El bullying por motivos racistas aumentó un tercio en Inglaterra
En concreto, los casos de bullying racista que merecieron sanción en las aulas inglesas rozaron los 3.400. Una cifra que no obstante sólo representa un escaso 1% del total de expulsiones disciplinarias, que también se vieron incrementadas en un 13% a lo largo de ese curso.
Aunque proporcionalmente siga siendo un problema menor, la proliferación de comportamientos de acoso escolar teñidos de racismo preocupa entre las autoridades británicas.
Raíces sociales
La Comisión para la Igualdad Racial declaró que, si bien “la mayoría de nuestros alumnos son honestos y tolerantes, estos datos sugieren que algo está funcionando francamente mal. Especialmente grave resulta el hecho de que el racismo sea un comportamiento aprendido: estos niños no nacen racistas. Hablamos por lo tanto de un problema que encuentra profundas raíces en nuestra sociedad”.
Por su parte, la portavoz de Educación por el Partido Liberal, Sarah Teather, se mostró en declaraciones al diario The Guardian indignada por unas cifras que reflejan “unos comportamientos y un lenguaje llenos de odio que no tienen cabida en las sociedades civilizadas”.
El Ministerio de Educación respondió que “deplora cualquier acto de bullying racista y apoya plenamente a los profesores para que les hagan frente con dureza cuando ocurran”.
Además, existe la sospecha de que muchos centros no dan a conocer sus casos racismo por temor a dañar su imagen y su reputación.