La pública y la concertada se unen para exigir cambios en las ayudas para libros

La presión de los padres obliga a Educación a prolongar hasta septiembre el plazo para pedir las becas y a aumentar la cantidad a percibir de 105 a 125 euros.

La convocatoria de este año para optar a las ayudas para la compra de los libros de texto ha unido a la totalidad de los representantes de padres de alumnos de la provincia contra los postulados de Educación. «La disminución de un 30% del presupuesto, y su aplicación práctica, no va a satisfacer las necesidades de quienes realmente no pueden pagar las desorbitadas cantidades que cuestan los libros», alerta la máxima representante de las familias con alumnos en los centros concertados de la provincia.
Los centros tanto públicos como concertados, a través de sus federaciones Gabriel Miró, Escuela y Familia, y Enric Valor, reclaman a la conselleria un cambio drástico en los requisitos que puntúan para tener acceso a las ayudas para comprar los libros, porque sostienen que las cantidades presupuestadas en función de la renta «no resuelven» las situaciones económicas más perentorias, ni suponen «auténticas ayudas» para el grueso de peticionarios de clase media-baja.
De momento, y gracias a la presión ejercida por las federaciones de padres de alumnos, Educación ya se ha visto forzada a ampliar el plazo de petición de las becas, que inicialmente concluía el próximo miércoles, día 25.
La conselleria ha redactado un comunicado en el que concreta que «ha decidido ampliar el plazo de presentación de solicitudes de ayudas para la adquisición de libros de texto y material didáctico e informático del 3 al 14 de septiembre». Tras la vuelta de las vacaciones, los escolares dispondrán de al menos dos semanas más para pedir la beca. De hecho, los representantes de los padres han evidenciado su profundo malestar llegando a considerar, incluso, que el retraso inicial de la conselleria en convocar estas ayudas, -una vez acabado el curso-, se había hecho «conscientemente», como subrayan en la Confederación de padres de alumnos concertados, Concapa.

Nuevas cantidades
La protesta conjunta de los padres contra la escasez de la cuantía máxima de la ayuda para las rentas más bajas, también ha llevado a Educación a aumentar ligeramente la cantidad, de los 105 euros iniciales de la convocatoria de junio a los 125 euros fijados ahora, en julio.
«Un gran número de familias no pueden adquirir los libros porque sus precios son abusivos», insiste Julia María Llopis, presidenta de la federación provincial Educación y Familia, así como de la confederación autonómica de centros concertados, Concapa.
En la misma línea, el presidente de la Fapa Gabriel Miró y de la también confederación de centros públicos, Covapa, Ramón López, critica que se obligue a las familias a presentar una nueva solicitud para pedir las ayudas de libros, cuando el modelo de petición coincide con el utilizado para las becas de comedor y las de transporte. Esta federación pone a su vez el acento en el artículo 27.4 de la Constitución Española sobre la gratuidad de la enseñanza obligatoria, dado que los 125 euros por alumno par comprar libros, cuando la familia no supere los 5.591 euros de renta por cada miembro, no llegan ni de lejos para costear los más de 200 euros que cuestan los libros cada año.
Para rentas per cápita de hasta 7.455 euros la ayuda será de 87,5 euros y si la renta es mayor, 50 euros. «Es preferible que se pague todo el coste a quienes lo necesitan de verdad que dar una miseria a más personas», destaca el presidente de la Fapa Enric Valor.

El uniforme impuesto cuesta más del doble
La Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios ha remitido a la comisión de Defensa de la Competencia las quejas que ha recibido las últimas semanas sobre la imposición de al compra del uniforme escolar en determinados comercios. Avacu advierte de que existen centros concertados, donde es obligatorio que los alumnos lleven uniforme, que además mantienen un contrato de venta exclusiva de las prendas con determinados comercios «amparándose en una licencia o patente de fabricación registrada por el logotipo del escudo del centro» y que esto provoca «precios abusivos». La asociación de consumidores puntualiza que este tipo de actuaciones por parte de los colegios «restringe la competencia de mercado, ya que sólo pueden distribuir los uniformes quienes obtienen la concesión de su venta, cuando podrían ser adquiridos a menor precio». Avacu afirma que prendas que alcanzan los 40 euros en comercios obligados se encuentran por 15 euros con «similar o incluso mejor calidad». Victoria Bueno.

Busco un nuevo cole… en otra ciudad

Cambiar de colegio es ya de por sí estresante. Pero cuando, además, se le añade un traslado a otra ciudad, el proceso puede resultar más complicado. Además de realizar una serie de trámites administrativos, hay que preparar al niño muy bien, puesto que deberá enfrentarse a situaciones nuevas en dos pilares fundamentales de su vida.

Ya sea obligadas por las circunstancias o en busca de una mejora laboral, muchas familias trasladan su lugar de residencia a otras provincias, e incluso a otros países. Inevitablemente, esto conlleva un cambio de colegio para sus hijos. Pero ¿cómo prepararse bien ante él?

Los trámites administrativos

Dependiendo del momento en que se produzca la mudanza, los padres tendrán que llevar a cabo distintas gestiones.

Si es para el siguiente curso. En este caso, hay que solicitar el centro escolar elegido en el plazo determinado por cada Comunidad Autónoma para el próximo año. Aunque los criterios de baremación son distintos en cada una, es habitual que se otorguen puntos por la cercanía del domicilio al colegio. Así, se suele pedir el padrón municipal para comprobar que el niño pertenece a esa área de influencia. Pero ¿cómo demostrarlo si la familia aún no se ha mudado sino que lo hará en los siguientes meses?

Por ejemplo en Madrid, “es necesario tener, o acreditar que se va a tener antes de finalizar 2012, un domicilio concreto en la Comunidad de Madrid y presentar la solicitud dentro del periodo ordinario”, según informan desde la Consejería de Educación. Así, pues, valdría con que la familia demostrase su intención de trasladarse próximamente. En otras Comunidades, si el nuevo domicilio no se ha fijado aún, lo mejor es acudir a la Comisión de Escolarización y plantear el caso.

Si es a mitad de curso. Cuando la familia se marcha a vivir a otra ciudad en mitad del curso escolar, lo primero que debe hacer es acudir a la Comisión de Escolarización de la zona que le corresponda en su nuevo domicilio. Allí deberá rellenar una solicitud indicando los motivos por los que solicita plaza y cuáles son los centros que prefiere. Esto no significa que uno de ellos tenga que ser el elegido, pues la Comisión, aunque tiene en cuenta la opinión de los padres, asigna finalmente el colegio en función de las plazas libres que haya en ese momento en el curso demandado.

Una vez que se determina el centro escolar al que acudirá, en la mayoría de los casos, la familia no debe hacer ningún trámite adicional, pues son los centros los que se ponen en contacto entre sí tanto para darle de alta en uno, como de baja en otro.

El apoyo de los padres, fundamental

Enfrentarse a un doble cambio: colegio y ciudad es un momento muy delicado que va a requerir una dosis extra de atención por parte de los padres. Para minimizar sus consecuencias, conviene seguir las siguientes pautas.

Anticipar el cambio. “Los cambios siempre hay que anticiparlos desde que se sepa la noticia y normalizarlos”, aconseja la experta. “Si se trata de niños pequeños, ha de hacerse de un modo visual, para conseguir la comprensión y el efecto esperado”, explica. Por ejemplo, se puede utilizar una cartulina para explicarles todo el proceso. Con los hijos mayores, también se puede anotar la fecha del traslado en una agenda que permanezca visible para que se vayan haciendo a la idea.

En todo caso, hay que sentarse con ellos, y adaptándola a su edad, ofrecerles una explicación de por qué hay que mudarse. Se les debe involucrar en el proceso, pero sin dejarlos tomar en última instancia una decisión tan importante.

Presentarles su nueva realidad. Cuando estén decididos tanto la nueva ciudad como el colegio, merece la pena hacer una labor de “detectives” en familia. Consiste en implicar al niño en la búsqueda de rincones, lugares, actividades estimulantes para él que ofrezca ese lugar para que vaya ilusionándose con él. Si es posible, lo ideal es visitar antes tanto la nueva localidad como el centro escolar, pero si no, pueden buscarse datos en Internet para que el niño conozca cómo será el entorno en el que va a estar.

Ser paciente. Para muchos niños, al igual que para muchos adultos, un cambio de este tipo puede resultar demasiado estresante. Probablemente tu hijo se muestre más nervioso que de costumbre, duerma mal, esté irritable… Aunque, seguramente, como padre estés viviendo una situación difícil tú también, debes volcarte en apoyar a tu hijo.

Él necesita confianza, seguridad y alegría para afrontar su nueva etapa, y, sin la presencia de sus amigos de siempre, es la familia la que se lo debe proporcionar. Hay que mostrarles nuestro apoyo y subrayar siempre las cosas positivas que ha traído el cambio. Seguramente él las niegue de primeras, pero ese tipo de mensajes acabarán calando en su interior.

Favorecer nuevas amistades. ¿Qué tal si preparáis una fiesta de bienvenida para conocer a los nuevos compañeros de tu hijo? También es buena idea que lleve a su clase algún dulce típico de vuestro lugar de origen, o que invite a algún compañero a jugar con él en casa. Como destaca la pedagoga, “ofrecer un ambiente tranquilo y seguro hará que el niño tenga menos complejos a la hora de formar parte de la nueva comunidad”. Además, hay que tener otro aspecto muy en cuenta: “No siempre se trata tanto de que el nuevo se adapte al grupo como de que el grupo facilite su llegada”, subraya.

Mantener el contacto con los antiguos compañeros. Lo más probable es que el niño eche mucho de menos a sus antiguos compañeros. En la medida de lo posible, “siempre es una buena opción”, como recomienda Lydia Martínez, mantener el contacto con sus antiguos compañeros de colegio.

Estar pendiente de sus reacciones. Cada niño reacciona de un modo ante esta experiencia, y conviene estar al tanto de cómo la va afrontando. “Toda alteración en el comportamiento indicaría una situación problemática de fondo: miedo, ansiedad, incomprensión, soledad…”, apunta la experta. En estos casos conviene hablar con el Departamento de Orientación del centro o solicitar ayuda profesional. Pero ¿qué pasará con sus resultados académicos? “No tienen por qué sufrir una alteración si se trabaja el cambio desde el principio”, destaca.

¿Y si son varios hermanos?

Cuando hay un cambio de colegio de estas características, no siempre todos los hermanos pueden coincidir en el mismo centro escolar. En el periodo de escolarización extraordinaria, fuera de plazo, dependerá de la oferta de plazas que haya en los centros solicitados. Pero, según la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid: “En casos extremos, y siempre que no se perjudique a otros solicitantes, se puede producir incluso el incremento de ratio (más de 25 alumnos por unidad) en grupos concretos con el fin de facilitar el agrupamiento de hermanos”

Nos vamos a otro país

¿Qué ocurre cuándo a la dificultad de integrarse en una nueva ciudad y en un nuevo colegio unimos la de un idioma extraño? Sucede cuando la familia se traslada al extranjero. ¿Cómo actuar entonces? Una buena opción es apuntarlo a clases en ese idioma unos meses antes del traslado. Pero ¿qué
tipo de colegio elegir? Según aconseja la pedagoga: “Dependerá de la lengua de destino, pero si el niño es pequeño, quizá unos meses de adaptación en la guardería sean suficientes. En los niños algo mayores también dependen de las expectativas curriculares de los padres. Por adaptación, cuanto antes se acostumbre su oído a la nueva lengua, mejor”.

“Cuando yo era joven, se vivía la austeridad sin esfuerzo”

Leopoldo Abadía se ha hecho famoso por haber explicado la crisis actual a la gente que no entiende de economía. Sus libros y sus definiciones están en boca de todos, principalmente por la facilidad de entendimiento y el humor que lo ha convertido en entrañable. Además de eso, es un padrazo. No porque lo haga bien, que eso lo decidirán otros, sino porque tiene 12 hijos y  44 nietos. Algo de autoridad tiene.

Don Leopoldo, usted es famoso entre otras cosas por su análisis sobre la actual crisis económica. Respecto a los recortes, y muy concretamente, los de Educación, ¿qué opinión le merecen?

Yo para entender las cosas siempre lo que hago es pensar en una familia, luego lo engordo y así entiendo lo que hace el Estado. Pienso que si una familia ingresa 100 y gasta 700, es un desastre. Nos ha pasado que aquí hemos ganado 100 y hemos gastado 700. La diferencia entre 100 y 700 en el último ejercicio ha sido de 91.344 millones de euros. Una familia que ha gastado ese dinero intenta subir los impuestos y pegar recortes de donde vengan. Claro, se nos ha ido la olla antes, entonces me parece que ha habido una serie de prioridades que se han tenido en España enla Administracióncentral y en las comunidades autónomas que hay que replanteárselas. Cuando el presidente de Cataluña dice “no hay dinero, cuál de las tres palabras no entienden”, me pareció fenomenal pero me gustaría haberle preguntado, ¿por qué no hay dinero? Me parece que esta situación nos tiene que hacer replantearnos muchas prioridades. Si yo te debo dinero a ti y cuando voy a tu casa en un Lamborghini te digo mira, es que no tengo dinero, tú me dirás ¿y el Lamborghini? No me gustan los recortes en Sanidad ni en Educación pero nos tienen que hacer replantearnos muchas cosas, hemos jugado a que el dinero era ilimitado.

¿Habría otros aspectos, por tanto, en los que se podría recortar antes que, por ejemplo, en Educación? De ser así, ¿cuáles?

Por supuesto. Por ejemplo, me parece que hay que hacer una racionalización dela Administraciónpública, no digo un adelgazamiento. Si hay duplicidades hay que eliminarlas. En España hemos inventado el Estado de las Autonomías que me parece muy bien, pero hay que meterse a fondo en cada autonomía y decir, ¿qué estáis haciendo? Y enla Administracióncentral también y así igual descubrimos que están haciendo locuras. Y si al funcionamiento normal le añades la corrupción…

¿Cuáles soon las mayores dificultades para educar a un hijo hoy en día?

Ahora tenemos más cosas que cuando yo era joven, por lo que hay que aprender a saber decir que no. Cuando yo era joven, la austeridad se vivía sin esfuerzo, pero ahora unjoven tiene que tener un teléfono móvil, un MP3, etcétera. Por eso tenemos que enseñar a los jóvenes y niños que no es obligatorio tener la última novedad. Como vivimos mejor que antes existe el peligro del reblandecimiento,, por eso hay que exigir más a los niños.

¿Y cuál es el papel del colegio?

Creo que a los hijos los educan los padres, y los colegios ayudan, por eso hay que buscar colegios con una similitud de valores.

Entonces, ¿se debe financiar con fondos públicos todo tipo de centros para que las familias encuentren el idóneo?

Si te refieres a la eliminación de los conciertos de colegios segregadores, estoy totalmente en contra. Mi mujer, yo, mis hijos y mis nietos han ido a colegios que sólo aceptaban un sexo, y todos hemos salido normales, con nuestros trabajos, nuestras parejas y nuestras familias. Lo que tenemos que exigir es que cualquier colegio funcione bien, y, además, estos centros están ahorrando mucho dinero al Estado. Que por una razón ideológica se dejen de financiar cuando tienen unos buenos parámetros de calidad me parece que se impone una dictadura.

¿Se está exigiendo suficiente esfuerzo a los jóvenes?

Tenemos que pedir un esfuerzo normal, como el que todos pedimos a los demás. Si vas a un bar, esperas que el camarero sea amable, y que lo que te sirva esté bien. Por eso, no podemos permitir que los niños pasen de curso con cuatro asignaturas pendientes. Cuando a mí me preguntan por el paro juvenil, yo siempre digo que no me da pena, aunque suene muy duro. Le pregunto a los chavales: ¿has buscado trabajo en Tennessee? Antes, yo enviaba el currículum a las empresas de mi barrio, pero con la globalización los barrios se han extendido. Ya no se considera emigrar cuando te vas a otro país del mundo.

¿Cuándo saldremos de la crisis?

Hay que hacer una serie de reformas en España pero hay una que, para mí es fundamental, que es la reforma financiera. Si esto se arregla y el crédito fluye, el paro comenzará a bajar, de eso estoy seguro. Prefiero no decir fechas, porque siempre me equivoco.

 

SUS RECETAS

Leopoldo Abadía da algunos consejos para poder salir de la crisis. Noticia: también está de la mano del común de los mortales:

Ser optimista es básico. No significa pensar que todo saldrá bien, es pensar que hay maneras de mejorar. Por eso, y según su opinión, hay gente que tiene mayor facilidad para salir de la crisis.

Ser original en los negocios. El éxito puede ocurrir en un momento de crisis, solamente hace falta saber cambiar para adaptarse a la situación. Un amigo suyo, cuenta, cambió su modelo de negocio al verse en dificultades, ahora está teniendo un rotundo éxito (pero no da la clave de esa empresa).

Definir las prioridades. No solamente se le debe exigir a los políticos, que también, pero se debe empezar por uno mismo o en la familia. “No puedo pedir dinero e ir con un Ferrari por mi imagen”, sentencia.

 

“Estamos creando niños con derechos cada vez más frustrados e intolerantes”

Con motivo de la publicación de su libro Padres sin derechos, hijos sin deberes, charlamos con María de la Válgoma.

Doctora en Derecho y profesora titular de Derecho Civil en la Universidad Complutense de Madrid, sobre las consecuencias de la pérdida de autoridad de padres y profesores y de cómo lograr que nuestros menores se conviertan en ciudadanos responsables y solidarios. 

Madrid, cuatro de la tarde. A la hora del café de un frío día de mediados de febrero, María dela Válgomarecibe a Padres y Colegios para hablar de su nuevo libro. Su voz suena dulce y serena. Padres sin derechos, hijos sin deberes. Ya con el título lo dice todo. “Pues sí. Lo cierto es que padres sin derechos estaría correcto, si no se les exigiera nada más. El problema actual es que a los padres se les exige mucho, ya que son los responsables de todo lo que hacen sus hijos, pero ahora no se les autoriza legalmente a corregirles y eso es un tremendo un error”. Esta primera pregunta da pie a que la autora nos revele que este libro nació tras la reforma del último párrafo del artículo 154 del Código Civil, que trata acerca de los deberes de los padres. El párrafo dice así: los padres podrán corregir moderada y razonablemente a los hijos. “No lo olvidaré. Al día siguiente, los titulares de la prensa me produjeron gran indignación: “Suprimida la bofetada del Código Civil. El Código Civil acaba con el maltrato físico”. “Se interpretó como que los padres no pueden decir a sus hijos lo que está mal, porque se entendió que eso podía suponer violencia física. Cuando el verbo corregir en su primera acepción, según el Diccionario dela Real Academiadela Lengua Españolaindica rectificar lo que está mal. ¿Dónde hay violencia en decir lo que esta mal? Y éste fue el motivo que me llevó a investigar acerca de los derechos de los padres y los deberes de los menores”.

Rotunda y firme, así se muestra esta experta en derecho cuando se refiere a la violencia contra los menores. “El castigo físico nunca es razonable ni justificable y debe estar penado. Sin embargo, seguro que todos recordamos algunos disparates judiciales que han sido noticia en todos los telediarios de nuestro país. Como aquella madre sordomuda que le dio una bofetada a su hijo adolescente y el juez dictaminó que la madre estuviera alejada del menor durante un año. Y el hijo acudió a la prensa para decir que no quería estar lejos de su madre. Esto no es más que un disparate que indica que no estamos haciendo las cosas bien con los niños”.

Intolerantes y frustrados

Así considera María dela Válgomaque son los niños del siglo XXI. “Estamos creando niños con derechos, que además los exigen, pero a los que no les podemos exigir ninguna responsabilidad. Esto está provocando que los menores de hoy tengan una escasa o nula resistencia a la frustración, porque no admiten un No por respuesta y por ello cada vez son más intolerantes”. Para comprender como hemos llegado a este punto, María se remonta a la época de nuestros abuelos. “Antes, se tenían muchos hijos, porque no existía planificación familiar y además, debido a que no contaban con buenos  medicamentos y los avances científicos de los que disponemos hoy, muchos niños morían el primer año. De familias muy numerosas en la época de nuestros abuelos, hemos a pasado a familias con dos hijos como máximo. Por lo que el niño se ha convertido en un objeto sumamente deseado y en el que los padres han volcado todas sus carencias. Esto es, si tus padres fueron autoritarios contigo de niño, tú no quieres que tu hijo sufra lo que tú pasaste de niño. Y poco a poco hemos ido cayendo en el otro extremo, en la permisividad y en el todo vale con tal de no disgustar al menor”.

Aunque el panorama en cuanto a las leyes de protección al menor es más bien negro y pesimista, porque sólo contemplan derechos y ningún deber de los niños, María dela Válgomase muestra optimista, porque las leyes más recientes sí incluyen los deberes de los menores. “La Leyde Mallorca ya indica que el menor tiene el deber de asistir a la escuela y el deber de estudiar entre otros. Y el Código Civil de Cataluña, reformado a finales del 2011, vuelve a incluir el derecho de corrección de los padres hacia los hijos. Todo apunta a que el Derecho va a seguir los mismos pasos que ha seguidola Educación.Elámbito educativo se dio cuenta que con tanta permisividad se estaban creando unos niños débiles y poco resistentes a la frustración. Y el Derecho poco a poco también irá cambiando aquellas leyes que en lugar de beneficiar al menor, lo que han hecho es perjudicarle al darle tantos derechos y ningún deber”.

Educar en la responsabilidad

La conversación da un giro y se aleja del mundo jurídico para adentrarse en la problemática actual de la falta de autoridad en las aulas. Un terreno que María dela Válgomaconoce muy bien, ya que fue profesora durante años en el colegio Santa María del Camino, donde estudiaron las infantas. “Los profesores, al igual que los padres, han perdido las herramientas para corregir a los menores. Hoy, los profesores carecen de autoridad en las aulas y esto es lo que está provocando que el menor se sienta poderoso, porque nadie le puede llevar la contraria ni decirle lo que está mal. Otro problema que tenemos hoy es que vivimos en la sociedad de la satisfacción inmediata, porque el valor del esfuerzo ha caído en desuso y esto es un disparate. No podemos educar a los niños con valores como la satisfacción inmediata o alejándoles de las dificultades para que no sufran, porque entonces esos niños serán mañana unos ciudadanos insatisfechos que además se rendirán al toparse con el primer obstáculo. Los padres y la escuela educan, pero no lo olvidemos, la sociedad también y aquí todos debemos aportar nuestro granito de arena”. Y, ¿hay vuelta atrás? “Por supuesto. La clave es educar al niño en la responsabilidad. Pero los padres y la escuela solos no pueden, porque el impacto que tiene hoy la sociedad en los menores es enorme. En la actualidad, los niños se ven influidos por diferentes canales: los medios de comunicación, Internet, las redes sociales, el cine, la música, los amigos, compañeros. Y todos esos canales deben transmitir valores basados en el esfuerzo, en la tolerancia y el respeto, la generosidad, la honestidad. Lo que está claro es que como dice un bonito proverbio africano: Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.                             

Poner límites y decir No

Madre de cinco hijos y autora de numerosos artículos jurídicos, ha escrito también junto con José Antonio Marina La lucha por la dignidad, La magia de Leer y La magia de escribir. También se ha producido un cambio en la relación padres e hijos. “Efectivamente. El rol de padre amigo que ejercen hoy muchos padres es un error que no hace más que perjudicar a los menores. Recordemos que ni la familia ni la escuela son instituciones democráticas. Son instituciones donde se pueden aprender muchos valores de la democracia, como el respeto y la tolerancia, pero su función principal es educar y para educar hay que poner límites y decir No cuando sea necesario. En el ámbito familiar no vale el de tú a tú, porque los padres tienen la responsabilidad de educar a los hijos. Y la consecuencia directa de todo esto es que por desgracia, las consultas de los psicólogos están llenas de niños cada vez más agresivos y que no toleran la frustración”.

De sobra es bien conocido que el oficio de ser padre es el más difícil que existe y que nadie tiene el secreto de cómo educar bien a un hijo. Pero María dela Válgomatiene claro que la educación de un hijo comienza en sus primeros meses de vida. “Si queremos que nuestros hijos sean responsables, autónomos y solidarios hay que hacerlo desde pequeños. ¿Cómo? Poniendo límites, diciéndoles No cuando corresp
onda y castigándoles sin salir o sin jugar al ordenador cuando suspendan o se porten indebidamente. En cada etapa, el niño debe saber que tiene sus pequeñas obligaciones. Y el deber básico de los menores regulado en el artículo 155 del Código Civil es el deber de obediencia” concluye la autora.  

¿Gritas o susurras?

Torpe, que no sabes ni atarte los zapatos; le dice Pablo a su hijo Marcos en el parque. Yo no me atrevo a decir nada pero veo lo injusto de la situación. De hecho, tengo un hijo de ocho años que casi a diario me saca de mis casillas y me angustio porque me sorprendo a mi misma gritando para llamar su atención y que me obedezca. 

¿Habéis notado que hay familias que se comunican a gritos? Los gritos son algo constante durante el día. Los padres gritan a sus hijos en la casa, en la tienda, en el parque, en el coche. Pero, ¿por qué lo hacen? La lógica y el sentido común nos ayudan a entender algunos de los motivos:

-¡Los chicos pueden ser exasperantes! Puedes llamarlos, y volver a llamarlos y no vienen. Les explicas y no escuchan. A veces les tienes que pegar cuatro gritos para que te presten atención. Es entonces, cuando les gritas, cuando por fin te toman en serio.

-Otra buena razón es que te ayuda a desahogarte. Es muy frustrante andar corriendo todo el día de aquí para allá, haciendo  mandados, trabajando, llevando la casa, ocupándote de todo el mundo para, después de todo esto, tener que lidiar con un hijo que te dice con chulería que no se quiere bañar “porque no le da la gana”. ¿Cuánto pueden soportar los padres? Al gritar liberamos las tensiones y así evitamos desarrollar úlceras.

-Gritar está en nuestros genes y es una reacción que surge de los modelos que nos brindaron nuestros padres. Es natural. Lo que se aparta de lo natural es “no gritar”. Exige mucho autocontrol, es algo así como dejar de consumir azúcar, café y chocolate por el resto de nuestras vidas. Si partimos de la base que no deberíamos gritar, entonces nuestras cuerdas vocales vendrían programadas en “mute” o en “modo susurro”.

Podemos buscar todas las justificaciones y explicaciones racionales que queramos pero también es cierto según la psiquiatra Eva Gálvez, profesora enla Universidad Complutensede Madrid, que “cuanto más griten los padres tanto más aumentarán los síntomas del estrés, tales como arrancarse el pelo, escarbarse la nariz, parpadear, mojar la cama y otros. Cuanto más gritemos, peor será la salud física de los niños: más dolores de cabeza, de estómago, resfriados y gripes. Cuanto más gritemos, mayores serán los problemas de conducta de nuestros hijos: desobediencia y desafío en casa o el colegio. Cuanto más gritemos, más problemas sociales tendrán nuestros hijos: serán víctimas de mobbing, o serán hostigadores, les costará hacer amigos y mantenerlos. Y, cuanto más gritemos, mayor será la tendencia de nuestros hijos a presentar falta de concentración para hacer los deberes”. Ningún niño proveniente de un hogar donde se grita presenta toda esta sintomatología en forma simultánea; “la vulnerabilidad individual de cada niño determinará las áreas de funcionamiento que podrán verse afectadas”, nos explica.


FACTOR TIEMPO

El tema es más importante y tendrá mayores secuelas cuanto más perdure en el tiempo, es decir, si les gritamos ininterrumpidamente durante dos décadas (durante los años de la niñez y la adolescencia) entonces, menos les vamos a agradar. Cuanto menos les agrademos, tanto menos querrán parecerse a nosotros. Al no identificarse con nosotros, posiblemente también rechacen nuestras enseñanzas, nuestros valores y cualquier cosa que queramos enseñarles. Por eso, cuanto más gritemos, menos influiremos sobre nuestros hijos para que sigan por el camino que queremos que recorran. Y además, cuando les gritamos a nuestros hijos, también les estamos gritando a nuestros nietos…  Porque sin querer habremos incorporado «programa de gritos» a su crianza.

Por otro lado aunque hay padres Me que creen que no pasa nada, y de que es la única manera “no violenta” de criar a sus hijos porque no les pegan, la psicóloga nos explica que “los gritos no son respetuosos, también son una forma de violencia; no hay violencia física pero si emocional” y nos propone tratar de criar a los hijos sin gritar porque “es positivo, respetuoso y efectivo”. “Se atrapan más moscas con miel que con hiel”, añade.

 

DIALOGAR

-Habla con tu hijo. No olvides que tu hijo es una persona. Hay quienes les hablan “a” los niños en lugar de hablar “con” ellos. Escucha, presta atención a lo que te dice tu hijo.

-Los niños aprenden a comunicarse como lo hacen sus padres. Si tú gritas no te extrañe que tu hijo te conteste de la misma manera. Cuando hay buena comunicación la relación con tu hijo se fortalece.

-Mantén la calma. Es más fácil decirlo que hacerlo, en especial cuando hemos tenido un mal día,  pero ser padres nos permite ser mejores personas y aprender a manejar las emociones. Las presiones del trabajo y todas las responsabilidades de la vida diaria pueden hacer que perdamos la calma rápidamente y terminemos gritando por cualquier cosa. Cuando controlas tu temperamento tu hijo también aprende a controlar el suyo.

-Date tiempo para estar con tu hijo. Demuéstrale tu amor, abrázalo, bésalo, dile que lo amas. Dedica diariamente una parte de tu día para hablar con él, para preguntarle cómo le fue, qué hizo, a qué jugó.


GRITOS VERSUS SUSURROS

Los gritos nunca deberían utilizarse como un recurso educativo. Solamente son excusables, cuando los utilizamos por instinto ante un peligro  como si  el niño va corriendo por la acera en dirección al paso de cebra y no se para. Es verdad que la labor de los padres es agotadora en ocasiones para conseguir que obedezcan, pero depende de la constancia y no de los gritos, el que lo consigamos de forma correcta.” Es curioso además ver en el juego de los pequeños, como se reflejan las actitudes y comportamientos que aprenden de los que les rodean. Cuando un hijo juega castigando o gritando a sus muñecos, no suele ser un buen síntoma”, señala Eva.

-Así, por mucho que parezca increíble, susurrarles o hablar en voz baja les puede desconcertar, y ayudará a que se motiven a prestar atención. Yo misma lo he probado con un grupo de niños desaforados en unas cuantas ocasiones y es completamente eficaz.

“Para conseguir que tu hijo te obedezca, lo más adecuado es motivar, reforzar con elogios todo aquello que hace bien, corregir con el diálogo todo lo que hace mal y enseñarle siempre cuál es la forma correcta de hacerlo. Está claro que esto, en ocasiones, es mucho más cansado que alzarle la voz en un momento determinado, pero las consecuencias son mucho peores”, concluye la psiquiatra.

 

Cómo fomentar la lectura entre los jóvenes

Según el último informe del Programa Internacional para la Evolución de Estudiantes (PISA), en el que España suele salir malparada, sólo un 19% de los chicos españoles leen ‘todos los días de la semana’ (datos del informe de 2009, pues el de 2012 no se publica hasta diciembre).

Este informe evalúa la comprensión lectora de los alumnos, área en el que España quedó por debajo de la media de la OCDE (488 puntos frente a una media de 496).

Pero, ¿realmente resulta tan importante aficionar a los chicos a la lectura? Todos los estudios apuntan que más incluso de lo que parece, por diferentes razones. Por ejemplo, leer desarrolla la imaginación. Además, le familiariza con los libros y las letras. Conforme vayan avanzando en el sistema educativo, aquellos chicos habituados a tener un libro entre las manos lo tendrán mucho más fácil para plantarle cara a los voluminosos y complejos textos académicos que si todo va bien van a manejar en el futuro.

Aparte, la lectura desarrolla la capacidad lingüística, por lo que los niños que lean habitualmente se podrán expresar mejor, una ventaja evidente que podrán usar a su favor, tanto en las aulas como en su futura vida laboral. Estar acostumbrado a pasar un tiempo todos los días leyendo también ayuda a mejorar la concentración y estimula la agilidad mental.

El rendimiento académico aumenta conforme los chicos dedican más tiempo a la lectura. No sólo mejoran en aquellas asignaturas que tengan que ver con la lengua, sino también en las relacionadas con las matemáticas. Los evaluados que leen más a menudo obtienen en el informe PISA hasta 75 puntos por encima de los que no leen nunca.

Así las cosas, se entiende que muchos expertos opinen que los profesores de secundaria deben implicarse a la hora de animar a los jóvenes a leer, independientemente de cuál sea la asignatura impartida por éstos. «Animar a la lectura en Secundaria no es sólo cosa de los profesores de lengua, sino que todos los maestros van a tener que dedicar un rato de su clase a leer, en voz alta, fragmentos de obras de cualquier ámbito, bien sea de matemáticas, de naturaleza o de química», ha explicado José Antonio Marina, coautor con M. Válgoma del libro «La magia de leer».

Algunos consejos sencillos

Lo ideal es que todos los chicos adquieran hábitos saludables de lectura, o sea que se acostumbren a dedicar parte de su tiempo de ocio a los libros. Para ello, resulta fundamental asegurarse de tener en casa material indicado, no sólo periódicos y revistas, sino también volúmenes de todo tipo que puedan ser indicados para ellos.

En este asunto se debe predicar con el ejemplo. Resulta más sencillo que un adolescente se anime a coger una novela cuando está acostumbrado a ver que sus padres también leen habitualmente. Una buena idea: leer en familia. Posiblemente en días de diario resulta más complicado, pero los sábados o domingos es fácil establecer un horario para pasarlo juntos, cada uno con un título determinado. Se debe hablar al chico del placer de la lectura, para que la perciban como diversión, no como una imposición.

Resulta importante ayudar a cada joven a que encuentre el libro más indicado para él, atendiendo a su nivel de lectura, edad, inquietudes, etc. Aunque se debe dar importancia a los libros que serán básicos para su educación, no conviene ser ambicioso y pretender que nuestro niño de 10 años se termine «La Regenta», de Clarín o «Guerra y paz». Ya tendrá tiempo de ello. A esa edad, existen libros más indicados especialmente pensados para el fomento de la lectura. Sagas de moda entre los chicos pueden ayudar muchísimo (la serie de Harry Potter), e incluso alguno con críticas negativas («Crepúsculo») puede ser útil, pues más vale que lean una novela mala a nada (con el tiempo aumentará su nivel de exigencia). Ayudar a los chicos a descubrir las bibliotecas públicas y llevarles a ver la feria del libro de nuestra ciudad también suele traer consigo buenos resultados.

En caso de que el chico tenga problemas para leer, conviene no perder la calma y buscar ayuda médica. Por ejemplo, a veces, el problema resulta ser algún problema de visión, que se soluciona con unas gafas con la graduación adecuada. Si existen dificultades más complejas, conviene descubrirlas y tratarlas  cuanto antes.

Algunos libros recomendados

6 años: Los animales del bosque en invierno. Ida Bohatta. Editorial: ING Edicions. Temas: la naturaleza, la relación con los demás.

7 años: El bosque de mi abecedario. Pedro Villar Sánchez. Editorial: Diálogo. Temas: las letras, el verso.

8 años: El tren. Silvia Santirosi. Editorial: OQO Editora. Temas: la pérdida de un ser querido y el duelo.

9 años: La ciudad a tu alcance. Michel Le Duc, Nathalie Tordjman. Editorial: Oniro. Temas: características de las modernas ciudades.

10 años: Los amiguetes del pequeño Nicolás. René Goscinny. Editorial: Alfaguara. Temas: las relaciones de amistad.

11 años: Cómo escribir realmente mal. Anne Fine. Editorial: SM. Temas: Compañerismo en las aulas.

12 años: El diario completamente verídico de un indio a tiempo parcial: Sherman Alexie. Editorial: Siruela. Temas: La identidad personal, el arraigo a la tierra, la superación de las dificultades.

13 años. La curación del grillo. Toom Tellegen. Editorial: Siruela: Temas: la superación de la tristeza.

¿Estudio Arquitectura o Edificación?

Me llamo David, estudio Bachillerato de Ciencias Tecnológicas, y quisiera estudiar alguna titulación del área politécnica, vinculada más al diseño, como Arquitectura. También está la titulación de Edificación, pero no sé bien la diferencia entre ambas titulaciones.

David, 18 años

Hola David:
El Grado de Arquitectura, titulación de 5 años, te permite obtener formación en una disciplina polivalente, simbiosis entre arte y ciencia, entre estética y técnica, adaptada a las necesidades actuales del mercado profesional. Por otro lado, el Grado en Edificación, título de 4 años, habilita para el ejercicio de la profesión de Arquitecto Técnico o Aparejador, con una formación basada en conocimientos de la edificación, instalaciones, economía aplicada, mediciones, organización de obras y seguridad.

La UAX presenta un programa académico moderno en ambas titulaciones, polifacético, con diversas materias adaptadas a las necesidades actuales del mercado profesional. La fusión de los conocimientos que se adquieren durante el periodo de formación permite al estudiante un desarrollo complementario entre práctica y teoría.

Si estudias el Grado en Arquitectura o el Grado en Edificación en la UAX visitarás igualmente importantes obras y asistirás a conferencias de arquitectos prestigiosos y empresas del sector de la construcción. Tendrás un claustro de profesores integrado por doctores, arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros, y profesionales del sector.

Si su boquita cambia, ¡su mordedor también!

El Mordedor de goma está indicado para la primera etapa, hasta los cuatro meses; el Mordedor refrigerante es ideal en la segunda etapa, hasta los seis meses; y el Mordedor didáctico le ayudará en la tercera etapa hasta completar su dentición.

La dentición es una etapa importante para el bebé, en la que tiende a llevarse cualquier objeto a la boca para aliviar la tensión de sus encías. Como este periodo en el que le brotan los dientes de leche tiene diferentes etapas, Suavinex ha desarrollado sus primeros Mordedores Evolutivos, diseñados especialmente para aliviar el malestar del bebé dependiendo de su edad.

Con un diseño ergonómico, los tres Mordedores Evolutivos son ligeros, seguros y muy divertidos. Fabricados en materiales libres de Bisphenol A, cuentan además con un práctico complemento: un amplio abanico de divertidos broches sujeta-mordedor que impedirán perderlos o que terminen rodando por el suelo cuando salgas de paseo con tu bebé.

El Mordedor de goma está indicado para los dientes incisivos, por lo que es apto para bebés desde los cero y hasta los cuatro meses. Sus burbujitas de goma procuran un agradable masaje a sus encías y tiene un peso extra ligero, adaptado al recién nacido, para que pueda manejarlo con facilidad.

Por su parte, el Mordedor refrigerante es perfecto para bebés a partir de los cuatro meses, justo cuando comienzan a brotar los dientes premolares. Al enfriar en la nevera el agua destilada de su interior ayud a aliviar las encías inflamadas, además de fortaleces los dientes gracias a sus distintos relieves ty materiales.

Finalmente, llega el momento del Mordedor didáctico, para bebés mayores de seis meses, indicado especialmente para la etapa ela que aparecen los dientes molares. Además de aliviar las encías inflamadas y fortalecer los dientes, despierta la curiosidad del bebé por los estímulos sonoros del sonajero.

Todos los mordedores están disponibles en dos tonos: azul o rosa, con cuatro propuestas de broches sujeta-mordedor combinables y con diseño textil reversible. ¡Ideales para crear tu propio look!