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El simple adelanto del Bachillerato y de la FP perjudicaría a los repetidores

El adelanto del Bachillerato y de la FP podría solucionar los efectos negativos de los alumnos más retrasados sobre los más aventajados, pero aquellos se acumularían en el último curso de la ESO.
Diego FranceschLunes, 16 de abril de 2012
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El Grupo Popular en el Congreso votó en contra el pasado 27 de marzo de una moción de la Izquierda Plural para pedir que no se reduzca la ESO en un curso ni se amplíe a tres años el Bachillerato, tal como prevé la reforma del Gobierno. Esto indica que la medida sigue adelante a la espera de conocer en qué se concretará. Los inspiradores de la ampliación del Bachillerato (Ancaba, entre ellos) ya se temen que la reforma quede desdibujada y lo que iba a ser todo una nueva etapa de tres cursos, al final se quede en los dos actuales más uno de carácter orientador a medio camino entre la ESO y el Bachillerato.

Algunos están interesados en minimizar el alcance de la reforma, hasta el punto de que la citada moción de la Izquierda Plural proponía retirar la propuesta de “cambio de nombre” de 4º de ESO por el de 1º de Bachillerato para evitar mermar la ESO y ampliar “innecesariamente” la postobligatoria. Para la diputada de IU Cándida García, la propuesta del PP “no dice nada”, está vacía “absolutamente” de contenido.

Desde el Ministerio empieza a cundir la inquietud porque el periodo de estudio de la reforma se va alargando y les preocupa que el Ministerio de Educación no haya ofrecido hasta ahora “ninguna buena noticia”. En principio, Educación prevé presentar un primer borrador antes de fin de curso y que la reforma entre en vigor el curso que viene. Por otro lado, los partidarios de un bachillerato fuerte le recuerdan al Ministerio que su programa contemplaba un Bachillerato de tres años, no el curso puente que se han inventado ahora.

La idea fuerza del ministro es que si a una edad más temprana (15 años) se puede elegir un itinerario, pero se mantiene la obligatoriedad hasta los 16, es probable que el alumno decida continuar y se reduzca así el abandono temprano.

Por eso, conviene analizar las razones por las que el alumno decide abandonar sus estudios, en este caso postobligatorios. Los profesores Florentino Felgueroso y Sergi Jiménez, pertenecientes a la Fundación para los Estudios de la Economía Aplicada (Fedea), lo han hecho a partir de los datos disponibles. En particular, estos investigadores se preguntan “si su estancamiento desde mediados de los 90, fue consecuencia en exclusiva del período de bonanza, de la abundancia de empleos que no requerían formación previa, o también vinieron influidos por otros factores, como el sistema educativo”. Para Felgueroso y García, la creación de dos itinerarios, uno general y otro hacia la FP, “supone de alguna forma un medio paso hacia atrás, retornando parcialmente a la situación existente antes de la implantación definitiva de la Logse”. Para entenderlo hay que recordar que la Ley General de Educación (1970) preveía que, quien no aprobara la EGB a los 14 años, tenía la opción de seguir estudiando dos años de Formación Profesional (la FPI), que luego daban paso a otros dos años en la FPII.

Con la Logse, a los 12 años, siempre que no se hubiera repetido curso previamente, se iniciaba la ESO. Aprobada esta etapa, se podía seguir la vía de la FP (Grado Medio) o el Bachillerato. En caso contrario, el alumno era prácticamente “expulsado del sistema”, sin ningún tipo de formación. Esta deficiencia se intentó cubrir con los PGS, primero, y más recientemente con los PCPI, pero “el sistema quedó de alguna forma truncado en cuanto a las posibilidades de continuación de los estudios hasta llegar al menos a los 18 años”, recuerdan los analistas de Fedea.

Como han recordado estos investigadores, “la FPI era una opción seguida por una considerable parte de alumnos” (36,4% la población de14 a15 años en el curso el curso 1991-92, hasta su completa desaparición en el curso 1999-00. Con la Logse, además, también fue cayendo progresivamente el alumnado de FP de16 o más años, y a medida que la FP de Grado Medio fue sustituyendo la FPII. Se llegó a alcanzar un máximo del 35% sobre la población de 16 a17 años, en el curso 1993-94. Esta ratio cayó luego en más de 10 puntos y no volvió a repuntar hasta la llegada de la crisis, aunque sin volver aún al valor máximo alcanzado en la primera parte de los años 90.

En definitiva, anticipar la FP con el objetivo de reducir el abandono parce acertado, pero la pregunta es si hacerlo solo un año es suficiente, teniendo en cuenta la repetición está unida al abandono como se ve en le gráfico superior: las comunidades con menores tasas de idoneidad también son las que registran un mayor abandono. Pero el gráfico también indica que no todas las comunidades padecen ambos problemas en la misma magnitud, lo que nos lleva a preguntarnos si cambiar la ordenación del sistema educativo tendría efectos beneficiosos para todas ellas.

  • Abandono, motivación y repetición
  • Según datos de la EPA, entre los jóvenes de 18 a 24 años que abandonaron el sistema de forma prematura, el 32% lo hicieron sin conseguir el título de la ESO, y, entre los que lo consiguieron, un 42% hizo con 16 o más años (un 23% con 18 o más años).
  • Una parte sustancial de los que abandonan están desmotivados. Los demás, probablemente estén ya desenganchados por haber repetido una o varias veces.
  • Según Fedea, en el caso español, los itinerarios antes de los 16 años “podrían resultar adecuados para aquellos alumnos desmotivados por la vía educativa exclusivamente genérica”. Por ello, frente a una reforma de la estructura, Fedea propone “adaptar el existente para que sea más flexible y permeable entre sus distintos niveles, de modo que, en todas las etapas, siempre haya una opción educativa frente al abandono”.
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