V Coloquio Magisterio: maestros frente a pedagogos

Maestros frente a pedagogos, la realidad docente frente a la utopía pedagógica, el aula –alumnos incluidos– frente a los modelos, reformas, paradigmas, corrientes… En fin, todo un lujoso surtido de teorías para quien pueda permitírselas. No, desde luego, ese profesor que cada mañana se mancha las manos de tiza y se deja la voz para sacar a sus alumnos adelante. El quinto coloquio Magisterio del ciclo En busca de un nuevo paradigma educativo puso de manifiesto la distancia entre esos dos mundos.

Invitamos a nuestro coloquio a cuatro especialistas para que aportaran su propuesta del modelo de enseñanza que consideran más eficiente. Tras la cortesía de los minutos iniciales comenzaron a manifestarse las dos perspectivas a las que me refería antes. Aquellos más pegados a la realidad escolar apostaban por la necesidad de los exámenes como herramienta clave. Los pedagogos se mostraron más partidarios de la evaluación continua dejando el examen en un segundo plano. Los profesores destacaron el papel de la memoria “como un componente imprescindible del aprendizaje”. Los pedagogos matizaron: “La memoria es fundamental pero en su justa medida”. Los profesores apostaron por un modelo basado primordialmente en la trasmisión de conocimientos, mientras que los pedagogos se inclinaban por planteamientos más constructivistas: “los alumnos no saben reflexionar, pensar, sacar elementos, buscar relaciones”. Y así sucesivamente (ver págs. 2-3).

Pienso –ahora, antes no– que se trata de dos perspectivas que se complementan y que se necesitan mutuamente. Sin el juicio de la realidad, la utopía nos lleva –nos ha llevado– al desastre. Sin la utopía no hay progreso posible, ni capacidad de mejora, ni ilusión.