Autocontrol para niños y adolescentes (y sus padres)

Todos (niños y adultos) podemos aprender autocontrol, pero es necesario que queramos y practiquemos hasta automatizarlo. Con el ‘Manual de Autocontrol para niños y adolescentes’ que ha escrito la psicóloga Inma Araujo y los ejercicios que propone podemos conseguirlo.

 

Por Eva R. Soler

AJuan, con 13 años, le estaban continuamente expulsando de clase por agredir a sus compañeros. Gracias al programa de intervención que Inma Araujo lleva a cabo en el centro de menores Alborada (Pontevedra) logró controlar su rabia y frustración y dos años después ha logrado normalizar su vida en el aula y “generar una estabilidad emocional que le permite resolver los inconvenientes y ser feliz”, asegura Araujo. Esta psicóloga lleva más de 20 años trabajando con menores y sus familias. Durante este tiempo, se ha encontrado con cientos de adolescentes como Juan. “La gran mayoría de los casos son complicados”, según nos explica, “pues, la falta de control está provocada por haber sufrido maltrato o abuso sexual en la infancia”.

Para otros casos más sencillos se puede recurrir al Manual de Autocontrol para niños y adolescentes que, fruto de su experiencia, la psicóloga ha elaborado y que puede descargarse gratuitamente. “Todo niño o niña puede aprender a controlarse, para ello debe reconocer sus emociones, su proceso de rabia y sus propias alternativas y aprender a expresarlos y a canalizarlos”, afirma la terapeuta.

Los primeros años

Enlos primeros siete años un niño adquiere los aprendizajes básicos para sus desarrollo personal y social: aprende a establecer vínculos seguros y de confianza, a comunicarse, a expresar sentimientos, canalizar emociones… “Si entonces no aprende a controlar su ira, surgirán problemas significativos en su desarrollo emocional, psicológico y social”, explica Araujo y añade: “En esos primeros años son los progenitores y cuidadores los máximos responsables de enseñar a los niños habilidades sociales básicas”.

La mayor parte de los adultos sabemos explicar a nuestros hijos cuál es el modo incorrecto de canalizar la ira y frustración, sabemos reñirles y ponerles consecuencias cuando no se controlan correctamente, pero, ¿somos capaces de enseñarles con nuestro propio ejemplo? “Si el adulto sabe canalizar su ira; si cuando no es capaz y se equivoca, sabe analizarlo, reconocerlo y corregirlo; si da ejemplos reales y diarios… ese aprendizaje es el que, poco a poco, irá interiorizando su hijo”.

Padres modelo

“Si , por el contrario, la madre, padre o cuidador cuando pierde el control no lo reconoce, no lo modifica, no intenta canalizar adecuadamente sus emociones negativas; lo más probable es que su hijo le imite. Vivirá con ansiedad porque no le gusta la falta de control, pero desconoce cómo hacerlo. También puede afectar del modo opuesto: las pérdidas de control de los progenitores pueden provocar tal rechazo que, para no imitarlo, se cohíba toda expresión de sentimientos o defensa ante amenazas o daños”, sostiene Araujo.

Los menores que no saben controlarse responderán de un modo perjudicial para sí mismos y para los demás que puede tener consecuencias leves (discusiones, rabietas…) o más graves (autolesiones).

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Gestionar la falta de autocontrol de nuestros hijos en cinco pasos

1. Enseñarles a reconocer los sentimientos:“Debemos poner nombre a las emociones. Se puede hacer con juegos (creando una baraja, bingo, ruleta, tarjetero con caras…) y jugar a que los reconozcan y describan. También se puede practicar, explicando los sentimientos cada vez que surjan para que aprendan a reconocerlos en el momento y ponerle nombre”, sugiere Araujo.

2. Hay que explicarles que todas las emociones tienen su utilidad, en negativo y en positivo: “Por ejemplo, el miedo nos protege y nos activa ante un peligro; pero se puede convertir en un problema cuando se activa ante todo y en todo momento. Y así iremos explicándoselo con todas las emociones: cariño, tristeza, alegría, culpa, vergüenza, preocupación, etc.”.

3. ¿Cuándo surge la rabia?:“Una vez reconozcan sus emociones, cuando les pueden ayudar y cuando les pueden generar un problema, toca analizar personalmente su proceso de rabia: en qué situaciones y cuáles suelen ser las causas que hacen que sientan rabia”.

4. Cómo controlar la ira: “Tienen que entender que en ese momento su cuerpo tiene unas sensaciones (tensión muscular, se acelera el corazón y la respiración, etc.) y la mente genera unos pensamientos (negativos en este caso). Es muy importante que reconozcan cuáles son esas sensaciones y esos pensamientos negativos”. Entonces, les pediremos que fabriquen pensamientos positivos y frenar la pérdida de control.

5. Alternativas:“Por último, buscamos alternativas de cómo pueden desahogar esa rabia (hablarlo, llorar, practicar un deporte…). Siempre hay que preguntarles cuáles son los métodos que ellos mismos utilizan, reforzándolos si son adecuados y ayudándoles a ampliarlos. Todo esto no debemos hacerlo en un solo día y todo a la vez, sino gradualmente de un modo dinámico y participativo a lo largo de la infancia y la adolescencia”, concluye la psicóloga. Y también pueden practicarlo los padres.

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Ópticos alertan del riesgo de aumento de miopía en niños y adolescentes debido al confinamiento

La combinación de una insuficiente actividad al aire libre con un exceso de uso de las pantallas predispone a la aparición de la miopía, sobre todo entre los niños y adolescentes, etapas vitales donde el sistema visual está todavía en desarrollo. En ese sentido, expertos de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT), prevén un incremento preocupante de casos de miopía en tiempos de COVID-19.

La miopía afecta ya a 6 de cada 10 jóvenes universitarios de Cataluña como consecuencia de estilos de vida cada vez más sedentarios y de una exposición excesiva a los dispositivos digitales. En tiempos de COVID-19, estos dos factores de riesgo se están agravando y pueden conllevar un aumento grave de los problemas de salud visual, especialmente en los niños y adolescentes, que son más vulnerables, ya que tienen un sistema visual en evolución y menos capacidad para autogestionarse en el uso de las pantallas.

En este contexto, desde la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa se señala la importancia de seguir unos hábitos de salud visual adecuados para prevenir los problemas derivados de una exposición excesiva a los dispositivos electrónicos o en condiciones inadecuadas. Tal como explica el decano de la FOOT, Joan Gispets, disponemos de evidencias científicas que demuestran que la aparición de la miopía tiene una relación muy clara con el entorno visual, sobre todo en niños y adolescentes. Las condiciones del confinamiento van en la línea contraria a los hábitos que ayudan a prevenir su aparición. Aunque no podemos disponer de datos, pero es muy probable que el confinamiento tenga un impacto real en la incidencia de la miopía entre nuestros jóvenes.

Decálogo para un buen uso de las pantallas

Con el objetivo de sensibilizar a la población sobre esta problemática y de ofrecer herramientas de prevención, la FOOT ha elaborado un decálogo con recomendaciones orientadas a reducir el tiempo de uso de dispositivos digitales, adecuar las condiciones en que se usan las pantallas y compensar la sobreexposición con actividades físicas o creativas que estimulen la comunicación y la socialización.

Entre los consejos, se recomienda limitar el tiempo de uso de las pantallas según la edad, con un máximo de 1 hora diaria en niños en edad preescolar, entre 3 y 4 horas diarias en los niños en edad escolar y un máximo de 6 horas diarias en adolescentes. Los expertos señalan la importancia de la iluminación ambiental e indican que, en el lugar de trabajo, ésta sea alta. También recomiendan que se haga uso, preferentemente, de la luz natural. Asimismo, la iluminación y el contraste de la pantalla deben graduarse al máximo y se ha de evitar sentarse de espaldas a la ventana para evitar reflejos en la pantalla.

Por otra parte, hay que evitar distancias demasiado cercanas a la pantalla: en el caso de móviles y tabletas, la distancia no debe ser inferior a 30 cm. y, en el caso de ordenadores, el mínimo debe ser de 50 cm. Si se quiere mirar películas o series, que se haga en el televisor o en el cine, donde se garantiza que la distancia mínima a la pantalla es de al menos 3 metros.

En cuanto a la postura, se recomienda mantener los ojos alineados con el borde superior de la pantalla en el ordenador y colocar espalda y rodillas en ángulo recto, con los pies en el suelo. Además, hay que hacer descansos cada 30 minutos: levantarse del puesto de trabajo, caminar por casa y mirar lejos a través de una ventana durante el menos 20 segundos para cambiar el enfoque. También se aconseja evitar el uso de los dispositivos digitales justo antes de ir a dormir y aprovechar todo el tiempo posible para hacer actividades al aire libre, preferiblemente cuando hay luz natural.

Finalmente, los expertos recuerdan que, en caso de utilizar gafas o lentes de contacto, es importante que la graduación sea la adecuada. Asimismo, es importante hacerse exámenes periódicos con los profesionales de la visión, que valorará nuestro sistema visual y nos ofrecerá los consejos más adecuados.

Un cambio de mirada para conectar desde el Corazón

Por Purificación Moreno-Palanca (Docente y facilitadora del programa de convivencia «En Sus Zapatos»).

Este confinamiento nos ha llevado a adaptarnos a situaciones que nunca habíamos vivido y a las que no estábamos acostumbrados. Por ello, ahora más que nunca necesitamos aprender a reconocer e identificar nuestras emociones para poder gestionarlas, así como para dar respuestas adecuadas para resolver los conflictos de una forma positiva que nos ayude a crecer.

Y en este sentido de educar emocionalmente, es muy importante ayudar a los más pequeños. La primera gran ayuda para con ellos, pasa por cómo los miramos.

En este audio te cuento cómo cambiar la mirada hacia ellos, inspirándome en este póster:

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Desde la Asociación Teatro de Conciencia, y desde el programa «En Sus Zapatos», queremos seguir facilitando la alfabetización emocional de adultos y niños, en este caso sin teatro–como lo hacemos habitualmente, pero sí con otros recursos. Puedes sugerirnos temas escribiendo a: info@teatrodeconciencia.org 
Si quieres formarte en nuestro método de alfabetización emocional,  te puede interesar nuestro Postgrado en Educación Emocional con Teatro de Conciencia. Método «En Sus Zapatos»Puedes informarte aquí

¿Qué es lo que ayuda a los niños a aprender desde casa?

La crisis sanitaria del Covid-19 ha metido la educación en casa. A pesar de que las escuelas comienzan poco a poco a reabrir sus puertas, todavía quedan meses por delante en que el apoyo de las familias va a seguir siendo muy importante. La enseñanza en el hogar ha traído nuevos retos para los padres, que quieren que sus hijos continúen recibiendo una buena enseñanza. Muchas familias seguramente se han hecho algunas preguntas como: ¿debo recuperar el tiempo perdido en la escuela?, ¿cómo puedo asegurarme de no sobrecargar a los niños? o ¿cómo puedo lograr el equilibrio adecuado entre el trabajo y el descanso? Para ayudar a contestar estas preguntas, la Responsable de Investigación de Cambridge Assessment English, comparte en este artículo cuales son los conceptos esenciales que las familias deben conocer para ayudar a sus hijos desde casa.

Según la doctora Evelina Galaczi, responsable de Investigación de Cambridge Assessment English, hay seis elementos a tomar en cuenta en el aprendizaje de los niños:

  1. Ir más allá del conocimiento: lo que significa dotar a la materia de estudio de contexto, por ejemplo, al estudiar un idioma intentar practicarlo con tareas reales de conversación o escritura. O, al estudiar geografía, imaginar qué países nos gustaría visitar y por qué.
  2. Interacción y conexiones sociales: el aprendizaje es una actividad social, por lo que crear oportunidades de conexiones humanas mientras los niños aprenden en casa es beneficioso; además, la tecnología ayuda a conectar con otros pequeños para realizar tareas juntos.
  3. Retroalimentación: los elogios marcan la diferencia en la motivación, y proporcionan retroalimentación para mejorar. No hay que olvidar que los errores no son fracasos, sino oportunidades para que el cerebro construya nuevos caminos que conduzcan al éxito.
  4. Establecer objetivos: la conciencia de los objetivos de aprendizaje ayuda a los alumnos a apuntar a algo específico y a sentir una sensación de logro y motivación para alcanzar nuevos retos.
  5. Dividir el aprendizaje: dividir las tareas de aprendizaje en secciones manejables es muy importante. Esto ayuda a evitar la frustración en actividades que son demasiado difíciles y aumenta la creencia en la capacidad de aprendizaje e inteligencia del niño.
  6. Interés y motivación personal: cuando se involucra el mundo emocional y el mundo social de los niños estos aprenden mejor, por lo que conectar las tareas con sus intereses y canales de información, como YouTube, es muy motivador para ellos.

Cómo el aprendizaje puede ayudar a desarrollar habilidades útiles para la vida

Los niños están haciendo frente a una situación de aprendizaje difícil en un contexto inusual, como es la educación en casa durante la actual crisis. Esto, según la doctora Galaczi, «es una oportunidad para ayudarlos a desarrollar su capacidad de recuperación ante la adversidad, lo que tendrá efectos en su aprendizaje. Por ejemplo, es importante animar a los niños a que vean las materias difíciles desde una perspectiva más positiva, a que decidan objetivos específicos en su aprendizaje, a que busquen ayuda cuando la necesiten, a que aprendan de los malos resultados, a que se rían… Todo ello ayudará a desarrollar mejores habilidades y mentalidades para la vida».

En estas circunstancias, según la experta, los niños también deberían sentirse conectados con el mundo real. «Los padres pueden lograrlo fácilmente vinculando algunas tareas de aprendizaje con la ayuda de otras: por ejemplo, escribir una carta o hacer un dibujo para animar a una persona que actualmente se siente aislada. Una actividad de este tipo no sólo ayudará a su hijo a centrarse en una tarea de aprendizaje y a desarrollar sus habilidades cognitivas, sino que también desarrollará en ellos un sentido de pertenencia y empatía», concluye.

Ofelia Tejerina: "En la red el menor debe estar supervisado e informado"

Ofelia Tejerina, abogada y presidenta de la Asociación de Internautas.

 

Por Olga Fernández

¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestros hijos no son monitorizados?

Cuando dejamos en manos de un menor un móvil, una tablet o un ordenador, debemos asegurarnos de que tiene instaladas las oportunas medidas de control parental. Existen numerosas aplicaciones que permiten a los padres y tutores ejercer este control de una forma bastante sencilla, y que explican cómo informar a los menores de los riesgos a los que pueden verse expuestos. Es recomendable visitar las webs de organismos oficiales como la del Instituto Nacional de Ciberseguridad (www.incibe.es) o la de entidades como Pantallas Amigas (www.pantallasamigas.net).

¿Cuál sería el principal peligro: las aplicaciones, el correo electrónico, los juegos en red, etc.?

Los menores utilizan sobre todo las aplicaciones para socializar y juegos online. Debemos pensar que, por una parte, los desarrolladores que están detrás de esas aplicaciones y juegos necesitan datos de los menores, de su comportamiento, de sus gustos, su geolocalización, etc. En principio les bastan datos agregados o anonimizados, para hacer sus estudios de mercado. Pero nada impide que quieran datos de menores identificables, para hacer negocios ilícitos con ellos. Por otra parte, y más peligroso aún, son los “depredadores” de datos con fines de naturaleza delictiva, pues son habituales los acosadores rastreando redes. Por eso es importantísimo que el menor esté supervisado y también bien informado para que sea precavido.

¿Cómo educar a los hijos para que sean conscientes de que deben ser cautos cuando usen Internet?

Me han preguntado muchas veces a qué edad puede un menor tener un móvil, y siempre respondo lo mismo, depende de la madurez de sus padres y la atención que presten al uso que va a hacer el menor. Existen unos “contratos” (digamos que son oficiosos, no vinculantes) que facilitan entidades como Telefónica (Internet Segura for Kids: www.is4k.es) o Incibe, que establecen las condiciones que los menores deben respetar si quieren tener móvil. El hecho de “firmar” esto con sus tutores o padres, infunde responsabilidad sobre qué van a manejar, y cómo pueden hacerlo sin consecuencias negativas. Un teléfono, una tablet o un ordenador puede ser un juguete, una herramienta de aprendizaje o un peligro. Deben saber cómo y cuándo corresponde hacer un uso u otro, y que han de protegerse. Además, los adultos deben transmitir confianza para que, si los menores tienen el más mínimo problema (pensemos en el ciberacoso), puedan acudir a ellos.

Se está comenzando a utilizar la identificación facial, algo que podría extenderse en el futuro, igual que ocurre en países asiáticos. ¿Es seguro facilitarla?

Este es otro buen ejemplo que nos pide reflexionar sobre la utilidad de la tecnología. Por ejemplo, ¿necesito que alguien tenga un patrón de mi cara para poder desbloquear el teléfono?, ¿lo necesito para probar una app que me envejece?, ¿para qué lo quiere quien está detrás? Normalmente lo quieren para “entrenar software, inteligencia artificial y algoritmos, en la detección y reconocimiento de personas con nuevas y emergentes tecnologías. Somos sus conejillos de indias. Pero no quita que se pueda usar con fines perversos. Esos datos almacenados valen mucho dinero y pueden ser usados para tratar de suplantar nuestra identidad. Por lo tanto, fiémonos sólo de quien justifica que necesita los datos y nos dé garantías de que los usará conforme a la ley.

¿Está mi hijo preparado para estudiar en el extranjero?

La decisión de estudiar algún curso o trimestre fuera de España tiene muchas implicaciones, no solo económicas y académicas. Es importante valorar si el niño está preparado o no para afrontar el reto.

 

Por Terry Gragera

Son los padres los que más conocen a sus hijos y, por lo tanto, pueden intuir cuándo están preparados para marcharse al extranjero. En esa valoración es importante considerar su madurez y su capacidad de adaptación. En todo caso, Irene Lorza, psicóloga de TherapyChat, destaca que es un objetivo al que acercarse poco a poco. “El niño no se prepara para algo así de la noche a la mañana: debe ser una adaptación progresiva. Así podrá ir ganando confianza, generando nuevas estrategias de afrontamiento… Todo ello se consigue con aproximaciones hacia otras experiencias de separación de la familia, como ir a dormir a casa de amigo o a campamentos de verano”.

¿Desde cuándo?

“La mejor etapa para realizar un año académico en el extranjero abarca desde los 10 a los 18 años, según el país elegido”, apunta Marta Galea, secretaria general de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce). Su recomendación es que la experiencia sea en solitario para que “la inmersión sea completa y eficaz”. Por su parte, Irene Lorza cree que “la adolescencia es un buen momento para tener experiencias más allá del círculo familiar, y es así como van formando su propia identidad”.

No obstante, no destaca una edad concreta: “Es fundamental valorar cada situación. La adolescencia es muy variopinta a nivel madurativo: algunos niños la comienzan con 11 años y otros con 15. La madurez suele ir acompañada de más estrategias para afrontar situaciones novedosas. No obstante, salir fuera no es la única opción. Hay muchas otras actividades que pueden resultar interesantes en este sentido y no implican salir de su país si no lo consideramos oportuno”

¿Y si quiere volver?

El proceso de adaptación a un nuevo entorno académico y social puede repercutir en el estado anímico de los estudiantes que se marchan fuera. “Es normal que al principio echen de menos su vida en casa, que estén tristes o incluso que se enfaden”, explica la psicóloga. “En ese caso, creo que debemos recoger y validar sus emociones y animarles a que, a pesar de que se sientan así, hagan lo que esté en su mano para aprovechar lo bueno de la experiencia y permanecer allí, ayudándoles a ver por qué puede ser algo enriquecedor para ellos en el futuro”, detalla.

En este sentido, Marta Galea, de Aseproce, destaca cómo la adaptación al estilo de vida en otro país pasa necesariamente por una serie de etapas de las que es conveniente que el niño esté advertido de antemano.

Pero ¿cómo reaccionar si quiere volverse? Para la secretaria general de Aseproce, “no es recomendable que el estudiante regrese a España sin haber acabado el curso; es preciso que los padres tengan paciencia durante las primeras semanas, pues existe un tiempo de ajustes y adaptación natural, como en cualquier experiencia”.

La recomendación de la psicóloga Irene Lorza es “no obsesionarse con que deben quedarse allí sí o sí”. En determinadas circunstancias, ella aconseja “ser flexibles y, quizá, echar marcha atrás. ‘Equivocarse’ también puede ser un aprendizaje valioso para los niños. Es una opción válida que también nos hace aprender”.

 

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Diez claves para no equivocarse

El lugar elegido, el momento de empezar, el tiempo fuera, la organización escogida… Hay muchas variables a tener en cuenta. Estos son los consejos que ofrecen desde Aseproce para elegir bien:

1. El niño debe comenzar el contacto con el idioma lo antes posible.

2. El aprendizaje debe ser gradual, sin forzar la situación.

3. A partir de los 6 años, los niños pueden ir a campamentos de idiomas en España, comenzando por los que son urbanos.

4. Se puede continuar con los campamentos de idiomas en la naturaleza.

5. La salida a otros países es aconsejable a partir de los 13 o 14 años,aunque se puede adelantar un poco, dependiendo de la madurez del niño y de su dominio del idioma.

6. Se puede empezar con un destino próximo,como Reino Unido o Irlanda, y con una estancia de dos o tres semanas.

7. Cuando son más mayores, la estancia será superior en tiempo y con una familia.

8. El niño debe conocer en detalle el curso que va a hacer y es importante llegar a un acuerdo con él.

9. No se le debe plantear como un castigo sino como una oportunidad de aprender.

10. Los padres deben verificar que la organización elegida cumpla todos los requisitos de calidad, según la legislación vigente.

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Webinar gratuito con Eva Villanueva: fomentar la cooperación entre hermanos para evitar los celos

En Padres y Colegios seguimos una semana más preparando nuevos webinars con los que acercaros a casa en estos días de nueva normalidad a expertos en educación e infancia para ofreceros recursos y un espacio en el que poder compartir vuestras dudas e inquietudes con ellos. En ese sentido, el siguiente webinar tendrá lugar el próximo jueves 2 julio a las 18:00 horas de la tarde a través de la app Zoom (si no la tenéis aún, aquí podéis descargarla para iOS y aquí para Android) y tendrá como protagonista a la psicóloga Eva Villanueva Toledo.

Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, estos webinars para padres, madres y educadores se enmarcan dentro de la sección ‘Tips para el confinamiento‘, que creamos en nuestra web con recursos, consejos y propuestas de actividades para sacar partido educativo y hacer más llevaderos los días de encierro obligado en familia; y que ahora continuamos con consejos y artículos para afrontar la nueva normalidad que nos deja la pandemia. En ese sentido, consideramos que la charla con una profesional como Eva Villanueva, con una amplia experiencia con niños y adolescentes, puede ser de gran utilidad para padres y madres en estos días de recién estrenada «nueva normalidad».

¿Quién es Eva Villanueva?

Como decimos, Eva Villanueva es licenciada en Psicología y Máster de profesorado de educación secundaria con la especialidad de orientación educativa.

La psicóloga cuenta con una gran experiencia trabajando con niños, niñas y adolescentes en diferentes proyectos y actualmente ejerce como Coach Educativa en Aula Siena dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ.

¿Qué temas se abordarán en el webinar?

Los celos entre hermanos y las disputas que éstos conllevan son algo común en prácticamente todas las familias, lo que les convierten en una preocupación habitual para padres y madres por su capacidad para impactar en el clima de convivencia en el hogar.

Los celos podrían definirse como un sentimiento normal cuando se tiene miedo a perder el afecto de las figuras de apego; un sentimiento de miedo que, además, suele ir acompañado de envidia hacia quien se percibe como rival y resentimiento hacia las personas que suponemos que deben prestarnos toda su atención

En el webinar, partiendo de esta base, la psicóloga Eva Villanueva ofrecerá a padres y madres una serie de pautas sobre cómo actuar en situaciones de conflicto entre hermanos, así como estrategias para fomentar la cooperación entre ellos evitando de esta forma los celos y mejorando el clima de convivencia en el hogar.

Cómo apuntarse al webinar

Como os comentábamos con anterioridad, el webinar de Eva Villanueva podrá seguirse en directo a través de la app Zoom el próximo jueves 2 de julio a las 18:00 horas. La charla tendrá una duración aproximada de una hora, dividida en una ponencia de unos 30-40 minutos de la psicóloga a la que seguirá un turno de preguntas para que podáis consultar con la experta todas vuestras dudas.

Podéis reservar vuestra plaza en el webinar a través de este enlace: https://zoom.us/webinar/register/WN_cLcKOJmhQmmjHyzHzcUfrg

Miriam Ruiz: “Los niños son capaces de regular su apetito, no hay que obligarles a comer”

Por Ana Veiga

Miriam Ruiz, autora de Alimenta tu salud con comida real, nos cuenta cómo mejorar la alimentación de nuestros hijos, especialmente durante y después del confinamiento. La Sociedad Española de Obesidad (Seedo) ya ha alertado de que se producirá un incremento medio cercano al 5% en el peso de los niños y adolescentes. Así que hemos llamado a una experta para que nos ofrezca pautas clave.

Aunque su tono humilde y despreocupado no lo revele, su currículum llama la atención. Empecemos porque es doctora, especialista en Medicina Interna además de dietista- nutricionista, educadora y divulgadora. También ha creado la plataforma Edyal, una escuela online de alimentación saludable.

¿Cuáles son los fallos más habituales en la alimentación de los niños?

Uno de los más comunes es diferenciar entre adultos y niños. Salvo que estén en la etapa de lactancia o sean muy pequeños, las comidas saludables lo son para todos. No hay formas de comer para niños ni cereales especiales o galletas para ellos, aunque nos digan que sí. Tampoco necesitan menús infantiles porque lo que tienen en común todos estos alimentos es que son peores nutricionalmente que los de los adultos.

Los menús infantiles son muy comunes en las bodas, cumpleaños, restaurantes…

Sí, les marcamos una diferencia y encima para ofrecer alimentos de peor calidad. La comida que llaman ‘para niños’ lleva mucho azúcar y es hiperpalatable –con sabores y colores muy intensos a base de aditivos, colorantes, una cantidad increíble de azúcar… para que lo coma–. Pero olvidamos que los niños son capaces de regular su apetito y de saber cuándo tienen que comer y la cantidad, siempre que les pongamos lo que tienen que comer. Lo que no podemos hacer es ponerle brócoli con pollo y esperar que se lo coma cuando media hora antes han comido una bolsa de gusanitos. Tambiénhay que tener en cuenta que los niños pasan por fases diferente de necesidad, según el crecimiento. Hay una etapa en la que crecen activamente y necesitan más energía, igual que hay etapas en las que comen menos porque necesitan menos; y aquí insisto: no es que no crezcan porque no coman, sino que no comen porque no crecen tanto en esa fase. Y no hay que enfadarse con ellos ni forzarles porque se genera una emoción negativa que se acaba asociando a la comida.

Los niños pueden regular su apetito pero, muchas veces, no es así cuando hablamos de chucherías.

Los ultraprocesados pueden interferir en que el niño no se alimenten de forma correcta. El niño no es tonto y sabe que una galleta está más dulce que una manzana y que unos gusanitos le gustan más que un plato de verdura. Muchos niños terminan de comer a regañadientes pero se levantan al cajón de las galletas. Lo ideal es que en casa no haya un cajón de galletas. Estono significa que haya que prohibirles alimentos, porque si le prohíbes siempre una galleta, lo que vas a hacer es que la desee más. Lo que recomiendo es que no sea algo normalizado, que una cosa sea un día en un cumpleaños y otra que sea siempre. No prohibir, no ofrecer.

¿Por qué es importante que los niños aprendan a comer bien desde pequeños y cómo?

Les ahorramos reaprender a comer, como nos pasa a los adultos. Pero debemos ser conscientes de que los niños aprenden por imitación y que somos los adultos los que educamos con el ejemplo. Por eso, tenemos que reaprender nosotros para que ellos puedan aprender. Y lo primero que tenemos que tener clara es la diferencia de un alimento con la función de alimentarnos y esos productos cuya función no es esa.

¿Los alimentos que sí alimentan es lo que entendemos por ‘comida real’?

Comida real es lo que entenderíamos como materias primas: verduras, hortalizas, patata, boniato, arroz, maíz, avena o pseudo cereales como la quinoa, proteínas de origen animal como carne, pescado o huevos – siempre que no hablemos de ultraprocesados como salchichas–. Los lácteos son difíciles porque cuando vamos al super la mayoría podemos considerarlo ultraprocesado porque tienen una lista larga de ingredientes. ¿Qué podría ser materia prima? La leche. O un yogur natural solo de leche fermentada. Pero no un yogur de sabores azucarado.

¿Sólo deberíamos ofrecer a los niños productos frescos?

No necesariamente, pero si salimos de los productos frescos, tendremos que mirar la lista de ingredientes: cuanto más larga, menos recomendable. Entrelos productos frescos y los ultraprocesados, hay unos en medio que llamamos buenos procesados que serían aquellos que se han procesado poco, como congelados, conservas, ensaladas embolsadas.. porque esos procedimientos no le han quitado sus nutrientes originales de una manera significativa y tampoco se les añaden ingredientes perjudiciales para la salud. Por ejemplo unos garbanzos secos van a ser igual de saludables que si los ya cocidos.

¿Es asequible comer siempre producto fresco o buenos procesados? ¿Comer bien es caro?

No es caro. Creo que lo que pasa es que la gente lo asocia a comprar en la sección de ecológicos o en la de sin gluten y ahí sí que son más caros y no son más saludables. Si pensamos en comida real, sí que hay algunas cosas más caras que otras, pero no es que sean caras sino que los ultraprocesados son muy baratos.

Entre las compras más habituales en el período de confinamiento, se encuentran la leche en polvo, vino o alcohol en general, pasta y conservas. ¿Algo que deberíamos cambiar?

Hay cosas que sobran. Pero, por ejemplo, las conservas son una opción inteligente. Las cosas más interesantes para comprar en confinamiento son legumbres secas o verduras ultracongeladas.

En tu libro vemos qué comer, cómo y cuánto. ¿Debe preocuparnos en ese orden? ¿Es más importante el qué que el cuánto?

El qué condiciona el cuánto. Una de las características de la comida real es que es muy voluminosa pero tiene muy poca densidad calórica. Puedes estar 20 minutos comiendo una ensalada y quedarte muy lleno, por lo que ocupa en el estómago, pero te aporta muy pocas calorías. Sin embargo, tres galletas ultraprocesadas te aportan calorías como cinco ensaladas y no te sacian.

¿Cómo componer platos saludables para los niños?

Es tan sencillo como que el protagonista del plato sean las verduras u hortalizas y ocupen al menos el 50%. Después debe llevar un alimento rico en proteínas que pueden ser carne, pescado, huevos, marisco, … Y el resto del plato corresponde a hidratos de carbono -entendidos como alimentos reales ricos en hidratos, no a hidratos procesadoscomo arroz, quinoa, patata, boniato, legumbres… que son un 25% restante del plato.

Diez razones para el sharenting responsable

PantallasAmigas, con la colaboración de la Agencia Española de Protección de Datos, lanza una campaña de sensibilización sobre las cuestiones que los padres deben tomar en cuenta antes de subir imágenes a la Red.

 

Es comprensible que padres y madres quieran compartir con otras personas la imagen de sus hijos motivados por la ilusión, la alegría o singularidad del momento y, por qué no decirlo, el orgullo. Otras veces, por desgracia, las razones pueden tener matices más egoístas o, simplemente, no se ha reflexionado sobre lo que se está haciendo y ello puede significar para quienes identificamos con frecuencia como lo más importante de nuestras vidas.

Confinamiento y vacaciones, dos momentos con tendencia a los excesos

En estos meses de reclusión debido a la pandemia ha proliferado la práctica de compartir imágenes familiares de menores de edad, acelerada por el contexto que ponía en las tecnologías ligadas a Internet gran parte de las posibilidades para el ocio, el estudio, el trabajo o las relaciones personales. Por otro lado, las vacaciones son también un momento habitual en el que deseamos compartir nuestra alegría y experiencia con las demás personas, y muchas veces los pequeños de la casa son protagonistas necesarios. Debido a esta situación, PantallasAmigas, con la colaboración de la Agencia Española de Protección de Datos, ha querido poner el foco en que se trata de una práctica no exenta de riesgos y que debe ser considerada y meditada con calma.

El sharenting puede tener asociadas consecuencias negativas asociadas y por ello se debe realizar de manera responsable, valorando los pros y contras potenciales en cada ocasión. El sharenting, una práctica extendida de forma exagerada Según un estudio ffde la Universidad de Michigan, el 56% de los padres suben fotografías de sus hijos que podrían resultarles vergonzosas. Por otro lado, un estudio del Reino Unido revelaba que los padres habrían publicado en redes sociales un promedio de 13.000 vídeos o fotos de su hijo o hija antes de que cumpliera los 13 años. Parecen datos coherentes con este otro informe de AVG que cifraba en el 81% el porcentaje de bebés que está en Internet antes de cumplir 6 meses. Vemos, por lo tanto, que hay motivos para llamar la atención de las familias sobre una práctica no siempre resulta tan inocua como parece. Ejemplo de uno de los diez consejos de la campaña

Diez razones para el sharenting responsable

1.- Tienes la obligación de cuidar su imagen e intimidad, no el derecho de hacer uso arbitrario de ellas. Las personas menores de edad tienen derechos que deben ser protegidos de forma especial.

2.- Tu hijo o hija no gana nada con la publicación de las imágenes. Aunque puede que tampoco le afecte negativamente, el saldo rara vez será positivo.

3.- Puede haber distintos criterios sobre qué y cómo se comparten las imágenes de los menores por parte de sus progenitores. Cuando los progenitores no forman pareja, el sharenting puede ser motivo de conflicto.

4.- Es posible que no seas consciente de cómo se están difundiendo esas imágenes. No siempre es fácil entender y gestionar la lógica y los cambios de gestión de privacidad de las redes sociales.

5.- Existen otras formas más seguras para compartir imágenes. Es necesario limitar con quién compartir la información y elegir la plataforma adecuada.

6.- Habitualmente se comparte más información que la que se aprecia a simple vista. Una imagen inocente puede contener detalles de contexto importantes e incluso geolocalización.

7.- Al compartir las imágenes con otras personas, estas pueden asumir que eso significa que las pueden publicar y que las imágenes no son tan privadas. Sin mala intención, de forma directa o indirecta, pueden expandir el alcance e incluso hacerlas públicas.

8.- Lo que publicas escapa de tu control para siempre. Cuando algo aparece en una pantalla, es susceptible de ser capturado y reutilizado.

9.- Compartir imágenes de otras personas sin su consentimiento puede ser una infracción de la normativa de protección de datos. No es un buen ejemplo para nadie, menos aún para los menores de edad.

10.- En ocasiones extremas puede comprometerse la seguridad de miembros de la familia. En casos de victimización de menores de edad se dan amenazas sobre terceros que pueden llegar a cumplirse.

La campaña será divulgada en las diferentes plataformas y redes sociales con diez ilustraciones a modo de viñetas que ejemplifican las cuestiones sensibles a considerar antes de realizar sharenting. El contenido se puede encontrar agrupado en www.pantallasamigas.net/sharenting y en la web de menores de la Agencia Española de Protección de Datos.