fbpx

El puñetazo en el ojo de la economía nos hace ver claro

José Mª de MoyaMartes, 22 de junio de 2010
0

P udiera ser que el cambio de modelo educativo que no hemos sido capaces de acometer nosotros solitos también nos fuera impuesto desde fuera. Pudiera ser que las reformas que no hemos querido implantar durante años por prejuicios ideológicos no tuviéramos más narices que implantarlas por simple supervivencia. Pudiera ser y ojalá fuera.

Cada poco se escuchan voces ajenas a todo esto de la Educación que denuncian la ineficiencia de nuestro sistema educativo. La semana pasada el economista Guillermo de la Dehesa aludía a que un sistema educativo que arroja una tasa de fracaso escolar de más del 30% es insostenible económicamente. En términos similares se manifestaba Sebastián Escarrer, vicepresidente del Grupo Sol Meliá: “Todas las reformas acometidas por España se han impuesto desde fuera, pero falta la educativa”. Y también echaba sus cuentas: “Si no se arregla el fracaso escolar no avanzaremos en I+D”.

No es que estemos por una visión puramente economicista de la Educación pero a veces el puñetazo en el ojo de la economía te hace ver las cosas con más claridad, con más sentido común. Incluso te permite tomar medidas que hubieran sido impensables hace años, como devolver a las aulas a 150 liberados sindicales en la Comunidad de Madrid… y que no pase nada. ¿Por qué no pasa nada? Porque resulta que son 150 que se habían ido ‘añadiendo’ con el tiempo a los reconocidos legalmente y los propios sindicatos eran conscientes de ello: cómo van a protestar. El puñetazo en el ojo de la economía te lleva a cuestionarte dogmas como ese modelo del gratis total. Y no porque de pronto hayamos entendido que regalar los libros de texto no es una buena medida, sino porque ni Andalucía ni Castilla-La Mancha van a poder renovarlos el curso que viene porque no tienen un duro. Así de poco ideológica es la cosa.

0