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En España el 40% de los alumnos de ESO ha repetido al menos un curso

El fracaso escolar español repercute negativamente en su economía.
Martes, 25 de noviembre de 2008
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Autor: Lola GARCÍA-AJOFRÍN

La OCDE vuelve a dar un toque de atención a la Educación española y una vez más el fracaso escolar tiene la culpa. El informe Estudios Económicos de España 2008 que acaba de presentar la OCDE, en el que se dedica un extenso capítulo a la enseñanza, demuestra que si el dinero no tiene que ver tanto en Educación, ésta sí influye y mucho en la economía.

Más repetidores de la cuenta, pocas becas, una FP con “mala reputación” y condiciones mejorables para el profesorado son algunos de los puntos débiles que destaca el estudio de las enseñanza española. Sólo la Educación Infantil –y no las guarderías, que escasean–, los esfuerzos para integrar a los alumnos extranjeros y la universidad, –con un aprobado por los pelos– son los únicos aspectos que se salvan.

“A pesar de que el Bachillerato es considerado el nivel mínimo necesario para los trabajadores en economías de altos ingresos, las cifras de los que lo obtienen en España es baja en la comparación internacional”, sentencia la investigación. Y uno de los principales responsables del abandono temprano son las facilidades de trabajos no cualificados que se le ofrecen a los jóvenes en algunas regiones, en especial con gran peso del turismo. Pero también los condicionantes del entorno tienen todavía mucho que ver. Y mientras el 83% de los niños cuya madre asistió a la universidad se gradúan en Bachillerato, sólo el 51% con padres sin título de la ESO lo hace.

También influyen los altos porcentajes de repetición, “mucho mayores que en el resto de países de la OCDE” y estrechamente relacionados con la elevada cifra de fracaso escolar, según este informe, que recuerda que en España el 40% de los alumnos de 15 años ha repetido al menos un curso, aunque no sea esa siempre la solución al problema. El estudio afirma que según las evidencias empíricas “el grado de repetición tiene escasos beneficios educativos para los alumnos afectados”. Aunque también reconoce que los resultados en PISA de España “no fueron substancialmente peores” que los de muchos de los países con cifras de repetidores más bajas. Por lo que la clave no estaría en cuánto se repita, sino en cómo se repita.

Lo que sí que funciona es “proporcionar enseñanza adicional a los alumnos que suspenden” y flexibilizar la Educación con más y mejor diversificación, sugiere el informe. Pero este tipo de alternativas para rescatar a los alumnos que se niegan a seguir estudiando, tampoco han gozado de mucho éxito en España. Es el caso de los Programas de Garantía Social, –con un escaso 4,5% de matrícula en la franja de edad– y de FP, en la que sólo se inscribió un 14% de los estudiantes que fracasaron en ESO y que según la OCDE todavía goza “de mala reputación”.

Pero están los que no estudian porque no quieren y los que no lo hacen porque no pueden. Al respecto, la investigación sostiene que aunque el apoyo financiero a las familias con estudiantes en Bachillerato ha aumentado considerablemente, “todavía es limitado”. Y sólo una décima parte de los alumnos recibe una beca, –de una media de 450 euros por año–. Principalmente porque en la mayoría de los casos los padres desconocen que podrían recibirla. Y todo esto casi al mismo tiempo que el Gobierno presenta un plan que pretende reducir el abandono escolar a la mitad en los próximos cuatro años.

Repetición, ¿sí o no? 
Pues no está claro
Desde la perspectiva europea, hay un grupo de países que tienen una tradición larga de hacer repetir a los alumnos que tienen dificultades. Entre otros Francia, España, Italia, Portugal… En el mundo anglosajón, en Europa central o en los países nórdicos la repetición apenas existe. Hay sitios donde el sistema funciona bien y otros mal.

La perspectiva OCDE
La OCDE ve con extrañeza la repetición, sobre todo como un desperdicio de recursos: más que cargar contra la repetición, carga contra la repetición sin sentido. No se trata de  si el alumno repite o no, sino de reforzar a los alumnos que suspenden, ya sea antes o después de repetir. El propio Schleicher, responsable de PISA, señala la repetición como nuestro talón de Aquiles.

Análisis cercano

Pero un análisis más detallado de la situación de las comunidades españolas no deja muy claro el asunto: Castilla y León y La Rioja tienen un 38% de repetidores antes de 4º de la ESO, casi lo mismo que la media nacional, y sacan resultados bastante buenos. Andalucía tiene un 48% de repetidores y malos resultados. Pero el País Vasco tiene un 24% de repetidores, y sus resultados en PISA son bastante flojos.

Puntuación y repetición
Además, los alumnos que han repetido una vez en Castilla y León y La Rioja sacan una media de 470 puntos, por los 430 del País Vasco o los 437 de Cataluña.

Promoción automática
Lo que no tiene defensa es el sistema Logse: el alumno no repetía hasta que le tocaba por edad, pero tampoco se le reforzaba (hay cursos en que ni se le evaluaba) ni antes ni después de repetir. Lo que unido a la nula diversificación del sistema, convertía al repetidor en el principal candidato al fracaso.

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