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Liderazgo, idiomas y expresión, lo que menos se desarrolla en el Bachillerato

Adrián ArcosMartes, 7 de julio de 2009
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Los responsables del estudio. (Foto: magisnet.com)

Hay que fomentar en los estudiantes la iniciativa, la autonomía, el liderazgo, la capacidad de esfuerzo y la preocupación por hacer las cosas bien. Es una de las conclusiones del informe Las competencias profesionales de los estudiantes preuniversitarios, realizado conjuntamente por la Fundación Telefónica, Universia y Accenture. En una encuesta realizada a estudiantes de Bachillerato, sus profesores, padres y responsables universitarios, los cuatro colectivos coinciden en que las competencias menos desarrolladas en Educación Secundaria postobligatoria son las relacionadas con la organización del tiempo, la capacidad de liderazgo, el trabajo bajo presión y el espíritu emprendedor.

Asimismo, la formación en idiomas continúa como una de las competencias menos desarrolladas, de la misma forma que la expresión oral y escrita. El estudio señala que esta competencia, junto a la calidad de la enseñanza y las habilidades interpersonales, son los aspectos que más facilitan el futuro profesional al alumno. Precisamente en el estudio consiguen buena nota la calidad de formación, las relaciones interpersonales, la capacidad de análisis y la informática.

Sobre la responsabilidad en cada etapa del ciclo formativo, Javier Nadal, vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, considera que “sólo entre todos los actores de la comunidad educativa es posible desarrollar estas competencias y habilidades prácticas, fundamentales para la inserción de los jóvenes en el mundo laboral”. Por su parte, Alberto Lavín, socio de Accenture, incide en que “para preparar mejor a los estudiantes es necesario establecer con más precisión dónde se deben desarrollar los distintos tipos de habilidades y competencias”.

Cuándo se desarrolla
Así, por ejemplo, el estudio pone de manifiesto que las competencias lingüísticas se aprenden antes del Bachillerato o que los conocimientos de informática se adquieren, fundamentalmente, por iniciativa personal. Sobre el desarrollo de competencias sociales y de actitudes como la iniciativa, la motivación o la preocupación por el trabajo bien hecho, los colectivos entrevistados señalan que son determinantes la responsabilidad personal, su entorno familiar y la influencia de la sociedad en general. Para las habilidades de trabajo en equipo (organización, capacidad de negociación, liderazgo y trabajo bajo presión) su desarrollo también se distribuye entre varios agentes.

Respecto a la importancia de las citadas habilidades en el entorno profesional, Jaume Pagés, consejero delegado de Universia, afirma que “a la hora de la incorporación al mercado laboral, las empresas valoran todas las competencias profesionales de los licenciados universitarios tanto o más que el currículum académico”.

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