Nuestro pequeño huerto escolar para cultivar setas
Autor: Equipo pedagógico CEI «Ding-Dong»
En el Centro de Educación Infantil “Ding-Dong” de Logroño (La Rioja) estamos desarrollando una actividad basada en el cultivo de determinados productos que son la base para una alimentación sana y equilibrada. Nuestra experiencia comenzó en junio del 2006, con el proyecto Tomatiland, cuando plantamos un huerto en el jardín con diferentes verduras.
Sin embargo, este año el proyecto ha tomado un rumbo diferente. Se ha hecho hincapié en el cultivo de las setas y champiñones, pues es un producto de gran importancia en nuestra comunidad autónoma, por detrás del vino.
Antes de comenzar con la actividad buscamos la información necesaria para acercar el producto a los niños: recetas, láminas de setas o forma de cultivo. De estas informaciones deducimos que el almacén era el lugar adecuado para su cultivo, porque tenía las condiciones necesarias de humedad, ventilación y luz.
¡A pulverizar!
Durante una semana salimos por grupos a pulverizar los sacos donde se cultiva el producto. A los pocos días las setas comenzaron a crecer y pronto se convirtieron en grandes matas preparadas para su recolección.
Paralelamente, en la biblioteca preparamos diversas láminas sobre el producto. Observar la representación gráfica de un elemento natural es otro de los objetivos que nos marcamos con esta actividad. Cada niño visualiza y comenta una lámina donde aparece nuestro producto estrella. Posteriormente, les contamos el cuento Teo, frutos de otoño.
Ya en el jardín pasamos a la recogida de las setas. Fuimos cortando los manojos y observando el color, la forma, el tacto y el olor, antes de meterlas en nuestra cesta.
Posteriormente, las llevamos a la cocina del colegio, donde la cocinera nos explicó la receta revuelto de setas y los alimentos que hacen falta para realizarla. Los alumnos colaboraron con ella en la realización del plato y posteriormente se comieron el manjar.
Ficha y exposición
Para terminar la actividad, realizamos con los alumnos una ficha sobre setas, utilizando el pincel y pintura marrón. Una vez finalizado nuestro proyecto lo expusimos en clase para poder verlo cada día y se invitó a los padres a ir a ver el resultado del ejercicio.
Tras completar el proyecto, procedimos a la evaluación del trabajo realizado. Tanto los profesores como el equipo pedagógico consideramos que la experiencia fue gratificante y enriquecedora para todos,ya que trabajamos diversas áreas expuestas en nuestra programación anual como:
• Conocimiento de sí mismo.
• Aprendizaje del entorno.
• Comunicación y representación.
• Alimentación sostenible.
Además, realizamos actividades divertidas para los niños, que siempre es favorecedor.