Por un futuro de colores

Más altos, bajos, rubios o morenos, de la calle de al lado o desde fuera de las fronteras. En clase, los niños son –cada vez más– diferentes. ¿Cómo transmitirles la diversidad como un valor positivo?

En los primeros meses de 2012, el Ministerio de Empleo contabilizaba más de cinco millones de inmigrantes viviendo en España. Y, aunque la cifra es inferior al año pasado (6,7 millones), la convivencia con personas llegadas de otros países es cada vez más común. Desgraciadamente, esto se convierte a veces en excusa para actos racistas y xenófobos, como el reciente crimen antisemita en un colegio de Toulouse (Francia). En las manos de nuestros hijos está que estas situaciones desaparezcan para las futuras generaciones.

¿Asusta lo diferente?

Vivimos en un mundo plural donde las idas y venidas de población responden al estado de los bolsillos. Esto ha convertido a las escuelas en pequeñas Torres de Babel donde podemos ver cómo reacciona la sociedad ante estos cambios.

Llegado este punto, el papel de los padres es fundamental para moldear a los que serán protagonistas del futuro. Sin embargo, ¿cómo educarlos en el respeto a los demás cuando…

  • … la idea de igualdad todavía no ha existido?

La idea de la igualdad ante la Ley viene de la Revolución Francesa, donde fue la burguesía quién decidió quiénes eran titulares de esos derechos, es decir, un varón blanco, heterosexual, cristiano, con estudios y sin discapacidades visibles. Por tanto, veíamos ya una diferencia de base entre los iguales y los “otros”.

  • … medimos la validez de las demás ideas en base a las nuestras?

El pedagogo, maestro y miembro de SOS Racismo, Bizkaia Kepa Otero, nos habla en el Informe Anual sobre Racismo 2011 de la importancia de la interculturalidad frente a la multiculturalidad. “La interculturalidad recoge (…) actitudes y comportamientos acordes con los principios del mejor entendimiento de los alumnos de diversas culturas”, comenta Otero. O lo que es lo mismo, y como ya recomendaba el Consejo de Europa allá por 1986,  “no se trata de tender hacia un mestizaje cultural, sino de promover el conocimiento de los puntos de vista recíprocos y favorecer la aceptación del otro”.

Apostar por la interculturalidad significa olvidarse de las ideas que sitúan nuestra propia cultura como baremo de la validez o invalidez de las otras. Esto ayudará a crear valores compartidos que permitan el progreso de los diferentes grupos sociales. Así, dejaremos de ver muros donde podemos crear puentes.

Guetos en las aulas

Hace más de un año, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) hizo público un estudio donde se afirmaba que España estaba presenciando el surgimiento de “escuelas gueto”. Por ello según el ECRI “las autoridades deberían revisar los procedimientos de admisión para garantizar una distribución uniforme de los alumnos españoles, inmigrantes y gitanos” y tomar medidas para reducir el abandono escolar prematuro.

Por otro lado, los extranjeros emigrados de sus países o los miembros de la etnia gitana suelen organizarse en comunidades. Esto supone que tenemos escuelas gueto porque tenemos barrios gueto; así, los vecinos en estas zonas acudirán a la escuela más cercana, organizándose sin quererlo en una reproducción a escala de su país o cultura.

Romper esta situación no es sencilla y necesitaría un replanteamiento de la estructura educativa del país que fomente el reparto y mezcolanza de extranjeros y nativos. Sin embargo, mientras eso no se produce, no subestimemos el poder de un niño. Ellos pueden ayudar a integrar a los recién llegados tanto en las aulas como en los parques cercanos y juntos construir una cultura de convivencia. Las palabras de los padres serán el guión para ese ambiente de aceptación, por tanto nunca deberán menospreciar ni diferenciar a unos amigos de otros por cuestiones como raza, religión o procedencia.

Convivencia, un campo de minas

A todos los padres y docentes les gustaría que sus hijos y alumnos fueran dóciles, colaboradores, sensatos, obedientes, tranquilos. Sin embargo, existe un creciente número de alumnos que viven asentados en la desobediencia, en las malas contestaciones, en la mentira, en la inadaptación.

Son los niños problemáticos, un problema creciente que no tiene fácil solución.

En España, hay un programa televisivo, Hermano mayor, que visualiza las complicadas relaciones que se viven en muchas familias entre padres e hijos adolescentes, sobre todo por la actitud de los hijos, conflictiva y despótica. Este programa de televisión ayuda a estas familias a buscar soluciones para que sus hijos vuelvan a la senda del sentido común. La mayoría de las veces la solución pasa también por un cambio en los métodos educativos, donde muchos padres, a pesar de sus buenas intenciones, hacen agua.

“Dando el poder a los padres”. Con un marcado carácter científico, los mismos fines persigue un programa inglés denominado “Dando el poder a los padres, dando el poder a la comunidad”, que ha desarrollado el Instituto de Psiquiatría del King’s College del Reino Unido y cuyos resultados ha publicado la revista British Medical Journal.

Ante los hijos problemáticos, conviene saber que unos nacen y otros se hacen. Los que nacen “con problemas” requerirán a menudo una atención médica especializada, pues sus patologías requieren de la intervención de profesionales. Menos mal que en España han cambiado las cosas en relación con las visitas a psicólogos y psiquiatras, también entre la población juvenil, y hoy día se acepta de manera generalizada que resulta positivo la visita a los profesionales para encontrar las mejores soluciones.

Pero si antes no se iba nunca al psicólogo o psiquiatra, se corre ahora el peligro contrario de acudir a ellos a la mínima oportunidad, buscando las soluciones fuera del ámbito familiar o docente.

Conviene, por eso, en primer lugar, discernir los niños o jóvenes que requieren esta asistencia médica porque tienen unas patologías acusadas de aquellos otros que crean problemas como consecuencia, lo más seguro, de un mal carácter y de una mala educación.

La adolescencia, terreno pantanoso. Hay muchos jóvenes que se convierten en problemáticos en plena adolescencia, cuando se viven drásticos cambios afectivos, neuronales, sociales, educativos, etc. La adolescencia suele ser, aunque no conviene generalizar, un terreno pantanoso donde muchas veces los hábitos y los comportamientos a los que estaban habituados los niños sufren serios trastornos. Incluso la relación con los padres, que parecía cordial, se vuelve tensa, complicada, problemática.

En la adolescencia, pues, es más fácil que todo se vuelva patas arriba y que haya una quiebra, una fractura en la educación de los hijos.

La mayoría de los padres se sienten muy desorientados a la hora de abordar las complicaciones que surgen en esta etapa, pues los métodos que se empleaban en años anteriores ahora no sirven y pueden ser, además, perjudiciales. Por eso es normal que los cursos de orientación familiar dediquen una atención preferente a esta etapa en la formación de los hijos.

Víctimas de una educación errática. Los expertos del Instituto de Psiquiatría del King College´s sostienen que en muchas ocasiones los síntomas que explotan en la adolescencia pueden ser consecuencia, quizás, de la aplicación de unas pautas educativas erráticas e incorrectas que llevan años aplicándose en el ámbito familiar y también educativo.

No es ya infrecuente que antes de la adolescencia existan niños y niñas problemáticos porque durante años se les ha acostumbrado a ser ellos el narcisista centro y motor del universo, satisfaciendo de manera inmediata todos sus apetitos, ocurrencias, caprichos, antojos, etc., como si la misión de los padres fuese únicamente volcarse en darles lo que pidan.

En muchas familias no mandan los padres ni las madres, supeditados a las ocurrencias de carácter de unos niños que se han convertido en auténticos dictadores. No es ninguna exageración.

Detrás de unos hijos problemáticos puede haber también unos padres problemáticos, que no han acertado a la hora de educar a sus hijos. No les han exigido que acepten un mínimo de normas de convivencia, unos límites lógicos en el comportamiento familiar, una serie de responsabilidades que todos deben asumir.

Padres y madres que han tenido miedo a parecer mínimamente autoritarios y que en su afán de ser los mejores padres enrollados, los más amigos de sus hijos, los cómplices ideales, han hecho dejación de sus obligaciones y han convertido a sus hijos en meros colegas.

Muchas veces, los hijos problemáticos se han aprovechado de estas debilidades y han acabado por coger ellos el mando en plaza, imponiendo su arbitraria autoridad.

Padres y especialistas en la misma dirección. El programa puesto en marcha por el Instituto de Psiquiatría británico basa su éxito en la colaboración entre padres, especialistas y el centro educativo. Se trata de casos de hijos problemáticos ya consolidados, en los que hacía falta una intervención especial. El programa, como reza su nombre :

–“Dando el poder a los padres, dando el poder a la comunidad”–, pasa por devolver a los padres la autoridad perdida con el fin de que los hijos asuman sus responsabilidades.

Los resultados han sido francamente satisfactorios para unas vidas familiares que se habían convertido en un campo de minas, multiplicando el estrés de todos sus miembros. No solamente consiste el programa en “enderezar” a unos hijos y alumnos que se han torcido; el programa reeduca a los padres para que asuman de otra manera su rol educativo.

Conviene adelantarse, pues, antes de que el problema sea más serio. No hay que esperar a ver si el niño o la niña abandonan la violencia en el lenguaje, la mentira sistemática, la bronca constante y los comportamientos desequilibrados un poco más adelante (esa actitud de que el paso del tiempo es la solución mágica a tantos problemas).

Hay que coger el toro por los cuernos antes de que los niños problemáticos comiencen a tener serios problemas con adicciones también problemáticas.

Estudiar Ingeniería Aeroespacial

Desde pequeño siempre me han gustado los aviones, los mecanismos de vuelo y los motores de gran tamaño. Tengo claro que quiero ser ingeniero aeronáutico, y para ello tendría que estudiar Ingeniería Aeroespacial. Mi problema está en que no soy un alumno con un expediente muy alto, aunque los idiomas se me dan bien, pero es la ingeniería más difícil, y no sé si estudiarla sería un riesgo.

Diego

Hola Diego:

Está muy clara tu vocación como ingeniero aeroespacial, que es la titulación que sustituye a la antigua ingeniería técnica en aeronáutica. Es una ingeniería muy complea, donde tendrás formación para fabricar aeronaves, proyectar terminales de aeropuertos, diseñar aviones y helicópteros, misiles, satélites, etc. Destacar también la importancia que tiene el dominio del inglés en esta titulación, ya que es el idioma oficial a nivel profesional, tanto para las comunicaciones, para manuales y publicaciones del sector aeronaval.

Aeroespacial no es la ingeniería más difícil, todo depende de tu formación, de tus habilidades, de aquellas competencias que mejor desarrolles. Es una ingeniería exigente, como la mayoría de las titulaciones de ciencias, que exige responsabilidad, constancia, y buenos hábitos de estudio.

Decine21.com se renueva por completo

Decine21.com, la popular base de datos de cine en español, acaba de cambiar de aspecto por completo. Si se navega un rato por su oferta de contenidos, se puede comprobar que también ha añadido nuevas funcionalidades y secciones y una comunidad de usuarios online.

Muchos padres y profesores ya se habrán dado cuenta de la utilidad de decine21.com, una valiosa ayuda para su labor educativa. Incorpora completos análisis de series y películas (la web cuenta con unos 25.000 registros de títulos diferentes), elaborados por conocedores del Séptimo Arte, que permiten hacerse una idea de los temas tratados, la profundidad de cada uno, sus valores cinematográficos, etc. Además, se desglosan los contenidos específicos en seis campos –acción, amor, lágrimas, risas, sexo y violencia– para dar pistas a los educadores de lo que los jóvenes se van a encontrar al ver la cinta.

Aunque la esencia de la web se mantiene, el nuevo diseño ha aumentado espectacularmente su atractivo. Se maneja con mayor facilidad que nunca y se ha adecuado a los tiempos de la Web 2.0, pues resulta sencillo recomendar tráilers, opinar sobre los contenidos, etc., en las populares redes sociales.

Se lleva la palma entre las novedades la Comunidad, donde cada usuario puede recopilar las películas que ha visto, valorarlas, escribir comentarios, y elaborar listas personalizadas. Algo que puede ser muy útil para que los profesores animen a los alumnos a comentar e intercambiar opiniones de las películas que usen en sus clases como recursos pedagógicos. En esta renacida web se denominan ‘Replicantes’ a los usuarios que tienen gustos cinematográficos similares, o sea que permite al público encontrar almas gemelas en la red, de los que fiarse de cara a sus opiniones y sugerencias de cine.

Ventajas

Apuntarse a la Comunidad resulta totalmente gratuito, y los miembros de la misma disfrutan de ventajas, como por ejemplo sorteos, concursos, descuentos, invitaciones a preestrenos, etc.

Otra valiosa aportación del nuevo diseño la constituye la Cartelera. El usuario no sólo se enterará de las últimas novedades, y podrá ver los tráilers y leer la crítica, sino que ahora, en el caso de estar interesado en ir a ver algún estreno, podrá consultar salas, horarios y disponibilidad en todo el territorio español.

La sección Magazine recopila biografías, noticias, la ‘Cosa Rosa’ (noticias rosas del Séptimo Arte), reportajes y las conocidas listas de la web, que por regla general agrupan los mejores y más ilustres filmes por temas determinados. Se mantienen los blogs “La mansión del terror” y “El blog de Hildy”, se pueden alquilar películas online, e incluso se pueden adquirir títulos en DVD y Blu-ray.

Aprender desde el móvil

Un reciente estudio realizado por Chetan Sharma señala que la telefonía móvil es el servicio con más penetración del mundo y que el futuro está en sus pantallas. ¿En qué influye esto sobre el mundo de la educación? Absolutamente en todo. El futuro no sólo es digital: es móvil.

Hace no tanto tiempo decíamos que los chavales que han nacido hace no demasiado son ‘nativos digitales’. Los padres teníamos una brecha, a veces difícil de salvar, al tratar de conseguir entender cómo desarrollaban estos chicos sus endemoniados mecanismos para comunicarse con los demás chavales, o la manera en la que recibían la información. Pues bien, la realidad está, en pleno 2012, en la llamada ‘teoría de las tres pantallas’.

¿Qué es esto? Mire a su hijo una tarde mientras ocupa su tiempo libre: será fácil verle con la televisión encendida, el ordenador sobre las rodillas y el móvil cerca. Internet, Mobile y la posibilidad de que el cable nos permita la llegada del Video on Demand de una manera activa (es decir, que el usuario decida qué programación ve en cada momento). Ahí está el presente.

El crecimiento exponencial del mercado de la telefonía móvil y su ecosistema, que ya registran índices de vértigo, apuntan para el futuro una velocidad aún mayor, que cabe, según el estudio realizado por la consultora especialista en temas de tecnología, Chetan Sharma, sobre el mercado mundial de la telefonía móvil, que incluye previsiones para este año, además de pronósticos de futuro. El informe asevera, en alerta para las empresas digitales, que aquellas que no tengan en el móvil la mayoría de su negocio digital en los próximos cinco años, se quedarán en un segundo plano.

¿Y la educación digital? De la mano de las tendencias empresariales de las que hablamos. Una afirmación que respalda en realidades tan contundentes como que existe un mayor número de abonados a la telefonía móvil, que a servicios básicos como el eléctrico o el agua, además de existir una mayor cantidad de ‘movilnautas’ que de internautas. Destaca también la rapidez del desarrollo de las redes de cuarta generación y sentencia que en la próxima década se vivirán más cambios que en un siglo.

Según cifras de El País, los suscriptores de telefonía móvil llegarán a principios del 2013 a los siete mil millones de personas, mientras que el 2011 terminó con 6.000 millones y señalan cómo “Sharma recuerda que para conseguir los primeros mil millones de abonados hicieron falta 20 años, sin embargo para los últimos “mil millones” solo 15 meses”.

En cuanto al tráfico de datos apuntan que se multiplica por dos cada año y estiman que para el 2015 representará el 95 por ciento de todo el tráfico telefónico. Por el contrario, para el 2012 prevén una caída del 50 por ciento en el tráfico de voz. A nivel educativo, hay varios estudios que señalan que el crecimiento es exponencial: Elisa Pérez, de Madvertise, nos comenta que “en 2011 la temática que más ha crecido junto con el Lifestyle es la temática educativa, pues se ha demostrado no sólo que es interesante, sino que es efectiva”.

Un primer estudio evalúa, por ejemplo, el nivel de vocabulario de un grupo de 90 niños con edades comprendidas entre los 3 y los 7 años. Les han dejado durante dos semanas un iPod Touch con la aplicación Martha Speaker, en la que un perro les explica qué significa cada palabra. Se les hizo un seguimiento de cuándo, en qué contexto y durante cuánto tiempo utilizaban el soporte.

El promedio ha sido de unas 5 horas durante las dos semanas que duraba el seguimiento; la mitad de ese tiempo lo han dedicado a jugar con la aplicación. Al final de la prueba, a los niños se les hizo otra prueba de vocabulario y reveló un incremento de un 31% en el mismo.

“Consiste en aprovechar las condiciones de los nuevos formatos para que los chavales disfruten mientras les contamos algo que pueda calarles. Si en los 80 se descubrió que el apoyo de la imagen favorecía el factor del recuerdo, no hace falta decir que ese mismo factor de recuerdo se ve multiplicado cuando el entorno es colaborativo y el alumno es quien decide por dónde ir, qué hacer en la aplicación, etc”. Así de claro lo tiene Emilio Rodríguez, profesor de un instituto madrileño.

No es un cambio aleatorio o caprichoso en la metodología, sino una nueva forma de entender la educación colaborativa y participativa que busca una mayor implicación de los estudiantes en su educación. Como nos comenta la Fundación Telefónica desde Educared, a propósito de la revolución que los iBooks están generando en la educación mundial, otras aplicaciones para la plataforma iPad han disparado su popularidad en el primer mes del 2012, lo cual muestra una tendencia que padres y educadores confían en que la tecnología no es una distracción, sino una sofisticada herramienta para la educación y formación de hijos y alumnos.

Sin embargo, esto no es una suposición, según cifras del Instituto de medios de California (KQED) el 80% de las aplicaciones educativas vendidas en iTunes Store están diseñadas para alumnos de Primaria. Y esto no ha hecho más que comenzar…

The App Fest, ejemplos a día de hoy

El pasado mes de marzo se celebró en Madrid el primer festival de las apps para todos los públicos que ha llegado, efectivamente, a todos. La asistencia al evento superó las 1.000 personas, 2.700 lo siguieron por streaming, 180 periodistas y bloggers cubrieron el evento y 44 ponentes adentraron en todas las dimensiones de la nueva era app.

Las aplicaciones se han propuesto revolucionar el tradicional sistema educativo actualizando la forma de aprender a la realidad del S.XXI: fuera libros, fuera aulas, fuera silencio… los alumnos interactúan con los profesores, todo el material educativo está en una tablet y el aula está donde está el alumno.

En esta experiencia comenzamos teorizando con las nuevas escuelas que impulsa Richard Gerver y sus máximas de participación y emoción. En The App Fest hubo ejemplos reales de apps que están cambiando nuestra forma de relacionarnos con materias como las matemáticas, la química o la geografía y conocimos las claves de Evernote for School, la app que todos usamos y ha dado el salto al aula.

Comunicarse con 140 caracteres

Desde hace unos años, los jóvenes se comunican masivamente a través de WhatsApp (en auge), SMS (en decadencia) y las (consideradas imprescindibles) redes sociales, como Tuenti, Facebook y Twitter. ¿Resulta muy negativo para su educación estas formas de escribir?

Todas estas modernas formas de comunicarse tienen en común que se basan en mensajes cortos (Twitter, muy de moda, tiene un límite de 140 caracteres). Pero además, se escribe con unos códigos de reciente creación que todos aprenden enseguida, pero que se apartan bastante de las reglas de ortografía.

Así las cosas es común encontrarse en un chat de internet con escritos como el siguiente: “hla soy jsy. Sts en tu kely? b7s, QT1BD, lol”. ¡Incomprensible para profanos! Se imponen las abreviaturas para que se responda más rápidamente y ahorrando caracteres. El problema es que estos nuevos modos de escribir se trasladan irremediablemente al ámbito educativo.

Muchos profesores advierten que en los exámenes se han encontrado con estos códigos y abreviaturas incomprensibles. Se señala a internet como una de las principales causas del empobrecimiento de la escritura. Algunos padres y educadores señalan el riesgo de pérdida de competencias para la escritura.

Otro problema reside en que las tildes brillan por su ausencia. En cuanto a los signos de puntuación, se utilizan de forma libre, casi siempre despreciando el signo de exclamación al principio, y poniendo varios al final. Se ha perdido el punto y coma, y las comas se usan a discreción. Además, abundan las arrobas y almohadillas con significados crípticos.

“La escritura se está oralizando”, argumenta José Pazo Espinosa, profesor de Filología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). “Está adoptando los rasgos de la oralidad: inmediatez, aceptación del error, predominio de la síntesis y de la simplificación, e inclusión de los aspectos afectivos (entonación en la oralidad, emoticones en la escritura)”.

Aunque se debe tener en cuenta el problema, quizás la situación no sea tan espeluznante. Las actuales herramientas informáticas también tienen efectos positivos. Antes muchos escolares sólo escribían y leían en el ámbito escolar, pero ahora leen el contenido de páginas webs y se comunican por escrito (de forma particular, sí, pero por escrito), lo que a la larga es bueno.

“El problema se da cuando se componen textos que deben ser más elaborados con la redacción y la ortografía de un SMS”, opina al respecto José Portolés Lázaro, catedrático de Lengua Española de la UAM. “Aquí comienza la tarea de los profesores: nadie obtiene el carné de conducir por montar en bicicleta…”.

En la misma línea se posiciona Andrea Lundsford, de la Universidad de Stanford, en un estudio publicado en Wired Magazine. A lo largo de cinco años analizó 15.000 escritos de alumnos. “Contrariamente a lo que se piensa, los chicos saben reconocer el contexto comunicacional, y adecuan el lenguaje según corresponda para la ocasión”, comenta Lundsford. Según sus conclusiones, gracias a la comunicación escrita que realizan en redes sociales, los chicos son conscientes de que escriben para un interlocutor, y de que sus mensajes generan una respuesta.

Superdotados:cuando las niñas se ocultan

En España, sólo se detecta el 2% de los casos de superdotación intelectual y, de ellos, el 80% corresponde a varones a pesar de que se estima que las niñas suman un gran porcentaje escondido. ¿Cómo identificarlas?

El Ministerio de Educación publicaba a finales e 2010 que más de un 30% de los casos de superdotación intelectual correspondían a niñas –1800 de 5800 casos estudiados–. No obstante, el 80% de los casos detectados siguen correspondiendo a varones. ¿Por qué se esconden las niñas?

La Federación Andaluza de Sobredotación Intelectual (FASI) afirmó ya en 2009 que las niñas con coeficiente intelectual superior a 130, sufren una “doble discriminación” e intentan ocultar sus dotes por miedo a ser ridiculizadas por sus compañeros, por lo que se vuelve complicado darse cuenta de su condición.

Según la federación, “sólo un 30 por ciento de las menores están diagnosticadas frente al 70 por ciento de los chicos por esta razón”.

La organización FASI pone de manifiesto que las chicas adoptan este comportamiento “para que no se las excluya de los grupos, así que anulan y ocultan sus capacidades intelectuales ante los demás”.

Desgraciadamente, esto provoca “no sólo la falta de diagnóstico, sino problemas más graves, ya que la mayoría también sufre problemas de autoestima e incluso depresión”.

Ricardo Sanmartín, psicólogo y presidente de ASENID (Asociación Española De Niños Superdotados), explica que “los padres y madres casi no traen a las niñas a las pruebas. Hay una especie de prejuicio cultural que se ha transmitido a la mujer por el que su preocupación por sus relaciones sociales debe ser mayor a la de los niños. Esto provoca que muchas veces renuncien a mostrar sus capacidades intelectuales en aras de desarrollar unas buenas relaciones afectivas”, comenta.

Hay niñas que ya con tres años pueden llegar a hacer preguntas existenciales sobre la muerte. La realización de pruebas en los primeros años es por tanto indispensable para el diagnóstico. “Cuanto antes se pueda comprender la realidad del niño, mejor. Necesitamos la colaboración de padres y profesores ya que la inteligencia es una potencialidad que, si no se desarrolla, se pierde y genera frustración”, añade FASI.

Conviene estar especialmente alerta con niñas superdotadas para reforzar su autoestima, integración y equilibrio entre sus amistades y sus avances educativos. Al menos un 2% de la población escolar no es consciente de que es superdotado.

Cómo identificarlas. El amor paterno hace que todos consideremos a nuestros hijos e hijas los más listos. Pero, cuando hablamos seriamente de superdotación intelectual, hay una serie de características que nos pueden ayudar a medir la necesidad de tomar medidas:

  • Aprende más rápido. Suele hablar antes –su primera palabra ronda los 6 meses– y con 2 años puede mantener conversaciones en las que además introduce vocabulario más avanzado.
  • Hace preguntas exploratorias desde edades muy tempranas. Por ejemplo, desde los 3 años puede empezar a preguntar por palabras que no conoce.
  • Tiene gran capacidad de concentración pero puede parecer distraída.
  • Cuenta con alta capacidad creativa y sensibilidad hacia su entorno. Le preocupan la justicia o moralidad.
  • Es crítica con los demás y consigo misma y tendente a tener una autoestima baja aunque confíe en sus posibilidades.
  • Es independiente, introvertida y observadora. A veces, se puede sentir incomprendida.
  • Duerme pocas horas.
  • Prefieren crear a repetir –pensamiento constructivo–.
  • Sus capacidades superan las enseñanzas de su curso así que se suele aburrir en clase y le gusta frecuentar grupos de niños mayores.

No obstante, y aunque esta es una pequeña guía para un primer acercamiento al tema, hay una pauta importante que los padres deben seguir: confiar en la opinión de los profesionales. El presidente de ASENID explica: “Deben estar atentos a sus hijas pero dejar que los profesores juzguen la situación de la niña, igual que vamos al médico cuando nos duele algo. Los expertos podrán dar su opinión profesional y objetiva sobre cada caso y será entonces cuando los padres comunicarán en nuestra organización que desean hacerle el test”.

¿Qué hacer? La duda más preguntada es ¿a qué colegio la llevo? A este respecto, cabe señalar que, según afirma Sanmartin, no existen colegios especializados sino que cualquier colegio con un programa de enseñanza específico es válido. Esta opción es incluso más saludable para no cambiarlo totalmente de ambiente, facilitando además su relación con todo tipo de niños.

Para las demás dudas, os damos cuatro consejos:

1) Si se detectan indicios de superdotación –es decir, cualquier cosa que pueda indicar una capacidad intelectual por encima de lo habitual– pueden contactar con ASENID para realizar las pruebas a través de su web o teléfono*. No obstante, se recomienda consultar primero la opinión de los profesores de la pequeña.

2) En caso de confirmar que son superdotadas es fundamental que no les falten instrumentos. Demandarán mucha alimentación cultural y debemos saciarla para no fomentar su frustración y aburrimiento. Por ejemplo, en su cumpleaños podremos regalarle juegos o libros que supongan un reto intelectual. Es conveniente darles siempre cosas que les inciten a investigar.

3) Más atención. Debemos estar más pendientes de su educación ya que será en ese campo donde tengan más necesidades. Es aconsejable tener un contacto más constante con sus profesores para estar informado de su evolución y carencias.

El fracaso escolar es una consecuencia habitual de las superdotadas que no han sido correctamente guiados.

4) Apoyo psicológico para las niñas a las que les cueste más asimilar su situación. Siempre será mejor adelantarse a un posible problema de depresión y ofrecerles apoyo para que vean si situación como un extra positivo.

La correcta educación, motivación y apoyo emocional harán que nuestra hija saque el mayor partido a su condición de superdotada y aproveche sus posibilidades.

“Hay más opciones que nunca para educarse con buen criterio”

Hay ocasiones en la vida en las que una vivencia o una frase dicha en un momento oportuno rellenan años de búsquedas incesantes de eso que alguien, con una vocación algo totalitaria, denominó ‘la verdad’.

Son momentos extraños, poco habituales y llenos de futuro, esos en los que uno se da cuenta de que esas determinadas vivencias responden a ideales que le superan, que le conectan con más personas, que responden a algunas preguntas que el ser humano se lleva haciendo desde que se sintió lo bastante libre como para hacerlo y que se significan con esa parte de nosotros que el día a día, el marketing y nuestra propia estupidez se han encargado de ocultar bajo un ipad, un traje caro o unas gafas de pasta.

Una de esas verdades es que sólo hay dos formas de enfrentarse a la vida y las resolvió muy bien Chesterton en una máxima: “El pesimista te mira a los pies; el optimista a los ojos”. Rafael Martínez Simancas, uno de los grandes comunicadores de este país, ha decidido seguir con esa visión de la vida que le permite mirar a los ojos a los demás, ahora desde las trincheras del periodismo diario en Qué!, desde sus novelas y sentado con sus dos hijos que consiguen facilitar las respuestas más complejas. “Mi hija me dijo en una ocasión que si me sentía mal o enfermo, que simplemente lo que tenía que hacer era no pensarlo. Y tenía tanta razón que le hice caso”.

P. Eres un optimista sin remedio…

R. Nunca he intentado otra cosa, la verdad. Es nuestra obligación.

P. Pero la que está cayendo, ¿no desanima?
R. Bueno, el periodismo es el reflejo de una sociedad en crisis, con sus valores en crisis, con su economía en crisis… No íbamos a ir por otro camino, aunque hay que hacerlo con mucho respeto, porque el periodismo es una profesión en crisis con visibilidad. Hay otras muchas a las que nadie presta atención.

P. La construcción y la comunicación son los dos sectores que más empleo han destruido en los últimos cuatro años…

R. Supongo que tiene que ver con la aluminosis…

P.
¿Y no te da la sensación de que lo que está en crisis son los contenidos?
R. Dios me libre de ser un gurú de la comunicación… pero creo que si eres capaz de contar las cosas bien y diferentes, a la gente le vas a interesar. El lenguaje de un periódico gratuito tiene más cintura, pero lo que si es cierto es que ahora las redes sociales tienen más peso en la opinión pública que el editorial de cualquier periódico. Eso ha mutado.

P. ¿Y la reflexión que aporta el papel? ¿Se pierde?
R. Reflexión puede haber en 140 caracteres. No hace falta un tomo para hacer pensar a alguien. Sólo utilizar las palabras adecuadas. Podemos hablar de Bismarck, que cambiando la línea de un telegrama montó una guerra…

P. Te preguntaba por la reflexión porque creo que cada día tenemos la sensación de tener menos tiempo…

R. Y creo que, efectivamente, es una sensación. Siempre digo que soy escritor en comisión de servicio y, mientras tanto, soy periodista. Y lo que es necesario, absolutamente, es un espacio de reflexión para leer, escuchar, pensar… Es tan parte de mí el periodismo diario como esa cuota de sentarse y pensar.

P. ¿Y no crees que esas sensaciones dificultan el trabajo de educar, por ejemplo?
R. Yo no creo que sea más difícil educar a un chaval ahora que hace 50 años.

P. Y cuando te dice tu hija de 10 años que tiene Twitter, Tuenti, Facebook… ¿No te produce vértigo?
R. Supongo que el mismo vértigo que le podía producir a mis padres la televisión… “Niño, no veas tanto la tele que te vas a quedar tonto”, me decían.

P. En el mundo del rudio y la furia en el que nos movemos, ¿estamos enseñando a nuestros hijos a pensar, a reflexionar?
R. Yo no soy negativo en absoluto. Es lo que hablábamos al comienzo: hay que sacar lo bueno de cada resquicio, de cada cosa que tenemos, y a día de hoy hay mejores escuelas que nunca, mejores profesionales que nunca, medios extraordinarios… Hay más oportunidades que nunca para educarse con un buen criterio.

P. ¿Y la capacidad de análisis?
R. Confío plenamente en el trabajo de la escuela. Si un chaval se quiere ‘empanar’, puede buscar cualquier excusa, más allá de la revolución tecnológica.

P. No hay quien te pille en un renuncio…

R. Mira, he pasado hace poco una situación no demasiado agradable y me he obligado a sacarle la parte positiva. Y no sólo eso, sino a contagiarlo a todo el que pasaba por mi lado. No se puede vivir como el jefe de Astérix, temiendo que el cielo te caiga sobre la cabeza a cada momento.

P. Mi abuelo decía que hay que huir de los tipos tristes, de los que tratan de contagiarte sus problemas y te hacen la vida más difícil…

R. Tu abuelo era un tipo sabio: hay que escapar a toda prisa de los cenizos, de los tristes, de los plomos.

P. Y hace falta sentido del humor.

R. Tanto como respirar. El sentido del humor es un signo de inteligencia, a fin de cuentas. Reírse de uno mismo es la mayor prueba de inteligencia que te puedes encontrar.

P. ¿Qué más nos falta?
R. Aunque no creo que sea una cuestión de nuestra época únicamente, falta altura de miras, falta profundidad, falta humor, falta honor, falta lealtad. Aunque, como te digo, creo que lleva faltando desde que los romanos conquistaron la Galia.

P. Tus hijos, ¿lo saben todo respecto a su padre? ¿Hay que ocultarles el dolor?
R. Pues no tengo una fórmula, la verdad, pero en lo que a mí respecta lo saben todo: cuando he estado mal, cuando he mejorado, lo que me ha pasado… Y te dan soluciones divertidas y sencillas.

P. ¿Hay algo que te dé miedo contarles?
R. Los niños tienen que saber las cosas, pero hay que saber con quién se habla, porque tienden a simplificar las cosas. Me preguntan, por ejemplo, quienes son los buenos y los malos… ¿Acaso los hay? Yo no lo creo…