Jugar con los juguetes

Jugar: ¡qué palabra tan importante y con tanto significado en el mundo de la infancia! La principal fuente de aprendizaje para el niño es la experiencia vital que es, fundamentalmente, “actividad y juego”. Mediante el juego, los niños pequeños recopilan la información básica sobre el mundo que les rodea y el lugar que ellos ocupan en él.

El juego es una actividad lúdica, divertida para el niño. Mediante el juego con diferentes juguetes, siempre adecuados a su edad, los niños pueden investigar y asimilar conceptos, desarrollar habilidades y poner en práctica sus ideas.

Lo más importante es que, ese juguete que está usando, inicialmente despierte su curiosidad y posteriormente le divierta para que el aprendizaje que proporciona se lleve a cabo de una forma lúdica. Si es así, se producirá una adecuada estructuración del pensamiento y contribuirá a potenciar su capacidad creativa y su imaginación.

En este artículo y en el siguiente, correspondiente al mes de febrero, tocaremos dos temas muy importantes a tener en cuenta con nuestros pequeños: “La organización de los juguetes en la habitación del niño” y “Juguetes recomendados para cada edad, desde los primeros meses hasta los tres años

En las fiestas navideñas regalar juguetes a los niños se ha convertido en un rito social y nuestras casas se llenan de ellos.

La mayoría de las veces son los padres los que acaban ordenando las habitaciones de sus hijos después de un día de juegos. Los niños desordenan, revuelven y experimentan con los juguetes y después son papá o mamá los que recogen.

Los padres debemos facilitar la tarea de recoger los juguetes para que los niños no se dispersen y, en el momento de ordenar, les sea fácil encontrar el lugar donde deben guardarlos.

Para organizar adecuadamente los juguetes, lo primero que debemos tener claro es el lugar donde van a guardarse.

Es aconsejable elegir el sitio con el niño y ubicar la mayoría, siempre que sea posible, en el suelo de su habitación. Este hecho de que los juguetes se coloquen al alcance de los pequeños es de extrema importancia porque ayuda al desarrollo de su independencia y de su sentido de la responsabilidad.

A partir de los 12 meses (cuando los niños se inician en la marcha) comenzaremos a organizar y colocar juguetes a su alcance y así inculcaremos este hábito desde la más temprana edad.

Con el fin de hacer visibles los juguetes que tenemos es recomendable colocarlos en contenedores transparentes; otra buena opción de almacenaje son los muebles bajos con cajones de plástico fácilmente extraíbles; al ser abiertos los niños pueden guardarlos sin dificultad. Los baúles grandes son recomendables sólo para juguetes de gran tamaño.

Es muy importante que cada contenedor albergue juguetes del mismo tipo. Dependiendo de la edad las cajas o baúles podrían ser “la caja de la magia” (donde pondríamos los puzzles, juegos de encajar piezas..), “la caja de la lectura” (para guardar los libros, cuentos), “la caja de las profesiones” (ahí colocaríamos los juegos de médicos, herramientas de carpinteros) “la caja de los artistas” (para poner las pinturas, los libros de colorear..) “la caja de la arquitectura” (donde guardaríamos las construcciones, encajables..) “la caja de las mamás y papás” (para colocar los muñecos, ropitas…) “la caja de las casitas” (para los caharritos, muebles…). Lo importante es separar los juguetes según la actividad que desarrollan.

Otra técnica recomendable para facilitar la organización es pegar en cada caja una foto sacada de cualquier revista o catálogo que represente los juguetes que allí hay guardados.

De esta forma a nuestros pequeños les resultará más fácil encontrar los juguetes cuando quieran jugar con ellos y les resultará más atractivo guardarlos al finalizar el juego.

El momento de recoger debe ser rápido para evitar que los niños se aburran. La responsabilidad de recoger y organizar los juguetes no se consigue en un día. Los padres deben enseñar a diario a sus hijos como se guarda cada juguete y cual es su lugar. Progresivamente deben ir, poco a poco y con mucha paciencia, eliminando la ayuda para que el niño se vaya acostumbrando a hacerlo sólo.

En Pecas utilizamos nuestra canción o pequeña retahíla que les motiva para recoger de una forma más animada y que muchos de nuestros papás ya conocen porque los alumnos más veteranos la cantan a menudo.

Os la transcribimos por si algún padre la quiere utilizar:
“A guardar, a guardar
cada cosa en su lugar.
Sin romper, sin romper
que mañana hay que volver
a jugar otra vez”.

Padres y madres: un paso al frente

Todos los estudios e informes que se publican sobre educación destacan la importancia de los padres en los procesos formativos de sus hijos. Su colaboración, su implicación, su relación con el colegio… son factores claves para conseguir que los alumnos mejoren no sólo su rendimiento académico.

Esta relación padres-alumnos-colegio tiene que ser todavía más intensa en aquellos centros que acogen a alumnos de familias en situación de riesgo de exclusión. Estos alumnos, si no se hacen las cosas bien, tienen, además, más posibilidades de aumentar las estadísticas de Abandono Escolar Temprano (AET), como acaba de demostrarse en los datos proporcionados por la oficina Eurostat de la Comisión Europea. En España, han vuelto a aumentar las cifras de abandono escolar, con unos porcentajes que nos colocan en los últimos lugares de los países miembros de la Unión Europea.

Por eso resulta gratificante conocer las conclusiones que se contiene en la edición de enero de la revista Archives of Pediatric & Adolescent Medicine, donde se destaca cómo la cooperación y relación entre padres e hijos mejora el rendimiento académico de muchas familias, especialmente entre aquellas que se encuentran en situación de riesgo de exclusión.

La conclusión a estos estudios e informes es evidente: como ya reclaman en España las principales asociaciones de padres y madres vinculadas al mundo educativo, debe fomentarse la formación de los padres, cuestión sobre la que sería bueno que los centros educativos también tomasen cartas en el asunto.

Es cierto que en los últimos años se han multiplicado las iniciativas en este sentido. Pero se ve que hay que seguir en esta dirección, como también ha afirmado recientemente el ex ministro laborista británico Graham Allen, quien ha advertido sobre la importancia que tiene que los gobiernos asuman estas responsabilidades educativas y las coloquen en el centro de sus políticas educativas.

Abandono escolar

La media de los países de la UE es de 14,4% y España tiene un 31,2%, cifra más que preocupante (los otros países con peores cifras son Malta, 38%, y Portugal, 31,2%). Los expertos advierten del peligro que pueden ocasionar estas cifras, pues el abandono escolar está ligado, con el paso del tiempo, a factores de exclusión social y es el origen también de graves problemas personales, sociales y económicos. Hay países que hasta han cuantificado económicamente lo que supone la atención a estas personas que cuentan con limitados recursos educativos, profesionales y personales. El problema, en la adolescencia, es especialmente preocupante entre los chicos, que abandonan la escuela más que las chicas.

Más posibilidades para la memoria

Denostada durante años como un cáncer para la educación, poco a poco la memoria vuelve a ocupar el prestigio y el lugar que se merece como una herramienta muy útil para afianzar conocimientos.

No se trata, como así ha sucedido en diferentes épocas, algunas muy recientes, de convertir la memoria en el fin de la educación, como si el único sentido de la enseñanza fuese que los alumnos se conviertan en papagayos más o menos espabilados o en frikis cursis dignos de aparecer en concursos televisivos por su capacidad para recitar, de seguido, los reyes godos o las poesías completas de Federico García Lorca.

Pero tampoco, como ha sucedido, hay que demonizar la memoria y considerar que todo lo que se aprenda basándose en ella no tiene ninguna utilidad. Volvemos, una vez más, a reclamar la senda del sentido común: ni una cosa ni la otra.

Pero resulta evidente que, para los profesores, resulta frustrante la poca memoria o retención que tienen algunos alumnos, que olvidan lo aprendido de un año para otro, o de un mes para otro, y tienen que volver a explicar las mismas cosas una y otra vez. Esto va con el sueldo, es cierto, pero a veces impide avanzar al ritmo necesario para que los alumnos, que es de lo que se trata, mejoren. La falta de memoria, cuando no se entrena, dificulta el aprendizaje a todos los niveles y paraliza la lógica evolución intelectual de los alumnos. No es, por tanto, un tema baladí.

Y más todavía. Con el paso de los años, hay que reforzar más la memoria a través de diferentes técnicas cognitivas con el fin de fijar ideas, conocimientos, razonamientos, hábitos, etc. que impiden el estancamiento neuronal. Y, lo que es peor, el avance del mar gris del olvido .

Por eso, aunque todavía es pronto para aventurar su trascendencia e implantación –las pruebas médicas sólo han obtenido éxito en las ratas-, hay que felicitarse por los resultados de una investigación puesta en marcha por un hospital norteamericano, la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, y el Centro de Investigación Médico Aplicado de la Universidad de Navarra (CIMA).

En resumen, se trata del descubrimiento de un tratamiento que refuerza y potencia la memoria y previene el olvido. El tratamiento consiste en inyectar un factor de crecimiento insolínico (IGF-II), una molécula que está presente en el cerebro y que es muy activa durante los años de desarrollo y que, con la edad, reduce su eficacia.

Habrá que esperar, pero intuyo que primero se aplicará este descubrimiento a los pacientes adultos y con patologías de la memoria y, más adelante (aunque no hay que aventurar posibilidades más propias de la ciencia-ficción), a alumnos con problemas de aprendizaje cuya principal causa pueda ser su escasa o nula capacidad memorística.

Mientras llega esto, el mensaje es claro: la memoria necesita, como el deporte, asiduo ejercicio. Si no se utiliza y desarrolla, se atrofia.

Mein sohn lernt Deutsch (Mi hijo estudia alemán)

Las últimas novedades educativas de nuestro país proyectan estudios bilingües español–inglés en prácticamente todas las provincias españolas pero, ¿y si quiero que mi hijo hable chino o alemán?

España es un país que en las últimas décadas ha traspasado fronteras por la baja calidad de sus segundos idiomas. Un francés chapurreado, herencia de épocas pasadas, y un inglés que sonaba más a película de Paco Martínez Soria que a BBC. ¿Los motivos? Según Barbara Zurer Pearson, autora de Consigue que tu hijo sea bilingüe, tiene mucho que ver con la manera en que se enseñado el segundo idioma, “más cercano a un recurso de enseñanza que a una verdadera necesidad”.

No obstante, los esfuerzos por convertir a la lengua de Shakespeare en una fortaleza de nuestro sistema educativo están empezando a dar sus frutos en comunidades como Madrid. Los padres, ahora que comprueban que sus hijos manejan algo más que “My taylor is rich”, empiezan a preguntarse si las lenguas de otros países consolidados o incluso aquellas de países considerados emergentes (pese a que China o la India tengan ya más de realidad que de futuro) no serán más oportunas que las tradicionales.

En España más de cinco millones de alumnos, según datos del Ministerio de Educación, estudian un segundo idioma. Para un 82% de los mismos, el inglés es el elegido. Pero la dinámica está cambiando y ya es posible aprender hindi, chino mandarín o árabe en España.

Alemán

Ahora que Ángela Mérkel ha llamado a la puerta de los profesionales españoles, es un momento idóneo para compartir idioma con el país referencial de la Unión Europea. Por cierto: desde que la canciller alemana hizo el anuncio de que se buscaban titulados españoles, la demanda de cursos en el idioma germano se ha disparado.

Aprendizaje. No es tan complicado como se piensa habitualmente y nuestros hijos lo tendrán más sencillo si estudian inglés a la vez. El principal problema consiste en la dificultad que tienen al momento de la pronunciación. Aunque en la escritura del alemán se utiliza el alfabeto latino, existen tres vocales más que en ciertos momentos hacen más compleja la pronunciación de las palabras en alemán.

¿Dónde? El Instituto Goethe (http://www.goethe.de/ins/es/mad/esindex.htm) es el lugar más indicado para iniciarse en este idioma.

Tel.: +34 91 3913944
Fax: +34 91 3913945
cursos@madrid.goethe.org

Chino

La presencia del gigante asiático en nuestro país es un hecho cada vez más contrastado: la apertura del banco ICBC (el más importante de China) en Madrid el último ejemplo.

Aprendizaje. Hay que partir de una base: no es sólo un idioma. Aprender chino supone comprender una cultura diferente. No utilizan el alfabeto latino. Lo que nos dificulta la tarea a los occidentales son los ideogramas, un tipo de logograma que puede representar un objeto, relación abstracta o idea. Se estima que hay más de seis mil, aunque unos 3500 son utilizados con frecuencia diaria. Para nuestros hijos puede resultar incluso un juego aprenderlo.

¿Dónde? El Instituto Confucio es el encargado de divulgar el chino. Su filosofía es la de no mandar profesores desde China, sino formar maestros entre los chinos que viven en los distintos países. 913693937. En España hay tres centros, en la Universidad Autónoma de Madrid, en la Universidad de Granada y en la de Valencia.

También son reconocidos los cursos que ofrece Encorex (http://www.enfoi diomas.com/tipo-cursos-chino-ninos.html)

Árabe

La interlocución con el mundo árabe es cada día una realidad más palpable en nuestro país. De hecho, la propia escuela se ha dado cuenta de ello y organiza cursos de integración entre los alumnos árabes y los españoles, en los que cada uno aprende cultura e idioma de sus compañeros, como sucede en el colegio público Miguel Hernández, de Orriols. Al margen de lo que observamos en nuestro país, el árabe es uno de los idiomas más hablados en el mundo (en más de 25 países) y su influencia cultural es fundamental para comprender el siglo XXI.

Aprendizaje. De la misma manera que sucede con el chino, el árabe no es sólo un idioma: es una cultura. El árabe utiliza un sistema de escritura propio que se escribe de derecha a izquierda, uniendo las letras entre sí, de modo que cada letra puede tener hasta cuatro formas, según se escriba aislada, al principio, en medio o al final de la palabra. Es un lenguaje complejo tanto por su caligrafía como por su pronunciación.

¿Dónde? Muchas sociedades musulmanas ofrecen clases de árabe a precios muy razonables. La Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco, por ejemplo, da clases de diferentes niveles en sus mezquitas, aunque siempre podemos acudir a la Escuela Oficial de Idiomas (http://www.eoidiomas.com/idiomas/arabe.html – 91 533 58 02). Si vives en Barcelona, acércate al Instituto de Estudios Culturales y Lingüísticos Alquantara (http://www.al-qantara.net/) o a Arabiyya (http://www.arabiyya.com/indexcas.htm).

Empresarios a los 10

Cuando llegan malos tiempos para la economía no conviene deprimirse, e imaginar un futuro negro y austero. Es mucho más positivo enseñar a las nuevas generaciones desde pequeños a convertirse en emprendedores y poner en marcha su propio negocio.

Los organizadores del certamen Niños Emprendedores pueden estar satisfechos con su labor, porque los chicos que participen tienen muchas posibilidades de no sufrir el paro en el futuro. Antes de quedarse inactivos, tratarán de materializar sus propias ideas, pues tendrán ciertas nociones del proceso a seguir.

Tras el enorme éxito de la primera edición, organizada por Gears Company, este año se ha celebrado la segunda. En una primera fase, los participantes deben constituir su sociedad de forma ficticia, pero rellenando un papeleo muy similar al real, que los organizadores han puesto a su disposición en su web. Por ejemplo, deben decidir entre constituir una sociedad anónima o una sociedad limitada. Además de constituir los estatutos de la empresa, han de imaginar los productos que van a comercializar, y tomar decisiones relacionadas con su fabricación, comercialización, el precio de venta al público, etc.

Los cincuenta niños que ponen en marcha los mejores proyectos participan en la fase final del certamen. Este año tiene lugar los días 5, 12 y 19 de febrero, en el Centro Comercial Sexta Avenida de Madrid. Si bien es importante crear una empresa a partir de una idea bien pensada, aquí los chicos se darán cuenta de que en el éxito final intervienen otra serie de factores.

En el Centro deberán vender sus productos, controlar el stock, y hasta emitir las facturas a sus clientes por cada venta que realicen.

Los chicos deben estar cuatro horas atendiendo sus negocios, sin ayuda de los padres (sí que está permitido que les acompañen para transportar la mercancía). Allí ocupan el puesto que les ha correspondido en una especie de mercadillo, y hasta escriben en una pizarra el nombre de la empresa, que debe estar siempre relacionado con el producto que venden. Por ejemplo: Velas La Luciérnaga.

Cada empresa sólo puede vender un producto, por ejemplo galletas, que pueden ser de todos los colores y tamaños. Pueden estar fabricados por el propio participante, y aunque también es posible adquirírselos a proveedores, en ese caso no podrían ganar el tercer premio, al producto más original. En la parte trasera, los concursantes almacenan el stock, para reponer en caso de haber realizado muchas ventas.Están permitidos todo tipo de productos, a excepción de algunos que puedan ser peligrosos como explosivos, objetos cortantes, o falsificaciones de música, DVD y videojuegos.

De cara al futuro

Las recomendaciones de la organización a los chicos son muy útiles, no sólo para este concurso, sino para los posibles negocios que abran en el futuro. Por ejemplo, se les penaliza por llegar tarde, pues “en la vida real abrir tarde un negocio con un horario establecido conllevaría la reclamación por parte de clientes a la vez que una mala imagen para tu negocio. A diferencia de un trabajador, el empresario ni siquiera puede excusarse con un justificante médico” argumenta la organización.

“Mantén durante todo el ejercicio una actitud activa y enérgica, no te sientes en el suelo ni sujetes las paredes, esto da muy mala imagen a tu negocio”, explican. Y, recuerdan: “Échale morro e intenta empatizar con tus posibles clientes en el momento preciso, no los asaltes, deja que ellos cotilleen tus productos durante un instante y en cuanto veas la mas mínima oportunidad cuéntales lo que haces, haz que se sientan cómodos en tu negocio, recomiéndales que prueben tus productos, que son muy buenos y exclusivos, hazles ofertas y no te cortes pero tampoco los pongas en un compromiso”. A partir de aquí muchos niños descubrirán su vocación empresarial.

Cuando comunicarse es una necesidad urgente

Cuando un niño de un año no habla, o lo hace usando muy pocas palabras, saltan las alarmas. ¿Mi hijo está tardando más en adquirir el lenguaje que los otros niños? Puede padecer diversos problemas, entre ellos el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), también conocido como disfasia, una patología compleja, pero que por suerte tiene un margen de evolución muy amplio.

Según los expertos, un 6% de los niños sufre TEL, aunque algunos casos son leves, y se reducen a pequeños problemas para aprender a hablar. Sin embargo, otros revisten gravedad y pueden ser confundidos con trastornos más graves.

El principal problema es que se trata de un trastorno poco conocido. Por eso, asociaciones como ATELMA se han propuesto darlo a conocer. Los niños afectados con este problema necesitan ser tratados con urgencia, para evitar que las consecuencias perduren cuando lleguen a la edad adulta. Por eso estas asociaciones ofrecen información a los padres de los niños afectados, y actúan de intermediarios con la administración.

La consecuencia directa de la desinformación actual es que los médicos tardan muchísimo en realizar el diagnóstico correcto. “Los padres tenemos una cantidad de diagnósticos hasta tener el correcto, que podemos empapelar una pared, algunos de ellos contradictorios”, explica Esther González, presidenta de ATELMA.

Es el caso de Alfonso, hijo de Alfonso Ceballos, que tenía tres años cuando los médicos llegaron a la conclusión de que padecía autismo. Empezó a ir al colegio en el centro dirigido por la Asociación de Padres de Niños Autistas de Badajoz (Apnaba), Pero Alfonso padre, que se ha convertido con el tiempo en un experto en estos temas, por la gran cantidad de información que ha leído, llegó a la conclusión de que el comportamiento de su hijo no se correspondía exactamente con el de un niño autista, sobre todo porque se relacionaba con otras personas y hasta abrazaba a sus seres queridos.

Investigando por su cuenta y a través de una web, Ceballos contactó con Deletrea, centro de psicología y lenguaje madrileño. Allí llegaron a la conclusión de que el chico realmente padecía TEL y tras muchas sesiones con el logopeda, su evolución fue positiva, empezó a llamar a su progenitor “papá”, cuando hasta entonces se quedaba en 'ata'. Por el momento, la situación es compleja. Además del desconocimiento generalizado, existen pocos centros como Deletrea, y en la mayoría de capitales de provincia es imposible encontrar nada parecido, por lo que muchos padres se ven obligados a trasladarse a Madrid para que sus niños reciban tratamiento, o simplemente para que les diagnostiquen correctamente.

“Los Trastornos del Espectro Autista, así como otras alteraciones del desarrollo (por ejemplo los Trastornos específicos del lenguaje) se diagnostican en base a la presencia de unos marcadores o rasgos conductuales específicos”, explican fuentes de Deletrea. “No existe ninguna prueba médica que nos permita identificar dichas alteraciones del desarrollo, por lo que, en esos casos, la evaluación y el diagnóstico se centran en la recogida de información exhaustiva acerca de la historia evolutiva del niño, la observación detallada de su conducta y la aplicación de pruebas estandarizadas concretas que permitan valorar de manera precisa distintas áreas del desarrollo”.