Un cóctel no tan explosivo. Adolescentes y redes sociales

Si tu hijo tiene más de 14 años es muy probable que tenga una cuenta en Tuenti. Según un reciente estudio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) un 78% de los estudiantes de ESO y Bachillerato usan activamente alguna red social. Pese a la mala fama con que cuentan estos servicios, la realidad es que las redes sociales son seguras, no influyen negativamente sobre el rendimiento académico de los niños, y no implican problemas de socialización.

Los adolescentes han dejado de llamar por teléfono a sus amigos. Ahora se queda a través de Tuenti, la red social preferida por los jóvenes españoles (un 80% la califican como su red favorita). Asimilar esto es el primer paso para entender la función que cumplen las redes sociales en la vida de nuestros hijos. Para ellos no es otro entretenimiento más, es la forma de conectarse con su entorno. Al tratarse de un fenómeno de reciente aparición, y poco estudiado hasta la fecha, no pocos han cargado las tintas sobre su peligrosidad —sólo hace falta recordar el espeluznante caso de Marta del Castillo— sin pararse a pensar si los problemas de privacidad eran algo anecdótico o una plaga . El estudio de la UCJC —realizado sobre una muestra de 6.798 estudiantes de ESO y 1º de Bachillerato de 44 centros de las 17 comunidades autónomas— concluye que las redes sociales no tienen ningún efecto negativo remarcable sobre la conducta y actitudes de nuestros jóvenes, y que los problemas de privacidad son muy infrecuentes.

La vida sigue igual

Una de las grandes sospechas, infundada, sobre el uso de las redes sociales, es que logran desplazar a las relaciones sociales “cara a cara”. El estudio de la UCJC demuestra que esto es un mito, que poco tiene que ver con la realidad. Preguntados los participantes en las encuestas sobre sus preferencias de ocio, un 80,2% responde que su actividad favorita es “salir con los amigos”, seguido de “hacer deporte” (25,2%) e “ir al cine” (29,4%).

Las redes sociales sirven, básicamente, para mantener el contacto con los amigos, de cara a hacer otras cosas. Cerca del 80% de los jóvenes encuestados usan las redes sociales para ello. Por el contrario otro tipo de actividades como “ligar” o “conocer gente nueva” apenas alcanzan el 20% de uso. Tan claro es esto que las redes sociales apenas han necesitado publicitarse para ser usadas por el gran público, y es que el 93% de los jóvenes encuestados se integraron en una red social porque un amigo se lo había recomendado. Especialmente curioso es el caso de Tuenti, donde la invitación por parte de un amigo es, además, necesaria. Se trata éste de un caso único en la historia, que aún deberá ser estudiado en profundidad, pues nunca un servicio de tanto calado social se había extendido tan rápido entre la población. Hay que recordar que las redes sociales apenas llevan tres años implantadas en España.

Aunque las redes sociales no parecen haber cambiado los hábitos de ocio con las amistades, sí han alterado significativamente las costumbres de ocio domésticas. Según este estudio las redes sociales han logrado sobrepasar a la televisión en cuanto a las preferencias de ocio, algo que no ocurría hasta ahora. Incluso chatear en el Messenger, una de las actividades más populares de Internet para los adolescentes, se ha visto sustituida por completo por el uso de las redes sociales, que ya incluyen esta característica en su propia interfaz. La población entre 14 y 19 años ya representa, según el último Estudio General de Medios, el 11,3% de los usuarios de Internet en España, y todo apunta a que el porcentaje seguirá subiendo.

Tampoco parece que el uso de las redes sociales incida sobre el rendimiento académico. Los buenos y los malos estudiantes las usan por igual, y no hay ningún dato que demuestre una influencia, negativa o positiva, sobre sus calificaciones en clase.

Pese a lo que cabría pensar, nuestros adolescentes son muy conscientes del peligro para la privacidad que entrañan las redes sociales. Un 59% de los encuestados está concienciado con la posibilidad de que su privacidad pueda correr peligro en estos servicios y un 73% emplea estrategias para proteger sus perfiles. Entre las estrategias más utilizadas se encuentran aceptar sólo a gente conocida, no poner datos personales ni privados, bloquear el perfil, cambiar las contraseñas con frecuencia y usar un pseudónimo. Hay que señalar también que son las propias redes sociales las que han ido aumentando con el tiempo las opciones de personalización de la privacidad y ha quedado patente que los adolescentes no sólo saben usar estas herramientas, sino que las usan bastante más que los adultos.

La mayoría, amigos

Visto esto no es de extrañar que sean muy pocos los jóvenes que entablan relación en las redes sociales con gente desconocida. Según el estudio de la UCJC sólo un 6,8% de los adolescentes encuestados han reconocido haber entablado contacto con desconocidos a través de las redes sociales —en la mayoría de los casos amigos de amigos—, y de estos tan sólo un 8% ha llegado a quedar en la vida real con ellos. De este pequeñísimo porcentaje un 28% reconoce que la experiencia ha sido negativa.

La realidad es que los adolescentes, en su mayoría, utilizan las redes sociales para mantenerse en contacto constante con su entorno cercano. El Tuenti es tan sólo el heredero del Messenger, que a su vez era el heredero del teléfono “de toda la vida”. Un 66,8% de los contactos que tienen los jóvenes del estudio en las redes sociales son “amigos con los que tienen una relación habitual”, y un 56,5% “gente conocida, sin relación habitual”. Lo que si parece haber aumentado es el número de gente que conoce un adolescente, y es que el 65% de los encuestados tienen en sus perfiles más de 100 amistades, algo sólo reservado hasta la fecha a los Relaciones Públicas de las discotecas de moda. z

Las redes sociales son uno de los entornos más seguros de Internet

Aunque parezca mentira las redes sociales son, a día de hoy, uno de los lugares más seguros de Internet. Es cierto que ha habido numerosos problemas de privacidad, pero hay ciertos contenidos que son casi imposibles de colgar en una red social, y que, sin embargo, son relativamente fáciles de ver en otros sitios de Internet. La seguridad de las redes sociales funciona a través de lo que se conoce como “inteligencia de las masas”. Cualquier contenido que se publique en una red social es susceptible de ser denunciado mediante un sólo click. Al lado de cada foto o comentario en las redes sociales aparece el botón “denunciar”. Tanto Facebook como Tuenti tienen personas trabajando exclusivamente para analizar estas denuncias de forma inmediata, y ver si son o no procedentes. Los contenidos más peligrosos de la red, como la pornografía infantil, son totalmente ajenos a las redes sociales.

Otro tema bien distinto es la privacidad. Si bien los responsables de las redes sociales pueden eliminar de la red, en cuestión de segundos, cualquier contenido ilegal, no pueden hacer lo mismo con el material perfectamente lícito. Bajo su propia responsabilidad el usuario puede publicar la información que le venga en gana, desde su dirección, su número de tarjeta o los días en que está de vacaciones. Por eso es muy importante que los adolescentes tengan claro que información personal no pueden publi
car, y aquí entra en juego el sentido común. Publicar algo en la red, por mucho que estén todas las opciones de privacidad activadas, es como poner esta información en un tablón de anuncios de la calle: todo el mundo puede tener acceso a ella. Esto es algo que, en general, los adolescentes tienen muy en cuenta, pero no está de más recordárselo de vez en cuando. La gran mayoría de los conflictos derivados de la privacidad en las redes sociales llegan cuando alguien cuelga un contenido de otros sin permiso.

Los adolescentes deben saber que cualquier foto o vídeo que publiquen en Internet pasa a ser de dominio público en ese mismo instante. Por mucho que los contenidos sólo puedan ser vistos por nuestros amigos cualquiera de ellos puede copiar la foto y publicarla en otro sitio, mandarla en un correo, o simplemente publicarla en su perfil, que puede no tener la configuración de privacidad que nosotros queremos. Para evitar esto sólo hace falta seguir una máxima, que se debe enseñar a los adolescentes, no publicar nunca información de otros sin su consentimiento. Además de esto es recomendable proteger el perfil al máximo mediante las herramientas que nos ofrece la propia red social. Las opciones de máxima seguridad no suelen venir activadas por defecto. Si vuestro hijo acaba de cumplir 14 años, y va a abrir un perfil en una red social, lo más conveniente es que le ayudéis en el proceso de registro, para enseñarle que configuración es más adecuada, y la más adecuada es siempre la más segura.

Tuenti arrasa

El estudio de la UCJC también recoge cuales son las redes sociales preferidas por los adolescentes y hay un claro ganador, Tuenti, que sigue imbatible en el segmento de los menores de 18 años, sin que la todopoderosa Facebook consiga hacerle mella. El 80% de los adolescentes encuestados utilizan preferentemente Tuenti, y sólo un 14% se decantan por Facebook. Cuestión aparte es el caso de Cataluña, donde las tornas se invierten y es Facebook la red que utiliza el 75,2% de los jóvenes. Las razones de esto no están claras, pero puede ser determinante el hecho de que la versión catalana de Facebook —lanzada en junio de 2008— vio la luz un año y medio antes que la de Tuenti (diciembre de 2009). Ícaro Moyano, director de comunicación de Tuenti, señaló en la presentación del estudio que el éxito de su red se debe, en parte, a la importancia que conceden a la privacidad y su política de protección de datos, que genera más confianza entre los jóvenes, así como a su marcado carácter local. Sea por esto o no, lo cierto es que Tuenti es —salvo contadas excepciones como Orkut (propiedad de Google) en Brasil— la única red del mundo que ha podido con Facebook, aunque sólo sea en un determinado segmento de edad.

Una sexualidad responsable.

En una sociedad que banaliza la sexualidad, y en la que se detectan graves carencias formativas, educar en esta materia se antoja un asunto complejo. Por eso el IVAF (Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares) ha puesto en marcha el programa SABE Escolar, que busca suplir las graves carencias formativas en ese área.

Hoy más que nunca, el sexo está presente en el cine, y en la televisión, pero siempre en películas, series o programas morbosos, donde todo aparece de forma descontextualizada, se ofrece una visión del sexo hedonista, rancia y muchas veces machista y exhibicionista. Formar a los alumnos en el sexo para el amor, y hacerles reflexionar sobre una sexualidad responsable se ha convertido en una obligación para los centros educativos.

Es por eso de gran ayuda para los responsables de este área el programa SABE escolar, que ofrece materiales, instrumentos y programas adecuados para afrontar el tema de la sexualidad, de suma importancia para enfrentarse a la vida de forma positiva. El programa es una respuesta positiva e inteligente a la obligatoriedad de impartir educación sexual en las escuelas.

“Por las características de la cultura actual y con la obligatoriedad de impartir educación sexual en los colegios en el horizonte, teníamos que poner a punto un programa integral de educación sexual para la vida adecuado para ser impartido en los colegios desde los 5 a los 15 años”, explica a PADRES Y COLEGIOS una fuente de la Secretaría del IVAF. “De este modo, los profesores capacitados en los SABE Educadores contarán con el programa teórico-práctico adecuado para impartir lo aprendido, a los niños y adolescentes, en el ámbito escolar”, declaran a PADRES Y COLEGIOS”.

El programa SABE Escolar consta de 18 sesiones. Seis5 para cada uno de los grupos de edad que contempla el programa (5 a 7 años, 8 a 11 y 12 a 14). Analiza todos los temas relacionados con la sexualidad: la fertilidad humana, la familia, la sexualidad responsable, la salud, la sexualidad en los medios, la diferenciación sexual, etc. “Creemos que nuestro punto fuerte es la apuesta por la continencia. Hay muchos programas de educación sexual enfocados desde el punto de vista del adelanto de las relaciones sexuales, por eso nuestro SABE Escolar viene a llenar un hueco que requería ser cubierto”, explican desde la Secretaría del IVAF.

Este Instituto ofrece una experiencia de una década en programas formativos. En 2001 empezó el ciclo educativo con SABE (Saber Amar Básico Escolar) Adultos, un programa dedicado a matrimonios con hijos. Poco después se desarrolló el SABE Adolescentes, específicamente dirigidos a padres de chicos en ese tramo de edad. Además, el programa SABE Infancia va destinado a los profesores y progenitores de niños más pequeños. Más de 5.000 alumnos de unos 31 países se han beneficiado de estos programas, ya sea en cursos presenciales o a distancia.

El programa SABE Escolar se ofrece a todos aquellos centros que cuenten con un mínimo de tres profesores capacitados en posesión de uno de los diplomas SABE: infancia, adolescencia o SABE integrado.

La licencia de uso del programa es de 800 euros, en concepto de los materiales de las 18 sesiones, que serán enviados en formato electrónico a un profesor encargado del curso, designado por el centro. El IVAF actualizará los contenidos del programa a lo largo de tres años.

Cada centro que encargue el curso dispondrá de un profesor tutor específico que se dedicará a tiempo completo a resolver todas aquellas dudas y cuestiones que planteen los profesores.

Valores de Futuro

Este año, por primera vez, se han realizado el campamento del proyecto Valores de Futuro para los alumnos de la clase ganadora del Concurso de los 1000 y 1 valores. Esta iniciativa nace de la afinidad y sinergias de BBVA y Colegios del Mundo Unido, en el marco de la comprensión y la voluntad de priorizar la educación en valores.

El campamento Valores de Futuro está diseñado para que jóvenes de entre 12 y 14 años exploren de modo vivencial los valores del programa, como la responsabilidad, la solidaridad y el emprendimiento social, entre otros.

La dinámica del campamento ha compaginado la formación con el ocio y ha aplicado una metodología en la que los participantes han sido los verdaderos protagonistas de su conocimiento y por tanto, de su desarrollo personal y cognitivo. Los jóvenes han vivido cada día nuevas experiencias y emociones, en las que han combinado las actividades de aventura, sociales y artísticas con grupos de debate, talleres y simulaciones.

El campamento se ha realizado del 22 al 30 de junio en Vilanova de Sau, municipio de la comarca de Osona, en la provincia de Barcelona. Un terreno de acampada de 11 hectáreas de prados y bosques que colindan con el pantano de Sau.

Se ha estructurado en dos etapas. La primera –del 22 al 25 de junio– han sido cuatro días de convivencia únicamente de los educadores, para preparar todas las actividades y talleres que después se pensaba trabajar con los niños. Y en la segunda es cuando ya se han puesto en práctica todas esas actividades, con un horario y una planificación al milímetro.

La dinámica de trabajo diario ha constado de dos talleres diferentes –uno por la manaña y otro por la tarde–, combinados con las comidas, una hora de piscina, tiempo libre y actividades sociales después de la cena (juegos, bailes, teatro…).

Por un mundo mejor

En los talleres se han trabajado aspectos relacionados con las emociones, los valores, los conflictos, las diferencias sociales, la paz… Los niños solían trabajar estas actividades dividiéndose en grupos y siempre finalizaban con un debate. Poco a poco fueron adquiriendo gran conciencia de los valores adecuados para nuestra sociedad y teniendo un talante más positivo.

El objetivo ha sido retar a los estudiantes a que examinaran la forma en que piensan y ven el mundo, proporcionando un entorno dinámico y multicultural, que incita a hacer preguntas, a trabajar en equipo, a asumir la responsabilidad de sus acciones y a crecer como personas.

Más allá del sobresaliente

¿Tu hijo suele llevar a casa un boletín de notas con mayoría de sobresalientes? Entonces será candidato a participar en un nuevo plan (aún por perfilar) con el que el Ministerio de Educación pretende ampliar los horizontes de los alumnos más destacados mediante actividades fuera del horario lectivo.

En España escaséan lo que el PISA denomina estudiantes top of the class, es decir, aquellos que se sitúan en la franja más alta de rendimiento según los baremos utilizados por la principal evaluación educativa a nivel global. Si la media de la OCDE es del 9%, en nuestro país sólo alcanzan estatus top la mitad, el 4,5% según la última edición del PISA publicada hace un par de años con datos correspondientes a 2006.

A la vista de estas cifras, el Ministerio de Educación (MEC) se plantea poner en marcha –en colaboración con las comunidades autónomas– un nuevo plan para que los alumnos que ya destacan puedan explotar aún más sus capacidades sin los límites que impone el horario lectivo.

La iniciativa fue dada a conocer el pasado 30 de agosto por el director general de Formación Profesional, Miguel Soler, quien habló, sin precisar demasiado, de “proyectos fuera de los centros” y de “actividades complementarias”. También mencionó la posibilidad de “agrupar a varios” colegios o institutos para que desarrollen iniciativas conjuntas, y de fomentar el espíritu investigador entre los alumnos sobresalientes de Bachillerato y FP.

Días más tarde, desde el MEC reconocieron a este periódico que por ahora se trata de meras “ideas” que habrá que concretar con las CCAA y otros agentes de la comunidad educativa.

Lo que sí parece claro es que el plan no tiene por objetivo desperezar talentos ocultos o adormecidos por falta de motivación entre el alumnado superdotado (o con “altas capacidades”, según la terminología actual), sino más bien ampliar horizontes de conocimiento entre los pupilos que ya rinden con excelencia, sean o no chavales con una inteligencia fuera de lo común. De hecho, Soler adelantó que el único requisito para participar en el futuro plan será “sacar sobresaliente en todas o en varias materias”.

Potencial vs. rendimiento

Para Javier Tourón, fundador del Centro para Jóvenes con Talento (CTY en sus siglas en inglés) en España, dicho enfoque “no tiene ni pies ni cabeza” porque confunde “potencial con rendimiento” y sólo demuestra que el que ha concebido el plan “no tiene ni idea de esto”.

Tourón muestra especial preocupación por el hecho de que la “respuesta educativa” a los alumnos más capacitados se vaya a dar exclusivamente “fuera de la escuela” y “sobrecargando horarios”, cuando lo ideal sería “que el alumno pudiera moverse por el currículum con flexibilidad” durante el tiempo que está obligado a permanecer en el centro. Según el fundador de CTY España, uno de los grandes problemas de la enseñanza española es que se basa en un “sistema educativo organizado en función de la edad y no de la capacidad”.

Tiempo hay de sobra para que el MEC atienda a éstas y otras consideraciones. Para conocer algo más sobre los contenidos concretos del plan, habrá que esperar a la primera conferencia sectorial (reunión entre el ministro Gabilondo y los consejeros de Educación de las CC.AA) del nuevo curso 2010-11, prevista para finales de este mes. Algunas comunidades del Partido Popular ya han implantado medidas que van en la línea apuntada por Tourón, así que el debate está servido.

Bancarrota en Casa

Actualmente se ejecutan en España una media de 500 embargos al día. Tras ellos se esconden dramas difícilmente asimilables. ¿Puede una familia declararse en quiebra, como si fuera una empresa? Llegados al extremo, ¿hay alguna alternativa?

F. acude al windsurf para explicarlo. Probablemente, hace más digerible un hueso duro de roer. “Mi padre se lanzó al mar con toda la confianza, a lo mejor sin medir bien las posibilidades; se alejó demasiado de la orilla, luego el viento cambió y…” Y la nueva casa con jardín, el definitivo reducto para la vejez, se la quedó el banco. Un desastre personal, una rutina para la macroeconomía: según las últimas estadísticas, actualmente se ejecutan en España una media de 500 embargos al día.

La crisis aprieta –tras el alivio del verano, el número de parados roza ya la terrible cifra de los cuatro millones– y las familias empiezan a familiarizarse más de lo normal con determinadas figuras del Derecho Mercantil. Según datos del Observatorio de la Financiación Familiar de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, tres de cada cuatro titulares de hipotecas –particulares o familias– dedican más del 40% de sus ingresos mensuales a pagos financieros, y uno de cada cinco afirma haber tenido que retrasar el pago de su cuota hipotecaria al menos una vez en los últimos doce meses.

Como consecuencia, la palabra quiebra ha dejado de ser exclusiva de empresas, sociedades y chiringuitos varios y se ha colado en el salón de casa. El número de particulares en concurso de acreedores ascendió a 268 en el segundo trimestre del año, la segunda cifra más alta de la historia, tras incrementarse el 7,2% en relación con el primer trimestre, aunque bajó un 16,5% respecto al mismo periodo de 2009, cuando se tocó el máximo, según el INE.

La Ley permite que una familia se declare en concurso de acreedores, pero Calixto Rivero, del diario Expansión, explica que “esta opción requiere una asistencia legal costosa y que, además, puede llegar a extenderse demasiado”.

Un problema que hunde sus raíces en un vacío en la legislación española que, a diferencia de otros países, no distingue en estos casos entre una familia y una empresa.

Refinanciar

Una alternativa interesante es darle otra vuelta a la situación. La demanda de operaciones de refinanciación creció en 2009 un 50% y consigue un ahorro medio de 900 euros mensuales en los pagos a entidades financieras, según la Agencia Negociadora del Observatorio de la Financiación Familiar.

La mejor opción es acudir a un experto. Pero hay que tener mucho cuidado con la letra pequeña de la propuesta que nos presenten: el remedio puede ser peor que la enfermedad. El Observatorio se propone como intermediario y estimula a las familias con un curioso lema: “Los bancos te necesitan”. A ellos tampoco les conviene encontrarse con la propiedad de un manantial de pisos de difícil salida. Prefieren liquidez.

¿Y si no es sólo cuestión de números?

Ante una situación económica complicada, conviene recordar que, al final, somos nosotros, y sólo nosotros, los que entramos en ella y los que tenemos que poner los medios para salir. La clave para ello está en nuestro interior. El doctor Amable Cima, del Departamento de Psicología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, propone varias pautas de comportamiento al respecto.

1. Austeridad contra la crisis

  • Compromiso de unidad intrafamiliar. La familia debe enfrentar unida las dificultades, ya que es la única manera de que la pérdida de beneficios de unos (habitualmente los hijos) no se sientan agraviados.
  • Empatía ante la situación de los demás. Cada miembro de la familia debe ponerse en la piel del otro: hijos que asumen el extra de tensión que sufren sus padres y padres que entienden a los hijos.
  • Aprender a recuperar, reutilizar y reciclar. No ya respecto de bienes materiales sino también de las relaciones interpersonales y de las emociones: cada miembro de la familia debe poner de su parte para disminuir los posibles roces, haciendo todo lo posible para evitar los conflictos y las discusiones.
  • Cuando las cosas se ponen muy feas, hacer valer la jerarquía. La austeridad debe ser máxima y es entonces cuando la jerarquía familiar debe darse la vuelta: los padres deben reducir por completo todos los “extras” (por ejemplo, fumar) a favor de mantener el mayor tiempo posible los mínimos “extras” que aún reciban los hijos (por ejemplo, una actividad deportiva).
  • Acudir a los profesionales de la salud mental. Cuando los problemas emocionales desbordan el control del ámbito familiar se debe buscar ayuda lo antes posible.

2. Una buena recuperación

  • Compromiso de unidad familiar. Ante la mejoría no se debe dejar de lado esta unión.
  • No fomentar el caos. Mejorar económicamente no debe llevar al despilfarro y el caos, sino que se deben sacar lecciones positivas de que se puede vivir y pasar con mucho menos.
  • Los hijos primero. La nueva situación de cambio positivo deben empezar a notarla primero los hijos, los más vulnerables psicológicamente.
  • Revisar todo el proceso para aprender de los errores. Esto es tan importante como que los hijos tenderán a repetir estos mismos comportamientos en su edad adulta.
  • Cuando las cosas van bien, disfrutar de ellas, pero sin olvidarse de los demás. Los problemas económicos no afectan a una sola familia sino que son compartidos por millones. Es vital que ayudemos a los demás, independientemente de nuestra propia situación personal y familiar: es el mejor aprendizaje que podemos dar a nuestros hijos.

Qué pasa con la comida

Aumentan los casos de niños de 12 años con obsesión por eliminar peso a base de ejercicio compulsivo. Encontramos pequeños de 6 años con rechazo a comer o fobia a tragar y, a la vez, los expertos alertan del grave incremento de la obesidad infantil.

Los trastornos alimentarios están apareciendo a edades cada vez más tempranas. Tanto es así que “los especialistas ya estamos viendo incluso casos de niños en edad escolar, es decir, a partir de 6 años, con problemas alimentarios como el rechazo a la comida por causas emocionales o el rechazo absoluto a comer, el síndrome de alimentación selectiva, fobias a tragar o incluso anorexias nerviosas”, ha explicado Ángel Villaseñor, profesor del Master Universitario sobre Trastornos del Comportamiento Alimentario y Obesidad de la Universidad Europea de Madrid y psicólogo del Hospital Niño Jesús de Madrid, durante la Jornada “Nutrición, Salud, Trastornos Alimentarios y Obesidad”, organizada por la citada institución académica.

Deporte compulsivo

“También se está produciendo un aumento de los casos de niños, de no más de 12 años, que intentan eliminar toda la comida que ingieren y todo el peso que ganan mediante la actividad física de manera compulsiva”, ha señalado este experto. Su obsesión es eliminar con ejercicio todo lo que han comido y para ello pueden correr, subir escaleras, estar en movimiento continuamente o ir al gimnasio y practicar tres deportes a la vez.

Otro problema alimentario que empieza a darse con frecuencia en la edad infantil es, según Villaseñor, el de los trastornos por atracón o conductas de picoteo. Junto a ello, también se detectan cada vez más casos de otros síndromes habitualmente relacionados con una etapa posterior, la adolescencia. Es el caso de la anorexia y bulimia nerviosa, “patologías mucho más comunes entre las niñas, si bien el 10% de los casos de anorexia se dan en niños, afirmó Villaseñor.

Por otra parte, este experto también recuerda que la obesidad infantil sigue siendo un problema de primer orden en nuestro país. “España es el segundo país europeo con mayor índice de obesidad infanto-juvenil, entorno a un 16%. Concretamente, entre los 3 y los 5 años de edad, el porcentaje de niños obesos es de un 7%-11%, ascendiendo hasta el 23% a los 14 años”.

Teniendo en cuenta estos datos, los expertos apuestan por una labor fundamentalmente de prevención en la que los padres ejerzan un papel decisivo. “El 70% de las causas del mantenimiento de una obesidad infantil están en los factores ambientales, es decir, en todo lo que rodea al niño. Por ello es fundamental que haya unas figuras que pongan límites y den unas normas para que estos pequeños tengan un plan de vida adecuado”, aseguró Villaseñor.

Fuera del colegio

Para combatir la obesidad y el sobrepeso, el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas han prohibido la venta en los colegios de bollería, chuchería, aperitivos y refrescos. La iniciativa se enmarca en la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), creada en 2005 para que niños y jóvenes adopten hábitos de vida saludables, principalmente a través de una alimentación sana y de la práctica regular de actividad física. El Institut de Trastorns Alimentaris (ITA), un centro especializado en el tratamiento de los trastornos de la alimentación y la obesidad, cree que la iniciativa de prohibir determinados alimentos en los colegios “es positiva pero es únicamente un primer paso, se deben mejorar las estrategias preventivas. En edades tempranas, las iniciativas basadas exclusivamente en ofrecer información nutricional pueden resultar insuficientes para producir cambios estables en la conducta y en las actitudes del niño”.

Los contextos de influencia más cercanos como son el comedor escolar y la familia deben funcionar como modelos de hábitos alimentarios saludables. Es imprescindible en ambos casos, una dieta equilibrada, sin restricciones ni excesos, y una supervisión adecuada de la conducta del niño en la mesa (el ritmo de la alimentación, cantidad, el consumo hídrico, etc.) La escuela y la familia han de ser proveedores de hábitos alimentarios saludables.

El manual Educar y crecer en salud. El papel de padres y educadores en la prevención de los trastornos alimentarios, editado conjuntamente por el Instituto Tomás Pascual Sanz para la nutrición y la salud y la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), se estructura en diferentes capítulos que explican el proceso de construcción de la autoestima, las emociones, cómo favorecer hábitos de vida saludable, cómo poner normas y los cambios que suceden en la adolescencia.

Para poder enseñar hábitos saludables, los padres y educadores han de asumir tres compromisos: ser activos, duraderos y obligarse a poner límites. El libro repasa la importancia de una alimentación sana, el peligro de las dietas que en muchos casos es el factor desencadenante del trastorno de la conducta alimentaria, el ejercicio físico en su medida justa y el cuidado de sí mismo.