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Los filósofos piden una segunda hora para Educación Ético-Cívica

Marina: "La Filosofía debería convertirse en la novena competencia"
Martes, 2 de diciembre de 2008
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Autor: Adrián ARCOS

Pedían que la materia de Filosofía contara con más horas semanales y que sus contenidos no estuviesen impregnados de Ciudadanía. Al menos lo primero lo consiguieron. Después de varias manifestaciones durante el pasado curso, la Plataforma en Defensa de la Filosofía logró que la Consejería de Madrid decidiera que la asignatura de 1º de Bachillerato contara con tres horas semanales. Ahora reivindican una segunda hora para Educación Ético-Cívica de 4º de la ESO.

La Plataforma en Defensa de la Filosofía, integrada por profesores de toda España, aunque con una mayor representación de Madrid y Castilla-la Mancha, se constituyó formalmente el pasado 21 de noviembre como Plataforma Estatal en Defensa de la Filosofía y la Educación Pública. Al acto, que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, asistieron los filósofos José Antonio Marina, José Sánchez Tortosa y Fernando Savater, que hablaron sobre la necesidad de la Filosofía en la Educación.

Para José Antonio Marina, “la Filosofía no sólo hace críticos a los alumnos, sino que los convierte en constructores, ya que produce una mejor convivencia, un tipo de vida crítica y noble, que intenta conocer la verdad y la justicia y supone, además, un gran componente para el desarrollo de la inteligencia”. Fernando Savater asegura que “la Filosofía es la reflexión general sobre la Educación, que merece ser transmitida”. Para el filósofo, “la Educación es la tarea fundamental de la democracia, porque la Filosofía comienza en torno a la democracia. Educar nos da el sentido de las cosas y de la vida, de igual forma que la Filosofía”.

Con respecto a las horas de la asignatura, Savater afirmó que “la Filosofía necesita tiempo, porque dar órdenes o decir eslóganes y lemas es fácil, pero los diálogos son largos , y si no hay diálogo no hay filosofía; si nos quitan el tiempo en Educación, se acaba la Filosofía, porque le pasa igual que a la poesía, que necesita tiempo”. Para Marina, “es importante que tenga horario, para dar a los alumnos herramientas conceptuales, capacidad de razonar para confiar en ellos mismos, para un mundo mejor, para el pensamiento crítico y modos nobles de vivir”.

Marina propone a la UE “un cambio del modo de entender la Educación”. Para él, “a las ocho competencias hay que sumarle una competencia más, la filosófica”. De hecho, está llevando a cabo una campaña, a través de www.movilizacioneducativa.net, que tiene como objetivo el reconomiento en el ámbito europeo de esa novena competencia.

Por otra parte, la Plataforma pide también unos contenidos desvinculados de Ciudadanía. La asignatura de 4º de ESO ha pasado a llamarse Educación Ético-Cívica, y la de 1º de Bachillerato Filosofía y Ciudadanía. Marina reconoce que “EpC no ha sido una buena solución, ya que se han unido dos cosas que no tenían por qué ir unidas”, aunque considera estúpido el debate generado en torno a la asignatura. Para Marina, es una asignatura que debe ser impartida por los profesores de Filosofía.

“El profesor en la trinchera”
La presentación de la Plataforma fue aprovechada por el filósofo José Sánchez Tortosa para presentar su libro El profesor en la trinchera, donde vincula la Filosofía con la Educación. Para él es fundamental que “en una sociedad masificada, cuyo discurso principal está dominado por los medios de comunicación, la Filosofía abandere una guerra constante en defensa del individuo”. En resumen, consistiría en crear una capacidad para pensar, destruir los prejuicios y las creencias frente al poder de las masas incrementado por los medios, y ante una sociedad fantasmalmente feliz y opulenta.

Según Sánchez Tortosa, Platón da las claves para luchar contra una sociedad masificada y para entender la Educación. “El individuo sabio es aquel que quiere aprender, que está dispuesto a pensar por sí mismo, es decir, hay que conseguir que el alumno desarrolle sus propias destrezas para que no lo engañen, para que no se deje guiar por la unanimidad creada por el discurso mediático”.

El filósofo compara la sociedad en la que vivimos con “una manada de borregos que asiente ante unos canales de televisión y que se siente libre sólo porque tiene en su mano el mando”.

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