Pon a punto tus defensas

Desde el inicio de curso hasta mayo. Éste es el periodo en el que la mayoría de los escolares se ven afectados en uno u otro momento por infecciones de diversa índole. Desde las más benignas de las vías altas respiratorias, hasta otras más severas como las gastroenteritis causadas por diversos virus y bacterias.

Autor: ALEJANDRA RODRÍGUEZ

Aunque la mayoría de estas patologías discurre dentro de los parámetros de la normalidad, cabe tener en cuenta que muchas de estas afecciones pueden complicarse y dar lugar a enfermedades más serias. Eso por no hablar de las molestias que provocan en el pequeño, las ausencias escolares y los quebraderos de cabeza de los progenitores, que se ven obligados a ir de cabeza para atender a sus hijos y seguir adelante con sus obligaciones laborales y domésticas.

Sistema defensivo

El motivo de que los más pequeños de la casa sean especialmente susceptibles a este tipo de infecciones no es otro que la inmadurez de su sistema inmunológico, es decir, las defensas naturales que posee el organismo para hacer frente a las agresiones externas.

Al nacer, este complejo entramado no ha alcanzado su máximo rendimiento y es en los primeros años de vida cuando esta red va adquiriendo eficacia. Así, hasta que un niño no cumple los 5 años, aproximadamente, no se puede decir que sus defensas rinden al máximo.

Es cierto que el contacto con microorganismos “invasores” es necesario para que los integrantes del ejército defensor desarrollen anticuerpos específicos para combatir al agente extraño cada vez que vuelva a penetrar en el interior del cuerpo humano. Sin embargo, estas batallas internas pueden mermar la resistencia inmunológica del pequeño, por lo que es especialmente recomendable que el niño se encuentre sano para que su equilibrio no se resienta.

Potenciar las defensas

La mejor manera de fortalecer el sistema inmunológico es implantar unos hábitos nutricionales adecuados y establecer unas normas higiénicas adecuadas. En este sentido, cabe destacar que el término no se refiere, en ningún caso, a unas condiciones de limpieza excesiva.

La asepsia no es deseable en estos casos, ya que impedir que el niño entre en contacto con los agentes invasores más habituales no fomenta el desarrollo de sus defensas naturales, que como ya hemos mencionado se afianzan mediante el recuerdo.

De hecho, en los países nórdicos están experimentando un auge inusitado de alergias y reacciones adversas en jóvenes y adultos que en su día vivieron en ambientes demasiado limpios. Los especialistas recuerdan que, si bien hay que observar normas de higiene mínimas, no conviene obsesionarse con este tema, ya que puede lograrse un efecto completamente contrario al deseado.

En lo referente a la nutrición, las investigaciones han revelado un papel destacado de las bacterias lácticas. Estos microorganismos protegen las mucosas que están situadas en todas las entradas que tiene nuestro cuerpo. De esta manera, todas las puertas por las que pueden colarse los intrusos están más reforzadas.

La flora intestinal cobra especial importancia en este aspecto, ya que en este tramo se acumulan la mayor parte de las defensas naturales del organismo. Mantener este delicado equilibrio es fundamental para asegurarse de que el ejército que protege a los pequeños de las agresiones externas está, a su vez, salvaguardado.

Sin embargo, una dieta con carencias, los procesos que cursan con diarrea, las infecciones estomacales o los tratamientos con antibióticos ponen en peligro la integridad de esta flora intestinal, de manera que hay que poner en marcha mecanismos que mantengan el nivel óptimo de bacterias beneficiosas.

Para lograr este objetivo, las máximas garantías vienen de la mano de la leche materna, esencial para fortalecer el sistema inmunológico de los recién nacidos. Una vez que estos pequeños dejan el pecho, hay que continuar la labor mediante alimentos que sean ricos en bacterias lácticas.

Prebióticos
Los fermentos prebióticos (elementos vivos que ejercen algún efecto beneficioso para la salud) favorecen la formación de la flora intestinal y promueven las defensas del niño.

Las investigaciones realizadas demuestran que los alimentos que contienen estos fermentos (fundamentalmente yogures y bebidas lácteas similares) ayudan a cortar la diarrea provocada por las enfermedades gastrointestinales más frecuentes en la población infantil (infecciones provocadas por enterovirus, rotavirus…), también disminuyen las reacciones alérgicas con manifestaciones cutáneas y aceleran la recuperación de los procesos gripales y catarrales.

En otros trabajos, aunque menos concluyentes, se ha apuntado que los fermentos prebióticos pueden aliviar los cólicos del lactante y mejoran las digestiones de los pequeños alimentados con biberón. Por este motivo, se recomienda que las leches maternizadas se enriquezcan con estos componentes.

Conservar en frío
Pero ¿cómo distinguir los alimentos ricos en fermentos lácticos beneficiosos? Lo más sencillo es acudir a los yogures, ricos en Lactobacillus bulgaricus y Lactobacillus thermophilus, bacterias que fermentan la leche y dan lugar a este alimento.

En este aspecto, cabe tener en cuenta que para que las bacterias lleven a cabo su actividad beneficiosa, han de estar vivas, de manera que han de conservarse en frío. Por este motivo, si bien los yogures pasteurizados tienen multitud de nutrientes beneficiosos (vitaminas, calcio, minerales…), no pueden atribuirse la cualidad de fortalecer las defensas naturales, ya que las bacterias desaparecen en el proceso de pasteurización.

De Derecho a Arquitectura

Mi hija ha estado estudiando Derecho, pero en el mes de diciembre lo dejó porque no le gustaba la carrera. Se puso trabajar en una tienda. Ahora comenta que quiere estudiar Arquitectura. Su deseo es matricularse para el curso 2008-09. Cursó el Bachillerado de Ciencias Sociales y aprobó la Selectividad sin problemas, pero me preocupa que nuevamente, en diciembre, vuelva a encontrarse en la misma situación y no sé qué aconsejarle. Por un lado, quiero que estudie una carrera pero, por otro, no quiero que vaya de una a otra y fracasando año tras año, sin definirse.
CARMEN. A CORUÑA

Estimada Carmen, el cambio de carrera que plantea tu hija es una reorientación vocacional bastante drástica, tanto a nivel de formación como a nivel de desarrollo profesional son dos licenciaturas que tienen muy poco en común. Aunque con los datos que tenemos no podemos dar la orientación personalizada que quisiéramos, intentaremos plantear algunas cuestiones que os puedan resultar útiles.

En primer lugar, sería bueno hablar con ella sobre cuáles fueron los motivos para elegir (y abandonar) la carrera de Derecho. ¿Qué esperaba de ella? ¿En qué la defraudó? ¿Por qué ni siquiera intentó hacer los exámenes de febrero? Algunos alumnos eligen la carrera pensando en una “imagen” idealizada que no corresponde con la realidad. Esta falta de información hace que, posteriormente, se vean desencantados y desmotivados para trabajar el día a día que requieren los estudios universitarios.

Tened cuidado de no plantear estas preguntas como un reproche a su fracaso, sino como una ventana al futuro. El resultado de esta reflexión debe ser tenido en cuenta a la hora de sopesar la decisión actual. ¿Por qué quiere ahora matricularse en Arquitectura? ¿En algún momento de su vida ha mostrado inclinación hacia el dibujo, el arte, etc.? ¿Por qué ahora? ¿Tiene información detallada del plan de estudios de la carrera? La finalidad última debe ser ayudar a tu hija para que su elección se base en un análisis realista de la información en la que, además de ‘“lo bonito” que puede resultar ser arquitecto, se asuma el trabajo y las dificultades que el llegar a la meta conllevará. Si no lo tenéis claro, ofrecedle la posibilidad de acudir a algún centro de psicología donde puedan realizarle un estudio de orientación vocacional.

Con las pruebas adecuadas podrán ayudaros para que la próxima elección de tu hija sea la acertada. Por otro lado, nos comentas que cursó Bachillerato de Ciencias Sociales. Si decide estudiar Arquitectura, va a necesitar una buena base en Matemáticas, en Física y en Dibujo. Dado que alguna de estas asignaturas no las ha cursado en Bachillerato, podría utilizar lo que queda de curso para apuntarse a algunas clases. Esto le ayudaría a mejorar su nivel, a implicarse en el estudio y a que comenzara a adquirir hábitos de trabajo necesarios de cara al próximo año.

Aumenta la cuantía de las becas compensatorias

Autor: Henar Arranz

La cuantía de las becas compensatorias aumenta un 48% para el próximo curso. La finalidad de estas becas es que los hijos de familias con menos recursos económicos no tengan que trabajar y dejar los estudios. Para evitar estar situación se ha aumentado la cantidad que las familias reciben 653 euros al mes, que es el sueldo mínimo que un chaval de 16 a 19 años cobraría si se pusiera a trabajar.

La renta que se pide para conceder estas ayudas compensatorias es notablemente inferior a la necesaria para recibir una ayuda general. Por ejemplo, para que una familia de cuatro miembros obtenga una beca general este curso no puede ganar más de 16.852 euros al año, mientras que para que le concedan una compensatoria, esa misma familia ha de tener una renta por debajo de los 8.600 euros. Una familia de dos miembros no puede ganar más de 4.400 euros al año para acceder a una ayuda compensatoria, y una de ocho miembros ha de estar por debajo de los 16.600.

Con esto se pretende que se reduzca el porcentaje (30%), que cada vez aumenta más, de alumnos que abandonan los estudios a estas edades.

Esta ayuda habrá de convivir, o no, con la beca salario prometida durante la campaña electoral del actual gobierno, cuyo objetivo es el mismo, que los chavales no dejen de estudiar.” Estas ayudas – explica el Ministerio de Educación y Política Social, refiriéndose a las becas salario- están aún en el terreno de la promesa, ya que aún no están definidas”.

Lecturas arriesgadas

Las revistas juveniles han encontrado un filón en el público adolescente. Aún son menores de edad, pero consumen ávidos todo lo que tenga que ver con cantantes y actores de moda. Sin embargo, los reportajes sobre sexo llenan sus páginas y transmiten a estos lectores inmaduros una imagen distorsionada, y a veces peligrosa, de la afectividad.

Autor: JOSÉ ANTONIO MÉNDEZ

“Los preliminares sexuales: ¡a jugar!”; “Cómo montártelo en la ducha”; “Sexo a toda prisa vs. sexo con calma”; “¡Cómo nos ponen los malotes!”; “Nuestra lectora tuvo una experiencia subidita de tono con alguien mayor que ella”… No, éstos no son los titulares de una revista erótica para adultos, ni tampoco los contenidos del último número de Cosmopolitan. Son los reclamos con que las principales revistas para adolescentes de nuestro país intentan atraer (y mantener) a sus jóvenes lectores de hormonas revolucionadas.

Cada semana, media docena de revistas para adolescentes exhiben en los quioscos españoles las fórmulas mágicas para tener una vida sexual activa, desmenuzan las relaciones sexuales de sus púberes lectoras (su público objetivo es mayoritariamente femenino) y ponen negro sobre blanco un sinfín de experiencias dignas de una Matahari cualquiera. Y eso, a pesar de que la media de edad de sus lectores está entre los 11 y los 16 años.

 INFORMACIÓN DEFORMADA
Tasio Pérez, psicólogo experto en educación afectivo-sexual y en relaciones de pareja (lleva más de 12 años impartiendo talleres formativos sobre relaciones afectivo-sexuales para padres, alumnos y educadores), llama la atención sobre el peligro que comporta que estos contenidos estén dirigidos a un público aún inmaduro: “Es obvio que el sexo vende, y no sólo a adolescentes. El adolescente va a buscar información sobre sexo, y necesita que se le informe y que se le forme. Éste sigue siendo un tabú para muchas familias, en las que apenas se habla de sexualidad con normalidad, y las revistas vienen a cubrir el hueco que tantos padres y educadores dejan sin cubrir”.

Sin embargo, estas lecturas ni forman, ni informan, sino que más bien deforman: “El problema viene con el tratamiento que estas publicaciones dan a la sexualidad, y proporcionan una visión del sexo cosificadora, machista y desvinculada de los grandes valores como el amor, la responsabilidad, la ternura, el respeto o la vida”.

Aunque no pocas veces los jóvenes adquieren estas revistas buscando la fotografía del actor de moda, llamativas pegatinas para decorar su carpeta o las últimas noticias sobre su cantante favorito, entre las páginas que llegan a sus manos se cuelan contenidos que, sin caer en un puritanismo victoriano, entrañan verdaderos riesgos para su formación. “El mayor peligro consiste en crear una visión deformada de la sexualidad, desvinculada del afecto, la responsabilidad, o la vida. Lo que, por otro lado, inducirá al adolescente a tener un inicio precoz en determinadas prácticas sexuales, donde lo más importante será el placer y la acumulación de experiencias. Esto, al estar desvinculado de valores como el amor, la autenticidad, o la preocupación por el otro, se convierten en potencialmente peligrosos. Si ni la familia ni el centro educativo han formado en este campo de formación, lo que estas revistas digan puede marcar de forma profunda la visión del adolescente y lanzarle a tener experiencias para las que no está preparado y en las que puede sufrir mucho”, asegura Tasio Pérez.

“Al final, el adolescente hace lo que en la sociedad le dicen que tiene que hacer. A lo largo de los años en los que he formado a adolescentes en amor y sexualidad, he comprobado cómo en el interior de cada chico hay un anhelo de plenitud que esta sexualidad no puede darle. Y en la mayoría de los casos, nadie les había hablado de que existe otra forma de amar y de entregarse. Ahí es donde padres y colegios juegan un papel fundamental: ¡hay que educar en el amor y la sexualidad!”, añade. Esto, claro, exige a los padres una importante labor formativa. Como recuerda Tasio Pérez, “el bombardeo que nuestros hijos sufren en el área de la sexualidad es brutal. Para poder educar en un ámbito tan esencial para la felicidad de nuestros hijos como es el amor y la sexualidad, hace falta que los padres sepamos qué decir, cómo decirlo, cuándo decirlo y cómo vivirlo con coherencia”. 

CÓMO ACTUAR CUANDO NUESTROS HIJOS LEEN ESTAS REVISTAS
La pregunta del millón es qué hacer si se descubre una de estas revistas bajo el colchón de nuestros hijos. “Lo mejor –afirma el psicólogo Tasio Pérez– es sentarte a leerla con ellos, preguntarles, escucharles y entender bien lo que piensan y sienten. La mayoría de las veces, esto es suficiente para que el adolescente o preadolescente reflexione y se plantee si lo que lee es adecuado o no. En principio, no conviene sermonear ni dar una charla definitiva, sino crear un clima de confianza. Si nuestros hijos se sienten escuchados, se sentirán confiados, y ése es el clima para que los padres intentemos, poco a poco y sin urgencias, transmitir a los hijos nuestra visión del amor y la sexualidad”. Lo ideal, en todo caso, es prevenir esta situación. Como señala el experto, “no hay que esperar a la adolescencia para hablar de estos temas, porque entonces será demasiado tarde. No hay que hacer de la sexualidad algo prohibido ni algo morboso y sucio. Transmitir una visión positiva, seria y equilibrada de la sexualidad, pasa por hablar de ella con naturalidad, y vincularla a la ternura, la responsabilidad, el afecto, la vida, el placer, o la confianza.  Esto se hace a través de lo que hablamos cuando, por ejemplo, sale alguien desnudo en la televisión o vemos a una embarazada. Pero, sobre todo, y lo más importante, a través de nuestra propia vivencia del amor y la sexualidad. Si somos cariñosos, cercanos, respetuosos, sinceros, comunicativos, confiados y responsables, nos será fácil transmitir esos valores”. Y concluye: “¡La coherencia es esencial!”

410.000 celíacos sin diagnosticar

Los celíacos están de enhorabuena. Las autoridades sanitarias se están tomando en serio esta dolencia que, según los cálculos, afecta a 450.000 españoles (aunque apenas 40.000 están diagnosticados).

Autor: Alejandra RODRÍGUEZ

La Consejería de Sanidad de Madrid, a través del Instituto de Nutrición y Trastornos Alimentarios, ha comenzado un estudio epidemiológico para determinar la prevalencia de la enfermedad celíaca en 2.400 escolares, de edades comprendidas entre 6 y 18 años, en 60 colegios seleccionados de forma aleatoria. Hasta el momento, las actuaciones oficiales se basan en estimaciones y cálculos aproximados, pero no se sabe exactamente cuántas familias pueden estar afectadas por este trastorno que, en cualquier caso, es bastante común.

El estudio pretende estimar la prevalencia de la enfermedad celíaca y conocer la proporción de pacientes no diagnosticados. Para ello, se contará con la colaboración de dos hospitales madrileños especializados en medicina infantil, el Niño Jesús y el Hospital Infantil de La Paz. En este estudio se determinarán los anticuerpos antitransglutaminasa IgA e IgA sérica total, que son los que reaccionan en este tipo de pacientes.  Una vez analizados los datos, se podrá hacer una estimación más exacta del número de celíacos diagnosticados en la Comunidad de Madrid y de aquellos que aún no lo están. 

 NECESIDADES ECONÓMICAS
Estos resultados deberían llevar a la región a valorar adecuadamente las necesidades económicas de los pacientes celíacos y sus familias, como respuesta a la proposición no de ley aprobada en la Asamblea de Madrid el 8 de noviembre de 2007. Además, servirá para continuar difundiendo entre los profesionales de la medicina la necesidad de un diagnóstico precoz. Y es que un paciente celíaco al que no se le detecta la enfermedad de manera temprana no sólo se ve obligado a convivir con las molestias propias de la patología, sino que además ve multiplicado su riesgo de sufrir múltiples problemas asociados, como daño renal, hepático y tiroideo, además de anemia, abortos repetidos, descalcificación ósea, perjuicios dentales, infertilidad, dermatitis, depresión y alteraciones psiquiátricas.

Esta iniciativa se une a la ya anunciada por el Ministerio de Sanidad recientemente de mejorar el etiquetado para que los pacientes y sus familiares estén absolutamente seguros de que los productos que adquieren están libres de gluten, tanto en su composición esencial como en los conservantes, colorantes y otros aditivos. Hasta el momento, este punto era el gran caballo de batalla de los pacientes celíacos, ya que la información que se ofrecía en los envases no era lo suficientemente detallada. Ante la duda, el celíaco se veía obligado a prescindir del producto.

Sin embargo, los obstáculos de este colectivo no acaban aquí, los pacientes tienen ante sí un reto considerable, ya que los productos elaborados sin gluten tienen un precio desproporcionado con respecto a sus variantes normales. La misma cesta de la compra que a un individuo sano le cuesta unos 30 euros, a un celíaco se le dispara a 90.

LAS CLAVES
¿Qué es?
Una enfermedad autoinmune (el sistema defensivo ataca al propio organismo porque lo reconoce como elemento invasor), crónica y de origen intestinal.

¿Cómo se manifiesta?
Se caracteriza por una intolerancia permanente al gluten, una proteína presente en el trigo, cebada, centeno y avena.

¿Cómo evoluciona?
Esta intolerancia produce una lesión severa en el intestino delgado (pérdida de sus vellosidades características), produciendo una inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos.

¿Cuáles son los síntomas?
Son muy variables y difusos. Su intensidad y gravedad tampoco es uniforme, de manera que en muchas ocasiones el diagnóstico es difícil de determinar. Lo más frecuente es sufrir dolores estomacales y abdominales, diarreas, gases, náuseas, fatiga, anemia, calambres musculares…

¿Cuál es el tratamiento?

La única alternativa terapéutica que se conoce es llevar una dieta exenta de gluten.

¿Cuáles son los alimentos prohibidos?
Galletas, bollos, pasteles, bizcochos y demás productos de respostería y pastelería. Pan y harinas de trigo, cebada, avena y los demás cereales de riesgo. Pasta italiana, fideos y sémola de trigo. Bebidas elaboradas a partir de cereales (algunos licores, cerveza, agua de cebada…). Bebidas malteadas.

¿Cuáles pueden ser peligrosos?
Patés, quesos para untar, caramelos, gominolas, helados, sucedáneos de chocolate, colorante alimentario, frutos secos tostados con sal, sucedáneos del café, bebidas de máquina, conservas de carne y pescado, salsas, precocinados, yogures con trozos de fruta, embutidos muy procesados (mortadela, morcilla…).

Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA


La familia, paradigma de cambio social es el lema del Congreso Internacional sobre Familia y Sociedad que va a tener lugar en Barcelona del 15 al 17 de mayo. Organizado por el Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la Universitat Internacional de Catalunya, el objetivo principal de este encuentro es impulsar actividades de docencia, investigación y difusión en todos los ámbitos relacionados con la familia. Más información e inscripciones en la página web www.uic.es/congresofamilia.

Vida desordenada

Me dirijo a ustedes por si pueden darme alguna solución en orientación. Tengo una hija en la universidad y estoy desesperada. No sé qué debo hacer para que estudie y lleve una vida más ordenada. Siempre fue mala estudiante. Empezó en la Universidad tres años después que sus compañeros de colegio. Terminó Selectividad y dijo que no quería estudiar. Pasó un año intentando hacer algo y al final un año “perdido”. Por fin se decidió a hacer una carrera universitaria y ante sus dudas en la elección, al final se decantó por Odontología. Éste es el cuarto año y aun le quedan asignaturas de 1º y 2º.

Es hija única, su padre y yo nunca nos hemos puesto de acuerdo. No nos hemos decidido a divorciarnos, pero nuestra convivencia es nula. ¿Puede ser esto una causa por la que mi hija no logre centrarse en nada? Gracias por su ayuda.

Prudencia
Málaga

Su nombre me sugiere cual debe ser mi actitud al sugerirle algunas pautas, pues en estas breves líneas incorpora usted datos tan importantes que requerirían una larga entrevista para conocer la singularidad de su hija y la realidad familiar de ustedes, para ofrecerle unas orientaciones con cierto rigor. No obstante, haré un breve análisis y le sugeriré algo que pueda paliar la situación.
Mi primer consejo es para usted, evite estar desesperada, ya que ese estado, además de producir una mala calidad de vida,  no le permite mantener la serenidad necesaria para, sobre todo, ponerse de acuerdo con su marido, que a pesar de su desentendimiento y mala convivencia, deben juntos intentar profundizar para conocer las causas que desestabilizan a su hija en los estudios y en la conducta. Pues ambos deben con su responsabilidad de padre y madre, y aunque ya es un poco tarde, pensar en la felicidad de su hija, deben hablar con ella y conocer su opinión, pues es hija de ambos y a ambos necesita.

Su interrogante denota que el fracaso seguido por su hija ha tenido que ver con el ambiente familiar.
Pues a pesar de lo que digan algunos “expertos modernos”, la familia es el ámbito natural de la educación y el objetivo de todos los padres para sus hijos es que logren ser lo más felices que puedan, prestándoles su ayuda para lograr que sean unos profesionales completos, eficaces y responsables, y no olvide que el ejemplo es la mejor manera de educar o deseducar.

Entienda que no tenga la solución, pues no dispongo de los datos necesarios, pero como orientación le sugiero que se pongan de acuerdo su esposo y usted y hablen con ella. Aunque supongo que de esa reunión familiar van a salir pocas soluciones. Si son capaces, pónganse de acuerdo para pedir ayuda a un equipo profesional que estudie con rigor científico la singularidad intelectual de su hija, así como todos los aspectos que están influyendo en su vida, es decir, su personalidad, sus relaciones personales, sus relaciones familiares, etc., y que realice un estudio que defina el diagnóstico de su hija y el de ustedes y les dé las pautas adecuadas para que pueda producirse la mejora que usted y quizás su marido y su hija también desean.

Entrar en otros aspectos no lo considero conveniente, no van a aportarle nada. La situación de su hija lamentablemente se da cada vez más. Hay varias razones que justifican estos fracasos personales. Esta sociedad “moderna” está facilitando estas lamentables realidades. Sin amor en la familia, sin esfuerzos personales, sin compromiso y “como todo vale”, estamos recogiendo una cosecha de trigo vano y a veces llena de cenizos.

Gabinete Psicopedagógico de la Universidad Alfonso x el Sabio

Tú al Sahara…

PADRES Y COLEGIOS ha visitado la Escuela «17 de junio», situada en el campamento de refugiados saharauis de Smara, en Argelia, y el St. James Independent School, uno de los colegios privados con más prestigio de Londres. Son las dos caras de una infancia separada por 3.000 kilómetros.

Autor: Texto: J.C. Barrado / Fotografías: Lucas García ´Garra´

Al principio no había nada. Cuando los padres de Mahala y el resto de la población saharaui tuvo que huir de su tierra, en 1975, ni siquiera tuvieron tiempo de coger sus pertenencias. Huyeron a pie durante días hasta que finalmente, quienes pudieron llegar, se asentaron en el desierto argelino, muy cerca de la ciudad de Tinduf. Sólo había arena, miseria y más del 90% de la población analfabeta. Y un país que levantar.

2008. Han pasado 33 años. No hay grandes lujos ni soluciones al conflicto político, pero el cien por cien de los niños va al colegio hasta los 16 años –después viajan a Libia, Argelia o Cuba a terminar su formación– y aunque faltan libros y lápices, cada daira (núcleos de población de cada uno de los asentamientos o wilayas) cuenta con una escuela. En una de ellas, situada en Smara, el maestro Hamed Dah repasa unas viejas fotocopias para clase de Español. Tiene 34 años y como en los campamentos todo es donado, viste una bata de médico de Osakidetza, el servicio vasco de salud. “¿Cómo están?”, nos dice, con un acento caribeño que delata su estancia en Cuba. “Sí, estuve allí estudiando Contabilidad durante 15 años”. Hamed, de 34 años, no tiene formación como profesor, pero es licenciado universitario y toda sabiduría es válida para enseñar a los niños en el desierto. “Tenemos muchas carencias”, afirma. “No hay cuadernos, ni lápices, ni libros suficientes”.

El único libro de castellano se reduce a un montón de fotocopias arrugadas con sencillos ejercicios sobre temas como la familia, el colegio, la clase, el otoño o el campo. “Perdemos muchísimo tiempo, porque al no haber libros ni fotocopias, tengo que escribir las lecciones en la pizarra y los niños tienen que transcribirlas en sus libretas”.

 25 MAESTROS Y 600 ALUMNOS
En la Escuela “17 de junio” hay 25 maestros para 600 alumnos entre 8 y 15 años. Mahala, de 9 años, acaba de llegar al colegio junto al resto de los niños. Es su segundo año en la escuela de mayores, y durante este curso está estudiando Árabe, Español, Matemáticas e Historia del Sahara. El horario es de 9 a 13 y de 16 a 18. Después, vía libre para la diversión, ya que no hay hora para llegar a casa. No existe la PlayStation ni mucho tiempo para la televisión –cada vez más familias la tienen, pero consume energía solar–, así que los niños pasan el resto del día en la calle, metiéndose en zanjas, jugando a peleas y, cuando aparece un balón, dándole patadas.

Son las 11 y Ahmed, como los demás niños, aprovecha su media hora larga para jugar cerca de los pupitres y corretear por un desangelado patio de tierra, piedras y arena con un solo elemento de color: la bandera verde, blanca y negra con la media luna y la estrella roja del Frente Polisario. Tiene 8 años y, aunque es algo tímido, habla español mejor que cualquier profesor del colegio. “Estudio mucho para poder volver a España”, reconoce mientras traza para mí cada una de las letras de su nombre en la pizarra.

Ahmed visitó España por primera vez el pasado verano, gracias al programa Vacaciones en paz que desde hace 18 años facilita que miles de niños saharauis viajen a otro país, aprendan castellano, mejoren sustancialmente su alimentación y sean tratados de sus enfermedades. En su caso, cambió una tierra árida como el Sahara por Galicia, una de las comunidades más lluviosas de España. En Smara, la wilaya en la que vive junto a su familia, pasa largos ratos dibujando, aunque en España lo único que quiere es jugar al fútbol, una de sus pasiones.

Son los niños del desierto, están alfabetizados y tienen enseñanza gratuita. El siguiente paso será mejorar la calidad de la educación y que nunca más falten lápices, ni libros, ni cuadernos. Por su futuro y por el de todos.

ESPAÑA, RESPIRO DEL SAHARA
Cambian la supervivencia de vivir bajo un sol de más de 50 grados por los placeres del clima mediterráneo. Aprenden español, hacen amigos, aprovechan para tener una buena alimentación durante dos meses y, en caso de necesitarlo, reciben atenciones médicas inimaginables en el desierto del Sahara.

Desde 1991, más de 100.000 niños saharauis han podido disfrutar junto a familias españolas de acogida del programa Vacaciones en paz. La iniciativa, organizada anualmente por las distintas asociaciones de amigos del pueblo saharaui que existen por toda la geografía española, es un respiro para miles de niños, una experiencia vital y cultural para que conozcan el mundo que existe fuera del campamento de refugiados.

Para participar en el programa de verano, los niños sólo necesitan obtener buenas notas durante el curso escolar. A través de las asociaciones españolas se realiza la asignación de familias. Si el niño ya ha acudido a España con anterioridad, se le procura enviar a la misma familia y, cuando viajan varios hermanos, se intenta que ambos coincidan en la misma ciudad.

¿Cómo acoger? Si alguna familia está interesa en acoger a un niño saharaui este verano, puede ponerse en contacto con la Coordinadora Estatal de Amigos del Pueblo Saharaui en el teléfono 91 531 76 04 o en el correo electrónico ceas-sahara@ceas-sahara.es. También puede ponerse en contacto con la asociación local más cercana para aclarar todos los trámites.

LA EDUCACIÓN EN EL MUNDO
Estos son los aspectos más significativos del Informe Educación para todos, un análisis encargado por la Unesco y que incide en cuatro objetivos principales: la universalización de la enseñanza Primaria, la alfabetización de los adultos, la paridad entre los sexos y la calidad de la educación. En 2008 sólo 51 de un total de 129 países han logrado o están cerca de lograr los objetivos.

NIÑOS ESCOLARIZADOS
El número de niños escolarizados en la enseñanza Primaria aumentó de 647 a 688 millones entre 1999 y 2005. En el África Subsahariana aumentó en un 36% y en Asia Meridional y Occidental, en un 22%. En consecuencia, el número de niños sin escolarizar ha disminuido y el ritmo de esa disminución se ha acelerado después de 2002.

EL PRECIO DE ESTUDIAR

El costo de la escolaridad sigue siendo un obstáculo importante para el acceso a la educación de millones de niños y jóvenes, pese a la supresión de los derechos de matriculación en Primaria decretada en 14 países después del año 2000.

MÁS NIÑOS QUE NIÑAS
El objetivo de la paridad entre los sexos no se ha alcanzado. En 2005, los datos disponibles indican que sólo un tercio aproximadamente de los países alcanzaron ese objetivo en la enseñanza Primaria y la Secundaria. 

POCA CALIDAD EDUCATIVA
Un número creciente de evaluaciones efectuadas a nivel internacional, regional y nacional ponen de manifiesto que los resultados del aprendizaje son insuficientes y desiguales.

DESATENCIÓN A LA INFANCIA
Los gobiernos nacionales y los donantes han privilegiado la escolarización formal en Primaria con respecto a los programas de atención y educación de la primera infancia y los programas de alfabetización y adquisición de competencias prácticas destinados a los jóvenes y adultos, a pesar de la influencia directa que estos programas tienen en el logro de la universalización de la enseñanza Primaria y la paridad entre los sexos.

MENOS AYUDA DE LOS RICOS
Entre 2000 y 2004 se multiplicó por algo más de dos la ayuda prestada a la educación básica en los países de bajos ingresos, pero en 2005 disminuyó considerablemente.



El aula.
Un fuerte golpe sacude el aula, pero nadie se asusta ni gira la cabeza para saber que ha ocurrido. Están acostumbrados a oír el impacto de la mesa contra el suelo. Cuatro tornillos solucionarían el problema pero la desidia colectiva hace que los niños tengan que colocar la mesa en su lugar varias veces al día. Un problema con fácil solución.

El material. Tanto alumnos como profesores parecen haberse acostumbrado a la ausencia casi total de material escolar. Es difícil encontrar libros de texto en un lugar donde aún se carece de los elementos básicos para vivir y donde las paredes de adobe no soportan el peso de una pizarra de cartón.

El patio. No hay porterías de fútbol, césped artificial o un lugar donde descansar a la sombra, sólo arena. En un lugar donde el sol es su gran enemigo y los niños apenas tienen calzado, caminar por aquí provoca quemaduras en los pies.

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