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El curso orientativo profundizará en cuatro asignaturas instrumentales

El pasado día 5, el ministro anunció en el Senado que los alumnos tendrán que superar ese curso para obtener el título de la "enseñanza básica".
Adrián ArcosMartes, 20 de marzo de 2012
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El ministro Wert durante su comparecencia en el Senado. (Foto: Jorge Zorrilla)

Un curso de iniciación del Bachillerato o de la FP, pero que forma parte de la enseñanza básica. Este es el motivo por el cual el Ministerio va a conceder el título de la que ahora llama “enseñanza básica” al acabar ese primer curso, y que coincide con el final de la enseñanza obligatoria. El propio ministro lo anunció en su comparecencia en el Senado el pasado día 5, pero dos días después profundizaron más en el tema tanto el vicepresidente de la Comisión de Educación del Congreso, Eugenio Nasarre, como el presidente del Consejo Escolar del Estado, Francisco López Rupérez. Lo hicieron en la jornada Hacia un nuevo modelo educativo, organizada por la Concee (Confederación de Centros Educativos) el mismo día de su presentación como nueva patronal.

En su ponencia, Nasarre se centró, sobre todo, en los cambios que va a realizar el Gobierno en la FP, aunque no pasó por alto la concepción de ese nuevo 1º de Bachillerato o de FP. Concretamente, lo denominó “un curso puente para preparar a los alumnos a un Bachillerato o a una nueva FP de Grado Medio”. Y prosiguió su intervención explicando que va a ser “un curso propedéutico, dedicado a la profundización en las materias instrumentales básicas que van a servir al alumno como base para los contenidos de los siguientes cursos de Bachillerato o para las distintas familias profesionales de la FP”.

Las cuatro materias instrumentales básicas que Nasarre nombró, refiriéndose al curso introductorio de la FP, fueron la Lengua, las Matemáticas aplicadas, el Inglés y la Informática. La superación de ese curso, por tanto, produciría, por un lado, la obtención del Graduado en enseñanza básica y, por otro, el acceso directo a los títulos de Grado Medio.

Acerca de la repercusión negativa que pueda tener la reforma en la Concertada, motivada sobre todo por la posible pérdida de alumnos tras acabar 3º de ESO en los centros que no disponen de Bachillerato, el representante del Congreso también despejó algunas dudas. Nasarre aseguró que “los centros concertados que sólo impartan hasta 4º de ESO conservarán las mismas condiciones de los conciertos actuales, y por tanto se podrá cursar perfectamente ese primer año de iniciación al Bachillerato o a la FP”. Además señaló que “con ese planteamiento, las administraciones educativas podrán tener un compromiso con todos los centros para el mantenimiento de sus conciertos”. Incluso se atrevió a adelantar que “una vez superada la crisis, esta fórmula va a permitir llegar a la concertación en los dos cursos restantes siguiendo los pasos que ya han dado algunas comunidades autónomas”.

Desde Escuelas Católicas, su asesor jurídico, Luis Centeno, se muestra satisfecho con la nueva concreción realizada por el ministro. “Ahora queda claro que ese primer curso forma parte de la etapa obligatoria y básica, es previo al Bachillerato y a la FP de Grado Medio y hay que superarlo para obtener el título”, ha señalado a MAGISTERIO. Según Centeno, “nosotros estamos en contra de que se modifique la estructura actual, pero sí que podemos trabajar sobre la base de la LOCE que llamaba curso de orientación al 4º de la ESO, de forma que los contenidos, los enfoques y las asignaturas se preparen y se orienten hacia los cursos posteriores, pero sin formar parte de ellos”. También cree que “así se evita el traspaso de alumnos de unos centros a otros, ya que las familias van a dejar que sus hijos permanezcan en el mismo centro para obtener el título”.

Para Antonio Moreno, inspector de Educación y profesor de la Universidad de Sevilla, “parece descartada una opción más viable y ajustada: la de opciones, modalidades o itinerarios más decididos en los dos últimos cursos de la actual ESO, donde pudieran estimarse diferentes vías para la continuidad tras concluir la escolaridad obligatoria”.

Y es que, según Moreno, “no pueden conciliarse dos intenciones contrapuestas: ampliar el Bachillerato a tres años –porque este ha sido el anuncio más claro– sin anticipar la edad de término de la Educación obligatoria o demorar la de inicio de los estudios superiores; y las formas ‘mixtas’ ya se sabe que corren el riesgo de acabar siendo ni una cosa ni la otra”.

EL NUEVO MODELO DE LA FP DUAL

  • La idea de FP que tiene el Ministerio es la de una “formación en alternancia con el trabajo en la empresa”. Según Nasarre, “existen dos instrumentos posibles”. Por un lado, el Real Decreto del 10 de febrero, que recoge las líneas generales del contrato para la formación planteado para mayores de 16 y menores de 25 años en régimen de alternancia. La duración del contrato es de uno a tres años con un tiempo de trabajo inferior al 75% del horario y con una retribución no inferior al salario mínimo interprofesional. La otra fórmula es la adopción del modelo de becas salario con una gran convocatoria nacional.
  • Nasarre explicó que “para llevar a cabo este modelo es necesaria la expansión de los centros integrados de FP que había previsto la Ley de Cualificaciones Profesionales de 2002”. También cree fundamental “hacer una más que tupida red de centros de referencia nacional”.
  • El diputado popular propuso una “revisión de los títulos de FP, ya que en la actualidad existen 139 títulos de Grado Medio, todos ellos con 2.000 horas”, lo cual consideró “ineficiente, excesivo y puede cercenar las posibilidades y los objetivos de los propios alumnos”.
  • Por último, Nasarre manifestó que “tenemos un problema de financiación para poner en marcha este modelo”. Aunque apuntó que “estamos en condiciones de conseguir nuevas fuentes de financiación”. Concretamente, habló de “un fondo europeo de 22.000 millones que está previsto para países con mucha población pero que tengan más del 30% de paro juvenil”.
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