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Mediación familiar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La mediación familiar gana terreno, tanto en la sociedad como a través de la legislación sobre familia. Sin embargo, existen dos enfoques fundamentales, no tanto metodológicos como de postura ante la separación: un enfoque ´terminal´ (ayudar a separarse bien) y otro más conciliador.

Autor: José M. Lacasa

La mediación familiar es un concepto que surge en el mundo anglosajón en los años 70 cuando, una vez puestas en marcha sendas leyes de divorcio en EEUU y Gran Bretaña, los juzgados de familia se ven colapsados tanto por la avalancha de casos como por la duración de los mismos. La mediación trató en ese contexto de ayudar a las parejas a “separarse bien”, sin traumas.

Lisa Parkinson, mediadora familiar británica con más de 30 años de experiencia, nos cuenta cómo las leyes de divorcio en aquel entonces hablaban de “progenitor custodio” y “progenitor no custodio”, en vez de hablar de “responsabilidad parental”, lo que favorecía el enfrentamiento por la custodia. Es una de las principales representantes de la mediación ‘terminal’.

AVALANCHA

La mediación familiar que defiende este concepto gana terreno en España, donde se ha reproducido una situación similar de saturación de los juzgados de familia. Sin embargo, otros mediadores defienden un concepto más evolucionado de mediación.
Ignacio Tornel trabaja en Madrid como mediador familiar (www.mediacionenfamilia.com), además de ser colaborador habitual de PADRES. Tornel defiende una idea más amplia de la mediación, no sólo terminal, sino de ayuda a las parejas para superar sus problemas. En su opinión, “todo el mundo quiere triunfar en su matrimonio, en su vida de pareja”, aunque a veces los problemas cotidianos nos hagan creer que estamos en situaciones sin solución. Parte de la base de que la posibilidad de acabar con la relación y pedir el divorcio “siempre está ahí”, y por tanto hay que trabajar desde el punto de vista de intentar solucionar los problemas antes de terminar con el proyecto de pareja.

Hay que tener en cuenta que los hijos también participan de este problema: aunque algunos estudios advirtieron hace años de que una situación de conflicto declarado entre los cónyuges puede ser perjudicial para los niños, artículos más recientes ya hablan de “daños colaterales” de la separación, tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, el informe Trastorno de ansiedad por separación en hijos de padres divorciados, realizado recientemente por investigadores de la Universidad Miguel Hernández (Elche) y la Universidad de Murcia, revela que “los niños que han vivido una ruptura conyugal presentan niveles de ansiedad más elevados que los niños cuyos padres permanecen unidos”.

Tornel reconoce que su postura es minoritaria entre los especialistas en mediación, pero se ve apoyada por legislaciones autonómicas recientes, que abren camino a un enfoque más integral del problema.

LISA PARKINSON
• Lisa Parkinson, mediadora inglesa de fama mundial, estuvo este verano en los cursos de El Escorial organizados por la UCM. Su ponencia se tituló “La mediación familiar. Retos y propuestas”. Es autora de uno de los manuales de referencia: Mediación familiar. Teoría y práctica: principios y estrategias operativas.

• Parkinson es mediadora desde hace 30 años. Cuando habló con PADRES nos contó que en los años 70 en Gran Bretaña la propia legislación sobre divorcio “era dañina, muy destructiva”, y en ese contexto surge la mediación familiar.

• Parkinson reconoció que la mayor parte de sus clientes venían derivados de un bufete de abogados, y que por tanto el porcentaje de parejas que no se rompían tras la mediación era muy escaso. Para esta experta, “la cuestión no es si se separan o no, sino cómo se separan. Ese es el punto principal”. Su enfoque es facilitar una separación sin traumas.

 

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