¿Cuántos hijos dice Ud. que tiene…?

“¿Cuántos hijos dice Ud. que tiene?, uf, vaya tela, si yo con uno ya me vuelvo loca…” Estas son expresiones que los padres que tenemos una familia numerosa estamos cansados de oír a menudo. Existe la opinión bastante extendida de que las familias numerosas son de corte conservador, efectivamente las hay que lo son, como también las hay la mar de “progues”.

También existen la familias numerosas que los son sin ninguna premeditación; ya saben, aquellas a las que les viene un embarazo “con sobresalto”, sí esos que al dar la noticia el tocólogo pide antes que se siente el padre… Por último, y no por ello menos importante, tenemos a aquellas familias que están hechas de una manera especial… aquellas que son numerosas con sólo dos hijos.

¿Creen de verdad que puede simplificarse tanto y meter en un mismo saco a todas las familias numerosas que hoy en día constituyen todo un arco iris de peculiaridades sociales, étnicas, religiosas y culturales? ¿Y hasta qué punto podemos los representantes de las mismas tomar partido o enarbolar banderas ideológicas por muy respetables y cargadas de buenas intenciones que estén, en nombre de una entidad que abarca distintas formas de pensar y susceptibilidades diversas condicionadas en la mayoría de los casos por experiencias personales también dignas de tener en cuenta?

Creo que por respeto a lo que representamos debemos dejar de lado nuestro afán de manifestarnos en nuestro nombre, aprovechando nuestro cargo representativo, porque no es justo. Y actuando de esta manera es como fomentamos muchos de esos tópicos, consiguiendo un encasillamiento que unos aprovechan en su beneficio y otros utilizan para estigmatizarnos.

Como personas encargadas de representar un colectivo con unas necesidades y unas determinadas reivindicaciones, nos hemos de esforzar por hacer llegar a nuestros interlocutores, sean del color que sean, nuestras justas demandas, bien argumentadas y manteniendo una postura de clara neutralidad.

Por eso es de justicia lo que solicitamos y por ello hemos de ser insistentes para que se nos facilite ese esfuerzo y se nos compense por él. Al fin y al cabo no hemos inventado nada. Es algo que ya se está realizando en otros lugares y, desde luego, no estamos dispuestos a ser ciudadanos de tercera categoría.

Enseñar el amor a la naturaleza

Es muy importante que, desde chiquitines, enseñemos a los niños a amar y apreciar el mundo natural y a actuar en correspondencia con estos sentimientos, contribuyendo a su cuidado y preservación.

Las informaciones, los hábitos y las experiencias que se adquieren en el entorno familiar vinculados al respeto, al cuidado y el amor a la Naturaleza, son las de mayor impacto para los niños, viéndose reforzados por las acciones educativas en la escuela. El pequeño tiene una relación muy estrecha con un entorno inmediato, si los adultos estimulan su autonomía para desenvolverse en el medio, están sentando las bases para relacionarse positivamente con la Naturaleza y el medio ambiente.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el pasado 5 de junio, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ha dado 10 consejos y recomendaciones básicas a los padres y madres para estimular el amor a la naturaleza a sus hijos.

1-Empieza por familiarizar al niño con las cosas naturales que hay en su entorno: plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc. Procura que el niño tome conciencia del parque como un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc.

2-Al volver a casa, puedes sensibilizar al niño mediante una comparativa por las cuestiones medioambientales respecto a la contaminación de su próximo: los ruidos, los humos, los olores, la suciedad de las calles y del agua, etc.

3-Proporcionar experiencias a través de las cuales comprenda la transformación de la naturaleza por la influencia de los cambios de clima y los fenómenos naturales como la lluvia o la seguía (mojado-seco), frío-calor, etc.

4-Estimular el valor de las profesiones de las personas que se encargan de cuidar la ciudad: basureros, barrenderos, jardineros, etc., y reflexionar sobre lo que ocurriría si esas profesionales no existiesen.

5-Ayudar a conocer las plantas y flores, –seguro que en su casa tiene– sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las cases y nombres, etc. Que descubra cómo nacen y crecen, que necesitan respirar y alimentarse para crecer como nosotros, etc. Dar un paso más sería incentivar al niño a que plante semillas y cuide del crecimiento de la planta comprobando la necesidad de la luz del sol y el agua para que crezca.

6-Proporcionar ocasiones para que el niño se acerque al mundo animal (pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles, etc.) que conozca y comprenda su forma de vida y sus necesidades, aprendiendo a cuidarlos, quererlos y respetarlos.

7-Visitar, al menos una vez al año, junto con tus hijos los museos de ciencia naturales. No es excusa que esta visita la realice con el colegio, debe hacerla también acompañado de sus padres. Al llegar a casa, comenten acerca de lo que han visto, que el niño comparta sus impresiones y realice dibujos sobre lo que más le ha impresionado.

8-Revisar la programación de televisión y ver juntos los programas que guardan relación con la Naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.)

9-No olvidar que al fomentar el cariño hacia la naturaleza se debe también alertar sobre las precauciones que debe tomar para evitar picaduras de avispas, arañas u otros animalillos. No fomenten el miedo, se trata de que conozca y ame la Naturaleza sin correr riesgos.

10-Ahora bien, la educación ambiental no podemos entenderla si no es de manera paralela y simultánea con lo que tradicionalmente conocemos como educación en valores. Difícilmente un niño cuidará el medio ambiente si no se cuida a sí mismo, difícilmente respetará el medio ambiente sino se respeta a sí mismo y a los demás.

Los más vulnerables

Uno de los factores de mortalidad más importantes en el mundo para la población infantil, es el entorno en el que viven. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los elementos determinantes de las muertes en niños menores de cinco años son los factores medioambientales. En concreto, se calcula que aproximadamente un tercio de la mortalidad infantil, tres millones de niños, se produce por causas y afecciones relacionadas con el medio ambiente.

Un mundo de cuento

Otra de las formas de inculcar a los bebés y niños su amor a la naturaleza es a través de los cuentos. A continuación señalamos una relación de relatos para los pequeños de 0 a 2 años.

La cebra que perdió sus rayas ¡En la calurosa sabana africana vivía Zena, una cebra muy presumida que no hacía otra cosa que contarse las rayas al sol: un dos, tres, cuatro, cinco… contaba Zena sus rayas una a una y otra vez: seis, siete, ocho, nueve, diez. Pero una mañana, al despertar, algo insólito sucedió…

Los ositos revoltosos. Osete y Osito. Osete y osito vivían en un hermoso bosque donde había colmenas cargadas de panales de rica miel y un río de aguas cristalinas donde bañarse y jugar con los peces.

Una hermosa mariposa. En el más precioso prado de Villa Felicidad, vive una familia llamada Butterfly que espera la llegada de su más preciado tesoro. Papá, Mamá y Hermano están ansiosos de saber quién saldrá de esa pequeña oruga.

El señor Trébol. Érase una vez, la historia de una niña que vivió en una hermosa aldea en la que el sol siempre lucía…

La ranita verde. Alicia y Juanito fueron al bosque con sus papás para pasar un día de juegos en el campo, cuando terminaron de comer y recoger sus papás decidieron irse a dormir la siesta…

Más información: www.todopapas.com/cuentos

Los chupetes

El síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL), o muerte repentina e inesperada del bebé menor de un año generalmente mientras duerme, es todavía en nuestros días un fenómeno del que no se conocen exactamente las causas, pero sí muchos de los factores de riesgo que favorecen que ocurra.

En países desarrollados el SMSL es la primera causa de muerte en el primer año de vida del bebé (especialmente entre los 2 y los 3 meses de edad), suponiendo un 40-50% de dicha mortalidad. En nuestro país, se calcula que 2 de cada 1.000 bebés mueren por este síndrome.

Medidas preventivas

Dada la gravedad del SMSL, son muchos los esfuerzos que se han realizado en todo el mundo para identificar los factores de riesgo, lo que es fundamental para poder prevenirlo. Parece ser que la postura “decúbito prono” (boca abajo), el calor ambiental y el excesivo arropamiento, el hábito tabáquico de la madre antes y después del parto son factores que favorecen el SMSL. También parece influir el que el niño comparta cama con sus padres, el uso de colchones blandos y la ausencia de lactancia materna.

El cambio de postura al dormir a “decúbito supino” (boca arriba) y evitar estos factores de riesgo han contribuido en gran medida al descenso de la mortalidad por esta cusa. Las compañas de prevención realizadas en todo el mundo en los últimos años –en nuestro país la célebre “Ponle a dormir boca arriba–, han ayudado enormemente a difundir estos consejos.

El chupete como protector frente al SMSL

El avance en la investigación sobre la prevención del SMSL ha permitido identificar otras medidas con un claro efecto protector frente al riesgo de SMSL. Una de las más recientes es la del uso del chupete.

El papel protector del chupete frente al SMSL está avalado por diversos estudios científicos realizados desde 1993. En estos estudios se ha visto que, siendo el resto de medidas preventivas iguales, el uso del chupete puede reducir hasta la mitad el riesgo de morir por SMSL.

Una revisión de los estudios realizados entre 1993 y 2003 ha vuelto a evidenciar la fuerte relación entre el uso del chupete y la reducción del riesgo de muerto por SMSL. En esta revisión, además, se ha visto que el chupete protege cuando se usa para dormir (y más por la noche que durante la siesta), y no porque se usa habitualmente. También se ha visto que el efecto protector del chupete parece ser directo, es decir, cuando el bebé lo tiene en la boca, y no a través de hábitos adquiridos por su uso.

No se conocen los mecanismos mediante los cuáles el chupete ejerce su efecto protector, pero se cree que puede ser debido a que contribuye a mantener las vías respiratorias abiertas y a que evita que el bebé se ponga boca abajo, entre otras.

Recomendaciones de expertos

El uso del chupete cuando el niño va a dormir es hoy en día una medida oficialmente aceptada por diversas sociedades científicas. La American Academic of Pediatrics (AAP) fue la primera en recomendarlo en lactantes menores de 1 año a la hora de dormir. La Sociedad Española de Pediatría lo incluye entre sus recomendaciones para prevenir el SMSL.

Elegir bien el chupete es muy importante; si además se usa correctamente y durante un periodo de tiempo determinado (hasta 3 años), el uso del chupete no ha de tener efectos sobre el desarrollo del bebé.

El chupete sólo debe darse cuando la lactancia materna está bien establecida y sólo cuando el bebé lo necesita. Se puede dar el chupete siempre cuando el bebé duerme sea de noche o de día durante el primer año. Una medida tan sencilla como ésta puede ser de gran ayuda en la prevención del SMSL.

Los niños y el juego

¿Estás en la juguetería y te sientes solo o sola ante el peligro? ¿No sabes qué juguete comprar y el dependiente no puede atenderte? ¡Calma! ¡Que no cunda el pánico! Inspira profundamente, sonríe y déjate ayudar por estos consejos.

En primer lugar, procura tomártelo con tiempo. Las prisas no suelen ser buenas amigas a la hora de tomar decisiones, y menos aún cuando se trata de comprar un juguete. Por eso, en la medida de lo posible, no esperes al último momento e ilusiónate, no lo vivas como una obligación. Si no, es probable que acabes escogiendo al azar cualquier juguete que tal vez no sea del gusto del niño o, lo que es peor, no sea apropiado ni conveniente para su edad.

Por este motivo, además de tener muy presentes los gustos de la niña o niño (pensando en él de manera individual y no a partir de lo que a otros niños como él les gusta o de lo que a nosotros nos habría gustado tener de pequeños), es muy conveniente conocer sus necesidades. ¿Y cómo sabemos cuáles son las necesidades de cada niño? Pues, en gran medida, éstas están determinadas por su edad y por lo que los especialistas llaman “desarrollo psicoevolutivo”. Pero… ¡que no te tiemblen las piernas! Basta con saber unas pocas características de sus primeros años de vida. ¿Preparado? Pues vamos allá.

De 1 a 2 años

…nos sorprende con grandes avances físicos y de movilidad.

Tras adquirir cada vez mayor soltura para ponerse en pie, en torno a su primer cumpleaños comienza a dar sus primeros pasos.

Por este motivo, es importante motivarle y facilitar el fortalecimiento de sus piernas. Por eso, un juguete fundamental a esa edad es el correpasillos.

Un vehículo de dos, tres o cuatro ruedas, que carece de pedales y en el que el bebé debe impulsarse con sus pies. Sirve para fortalecer sus piernas y zona lumbar, así como para mejorar su coordinación y fomentar la motricidad con el objetivo de acabar andando autónomamente.

A medida que gane soltura y confianza, el pequeño irá en busca de nuevas aventuras. Así, en torno a los 18 meses, no sólo andará por toda la casa, sino también por el parque, donde empieza a sentirse atraído por toboganes y columpios.

Por otra parte, su creciente habilidad con dedos y manos le hará responder positivamente a los primeros estímulos artísticos. ¡Es hora de que comencemos a jugar con él a pintar con los dedos

De 2 a 3 años

…adquiere nuevas habilidades, corre, salta, sabe muchas palabras y siente una curiosidad infinita por todo cuanto le rodea.

Su fuerza, su equilibrio y el resto de habilidades motoras avanzan imparablemente, sintiendo, por ejemplo, un gran placer en subir y bajar escaleras, algo muy positivo para el fortalecimiento de sus piernas.

A los 2 años ya sabe decir su nombre, te contará todo lo que aprende, cantará canciones enteras, reconocerá los colores básicos, y contará por lo menos hasta el número 10.

¡Y paciencia!, porque comienza una etapa difícil, rebelde y egoísta: “"es mío"”, “"no me gusta"”, “"no quiero"”,… Por eso es bueno empezar a educarle en unas normas y límites, así como fomentar la sociabilidad con otros niños, enseñarle a prestar sus cosas, etc. A partir de los dos años y medio, el bebé necesita y pide más estímulos, nuevos retos. Su capacidad física y su enorme energía le hacen sentirse atraído por triciclos de pedales y bicicletas.

No para: corre, salta, sube, baja, le encanta practicar volteretas,…¡Y su imaginación le permite vivir emocionantes aventuras!
También comienza a demostrar sus sueños aspiracionales y empieza a imitar múltiples acciones de los adultos, como ¡¡conducir!!, dar de comer a sus muñecos, hablar por teléfono, etc.

Por Famosa
www.febercity.es

3,2,1… a la escuela

Llegó el momento. De repente, como madre, preparando las cosas para su primer día de guardería, sientes que el bebé crece por días y se hace grande. Como debe ser. Separarte de él es un momento duro, pero a la vez emocionante. Llegó el día de que comience el primer ciclo de la Educación Infantil.

Da igual que tu bebé tenga sólo unos meses o haya cumplido ya uno o dos años. El primer día de la guardería es muy importante tanto para los bebés como para sus padres y, por eso, debemos estar psicológicamente preparados. Aunque en la mayoría de escuelas infantiles se aconseja la adaptación como un proceso gradual, no hay unanimidad en este sentido entre los expertos.

Los primeros días los padres pueden llevar a su hijo al centro escolar durante poco tiempo e ir alargándolo poco a poco para que los niños se vayan acostumbrando. Si bien, si por ejemplo por nuestra jornada de trabajo sólo vamos a llevar al bebé cuatro horas o menos a un centro, lo mejor sería llevarle ese tiempo desde el primer día para que se acostumbre a los nuevos horarios, al entorno y a los compañeros y cuidadoras.

Otro factor a tener en cuenta es el cronológico, porque si tu bebé es menor de un año posiblemente no perciba tu ausencia. Sin embargo, si el niño es un poco mayor puede sentirse inseguro y llorar al ver que te alejas de su lado. Un recurso útil es darle algún juguete, peluche o alguna prenda u objeto que reconozca y le aporte seguridad y que le permita establecer un vínculo de apego con su casa y su familia mientras está fuera.

Además, los padres pueden hablar previamente con el niño para que asimile este proceso, explicarle que va a empezar a ir a la guardería y enfocar el tema de forma positiva. Por ejemplo, contarle que va a conocer a otros niños y que podrá jugar con ellos.

Momento clave

El momento de la despedida del bebé en la guardería o escuela infantil suele ser el más difícil, aunque lo mejor es tratar de evitar en todo lo posible llantos, dramatismos o los pensamientos negativos. Para ellos los padres deben trasmitir seguridad y normalidad a los más pequeños ya que justo el instante de la despedida suele ser el más difícil, tanto para las madres como para los bebés y niños, por lo que te recomendamos que le trasmitas seguridad con frases como “vas a pasarlo muy bien” o “jugarás como lo hacemos en casa pero será aún más divertido”.

También puedes abrazarle para que sienta tu apoyo, pero no alargues demasiado este momento, ya que generaría más preocupación en el niño. Recuerda que si te ve triste se dará cuenta y dará pie a que él también lo esté. Asimismo, a la hora de recoger al bebé o niño es importante mostrarle toda tu atención, que te cuente con detalle lo que ha hecho, quiénes son sus compañeros, a qué ha jugado. En este sentido, es positivo que el bebé o niño entienda que ir a la guardería no es tan diferente de lo que hace en casa y que igual que sus padres tiene que ir a trabajar, él también tiene sus obligaciones.

Dedícale mucho tiempo los primeros días y prepara esa misma tarde lo necesario para la vuelta al centro escolar al día siguiente. Anticípale que mañana haréis lo mismo, preparad la ropa que se pondrá, la comida, libros u otras cosas que llevará, etc., para que cada mañana no se convierta en un disgusto, sino en un motivo de alegría.

Más información:
Entrevista a Margarita Nuñez Jaúregui, madre de dos niños de 8 y 5 años y maestra en el colegio “Nuestra Señora del Monte Carmelo” en Newport News (Virginia). EEUU
“Los problemas pueden surgir si los padres no se sienten cómodos con la escuela elegida”

“Los problemas pueden surgir si los padres no se sienten cómodos con la escuela elegida”

Margarita Nuñez Jaúregui, madre de dos niños de 8 y 5 años y maestra en el colegio “Nuestra Señora del Monte Carmelo” en Newport News (Virginia). EEUU

P. ¿Qué edad es la ideal para comenzar una escuela infantil?
R. Bueno, como madre y maestra, yo creo que una edad apropiada para que los niños empiecen a ir al cole es entre los dos y los tres años. Durante este periodo la mayoría de los niños empiezan a desarrollar la necesidad de socializar con otros. Empiezan a jugar en grupos, a compartir y a darse cuenta de los sentimientos y las emociones de los que les rodean. También empiezan a experimentar con su independencia y la lejanía de la madre no los inquieta tanto.

P. ¿cómo se puede ayudar a los más pequeños para que se adapten lo más rápidamente posible a nuevas normas y horarios?
R. Los niños al igual que los adultos necesitan un periodo de adaptación. Es importante introducir cualquier cambio en la vida de un niño lentamente. Hablar con el niño en un lenguaje adecuado con su edad es muy importante para irlos preparando y excitarlos ante la idea de empezar el cole. Dos o tres visitas previas de “mama y niño” a la escuela ayudan a preparar tanto a la mama como al niño al nuevo entorno, a las maestras, a los compañeritos de clase, incluso a la comida o a las normas de comportamiento en el aula. Una vez que el niño ya se ha familiarizado con el nuevo entorno, entonces ya se sentirá mas seguro y tranquilo para quedarse un par de horitas al día.

P. ¿Dónde surgen los mayores problemas?
R. Los problemas pueden surgir si los padres no se sienten plenamente cómodos con la escuela que han optado para sus hijos. Es importante que los padres busquen una escuela en donde puedan dejar a los niños con la tranquilidad y la máxima seguridad de que están siendo cuidados y queridos a cada momento.

P. ¿Qué hacer si el niño llora o no quiere quedarse con cuidadoras que principio no conoce?
R. Casi todos los niños (y las mamas) van a tener que enfrentarse a la ansiedad que se produce al estar separados por primera vez. Los primeros días es difícil, pero el peor momento dura hasta que la madre o el padre sale de la habitación, entonces en niño verá que puede relacionarse con otros y que hay otras personas que están ahí para consolarlo, cuidarlo y jugar con él.

P. ¿Cuánto debe durar la adaptación y cuánto tiempo es el aconsejado para que el niño pase en la escuela?
R. Dos tres semanas después sino antes casi todos los niños han convertido el ir al cole en una actividad mas de su rutina diaria.

P. ¿Qué consejo darías a una madre que en septiembre comienza a llevar a su hijo a la guardería?
R. Lo primero es escoger una escuela que cumpla con todos tus requisitos como madre, por ejemplo, el tipo de almuerzo que ofrece, limpieza, la cantidad de niños y maestras por aula, un buen sistema de comunicación entre maestra y padres, un buen curriculum educativo para los niños, etc. Después es importante hablar mucho con los niños y hacerles ver que es un sitio divertido, en donde va a estar cuidado y atendido por unas horas pero que luego mama les va a ir a recoger para estar juntos el resto de día.

Una buena alimentación para crecer sano

Los primeros años de vida del bebé son importantes porque en este periodo se adquieren los hábitos alimentarios del futuro y se sientan las bases de sus preferencias y actitudes futuras.

El aumento de la obesidad en edad infantil y juvenil está adquiriendo dimensiones que merecen una especial atención. Este gran aumento se debe a los cambios en el estilo de vida; cada vez hay un mayor sedentarismo de los niños, además de un aumento de las dietas desequilibradas.

Si inculcamos al bebé unos buenos hábitos alimentarios desde el inicio, le ayudaremos a tener un mejor estado de salud en el futuro y a prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación poco equilibrada como la obesidad, diabetes, hipertensión, etc.

Los expertos en nutrición infantil hacen una serie de recomendaciones que tienen como fin establecer unos hábitos alimentarios saludables para que el bebé crezca sano:

1. Mejor poca cantidad de sal:
Los bebés necesitan menos sal que los adultos y además no rechazan los sabores sosos porque su paladar todavía no tiene unas preferencias establecidas. Por tanto, es bueno que los purés que tome el bebé, caseros o ya preparados, tengan muy poca sal para no acostumbrarle a un nivel de sal elevado que luego pueda condicionar su dieta y salud adulta.

2. Controlar la cantidad de proteínas:
Estudios recientes indican que consumir demasiada cantidad de alimentos proteicos (carnes, pescados y huevos) en etapas tempranas de la vida aumenta el riesgo de padecer obesidad. Por ello, es bueno controlar la cantidad de proteínas de la dieta de los más pequeños, para proporcionarles la cantidad justa y adecuada.

En el caso de los lactantes, es importante que las leches infantiles que tomen, tengan un contenido de proteínas bajo y que aseguren al mismo tiempo una buena calidad biológica.

3. Escoger grasas de buena calidad:
El bebé necesita proporcionalmente mayor cantidad de grasas que el adulto, pero éstas deben de ser de buena calidad. Es mejor elaborar los purés con aceites vegetales, como el aceite de oliva o el de girasol.

4. Tomar suficiente cantidad de frutas y verduras:
Las frutas y verduras forman parte de una dieta variada y equilibrada. Aportan vitaminas y elementos minerales imprescindibles para esta etapa de fuerte crecimiento. Además son fuente de fibra, que facilita el tránsito intestinal. Se recomienda el consumo de frutas al menos dos veces al día y de verduras al menos una vez al día, aunque lo ideal sería tres frutas y dos raciones de verdura y/o ensalada cada día.

5. Educar el paladar a sabores suaves.

Desde el punto de vista nutricional, no es necesario añadir azúcar a los alimentos de los bebés porque los azúcares naturalmente presentes en los alimentos ya cubren sus necesidades.

Así, el bebé se acostumbrará desde el inicio a sabores más naturales y le ayudaremos a prevenir la caries dental, una futura obesidad y otras enfermedades relacionadas.

Un cóctel no tan explosivo. Adolescentes y redes sociales

Si tu hijo tiene más de 14 años es muy probable que tenga una cuenta en Tuenti. Según un reciente estudio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) un 78% de los estudiantes de ESO y Bachillerato usan activamente alguna red social. Pese a la mala fama con que cuentan estos servicios, la realidad es que las redes sociales son seguras, no influyen negativamente sobre el rendimiento académico de los niños, y no implican problemas de socialización.

Los adolescentes han dejado de llamar por teléfono a sus amigos. Ahora se queda a través de Tuenti, la red social preferida por los jóvenes españoles (un 80% la califican como su red favorita). Asimilar esto es el primer paso para entender la función que cumplen las redes sociales en la vida de nuestros hijos. Para ellos no es otro entretenimiento más, es la forma de conectarse con su entorno. Al tratarse de un fenómeno de reciente aparición, y poco estudiado hasta la fecha, no pocos han cargado las tintas sobre su peligrosidad —sólo hace falta recordar el espeluznante caso de Marta del Castillo— sin pararse a pensar si los problemas de privacidad eran algo anecdótico o una plaga . El estudio de la UCJC —realizado sobre una muestra de 6.798 estudiantes de ESO y 1º de Bachillerato de 44 centros de las 17 comunidades autónomas— concluye que las redes sociales no tienen ningún efecto negativo remarcable sobre la conducta y actitudes de nuestros jóvenes, y que los problemas de privacidad son muy infrecuentes.

La vida sigue igual

Una de las grandes sospechas, infundada, sobre el uso de las redes sociales, es que logran desplazar a las relaciones sociales “cara a cara”. El estudio de la UCJC demuestra que esto es un mito, que poco tiene que ver con la realidad. Preguntados los participantes en las encuestas sobre sus preferencias de ocio, un 80,2% responde que su actividad favorita es “salir con los amigos”, seguido de “hacer deporte” (25,2%) e “ir al cine” (29,4%).

Las redes sociales sirven, básicamente, para mantener el contacto con los amigos, de cara a hacer otras cosas. Cerca del 80% de los jóvenes encuestados usan las redes sociales para ello. Por el contrario otro tipo de actividades como “ligar” o “conocer gente nueva” apenas alcanzan el 20% de uso. Tan claro es esto que las redes sociales apenas han necesitado publicitarse para ser usadas por el gran público, y es que el 93% de los jóvenes encuestados se integraron en una red social porque un amigo se lo había recomendado. Especialmente curioso es el caso de Tuenti, donde la invitación por parte de un amigo es, además, necesaria. Se trata éste de un caso único en la historia, que aún deberá ser estudiado en profundidad, pues nunca un servicio de tanto calado social se había extendido tan rápido entre la población. Hay que recordar que las redes sociales apenas llevan tres años implantadas en España.

Aunque las redes sociales no parecen haber cambiado los hábitos de ocio con las amistades, sí han alterado significativamente las costumbres de ocio domésticas. Según este estudio las redes sociales han logrado sobrepasar a la televisión en cuanto a las preferencias de ocio, algo que no ocurría hasta ahora. Incluso chatear en el Messenger, una de las actividades más populares de Internet para los adolescentes, se ha visto sustituida por completo por el uso de las redes sociales, que ya incluyen esta característica en su propia interfaz. La población entre 14 y 19 años ya representa, según el último Estudio General de Medios, el 11,3% de los usuarios de Internet en España, y todo apunta a que el porcentaje seguirá subiendo.

Tampoco parece que el uso de las redes sociales incida sobre el rendimiento académico. Los buenos y los malos estudiantes las usan por igual, y no hay ningún dato que demuestre una influencia, negativa o positiva, sobre sus calificaciones en clase.

Pese a lo que cabría pensar, nuestros adolescentes son muy conscientes del peligro para la privacidad que entrañan las redes sociales. Un 59% de los encuestados está concienciado con la posibilidad de que su privacidad pueda correr peligro en estos servicios y un 73% emplea estrategias para proteger sus perfiles. Entre las estrategias más utilizadas se encuentran aceptar sólo a gente conocida, no poner datos personales ni privados, bloquear el perfil, cambiar las contraseñas con frecuencia y usar un pseudónimo. Hay que señalar también que son las propias redes sociales las que han ido aumentando con el tiempo las opciones de personalización de la privacidad y ha quedado patente que los adolescentes no sólo saben usar estas herramientas, sino que las usan bastante más que los adultos.

La mayoría, amigos

Visto esto no es de extrañar que sean muy pocos los jóvenes que entablan relación en las redes sociales con gente desconocida. Según el estudio de la UCJC sólo un 6,8% de los adolescentes encuestados han reconocido haber entablado contacto con desconocidos a través de las redes sociales —en la mayoría de los casos amigos de amigos—, y de estos tan sólo un 8% ha llegado a quedar en la vida real con ellos. De este pequeñísimo porcentaje un 28% reconoce que la experiencia ha sido negativa.

La realidad es que los adolescentes, en su mayoría, utilizan las redes sociales para mantenerse en contacto constante con su entorno cercano. El Tuenti es tan sólo el heredero del Messenger, que a su vez era el heredero del teléfono “de toda la vida”. Un 66,8% de los contactos que tienen los jóvenes del estudio en las redes sociales son “amigos con los que tienen una relación habitual”, y un 56,5% “gente conocida, sin relación habitual”. Lo que si parece haber aumentado es el número de gente que conoce un adolescente, y es que el 65% de los encuestados tienen en sus perfiles más de 100 amistades, algo sólo reservado hasta la fecha a los Relaciones Públicas de las discotecas de moda. z

Las redes sociales son uno de los entornos más seguros de Internet

Aunque parezca mentira las redes sociales son, a día de hoy, uno de los lugares más seguros de Internet. Es cierto que ha habido numerosos problemas de privacidad, pero hay ciertos contenidos que son casi imposibles de colgar en una red social, y que, sin embargo, son relativamente fáciles de ver en otros sitios de Internet. La seguridad de las redes sociales funciona a través de lo que se conoce como “inteligencia de las masas”. Cualquier contenido que se publique en una red social es susceptible de ser denunciado mediante un sólo click. Al lado de cada foto o comentario en las redes sociales aparece el botón “denunciar”. Tanto Facebook como Tuenti tienen personas trabajando exclusivamente para analizar estas denuncias de forma inmediata, y ver si son o no procedentes. Los contenidos más peligrosos de la red, como la pornografía infantil, son totalmente ajenos a las redes sociales.

Otro tema bien distinto es la privacidad. Si bien los responsables de las redes sociales pueden eliminar de la red, en cuestión de segundos, cualquier contenido ilegal, no pueden hacer lo mismo con el material perfectamente lícito. Bajo su propia responsabilidad el usuario puede publicar la información que le venga en gana, desde su dirección, su número de tarjeta o los días en que está de vacaciones. Por eso es muy importante que los adolescentes tengan claro que información personal no pueden publi
car, y aquí entra en juego el sentido común. Publicar algo en la red, por mucho que estén todas las opciones de privacidad activadas, es como poner esta información en un tablón de anuncios de la calle: todo el mundo puede tener acceso a ella. Esto es algo que, en general, los adolescentes tienen muy en cuenta, pero no está de más recordárselo de vez en cuando. La gran mayoría de los conflictos derivados de la privacidad en las redes sociales llegan cuando alguien cuelga un contenido de otros sin permiso.

Los adolescentes deben saber que cualquier foto o vídeo que publiquen en Internet pasa a ser de dominio público en ese mismo instante. Por mucho que los contenidos sólo puedan ser vistos por nuestros amigos cualquiera de ellos puede copiar la foto y publicarla en otro sitio, mandarla en un correo, o simplemente publicarla en su perfil, que puede no tener la configuración de privacidad que nosotros queremos. Para evitar esto sólo hace falta seguir una máxima, que se debe enseñar a los adolescentes, no publicar nunca información de otros sin su consentimiento. Además de esto es recomendable proteger el perfil al máximo mediante las herramientas que nos ofrece la propia red social. Las opciones de máxima seguridad no suelen venir activadas por defecto. Si vuestro hijo acaba de cumplir 14 años, y va a abrir un perfil en una red social, lo más conveniente es que le ayudéis en el proceso de registro, para enseñarle que configuración es más adecuada, y la más adecuada es siempre la más segura.

Tuenti arrasa

El estudio de la UCJC también recoge cuales son las redes sociales preferidas por los adolescentes y hay un claro ganador, Tuenti, que sigue imbatible en el segmento de los menores de 18 años, sin que la todopoderosa Facebook consiga hacerle mella. El 80% de los adolescentes encuestados utilizan preferentemente Tuenti, y sólo un 14% se decantan por Facebook. Cuestión aparte es el caso de Cataluña, donde las tornas se invierten y es Facebook la red que utiliza el 75,2% de los jóvenes. Las razones de esto no están claras, pero puede ser determinante el hecho de que la versión catalana de Facebook —lanzada en junio de 2008— vio la luz un año y medio antes que la de Tuenti (diciembre de 2009). Ícaro Moyano, director de comunicación de Tuenti, señaló en la presentación del estudio que el éxito de su red se debe, en parte, a la importancia que conceden a la privacidad y su política de protección de datos, que genera más confianza entre los jóvenes, así como a su marcado carácter local. Sea por esto o no, lo cierto es que Tuenti es —salvo contadas excepciones como Orkut (propiedad de Google) en Brasil— la única red del mundo que ha podido con Facebook, aunque sólo sea en un determinado segmento de edad.