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Lecciones desde Finlandia

“En nuestro país, pegar a un profesor es como pegar a un policía”, dijo el director de la Escuela Finlandesa en la Costa del Sol durante una charla sobre el mejor sistema educativo del mundo. Los participantes advirtieron de la dificultad de copiar ideas en Educación
Miércoles, 21 de junio de 2006
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Autor: Rodrigo SANTODOMINGO

La Educación comparada como cantera de ideas a importar para España obliga a andar por terreno resbaladizo, pero siempre es bueno escuchar a cualquiera que tenga algo que decir sobre Finlandia, cuna del mejor modelo de enseñanza en todo el mundo.

Sobre todo cuando el orador ha ejercido la profesión docente durante 15 años en el país escandinavo, caso del profesor Tommi Eränpalo, en la actualidad (como demostraba su lustroso bronceado nórdico) director de la Escuela Finlandesa de la Costa del Sol.

Invitado por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Eränpalo acudió el pasado jueves día 15 al madrileño Círculo de Bellas Artes para ilustrar a la audiencia sobre los secretos del modelo finés. Lo hizo acompañado por la embajadora de su país en España, Maija Lähteenmäki, el director del Instituto Iberoamericano de Finlandia, Timo Rihho, y el siempre cálido Pedro Núñez Morgades. Y tomando nota, algunas personalidades con el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, a la cabeza.

Violencia

En una presentación algo rígida debido al formato transparencias, Eränpalo desglosó no obstante algunas ideas jugosas y con potencial de aplicación en nuestro país.

Quizá las más relevantes provengan del duro sistema de sanciones que allí se impone a los alumnos disruptivos y en general el marco de convivencia escolar que rige en sus aulas.

“En Finlandia, si pegas a un profesor es como si pegases a un policía”, afirmó tajante el director de la Escuela Finlandesa. Más aún, y aunque “los casos de violencia sean extremadamente raros”, si un alumno se pone gallito, “el profesor está autorizado a utilizar la fuerza para expulsar al alumno de clase”.

Más tarde, cuando alguien le preguntó cuál era en su opinión lo peor del sistema español, Eränpalo no supo qué responder, pero acertó a decir que “lo mejor de Finlandia” tiene que ver con la “formación del profesorado”. Que cada cual saque sus conclusiones.

Alfabetización

Antes de la intervención central del acto, la embajadora Lähteenmäki había advertido sobre la dificultad de establecer comparaciones entre Finlandia y otros países como España. “Hace cien años, casi toda la población finlandesa estaba alfabetizada”, dijo la diplomática para marcar diferencias.

En la misma línea se manifestó Rihho, para quien un “sistema educativo de éxito no se construye de la noche a la mañana”, sino que nace de un “largo proceso cuidadosamente elaborado”.

El director del Instituto Iberoamericano recordó que el origen del prestigio que ostenta la enseñanza en el país escandinavo en la actualidad se remonta “al proceso de normalización lingüística emprendido en el siglo XIX”.
Rihho también apuntó a los esfuerzos de la iglesia luterana por conseguir un pueblo culto. “Se hacía una especie de chantaje, ya que para confirmarte con 15 o 16 años debías saber leer”.

La pócima del éxito

Todas las comparaciones internacionales insisten en las bondades del duro y larguísimo proceso de formación del profesorado finlandés, un aspecto en el que el país escandinavo destaca escandalosamente sobre la media global. Para que se hagan una idea, los futuros maestros de Finlandia pasan en la universidad cuatro veces más horas que sus homólogos españoles.

Pero las condiciones objetivas que favorecen el éxito del sistema finés son varias y de distinta procedencia. Rico, poco poblado, con estructuras igualitarias y un reducido porcentaje de alumnos inmigrantes, la base socioeconómica se antoja inmejorable. Además, el sustrato cultural luterano allana el camino a un concepto indispensable para la excelencia académica: el esfuerzo personal. Excelentes instalaciones y un buen clima de convivencia son algunas de las ventajas más aparentes del mejor sistema educativo del mundo.  

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