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“Después de adaptar el concierto al coste del puesto escolar hay que diversificarlo”

El secretario general de los colegios de religiosos cree que "el concierto es algo que hay que consolidar, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero que no cabe duda de que encorseta y quita cierta autonomía al centro". También opina que "hay aspectos que no están suficientemente definidos, como su adaptación al coste del puesto escolar y su diversificación en función de diferentes contextos".
José Mª de MoyaMiércoles, 2 de noviembre de 2011
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El secretario general de Escuelas Católicas aborda en la entrevista la reforma del modelo de conciertos, la eficiencia del sistema educativo, el papel del profesor en este momento de crisis y de recortes o la complementariedad de redes.

¿Cuál es tu postura con respecto a los recortes?
Yo creo que en tiempos de crisis si algo tenemos que apuntalar es la Educación. No cabe duda de que son tiempos difíciles y cada uno tiene que asumir una cierta estrechez, pero que no todo recaiga siempre en recortar en Educación. Si la Educación tiene que asumir una parte, tiene que ser lo más pequeña posible, pero al mismo tiempo tienen que habilitarse estrategias para que esta parte pronto se recupere y hagamos del sistema educativo un sistema efectivo, competitivo y válido.

¿Puede la Educación pública mejorar en eficiencia?
Toda la Educación puede mejorar en eficiencia. Esto es cuestión de apuntalar la formación del profesorado y dotar los centros con los recursos adecuados. En definitiva, invertir en Educación para hacer un sistema educativo sólido que realmente preste un servicio adecuado, competitivo y eficaz al desarrollo social en un momento de crisis.

¿Es más eficaz la enseñanza concertada que la enseñanza pública en términos de coste-beneficio?
Yo creo que algunos costes se pueden equilibrar. Puede ser que en la Pública exista algún exceso o alguna partida no muy bien compensada. En la escuela concertada estamos acostumbrados a tratar con unos presupuestos mucho más bajos y tenemos que rentabilizar todas los opciones. Creo que se pueden rentabilizar los espacios, los recursos y las personas con vistas a hacer una producción mucho más eficiente.

¿Qué te parece que el profesorado de la escuela pública proteste porque se le ha subido de 18 a 20 horas lectivas cuando en la escuela concertada imparte 25 horas?
Al final, todo es cuestión de tiempo, qué tiempo empleamos para la docencia, para la orientación, para la planificación y la gestión educativa, etc. Es cuestión de equilibrar y buscar las cifras adecuadas para un ejercicio eficiente. Nuestro profesorado está bastante sobrecargado de docencia, pero aún así está haciendo una gestión eficaz con menos recursos. Yo desconozco la eficacia de la red pública.

¿Qué te sugiere el eslogan de las camisetas verdes: “Escuela pública de todos y para todos”. ¿La Concertada no es “de todos y para todos”?
La Concertada es de todos y para todos porque nos dirigimos a todos y todos la pueden escoger. Si la Pública es para todos y la quieren hacer excluyente y única, pues sin duda alguna no estoy de acuerdo. Estamos en un Estado plural y una de las virtudes de nuestra democracia es la pluralidad. El que exista una oferta educativa diversificada con derechos y deberes que se complementen, que concursen, que formen parte de redes complementarias, sería lo adecuado.

En una entrevista que publicamos con la consellera de Cataluña decía que en muchos de los eslóganes y de las consignas había resabios de escuela única.
Tiene que haber un modelo más plural. Ella misma decía que la Concertada no es el enemigo y yo creo que los dirigentes sindicales y políticos saben perfectamente que es así. Todavía quedan algunos tópicos, fobias, eslóganes caducos, etc. que no se adecuan a la realidad y que es necesario superar.

¿Te parece que ha habido excesos verbales por ambas partes en todo este conflicto?
Yo creo que se han ido magnificando las cosas por parte de unos y de otros. Hay que bajar un poco el tono y ajustarnos a la realidad para propiciar una mesa de diálogo y llegar a acuerdos. Desgraciadamente, a veces se han magnificado las cosas por la provocación de unos y de otros, al haber empleado palabras y argumentos no muy medidos y no muy respetuosos con el otro.

Al margen de las formas, ¿cómo valoras el fondo de las medidas?
No es fácil posicionarse. El año pasado ya hubo recortes de un 5% en el salario y no se magnificaron tanto las cosas. Yo creo que es necesario equilibrar algunas ratios y plantillas. Los mayores gastos en Educación son en personal, y habrá que reconducir esos costes de tal forma que las personas estén mejor preparadas, más incentivadas; y eso hay que hacerlo con los ajustes necesarios.

¿A qué tipo de ajustes se refiere más concretamente?
Yo no me atrevo a mojarme en una cosa concreta porque la realidad es muy compleja y no es cuestión de salvar una cosa en detrimento de otra, sino que hay que equilibrar. Yo sigo apostando por el profesorado, que es una pieza clave y debe estar bien formado y tener los recursos adecuados. Debe estar motivado y satisfecho en su lugar de trabajo y, en cierta medida, tiene que estar incentivado para que esa motivación se retroalimente y realice un buen desempeño. Un profesor es una pieza clave.

¿Te parece que el debate se centra, de forma interesada, en las condiciones laborales del profesor?
Sí, yo creo que es simplificar las cosas. El profesorado debe tener unas condiciones laborales dignas, justas, adecuadas también al entramado social y a la responsabilidad del servicio que ejerce pero, al mismo tiempo, hay otras muchas cuestiones, como su formación, selección, acompañamiento en el desempeño, motivación, que es mucho más que sus condiciones laborales.

Sobre todo teniendo en cuenta que en condiciones laborales, salario, jornada laboral o ratio estamos bien con respecto a otros países.
Estamos muy bien, pero este tipo de conflicto ataca y deteriora el estatus del profesor, el desempeño de la labor docente, su profesionalidad. Un campo en el que no venimos acertando en los últimos años. Hay que primar la profesionalidad para que sea algo reconocido, valorado y atractivo. La calidad de un sistema educativo no podrá ser mayor que la calidad de sus profesores.

Has comentado antes que podrías ser partidario del modelo catalán de una red única, con centros de titularidad pública y privada.
A mí no me gusta ver las películas por el final, me gusta verlas desde el principio. Lo que tenga que suceder que suceda. Yo creo que tenemos que apuntalar algo que se viene ya consolidando y que los mismos artífices en su momento previeron, que es la complementariedad de las dos redes, con igualdad de derechos y deberes en función de un proyecto educativo de calidad, y con rendición de cuentas. Llegar ahí sería lo ideal y no nos estaríamos dando la espalda unos a otros.

¿Cómo valoras la desgravación fiscal de los privados?
Lo importante es que no estemos sobrecargando a los padres, que ya pagan unos impuestos.

¿Te parece bien el modelo catalán o vasco, donde casi todo está concertado?
Sí, si garantizamos que el concierto sea adecuado al coste.

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