fbpx

“Los rankings de resultados significan reducir los centros a una sola variable”

Vidal pide prudencia porque los cambios educativos son paulatinos y reconoce que lo interesante de la evaluación de diagnóstico será comprobar la evolución. Impulsar el acuerdo entre Comunidades es prioritario para el Ministerio.
Lola García-AjofrínMartes, 3 de marzo de 2009
0

Con la primera evaluación general de diagnóstico del sistema educativo español a la vuelta de la esquina, Javier Vidal se muestra tranquilo pero paciente porque considera que los cambios en Educación han de a ser paulatinos. Su experiencia en este campo, ahora como director general de Evaluación y Ordenación del Mepsyd y anteriormente como vicerrector de Planificación y Evaluación de la Universidad de León, le obligan a dudar de los rankings. Doctor en Filosofía y ex director general de Universidades del Ministerio, Vidal vaticina que PISA 2009 será un poco más de lo mismo.

Este año, por primera vez, se pondrá a prueba el nivel de los alumnos españoles de 4º de Primaria y 2º de ESO. ¿Qué objetivos persigue esta evaluación?
Tener una foto del sistema en su conjunto que permita comparar a las distintas Comunidades y tomar medidas para mejorar la situación de los alumnos. Por eso se hace en 4º de Primaria y 2º de ESO y no en etapas finales. Esta prueba, junto a la evaluación simultánea de las Comunidades Autónomas, nos permite tener una visión global, en la que, por un lado, cada alumno tiene como referencia su grupo, su ciudad y su Comunidad Autónoma y, por otro, la Comunidad, gracias a la evaluación general, tiene la posibilidad de compararse.

¿Se van a hacer públicos los resultados, como ya hacen otros países, como Inglaterra, por ejemplo, donde la prensa publica un ranking de los centros?
Se trata de modelos completamente diferentes, incluso organizativos. Pero, independientemente de esto, lo que se va a hacer público son los datos por Comunidades Autónomas. Y cada Comunidad dará a conocer los datos que considere convenientes. En mi opinión, los rankings no tienen un interés excesivo, salvo el mediático, que es obvio. Pero no tienen mayor interés porque las Administraciones lo que necesitan es solucionar los problemas. Y saber que un centro tiene dificultades es más importante que saber en qué lugar se encuentra del ranking.

A los padres sí les interesa.
Sí, pero hay que reconocer que esas puntuaciones son muy específicas, puede que existan razones para que un padre elija un centro, a pesar de que puntúe peor, por lo servicios que ofrece. El ranking es una reducción a una variable de lo que ese centro es. Lo interesante de estos estudios no es lo que aparezca este año, sino las series que vayan haciéndose. Pero, desgraciadamente, el interés es el de lo inmediato y sin embargo sabemos que en Educación las cosas cambian muy poco a poco y cualquier cambio debe hacerse con prudencia.

¿Desde la Administración cómo se tiene pensado solventar las diferencias entre las Comunidades Autónomas?
Los resultados educativos tienen un condicionante muy grande, que es el entorno social: los estudios de la familia, la capacidad económica, etc. Por eso los resultados medios de una Comunidad Autónoma son de un tipo. Y eso no tiene mucho interés en el sentido de que lo que nos preocupa es cada alumno en concreto. Querer subir la media de la Comunidad Autónoma tiene interés para un indicador o una tabla en un medio de comunicación, pero la Administración tiene que preocuparse de cuántos alumnos están por debajo de la media y qué hacemos con ellos.

¿Qué sentido tiene el currículo nacional en un momento en el que las CCAA están aprobando sus propias leyes?
Una cosa es la ley, que establece aspectos organizativos del sistema, y otra el desarrollo de la Ley Orgánica en cada una de las CCAA. El hecho de que existan esas leyes no es algo que esté al margen de lo que está previsto. Está previsto que haya una Ley orgánica y que luego las CCAA decidan sus organizaciones. Y en lo que se refiere al currículo también las reglas de juego están claras. Quizás sería importante poner el foco en las competencias y no tanto en la parte del listado de conocimientos del curriculum.

La lengua en la que se enseña en las diferentes CCAA es otro de los campos que provoca mayor polémica. ¿Cómo puede garantizar la Administración la enseñanza en cada una de ellas?
El sistema de lenguas también está perfectamente establecido. Y hasta donde nosotros sabemos los alumnos demuestran competencia en las dos lenguas oficiales de una Comunidad Autónoma sin demasiadas dificultades a nivel académico. Pero hay que entender que el aprendizaje de la lengua no es sólo una cuestión de la escuela, sino de la televisión, los amigos, la familia… Y en el colegio lo que puede aparecer es el reflejo de lo que sucede en la sociedad.

Otra evaluación que se acerca es PISA 2009. ¿Cómo cree que vamos preparados?
Creo que PISA 2009 dará unos resultados quizás algo mejores, pero parecidos a los anteriores. Por cierto, se ha explicado muchas veces, pero en el anterior PISA en lectura hubo problemas técnicos que varios países detectaron, entre ellos España, y que dieron puntuaciones más bajas cuando la línea es mucho más horizontal que los picos que se planteaban. En cuanto a éste, creo que el sistema está en un momento muy interesante en ese giro hacia una preocupación por las competencias, unos nuevos métodos de enseñanza, nuevas maneras de evaluar y una ciertamente mayor coordinación del sistema en su conjunto estatal. El plan de abandono muestra lo fácil que es a veces ponerse de acuerdo en los temas fundamentales y creo que esa es la vía que tenemos que seguir. Hay que seguir explorando con las Comunidades Autónomas cómo compartir las buenas prácticas y el papel del Ministerio es clave en ese impulso de acuerdos comunes.

Como director general de Evaluación, ¿cómo evaluaría el sistema educativo actual?
Creo que tenemos un más que razonable éxito en Educación Infantil y Primaria, al igual que en Bachillerato y en el sistema universitario, pero que tenemos que resolver problemas en la etapa de Secundaria, sobre todo en la transición; e impulsar y apoyar el sistema de FP, que en comparación con otros países es más reducido de lo que debería ser. La detección de estos problemas es lo que está guiando las políticas en estos momentos del Ministerio, cuyo objetivo es conseguir más apoyo para la Formación Profesional para darle el impulso que necesita; y una concentración sobre los problemas que existen en la transición entre la Primaria y la Secundaria y al final de la Secundaria, que es donde debemos hacer un gran esfuerzo.

0