 11 y los 16 años.
Los resultados son impactantes: todas los grupos étnicos minoritarios progresan en mayor medida que la comunidad blanca. Además, la mejora se extiende a la abrumadora mayoría de escuelas y regiones del país. Únicamente hay una excepción, los alumnos negros de origen caribeño, que avanzan en relación a los estudiantes blancos en sólo la mitad de los centros ingleses de Secundaria.
De hecho, el despegue académico de las minorías resulta más notable en los últimos dos años de la Secundaria, la etapa en la que los alumnos tienen la vista puesta en los General Certificate of Secondary Education (GCSE), los exámenes que marcarán el futuro académico y laboral de cada estudiante.
Actitudes
Para la profesora Deborah Wilson y su grupo de colaboradores, el hecho de que los alumnos hindúes, africanos, chinos y de otros grupos se pongan pilas más potentes que los estudiantes blancos justo en el tramo final de la Secundaria sugiere actitudes más favorables frente al estudio entre estas comunidades.
En este sentido, Wilson considera que “las aspiraciones y valores inculcados por las familias, en especial la importancia de la Educación como forma de abrirse camino en la vida” pueden jugar un papel esencial para explicar los datos de su estudio.
Los autores también se preguntan hasta qué punto influye el conocimiento del idioma inglés en los avances relativos que consiguen los alumnos de minorías durante la Secundaria. Y su respuesta es que las competencias idiomáticas tienen su importancia entre los alumnos cuya lengua materna no es la inglesa. Es decir, que si en casa hablan otro idioma, es lógico que rindan menos que sus compañeros anglófonos, y también que ese rendimiento mejore sustancialmente a medida que se adquiere un mayor dominio del inglés.
Sin embargo, tras complejas operaciones estadísticas, los investigadores concluyen que el idioma sólo explica un tercio de los progresos relativos. De hecho, los alumnos de minorías mejoran respecto a la mayoría blanca en similares proporciones tanto en Matemáticas como en Lengua.
Diferencias
Por grupos étnicos, los saltos de calidad más pronunciados corresponden a los estudiantes negros de origen africano, los hindúes y aquellos con padres nacidos en Bangladesh. Hasta el punto de que los alumnos de estas tres comunidades arrancan la Secundaria con peor nivel que los pupilos blancos, y la terminan (una vez tenidas en cuentas las condiciones socioeconómicas) por encima de estos.
En realidad, el único grupo con notas peores que las del alumnado blanco al final de la Secundaria son los negros de origen caribeño o no africano. Al principio de la etapa, sólo se situaba por encima de aquél la comunidad china, que aumenta espectacularmente las diferencias durante los cinco años de Secundaria.
Un estudio faraónico
Un estudio como el que han llevado a cabo desde la Universidad de Bristol sólo resulta factible en un país tan amante de la estadística y la transparencia como es Inglaterra. Para su elaboración, los autores han tenido acceso a los archivos personales de más de medio millón de alumnos entre 1997 y 2002. En cada registro constan tanto las calificaciones obtenidas por cada alumno en las pruebas de nivel que todos los estudiantes ingleses realizan a lo largo de su escolarización, así como sus características socioeconómicas: etnia, lengua madre, nivel de pobreza…
Más aún, al contar con datos censales (de todos los alumnos), las minorías étnicas aparecen siempre representadas por un mínimo de 1.500 individuos (para el caso de la comunidad china) y un máximo de 12.000 (los estudiantes de origen hindú
