Si miramos con perspectiva nuestra historia, de los más de ciento veinte mil años que tiene nuestra especie, la escritura existe desde hace solo cinco mil. Leer es algo muy nuevo. Mucho más aún lo es la lectura individual y en silencio. Antes de leer tal y como lo conocemos, la literatura era un acto social y se leía para otros, y no solo eso, sino que en el Renacimiento incluso existió la figura del «Lector de su majestad». Obras como el Quijote, La Celestina o El Lazarillo de Tormes llegaron al pueblo gracias a las declamaciones que se realizaban en las calles, y este tipo de lectura sería clave también en el progreso de las ideas revolucionarias entre los franceses del siglo XVII. La lectura en voz alta fue un acto popular en las reuniones sociales del siglo XIX y, a pesar de haber cambiado nuestra manera de leer, ha pervivido de un modo u otro hasta nuestros días.
Maribel Riaza recorre la historia de la lectura en este libro ameno, divulgativo y lleno de curiosidades que nos lleva a conocer mejor cómo eran los lectores que nos han precedido y cómo se ha disfrutado de la literatura a través de este noble arte de leer.
Maribel Riaza es experta en innovación cultural. Comenzó su carrera participando en proyectos tecnológicos relacionados con recursos humanos. Después pasó a dirigir durante siete años la mayor red privada de bibliotecas, perteneciente a la Obra Social de Caja Madrid, fue directora de relaciones institucionales de la editorial Everest y colaboró como free lance con la consultora Dosdoce.com. En los últimos años ha participado de manera activa en la creación del mercado del audiolibro en español gracias a su desempeño profesional dentro de Storytel. Siempre vinculada a proyectos culturales, ha tratado de innovar para hacer llegar los libros y la literatura a más gente a través de la tecnología.
Es miembro de la orden literaria Francisco de Quevedo y participa con asiduidad en congresos y jornadas relativas al libro y la lectura. Ha escrito varios artículos en revistas y blogs del sector y ha publicado la novela Polvo y el ensayo Innovación en bibliotecas.