“No cogemos a más inmigrantes por imperativo legal, la ley no lo permite”

Con la prudencia que exige su primer contacto con la prensa después de salir elegido como secretario general de los colegios de religiosos, Juan Antonio Ojeda aborda sin embargo las cuestiones con claridad y de forma directa. Se muestra partidario de no limitar el concepto de libertad de enseñanza a la capacidad de elección, sino de promover la autonomía de los centros. Ojeda sale también al paso del tópico de que la Concertada no se corresponsabiliza de los inmigrantes y de mirar sólo sus intereses particulares.

¿Qué le ha pedido al ministro Gabilondo en su primer encuentro, porque en estas reuniones siempre se pide algo?
No esta vez no fue de pedir [risas]. Era una reunión de toma de contacto, en la que también estaba de por medio la despedida de Manuel de Castro [su antecesor en el cargo], y fue más bien protocolaria. Le dimos nuestra opinión respecto al Pacto y estuvimos hablando del tema de los conciertos. También le trasmitimos un tema que a nosotros nos parecía preocupante, que es la actitud de Escuelas Católicas ante el fenómeno de la inmigración y la atención a la diversidad, y que es una actitud de acogida, una actitud proactiva para prestar un mejor servicio a la ciudadanía.

¿Y el ministro insinuó o les manifestó su intención de tener en cuenta sus peticiones dentro del Pacto?
Sí, el ministro está en disposición de oír a unos y a otros y de llegar a un consenso. Normalmente un consenso supone dejar algo de cada uno y aceptar un bagaje común.

De momento, lo que conocemos parece que es poco satisfactorio para los intereses de la Concertada.
Yo veo cierta precipitación. La verdad es que deberíamos hacer un esfuerzo todos por consensuar algunas cuestiones básicas y comunes en la línea de qué es lo más urgente de cara a tener una Educación de calidad para todos, con todo lo que comporte. Que la escuela realmente eduque y eduque bien. Creo que todos vamos teniendo cada vez más claro que no podemos obviar el credo y el posicionamiento ideológico de cada uno. Y creo que una sola línea educativa, una sola red, desde una única ideología haría un ciudadano excesivamente plano, o que todos pensáramos igual. Yo creo que la riqueza y la democracia está en la pluralidad y el que se pueda educar desde valores que lejos de ser contradictorios son complementarios. Esto favorece la convivencia, el respeto al otro, a su diferencia.

A veces se ha criticado a FERE, y en general a la Concertada, de que sólo reclaman sus intereses, que olvidan los problemas generales de la Educación que afectan sobre todo a la enseñanza pública. ¿Cuál es la disposición de FERE en este sentido?
Siempre nos ha preocupado la Educación en general. El hecho de reivindicar, luchar o defender nuestros derechos es porque para dar una Educación de calidad se necesita que las escuelas estén dotadas de ciertos recursos y que el profesorado esté bien pagado, disponga de unos recursos para poder atender la diversidad o poder acoger efectivamente la interculturalidad. La institución a la que represento está en disposición no solamente de exigir unos derechos, sino también de cumplir unos deberes. Si se nos da autonomía tenemos que responder de ella y tenemos que dar cuenta de qué ejercicio hemos hecho de esa autonomía. Yo creo que también tenemos que romper ciertos tópicos. No cogemos a más inmigrantes por imperativo legal. La ley no permite que se acojan a no ser que estén en la zona. Nuestros colegios muchas veces están fuera de la zona, fueron edificados en zonas obreras, pero el barrio se ha ido modificando. Yo creo que deberíamos superar ese antagonismo, esa crítica de una red con respecto a la otra y ponernos a trabajar en una competencia sana.

De todas formas, ¿es justo que se exija el mismo compromiso respecto a la escolarización de inmigrantes cuando el coste del puesto escolar de la Concertada es un 30% más barato que el de la Pública?
Por eso pedimos algo de apoyo a modo de recursos, de financiación, de algún personal o profesor de apoyo, que vendría bien para poder prestar ese servicio.

Pero aun teniendo menos financiación por plaza que la Pública, ¿los colegios de FERE están dispuestos a arrimar el hombro?
Por supuesto, y de forma proactiva. Por ejemplo en el sur de Francia hay escuelas católicas que atienden a la población gitana y en lugar de ser los gitanos los que van a la escuela es la escuela la que va a los gitanos. O en lugares como en Tailandia donde la gran mayoría de los alumnos de una escuela católica son budistas y la minoría son católicos y eso no quita para que el centro preste un servicio a la sociedad y se les eduque a los budistas desde su fe y se atienda también la fe y los conocimientos de la población en este caso minoritaria.

¿No le parece que a veces el discurso, el debate educativo lo centramos excesivamente en la cuestión asistencial y se soslaya el tema de la calidad?
Yo creo que sí. Lo que uno quiere cuando va a la escuela es que lo eduquen y lo hagan bien. Ese es el meollo de la cuestión y ahí tendríamos que arrimar todos el hombro. Qué conocimientos son los básicos, los más instrumentales, los que van a permitir aprender otras cosas, qué competencias son deseables para ese ciudadano y dar toda esa formación en el aula.

Decía el ministro que las diferencias entre la posición del Gobierno y la del PP se centraban en la libertad de enseñanza y el concierto y yo creo que no es así…
No, yo creo que todos debemos hacer un esfuerzo por dejar de ideologizar la escuela y tratar de aprehender los problemas básicos y de llegar a una solución. Está claro que detrás de cada posicionamiento hay una creencia y una ideología, pero podemos tener algo en común, ya que estamos en una sociedad democrática. Hay una serie de valores como la dignidad, la justicia, el respeto, la tolerancia, etc. que podemos compartir.

Yo creo que a veces el problema no es una lucha de ideologías, sino de las ideologías contra el sentido común.
Sí, porque a veces se empieza el discurso por otros derroteros y nunca llegamos a aterrizar y a mejorar esos conocimientos básicos para que el niño pueda afrontar su futuro con éxito.

¿Y se están produciendo cambios en las familias?
La crisis de autoridad que existe en los centros no es sólo una crisis del profesorado, sino de las propias familias. La rebeldía e indisciplina que el niño demuestra en la escuela es un problema de que ya en casa no ha tenido los fundamentos básicos de una serie de valores que son esenciales.

A veces se ha querido cargar a la escuela de demasiada responsabilidad en la transmisión de valores, en detrimento de la familia. La Logse era una gran ley de valores. ¿Cuál es su posición sobre el reparto de esta tarea entre la familia y la escuela?
No cabe duda de que los primeros responsables en la educación de sus hijos son los padres. La escuela recibe esa responsabilidad de forma subsidiaria, apoyando a las familias para tal fin. Yo siempre digo que los profesores de Infantil son los que tienen que ingresar a los padres en el andamiaje educativo, pero esto es algo que luego tiene que tener continuidad. Me gusta que las familias estén informadas y que tengan su espacio.

Las frases

• Familia-escuela

“La familia tiene que participar en todo ese proceso porque si no se produce una contradicción entre lo que hace la escuela y lo que hace la familia”.

• Valores y autoridad

“Los valores se transmiten a modo de propuesta: yo no puedo educar a un niño para que no me grite si yo le estoy gritando. A veces el problema de la autoridad del profesor en el aula también se debe a que ha abusado en ocasiones de su poder”.

• Cuotas de alumnos

“Yo no lo veo bien. Creo que así estamos poniendo límites a la libertad. No se pretende quitar alumnos a la Pública, sino educar bien en una sana competencia”.

• Fondos para conciertos

“Si un centro recibió el concierto y no hay nada que lo ponga en cuestión, lo normal es que se mantenga, principalmente por dar continuidad”.

• Lo que pedimos…

“Vemos bien la autonomía, la financiación y que dispusiéramos de más recursos para acoger y atender mejor a todos. El que la libertad no esté simplemente cifrada en la elección del centro sino también en esa autonomía de gestión, de organización, pedagógica…”.

• Agujeros negros

“La escuela tiene dos agujeros negros: trabaja de forma muy individualista y el profesorado está desprofesionalizado. Necesitamos profesores más cualificados”.