ANPE se opone al retraso en la jubilación
Según ANPE, “el trabajo que realizan los profesores tiene particularidades muy específicas frente a otras, y frente al resto de la función pública en particular”. La carga docente o el desgaste psicológico requieren un régimen especial que permita a los profesores jubilarse voluntariamente a los 60 años. Esta posibilidad termina este mismo año, lo que constituye una garantía de renovación para los efectivos docentes y de rejuvenecimiento de las plantillas que es necesaria para garantizar la calidad de la enseñanza”, por lo que ANPE exige que se mantenga en vigor.
Además, este sindicato de profesores considera que este modelo de jubilación voluntaria anticipada de los docentes “debe mantenerse de manera indefinida – incluso aunque hubiera que revisar al alza el tiempo de cotización para cumplir los requisitos que establezca el Pacto de Toledo–, y debe enmarcarse ya de una vez en la norma básica que todos los profesores estamos esperando: un Estatuto de la Función Docente que contemple la vida profesional desde el ingreso hasta la jubilación y que sirva para ajustar las condiciones y requisitos para el desempeño de la labor docente”.
ANPE no es el único sindicato que demanda el Estatuto. FETE-UGT mantuvo una reunión con el nuevo secretario de Estado de Educación, Mario Bedera, con la intención de “revitalizar aspectos que se han mantenido aletargados en el tiempo”, como es el caso de la negociación del Estatuto Docente.