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Repetir sólo las asignaturas suspensas no convence a todas las comunidades

Desde algunas autonomías denuncian que nunca se produjo acuerdo, tal como ha proclamado el Ministerio.
Adrián ArcosMiércoles, 17 de junio de 2009
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Lo que el pasado 9 de junio la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, vendió como un acuerdo sobre el Bachillerato, realmente no fue tal. O al menos, según han manifestado los responsables educativos de varias comunidades autónomas. Tras la Comisión General de Educación celebrada ese mismo día, Almunia anunció que Ministerio y autonomías acordaron que “los alumnos que al finalizar el primer curso de Bachillerato hayan obtenido evaluación negativa en tres o cuatro materias tendrán tres opciones: repetir todo, matricularse de todo pero mantener nota de lo que ya tienen aprobado, o matricularse de las asignaturas con evaluación negativa y a partir de ahí el centro educativo les recomiende otras materias para su formación”.

Justo antes de entrar en la Comisión, los representantes de las comunidades gobernadas por el PP anunciaron que iban a exigir al Gobierno que, “por el bien de los alumnos, y para que se enfrenten a la Selectividad con la mejor preparación posible, deben repetir curso cuando tengan más de dos asignaturas suspensas, como así establece la Ley”. Resultaba curioso, por tanto, que hubieran acatado la decisión final del Ministerio sin poner ningún tipo de cortapisa. Aunque lo que Almunia dio a entender públicamente como un acuerdo, internamente no se produjo.

Uno de los más críticos ha sido el consejero navarro, Carlos Pérez-Nievas, que se ha mostrado “sorprendido e incómodo por la decisión del Ministerio, ya que estas alternativas fueron debatidas en su día por los consejeros de toda España pero nunca se logró la unanimidad que se anunció el martes”. Pérez-Nievas asegura que “salimos de esa reunión con la idea de que cada comunidad podría optar por una de esas tres posibilidades, pero no que sería una normativa y que el alumno podría elegir entre todas ellas”.

El consejero navarro rechaza totalmente la vía que permite al alumno matricularse sólo de las suspensas, ya que “esta opción no deja de ser el curso puente que ya el Supremo ha dicho que no puede hacerse, parece un truco para no cumplir la sentencia, y pone al centro en un compromiso, con un trastorno de plantillas y problemas de organización”. De la segunda opción destaca “la falta de motivación de los estudiantes en aquellas asignaturas que ya aprobaron el curso pasado y que, por tanto, no pueden suspender”, y se muestra más partidario de “sustituir exámenes por trabajos que vinculen a los alumnos en las materias".

Por su parte, el consejero riojano, Luis Alegre, asegura que “todas las comunidades gobernadas por el PP nos hemos llevado una decepción tremenda, ya que fuimos con nuestra propuesta de repetir curso completo, y parece que con las tres opciones hemos salvado los trastos, pero se hace el ridículo”. Alegre cree que “es una chapuza porque el Ministerio no ha legislado, y si se deja en manos de los chicos, parece normal que prime la ley del mínimo esfuerzo”. El consejero apela a la “responsabilidad de los padres”.

Precisamente, desde Castilla y León, fuentes de la Consejería anuncian que pedirán a los padres que “los niños acudan a clase de todas las asignaturas, aunque se les guarde la nota, por su propio bien y por el de la organización de los centros”. La secretaria de Educación de la Comunidad Valenciana, Concha Gómez, ha señalado que “la decisión del Ministerio supone otra vez la introducción de un Bachillerato de baja exigencia y calidad” y entiende que “debe ser la Conferencia Sectorial al máximo nivel la que decida al respecto, por lo que hay que considerar los trabajos de la Comisión General como preparatorios”.

La viceconsejera madrileña, Alicia Delibes, afirma que la Comunidad ha pedido tiempo para deliberarlo”, y considera que se crea un “vacío legal, ya que el Ministerio no ha fijado una norma, sino que hizo una propuesta que se ha vendido como acuerdo”. La Consejería madrileña ya propuso hace unas semanas que los alumnos de 1º de Bachillerato con tres o más suspensos repitieran el curso pero sólo con las materias básicas como Matemáticas, Lengua o el idioma extranjero, conservando así la nota de las asignaturas que no tengan comunes con 2º de Bachillerato como Educación Física o Religión.

Descontrol de los alumnos
Los centros docentes tampoco ven clara la propuesta ante la falta de control de unos alumnos que van a acudir sólo a algunas clases, y tampoco todos los colegios e institutos están en condiciones de afrontar la matriculación voluntaria en otras asignaturas de refuerzo. El secretario general de la FERE, Manuel de Castro, advierte de que “esta etapa postobligatoria es privada en sus centros escolares y las clases de refuerzo tendrían que pagarlas los padres, por lo que no podemos pedirles más dinero y, por tanto, nuestros centros no van a aportales nada extra”.

Por su parte la CECE avisa de que “el centro ostenta la responsabilidad civil del alumno durante el tiempo que permanece en el recinto, por lo que se plantea la cuestión de a quién corresponde esta responsabilidad durante las horas que el estudiante se ausente del centro al no tener que acudir a las asignaturas superadas”.

ANPE califica el convenio como “fruto de la improvisación”, y rechaza el sistema de “matriculación a la carta”. Por su parte, FSIE también ha destacado la dificultad añadida para los centros al tener que desdoblar las clases para adaptarlas a los distintos horarios y materias.

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