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En el 2010-11, el 9% de alumnos no universitarios era extranjero

En el curso 2009-10 el 42,5% de los alumnos de fuera procede de América Latina y la tasa de paro entre 16 y 24 años es la más alta tanto en extranjeros como en españoles.
MagisnetMartes, 10 de enero de 2012
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El fenómeno migratorio ocurrido en España también ha modificado la composición del alumnado matriculado en el sistema educativo, no solo en la cantidad de alumnos que se han unido sino también en la gran diversidad de nacionalidades, y por tanto culturas, con que se ha enriquecido. Así se afirma en el informe que sobre la población extranjera ha publicado el Instituto Valenciano de Investigación Económica (IVIE) y que publica la revista Capital Humano nº 132.

Los 142.000 alumnos extranjeros matriculados en enseñanzas no universitarias en el curso 2000-01 han crecido en un 18,4% de media hasta los 770.000 alumnos en el curso 2010-11. Por comunidades, este incremento ha sido muy uniforme sin alejarse demasiado de la media. Las enseñanzas universitarias también han incrementado sus matriculados extranjeros alcanzando los 65.000 alumnos, un 12% más que en el curso 2000-01.

Aparte de conocer la evolución de los alumnos extranjeros en el sistema educativo, la participación en el total del alumnado “es clave para una adecuada gestión y diseño de políticas educativas”, como reconoce el informe. En el gráfico se observa que el peso, por comunidades, de los alumnos extranjeros en el total del alumnado en enseñanzas no universitarias está entre un 3% y un 15% con una media del 9%. Las comunidades con tasas de extranjeros por encima de la media son aquellas que agrupan a la mayor parte de extranjeros, destinos de alta inmigración comunitaria y en las que el aumento de alumnado ha sido más fuerte.

El peso de los alumnos extranjeros en los matriculados universitarios es menor que en las enseñanzas no universitarias, lo cual se explica por la natural y gradual incorporación al sistema universitario de extranjeros que han cursado las enseñanzas previas en España y, porque la llegada de extranjeros para cursar expresamente estudios universitarios es comparativamente baja.

La importancia relativa del alumnado extranjero respecto al español es otro de los datos que recoge el informe. La Educación Primaria y Secundaria agrupan mayor cantidad del total de alumnos extranjeros que en el caso de los españoles.

En tanto que ocurre lo contrario en la Educación Infantil, Bachillerato y ciclos formativos. Los alumnos españoles que cursan el Grado y el primer y segundo ciclo universitario tienen una importancia relativa casi idéntica en todas las comunidades. En el tercer ciclo, los estudiantes extranjeros se distancian de los españoles en cinco puntos como media e incluso por encima de 11 puntos, como en el caso del País Vasco. En la universidad, hay una mayor cantidad de universitarios extranjeros que cursan estudios de tercer ciclo (26%) en comparación con los universitarios españoles.

Por otro lado, la tasa de paro entre los 16 y 24 años es la más alta tanto para extranjeros como españoles y es en el único tramo de edad que las diferencias entre ambos colectivos se hacen casi nulas (45,3% y 48,2% respectivamente).

Un reto para la escuela
Según el informe de IVIE, “la consolidación de España como país receptor de inmigrantes supone un reto para la consecución de los principales cometidos de la escuela pública, garantizar la convivencia y el respeto cívicos y procurar la equiparación de oportunidades sociales”. Por eso, el origen geográfico del alumnado extranjero arroja las primeras pistas acerca del estatus socioeconómico y la afinidad cultural de estos colectivos.

En el año 2000, la mayor parte de los extranjeros residentes en España procedía de países de la UE-25 (41,8%). Sin embargo, el peso de estos países en el alumnado extranjero era muy inferior, del 27,5%. Con todo, los africanos eran el único grupo con mayor presencia en el alumnado (29,7%), pese a su menor peso en la población (24,8%). Ese año, solo el 7,6% de los inmigrantes de la UE-25 se hallaba en la escuela, frente al 13,9% de los africanos. Estas diferencias en el porcentaje de población escolarizada se deben, en gran medida, a la distinta estructura por edades de cada colectivo. Buena parte de los europeos asentados en España son personas retiradas del mercado de trabajo, por lo que se trata del colectivo más envejecido. Por su parte, los magrebíes, que constituyen la comunidad no europea más tempranamente asentada en España, presentan elevadas tasas de natalidad. Si bien en 2000 los alumnos europeos se hallaban entre los más frecuentes, los marroquíes tenían una presencia muy superior (23,5%).

Diez años después, el panorama había cambiado profundamente. En el curso 2009-10, la región de origen mayoritaria era América Latina. Aunque su peso en la población extranjera era inferior a un tercio (30,2%), el 42,5% de los alumnos extranjeros procedía de esta región. La razón es que la población latina, debido a sus características propias (proyecto migratorio de tipo más familiar, mayor natalidad media, etc.) presenta más hijos en edad escolar. Casi un quinto (18,7%) de los habitantes latinoamericanos se hallaban en el sistema escolar, y Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina y Perú se hallaban entre los diez países de origen del alumnado más frecuentes. Por regiones, los alumnos de África eran los segundos más numerosos (21,8%), y el “resto de Europa”, que incluye a Rumanía y Bulgaria, superaba a la UE-25.

Por último, es importante indicar que la distribución del alumnado extranjero a lo ancho del territorio español es muy desigual, con concentraciones muy superiores en la capital, el litoral mediterráneo, el nordeste peninsular y las Islas Baleares.

  • El desempeño educativo de los alumnos extranjeros
  • El desempeño educativo en la edad escolar es un factor determinante del éxito laboral de los individuos –como se pone de manifiesto en todos los informes–, por lo que “asegurar el adecuado rendimiento de los alumnos extranjeros es crucial si el sistema educativo ha de actuar como un mecanismo de equiparación social”, dice el IVIE. Un primer indicador del diferente rendimiento de los inmigrantes en comparación con los nativos lo constituye la tasa de abandono prematuro. Esta variable indica la proporción de jóvenes de entre 18 y 24 años que ha abandonado el sistema educativo sin título de Bachillerato o FP de Grado Medio. En el contexto europeo, España obtiene resultados muy desfavorables, y dentro de España el abandono prematuro entre los extranjeros es muy superior al de los nativos en todas las comunidades autónomas. “La procedencia y el estatus socioeconómico de los padres inmigrantes influyen notablemente en este indicador”, según el IVIE. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inmigrantes (2007), las tasas de escolarización por encima de los 16 años eran muy inferiores entre los hijos de padres de países en desarrollo y entre los hijos de padres extranjeros con menor formación y estatus laboral. PISA 2009 ofrece también un indicador del rendimiento educativo. En el ámbito de la lectura, el informe permite diferenciar los resultados del alumnado nativo y extranjero. Frente a una puntuación de 488 en el alumnado nativo, los extranjeros obtenían un 432, y en todas las regiones españolas se daban diferencias en este sentido. En general, los alumnos inmigrantes poseen un estatus socioeconómico inferior al de los nativos, lo que en parte explica sus inferiores resultados. Pero parte de las diferencias en el rendimiento de estos grupos se mantienen cuando se descuenta la influencia del estatus socioeconómico. El dominio de la lengua puede explicar parte de esta diferencia.
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