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“En los últimos cuatro años hemos construido la escuela del siglo XXI”

Bajo su gestión se ha gestado la Ley de Educación autonómica, la primera norma de este ámbito en Cataluña. Una ley polémica por la que echó un pulso a los sindicatos y que, al final, le costó cuatro huelgas generales en su contra.

Noelia RamírezMartes, 23 de noviembre de 2010
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Cuatro años plagados de luces y sombras. Quizá así se podría describir la etapa de Ernest Maragall al frente de la Conselleria de Educación. Cuatro años en los que la sociovergencia fue clave para aprobar la primera Ley de Educación catalana. Cuatro años que llegaron con la paz social que trajo el Pacto Nacional de Educación pero que acabaron con cuatro huelgas generales en su contra y una quinta adscrita a la huelga general. A escasos días de que Cataluña decida en las urnas la nueva configuración del Parlamento catalán, el conseller Maragall responde a las dudas de MAGISTERIO.

¿Qué balance hacen de la última legislatura en materia educativa?
Muy positivo, por un lado hemos aprobado la Ley de Educación de Cataluña, con un amplio consenso, hecho que nos permitirá desarrollar y mejorar la calidad del sistema educativo, y por otra hemos continuado incrementando los recursos necesarios, tanto de docentes, como de centros y de ayudas a las familias. En algunos escritos hemos dicho que hemos construido la escuela del siglo XXI, tanto por la introducción de las nuevas tecnologías, como por el acento que hemos puesto en el aprendizaje de lenguas extranjeras o la introducción de nuevos ciclos formativos en la Formación Profesional.

Queda mucho trabajo por hacer, pero hemos puesto unas buenas bases para que en un futuro cercano tengamos una mejor Educación.

En su programa electoral aseguran que uno de los objetivos es llegar al 90% en la comprensión lectora y de escritura. ¿Cómo lo lograrán?
Nuestro objetivo es que cada centro tenga la autonomía y los medios necesarios para decidir e implantar la estrategia más adecuada para conseguirlo. No creemos en recetas uniformes para todo el mundo, esto ya se ha demostrado que no funciona, sino que tenemos que implicar al máximo en cada centro, para que con el apoyo del Departamento de Educación, elija la estrategia más adecuada a sus necesidades para conseguir este objetivo. No es lo mismo un centro en un barrio marginal y con familias desestructuradas, que otro que tiene una fuerte implicación de las familias en la actividad educativa de la escuela, por ejemplo. Una de las medidas básicas de apoyo son las pruebas de evaluación que hemos iniciado recientemente y que iremos extendiendo. Sólo si tenemos una información clara de dónde estamos y qué carencias tenemos, podremos mejorar los resultados y llegar a conseguir estas metas que nos marcamos.

La oposición sindical durante toda la legislatura ha sido evidente, ¿cómo plantean reconducir las relaciones para llegar a la concordia?
Es normal que cuando se introducen cambios importantes en un colectivo, las personas reaccionen con miedo y estrés, y este miedo ha llevado a unas posturas de oposición sindical a las medidas que ha tomado el Departamento de Educación. Pero no tenemos que confundir la oposición sindical con la postura de los docentes y profesores. Entre éstos no todos están en contra de las propuestas, sino que muchos comparten con nosotros la necesidad de mejorar el sistema educativo y que esto comporte nuevas maneras de hacer las cosas.

Continuaremos impulsando las medidas necesarias, pero intentando preservar al máximo posible el diálogo con los centros y docentes. También con los sindicatos, por supuesto, pero el diálogo constante, de día a día, tiene que ser con los agentes educativos directos, son éstos los que tienen que estar animados y convencidos de la bondad de los cambios.

Después de ocho años, el reparto de inmigrantes entre la red pública y la privada sigue igual de descompensado. ¿Qué propuestas plantean para tratar de acabar con este problema?
Es cierto que en este tema los porcentajes no han variado tanto como querríamos. En parte, porque las personas inmigrantes se concentran en determinados barrios y no en otros, y las escuelas concertadas también, y no en los mismos. Y no siempre es factible o positivo trasladar geográficamente a los niños y niñas a otros barrios o municipios.

Nuestras opciones son, por un lado, continuar aplicando la ley y evitar que las escuelas concertadas puedan rechazar a alumnos. Por otro lado, tenemos que incrementar los recursos de las escuelas que tienen más alumnos inmigrantes, para garantizar que la calidad educativa no disminuye, que es el hecho que más preocupa a las familias.Finalmente, tenemos que conseguir que no haya barrios donde se concentre la inmigración de forma desmesurada. Sólo si evitamos esta concentración conseguiremos un reparto más igualitario entre las diferentes escuelas.

Usted dijo que “si separamos los resultados educativos de los autóctonos y los recién llegados, somos mejores que Alemania”. Con esta afirmación, ¿se podría deducir que la inmigración es el lastre del fracaso escolar?
Yo no he dicho que la inmigración es el lastre del fracaso escolar. El fracaso escolar es debido a varias causas y por lo tanto no se puede simplificar en una única causa. Alemania también tiene muchos inmigrantes, igual que la mayoría de países de nuestro entorno y con los que nos comparamos.

Lo que sí sucede es que si las escuelas tienen un nivel muy elevado de jóvenes inmigrantes tienen que tener más recursos para poder hacer frente a las carencias de lengua o conocimientos que pueden tener estos jóvenes. En este sentido, las aulas de acogida, los nuevos Espacios de Bienvenida Educativa y los Planes Educativos de Entorno se han demostrado unos buenos instrumentos, que permiten de forma muy personalizada integrarse al aula.

¿Qué mejoras tendrán los docentes en caso de que gobiernen?
La autonomía de los centros les permite mucha libertad al decidir cuál tiene que ser su proyecto de centro. El refuerzo de las direcciones permite que haya docentes con más formación y profesionalización. La ley permitirá tener cuerpos docentes propios y establecer pruebas de acceso a la función pública específicas, manteniendo los derechos de los funcionarios actuales.

Propuestas

 

    • La gestión de los “Ni-Nis”

 

“La sociedad no se puede permitir que haya jóvenes desencantados, que han tirado la toalla para integrarse como adultos a la sociedad. Ofreceremos formación y trabajo a estos jóvenes, y los ayudaremos a integrarse en la vida laboral”.

 

    • Recetas contra el fracaso

 

“Conseguir un consenso con los centros educativos, las familias y los agentes sociales y económicos para luchar contra el fracaso escolar tiene que ser una estrategia consensuada de país. Esta crisis económica nos ha demostrado que tenemos que cambiar el modelo productivo”.

 

    • La apuesta de la FP

 

“Si hasta ahora la Formación Profesional era vista como el recurso para los menos válidos, poco a poco se está convirtiendo en una apuesta atractiva por ella misma. Hemos implicado más a las empresas en estos estudios, tanto adaptando los ciclos formativos a las necesidades del mercado, como incrementando la interrelación entre centros y empresas para hacer prácticas”.

 

    • Barracones escolares

 

“Tenemos todavía la imagen de los barracones de antes, inhóspitos y que dificultaban la enseñanza. Ahora no es así, todos tienen calefacción y aire acondicionado, y las instalaciones necesarias para poder funcionar cómodamente. Muchos son mejores que algunos centros viejos”.

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