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Extremadura, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana ocupan los puestos 15, 13 y 12 de PISA 2009

El Gabinete de Análisis Demoscópico (GAD) extrae de la base de datos del Informe PISA de 2009 –en exclusiva para MAGISTERIO– los datos de las comunidades que no se han presentado con muestra ampliada y obtiene su puntuación.
Miércoles, 27 de abril de 2011
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Tres comunidades no se han presentado al Informe PISA 2009 con muestra ampliada: Castilla-La Mancha, Extremadura y Comunidad Valenciana. Sin embargo, a partir de los datos que proporciona la OCDE sobre este informe, y de los alumnos de estas comunidades que han participado en la muestra nacional, se puede extraer una puntuación de estas tres comunidades en relación con el conjunto de España. Según el Gabinete de Análisis Demoscópico (GAD), la Comunidad Valenciana obtendría en PISA 477,6 puntos en Comprensión Lectora, que es la competencia evaluada de forma especial en el último informe. Castilla-La Mancha sacaría 470,1 puntos en la escala y Extremadura 459,9, ocupando así las tres comunidades los puestos 12, 13 y 15 del conjunto de comunidades españolas.

En otras competencias, la Comunidad Valenciana obtendría 487 en Matemáticas y 486 en Ciencias, mientras que Castilla-La Mancha sacaría 483 en Matemáticas y 481 en Ciencias. Por su parte, Extremadura obtendría, según el análisis de GAD, 478 en Matemáticas y 479 en Ciencias.

Otras variables
Por otra parte, GAD analiza también otras variables que inciden en los resultados. Es más alta la puntuación entre las familias nucleares que entre las monoparentales o mixtas, como se puede ver en las tablas adjuntas. Y, en función del origen geográfico del alumno, también es mayor la puntuación de los alumnos nativos españoles que de los inmigrantes de primera o segunda generación. Hay que tener en cuenta que aunque se ha analizado la media en Lectura, existe una alta correlación entre las puntuaciones de las tres competencias evaluadas por PISA. El alumno que puntúa alto en Matemáticas, por ejemplo, también lo hace en Ciencias y en Lectura. Según GAD, “a esas edades (16 años) no hay dicotomía ciencias o letras, sino entre buenos y malos alumnos”.

Otra advertencia que cabe hacer a esta encuesta es que, siendo perfectamente válida para la comparación entre comunidades, en el caso de las diferencias entre colegios públicos o privados, por ejemplo, sin muestra extendida es más difícil asegurar que se trata de centros representativos de la población total de esa comunidad (en las tres que no se han presentado a PISA con muestra ampliada).

Por tipo de centro, el valor medio de los alumnos de centros públicos es menor que el de los privados. En los primeros, la escala de Lectura es de 467,1 y en los privados 506,1. Es decir, que si sólo se tienen en cuenta los alumnos de colegios privados, la escala asciende por encima de la comunidad que se sitúa en el nivel superior de PISA (Madrid), con 504,1 puntos. Por otro lado, la presencia de alumnos inmigrantes es muy variable según las comunidades de que se trate. Mientras que Madrid tiene un 16,3% de alumnos de fuera, Extremadura tiene un 1,3.

Tipo de centro y origen
GAD también ofrece la puntuación de las comunidades por tipo de centro y por origen del alumnado en Matemáticas. Como es lógico, la influencia de los alumnos de fuera en Extremadura es escasa. Sin alumnos extranjeros la escala de Matemáticas sólo baja un punto en la escala de PISA. No se puede decir lo mismo de comunidades como Aragón, con un 12% de inmigrantes, que baja diez puntos por efecto de los inmigrantes. O Baleares, casi diez puntos. En cambio es curioso el caso de Canarias, con casi un 12% de inmigrantes y casi sin variación entre los alumnos nativos y los de otros países. En La Rioja la influencia es también muy importante. Al ser la segunda comunidad con mayor proporción de alumnos no españoles. La diferencia de puntuación entre unos y otros supera los diez puntos.

Si consideramos la influencia de los alumnos repetidores en los resultados de PISA vemos que hay un 43,7% de alumnos por debajo del curso que les corresponde en la Pública y un 23,8% en la Privada.

En la tabla derecha se puede comprobar que la puntuación de los alumnos que están en el curso que les corresponde es de 517,5, es decir, 35 puntos superior a la media. Pero la realidad es que uno de cada tres alumnos (36%) de 16 años no están en el curso que les correspondería por edad. En la tabla superior se puede ver la proporción de repetidores por comunidad, por tipo de centro (público o privado) por tipo de estructura familiar y por origen o procedencia geográfica (inmigrantes o nativos).

Las medias más bajas
Otro aspecto que destaca el análisis de GAD –y que se puede citar a modo de conclusión– es que la distribución de las puntuaciones no es simétrica. Es decir, que las malas puntuaciones se pueden distanciar del valor medio más que las buenas puntuaciones. En pequeños grupos muestrales (como el que maneja PISA para las comunidades que no se han presentado con muestra ampliada), las medias muy bajas están más influidas por una alta proporción de alumnos mediocres que por un mal comportamiento medio.

Y además este es uno de los factores más preocupantes de nuestro país. La alta presencia de alumnos mediocres y la escasa proporción de alumnos excelentes. El problema añadido es que si aumentasen los alumnos excelentes, las autoridades educativas verían reducido el efecto estadístico de equidad de los resultados, una de las “cualidades” en la que más ha insistido el Ministerio en su valoración de los resultados de PISA. Esa equidad se puede afirmar sólo en cuanto a un alto índice de alumnos en la escala media, pero es un triste consuelo si pensamos que lo que necesita el sistema es mejorar en la escala superior, lo que a su vez anularía esa “equidad” de los resultados.

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