Técnicas de estudio. Enséñales a aprender

No sólo es sentarse en cualquier lugar y comenzar a
leer. Para sacarle provecho a las horas de estudio, pequeñas
cosillas pueden establecer la diferencia. Y en
eso lo padres poseen un papel importante en lo que a
disciplina y técnicas se refiere

Autor: ALEJANDRA CARRASCO

¡Es que yo estudio y me va mal! Se escucha a menudo en boca de los chavales cuando su rendimiento no es de los mejores. Entonces, ¿qué podemos hacer para que nuestros niños le saquen provecho a sus horas de estudio?
Algunas de estas medidas te podrán servir.
Para comenzar, debes tener en cuenta de que «no existe una sola técnica para estudiar. Se puede partir de unas estrategias generales que cada uno aplicará dependiendo del tipo de inteligencia y de su modo de ser. Las estrategias clásicas son el subrayado, los esquemas, resúmenes, repeticiones en voz alta, entre otros» explica la psicopedagoga Inmaculada Pérez, quien destaca también la importancia de la organización y la elaboración del material a estudiar. Que no sea simplemente una repetición mecánica.

 CON PERSONALIDAD  
Existen estudiantes que destacan en su capacidad visual y espacial, –explica Inmaculada Pérez– y las técnicas con que ellos funcionan mejor son las que siguen estrategias visuales y espaciales tales como esquemas, dibujos, distribución de las ideas en distintos niveles y con diferentes márgenes.
Por otro lado, los chicos con mayor capacidad verbal rendirán mejor con técnicas que pongan en marcha tal competencia: resúmenes, recitar en voz alta y extraer ideas principales. «Se deben conocer todos los métodos de estudio posibles y, entonces, escoger el más favorable para uno mismo. De este modo, se personaliza la manera de estudiar y así se adapta mejor al resto de hábitos y capacidades. Si uno tiene facilidad para sintetizar, el resumen le puede resultar ventajoso. Si, por el contrario, uno capta la información gráfica, el esquema que le favorece es el estudio-fotográfico», afirma la psicopedagoga.

 BULIMIA ESTUDIANTIL
Los «atracones» de conocimiento de última hora no sirven. Resulta mejor estudiar todos los días un poco. Por lo tanto, los padres deberán concienciar de esto a sus hijos y enseñarles a organizar su tiempo, como explica Inmaculada Pérez. «Si el niño o niña son de Primaria, se ha de establecer un tiempo para cada tarea, conviene utilizar un reloj visible para el niño. Para los mayores, es más importante que se centren en la tarea a realizar, lleve el tiempo que lleve, y organizar los deberes por su nivel de dificultad».

 CREAR AMBIENTE
El espacio físico contribuye a la concentración del alumno y el control de dicho espacio es una de las precauciones que no se pueden descuidar. Aspectos como la ventilación y la cantidad de luz contribuyen al cuidado de un ambiente que puede influir en el correcto aprendizaje. El estudiante debe tomar conciencia de la importancia de estudiar siempre en un mismo lugar, ya sea su propia habitación, el comedor de la casa o la biblioteca, pero que sea siempre un lugar que facilite su concentración y en el cual tenga a su alcance todo el material necesario para el desarrollo de su trabajo: libros de texto y de consulta, apuntes, papeles, bolígrafos y rotuladores fluorescentes. Los muebles también juegan un papel importante: debe existir una mesa propia, silla adecuada que asegure una buena postura, pero que no sea tan cómoda que invite a una siestecita.
Y algo que no se les debe permitir a los chavales nunca: los estímulos externos que sirvan de distracción como televisión, música y menos la tentación del ordenador cerca invitando a jugar. Por eso, es conveniente buscar la habitación más alejada de los ruidos.
También es importante la adecuada alimentación y el descanso. No es correcto comer mientras se estudia y conviene dejar pasar el tiempo de la digestión para iniciar las tareas. No olvidar que las bebidas excitantes (cola, café y otras) dificultan la concentración.

PARA UNA BUENA NOTA

Como padres es bueno que tomes nota de estas medidas. Son sencillas pero dan resultado.

– Procura que la zona de estudio de los chicos esté ventilada. Las neuronas necesitan oxígeno.

– Permite sólo música suave cuando la tarea no requiera casi nada de concentración, como dibujar o mecanografiar.

– Enséñales a planificar el tiempo a los pequeños, házles un horario de estudio diario y uno especial para la semana y déjalo en un lugar visible.

– Procura que los periodos de estudio tengan un descanso de 10 minutos cada cierta cantidad de tiempo (media hora a cuarenta y cinco minutos). Deben ser fijos y que este descanso no sea excusa para evadir sus responsabilidade – ¿Cuánto estudiar a diario? Entre 2 y 3 horas al día y 5 ó 6 días a la semana.

– Como padre, deberás controlar los resultados del estudio revisando las tareas o preguntándole la lección.

– Procura que los chavales duerman bien y lo suficiente cada noche.

– Evita que los amigos de sus hijos les telefoneen durante el estudio.

Biotecnología apta para menores

Dirigido a estudiantes españoles entre 10 y 16 años, sus padres y profesores, Divulga
Biotec es un proyecto educativo enmarcado dentro del programa EducaRed (www.educared.
net) que, a la vez que tiene su sitio en internet, ocupa un lugar físico a través de
una exposición itinerante. La muestra, procedente de Toledo, llegará próximamente a
Granada. Su objetivo, acercar el conocimiento de la biotecnología al público.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

Estudiantes de toda España, además de sus padres y profesores, pueden aprender qué es la biotecnología a través de Divulga Biotec, un proyecto educativo de Educa- Red que aúna una exposición itinerante –Toledo, Granada, Zaragoza, Barcelona y Valencia acogen la muestra este año– y un sitio web (www.educared.net/divulgabiotec). El Ministerio de Educación y Ciencia y el Centro Nacional de Biotecnología perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas colaboran con Fundación Telefónica en esta iniciativa.

 DIVULGA BIOTEC
A través de Divulga Biotec, Fundación Telefónica pretende despertar la vocación científica de los chavales entre 10 y 16 años y, al mismo tiempo, aproximar la investigación de vanguardia a la escuela. Para ello, la muestra se desarrolla en una carpa de 250 metros cuadrados que incluye una serie de contenidos lúdicos y didácticos para explicar conceptos como qué es el ADN, descubrir virus virtuales o conocer modelos de vida artificial de forma interactiva.
Además, la carpa cuenta con una zona de navegación en internet, EducADN, dedicada a ofrecer contenidos directamente relacionados con la biotecnología. Cuenta también con una actividad denominada Mitozoos, donde los visitantes podrán crear un ser «informáticamente vivo» y ver cómo evoluciona. Se trata de un modelo de vida artificial interactivo instalado en las exposiciones itinerantes que permite a los estudiantes aprender jugando conceptos biológicos como la selección y la fecundación por medio del intercambio de código genético.
El 30 de abril, la exposición itinerante de Divulga Biotec abandonó Toledo. Su próximo destino será Granada, donde llegará en el mes de junio. Otras ciudades donde la carpa estará presente este año son Barcelona, Valencia y Zaragoza.

 GUÍAS DIDÁCTICAS Y VÍDEO
Para los colegios, Divulga Biotec ha elaborado un vídeo explicativo acompañado de guías didácticas específicas en las que se plantean propuestas de actividades, diferentes según las edades. Los trabajos resultantes de todas estas actividades pueden participar en el Concurso Nacional Divulga Biotec.
El vídeo divulgativo está difundiendo la ciencia más puntera entre los colegios españoles. En él se explica qué es la biotecnología y cuáles son sus aplicaciones. Con una duración de 17 minutos y mediante técnicas de animación y la utilización de referentes perfectamente reconocibles por los estudiantes (Spiderman, por ejemplo), se expone qué es la biotecnología y cuáles son sus principales aplicaciones en la vida real: desde la conservación del medio ambiente y la eliminación de contaminación mediante procedimientos naturales, hasta la fabricación masiva de vacunas y medicamentos, o la producción de alimentos resistentes a las plagas.
La grabación de este vídeo se ha llevado a cabo en las instalaciones del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) –en el Campus de Cantoblanco (Madrid)–, centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), así como en exteriores.

 CONCURSO
Fundación Telefónica realizará una convocatoria pública nacional para la presentación de los trabajos que los alumnos realicen durante el curso escolar 2006-07. Estos trabajos serán expuestos en las distintas exposiciones itinerantes que contempla el proyecto. Habrá dos categorías, una para los trabajos físicos, llamados analógico-materiales, y otra para los trabajos virtuales, que se presentarán a través de la página web www.educared.net, donde también se podrán consultar las bases del concurso.
Entre los centros escolares participantes se elegirán los trabajos ganadores. Los seleccionados, tanto en la categoría de trabajos analógico-materiales como en la de trabajos virtuales, recibirán como premio un Tablet PC.

 EN LA WEB
Por su parte, a través de una página web especial dentro del portal de internet www.educared.net, Fundación Telefónica ofrece también una recreación virtual de la exposición que incorpora todos los contenidos, tanto pedagógicos como recreativos. En este sitio (www.educared.net/divulgabiotec) se facilitan tutorías articuladas en las que el personal docente puede consultar cualquier duda que le surja, tanto en el trabajo en el aula como sobre el vídeo y las guías didácticas.

ENTRE PADRES

Entre Padres es otro de los interesantes espacios que ofrece el portal EducaRed (www.educared. net). Dirigido principalmente a los padres de chicos cursando desde Primaria hasta Bachillerato, este sitio busca potenciar el debate y el intercambio de información entre ellos. Para ello, además de foros de debate, ofrece noticias de interés, proyectos e iniciativas educativas y recursos en internet sobre la difícil tarea de educar a los hijos.

En este último apartado, todos los padres internautas que lo deseen pueden aportar su granito de arena recomendando alguna página web educativa al resto de los usuarios.

Asimismo, en Entre Padres (www.educared.net/asp/global/ f-pagina.asp?ir=EntrePadres) se pueden encontrar interesantes resúmenes –con aportaciones destacadas y opiniones a favor y en contra– sobre algunos de los temas más candentes de la actualidad educativa, como: ¿Cómo debe tratar la escuela la integración de los inmigrantes en las aulas? ¿Es la jornada intensiva la solución para conciliar la vida familiar, laboral y escolar? ¿Repercutirá la nueva ley en una mejora de la calidad de la Educación?

Material escolar

Ideas y consejos para adquirir el mejor arsenal
con el que enfrentarse a la vida de estudiante

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

Desde un sencillo lápiz hasta el ordenador más sofisticado y potente del mercado, el material escolar que utilizan nuestros hijos abre un amplio abanico de posibilidades. Algunas son irrenunciables para la vida escolar. Otras, meros caprichos. Y muchas, ni una cosa ni otra. Más competencia y un crecimiento sostenido son los rasgos que definen a un sector que comercializa productos cada vez más diversos y seguros.

Cada vez más sofisticados y diversos, los artículos de material escolar ocupan espacio preferente en todas las grandes superficies y nutren a un buen número de papelerías y tiendas especializadas.
Hablamos sin duda de un sector en auge. Según Martín Giménez, de la empresa de venta de productos escolares y didácticos on lineManipapel, el cambio ha sido fulminante en los últimos años. «No sólo hay más empresas, sino que las que ya existían han apostado por expandir su oferta. Milán ya no son sólo gomas, ni Carioca rotuladores…», explica.
Otra transformación evidente se explica por la paulatina incorporación de la tecnología a un mercado obligado como pocos a adaptarse a los nuevos tiempos. «Casi todo evoluciona. Cada vez existen más complementos multimedia, productos con mejoras técnicas de todo tipo, opciones interactivas…», señala Aurora Sanz, de la distribuidora de material escolar Dolmen. Para Sanz, los artículos tradicionales conviven por ahora con las, digamos, nuevas generaciones: «la gente compra CD-Rom, pero también libros de papel».
Y sobre seguridad, sólo buenas noticias. «Las normativas son cada vez más estrictas: las empresas tienen mucho más cuidado que antes», asegura Giménez.

CD ROM
Interactividad, agilidad en la consulta y posibilidad de relacionar conceptos constituyen las grandes ventajas del material de apoyo y consulta en formato electrónico. Si hablamos de diccionarios y enciclopedias, otro punto a favor puede ser el precio: es lo que resulta de condensar igual información en menos espacio. Para hacerse una idea, el María Moliner en CD Rom cuesta un 30% menos que su versión en papel. Por su parte, la eficaz Enciclopedia Encarta, con material de ayuda al estudiante, se sitúa en los 60-70 €. Si lo que buscamos son discos sobre temas concretos, lo habitual es que no bajen de 25 ni suban de 35 €.

MAPAS/ATLAS
Para encontrar nuestro lugar en el mundo, dos opciones: mapa de pared siempre a la vista o atlas, mucho más completos estos últimos gracias a la variedad de contenido visual y a los apoyos de texto que siempre incluyen. Si optamos por los de pared, saber que el espectro de precios baila entre los menos de 10 € para uno de papel y tamaño moderado y los 100 € o más que cuestan los laminados de mejor calidad y mayor extensión. Entre los atlas, el Geográfico de España y el Mundo de SM asciende a 25 €, aunque los hay de bolsillo mucho más baratos. Otra posibilidad son las bolas del mundo: pagar más de 30 € por una sería una frivolité.

ORDENADOR/INTERNET
Muchos vaticinaron que el ordenador sería el principal (y casi único) material en la escuela del siglo XXI, pero la cosa no ha sido para tanto. No obstante, tanto en su vertiente meramente instrumental como en la de cantera de información inabarcable, las computadoras ganan poco a poco terreno en el tiempo educativo de nuestros hijos. Depende de cada uno, pero no es conveniente volverse loco con compras desproporcionadas: un ordenador personal de potencia y memoria discretas sirve y sobra para realizar trabajos en Word, preparar presentaciones en Power Point o consultar recursos en internet. Sobre estos últimos, resulta casi imposible sintetizar en pocas líneas la creciente cantidad de materiales educativos esparcidos por la red (consultar PADRES de noviembre de 2005). Sólo un consejo: hay mucha basura, así que habrá que filtrar y confiar en fuentes de cierta garantía. Eso sí, el ordenador mejor en zonas comunes.

DIBUJO
Reglas y similares, papel, compás y bolis tipo rotring: un kit ineludible a partir de la Secundaria. El soporte, lo más barato. Un bloc de 20 hojas Din A4 no debería salir por más de 3 €, pero bajando el nivel se llega hasta poco más de 1 €. Ya para medir y trazar, lo ideal a este nivel es optar por un sencillo pack escuadra, cartabón, transportador y regla. Los hay por algo menos de 2 €. Si en las plumas de precisión rondamos los 5 € para juegos de tres (0.2, 0.4, 0.8 mm), los compases ya se van a los 10-15 €. ¿Que queremos matar varios pájaros de un tiro y pasarnos a la alta gama? Estuche de lujo Faber-Castell, 60 €.

ENCICLOPEDIAS
Un fijo en las estanterías de cualquier estudiante, sobre todo cuando cruza la frontera de la Secundaria. Espasa, Larousse y otras editoriales especializadas en textos de consulta ofrecen enciclopedias enfocadas al público no universitario, la mayoría de un único y grueso tomo. Suelen situarse entre los 30 y 40 €, dependiendo de la lejanía respecto a la fecha de salida de la última edición. El Pequeño Larousse Ilustrado, por ejemplo, sale ahora por unos 35 €. Para chavales más pequeños, en gran formato y fuerte contenido visual, también existen productos ad hoc: Edebé comercializa una por unos 20 €.

LIBROS TEMÁTICOS
Obras con una clara vocación divulgativa, casi siempre cargadas de bellas fotos e ilustraciones. Los hay de todo tipo, condición y (claro está) precio. Lo esencial es adecuar el contenido a la madurez e inquietudes del niño. Para chavales de corta edad, puede resultar conveniente Una ciudad a través del tiempo (Ed. Blume, 18 €), obra con poco texto y mucho dibujo para conocer la evolución urbanística a lo largo de la historia. Si son más mayores y les tira la astronomía, entre 25 y 35 € la oferta es inmensa. Y subiendo el listón, existen prolijos volúmenes con guía de países, información sobre temas de actualidad, etc. Los más completos rondan los 40-50 €.

DICCIONARIOS
Entre los genéricos de lengua española, las ediciones de alta gama del de la Real Academia y el María Moliner cuestan entre 130 y 140 €, pero existen versiones más manejables alrededor de los 50 €. Un desembolso similar suponen aquellos de utilidad concreta, como el de Dudas y dificultades de Manuel Seco o el etimológico de Joan Corominas. También los hay adaptados al nivel (Primaria, Secundaria…), los cuales suelen venir acompañados de anotaciones ortográficas, gramaticales, etc. SM posee un amplio catálogo en esta tipología, así como en los diccionarios de idiomas, donde comparte liderazgo con Vox.

CAJÓN DE SASTRE
La disposición a satisfacer caprichos y lo cuidadosos que sean nuestros hijos determinarán el gasto en pequeños artículos escolares, la mayoría imprescindibles para la vida académica. Bolígrafos, lapiceros, gomas, cuadernos, archivadores, carpetas, rotuladores, estuche, celo… En el arsenal básico, la franja de precios se mueve entre 1 y 5 €, siempre y cuando no apostemos por el último y sofisticado modelo de boli-lapiz-goma que se ilumina en la oscuridad. Los lápices de colores son quizá el campo que más margen deja al ahorro: hay cajas de 24 de Staedtler o Alpino alrededor de los 5 €, pero también marcas que saltan más allá de los 10 € por una docena. Para casa, una buena recomendación s
on los conjuntos de papelería con recipiente, tijeras, regla, bolis, cutter, etc. El de Chainteef vale 7,50 €.

CALCULADORAS
Un error habitual es comprar una de las más avanzadas a alumnos que, debido al nivel educativo que cursan, nunca podrán sacarle un mínimo rendimiento. Más probable es que el tiro salga por la culata y el niño sucumba a la tentación de dejar que el aparatito lo resuelva todo: nunca conseguirá asentar conceptos matemáticos esenciales. Las llamadas científicas (25-30 €) empiezan a utilizarse en el segundo ciclo de la ESO. Antes, sobra con una básica (10-15 €). Casio es, sin duda, la marca de referencia.

MOCHILAS
¿Carrito o a la espalda? Algunos expertos recomiendan carteras de arrastre, pero otros también detectan problemas posturales en éstas y se decantan por las tradicionales mochilas que el alumno carga sobre sus hombros. Si os decidís por el formato clásico, es importante que la mochila cuente con anclaje en la cintura. En realidad, el secreto radica más en los kilos a transportar (nunca más del 10% del peso corporal) que en la modalidad elegida. La opción menos preferible son las carteras-bandolera, pero si es la vuestra, decidle al chaval que procure llevarla cruzada y pegada al cuerpo. Precios: de 15 a 50 €.

COMPRA RACIONAL

Economías desiguales, número de hijos, nivel educativo que cursan… En cada familia hay múltiples factores que influyen en las decisiones de compra de material escolar. Pero hay consejos universales que seguro ayudarán a racionalizar el gasto. A continuación te ofrecemos algunos (fuente Revista Consumer):

1 Antes de comprar, busca por casa. Seguro que ya cuentas con parte del material que tenías pensado adquirir, pues año tras año se requieren artículos similares.

2 Compara calidades y precios en distintos establecimientos. Es posible que no convenga realizar todas las compras en la misma tienda.

3 Adecúa la cantidad de materiales como pinturas, plastilina o bolígrafos a las necesidades de cada momento. Por ejemplo, compra sólo una caja de pinturas a pesar de que sabes que a lo largo del curso tu hijo necesitará otra más. Evitarás derroches.

4 Adquiere artículos con una óptima calidad-precio. Te permitirá un posterior ahorro mediante la reutilización de esos materiales.

5 No dudes en consultar a los profesores para obtener información detallada de las características del material que tu hijo precisará.

"Para los padres lo más difícil es asumir que tienen que modificar conductas"

Apasionada de la Psicología y también de los
niños, Rocío Ramos-Paul lleva años trabajando
con las familias y considera que el programa
Supernanny –emitido en el canal Cuatro de
televisión– no es más que otra faceta en la línea
de su trabajo como educadora y psicóloga. Pronto
volveremos a verla porque preparan más capítulos.

Autor: MARTA SERRANO

P. ¿Sigue alguna metodología de trabajo ¿Sería válida para cualquier caso?
R. Utilizo una metodología cognitiva conductual, que es la que he elegido. Es válida en la medida que es eficaz. Y para mí, es eficaz.

P. Son muchos los padres que piensan que se trata de un modelo simplista.¿Qué límites tiene?
R. Es un error pensar que es una metodología sólo conductual. Reconozco que a través del formato televisivo se refleja más lo conductual que lo cognitivo, pero utilizar una metodología cognitivo conductual significa que se trabaja tanto con las emociones como con la parte de la conducta y el comportamiento. Quizá la parte de las emociones es un trabajo más lento y en el programa no da tiempo a trabajarlo, a verlo bien. No obstante, creo que sí hay indicios en algunos casos de pequeños cambios que ayudan, como mejorar la comunicación, hablar en positivo…
Desde mi orientación pensamos que cualquier pequeño cambio genera o desencadena cambios alrededor de las otras partes. Es decir, desde la parte emocional se pueden conseguir cambios en la parte conductual y en la fisiológica y viceversa. Por ejemplo, si una madre aprende a responder a las rabietas de una forma más tranquila, ella va a estar más tranquila, el niño va a aprender a contener más la emoción (el grito, el lloro), la madre va a aprender a solucionar el tema de otra manera, etc.

P. Los límites entonces,¿los impone la televisión?
R. Siempre he sido muy clara con eso. Hablar de Supernanny no es hablar de una terapia. Es un programa de televisión donde vemos o proporcionamos pequeñas estrategias, soluciones a problemas concretos de la vida cotidiana. Una terapia es otra cosa y necesita de más tiempo, un análisis más profundo. No podemos confundir una cosa con la otra.

P. ¿Qué pasos sigues?
R. Hay un análisis a partir de los datos que se recogen de la familia y del colegio. Éstos son los dos grandes ámbitos del niño pequeño, y en la medida que haya más coordinación, mejores serán los resultados.
Hay observación, análisis de datos, deducción de una hipótesis de trabajo que se discute con los padres… Espero un compromiso de esos padres, es decir, que entiendan lo que vamos a trabajar y que se comprometan a llevarlo a cabo. A partir de aquí comenzamos la terapia y se marcan pequeños objetivos que se van evaluando a corto, medio y largo plazo. Este método de trabajo lo adapto a Supernanny.

P. ¿Es más difícil trabajar con los padres o con los hijos?
R. Para los padres lo más difícil es asumir que tienen que modificar conductas, cambiar cosas. El inicio es la parte más dura, pero una vez que se sabe que hay que hacer las cosas de otra manera buena parte del trabajo está hecho.

P. ¿Utiliza alguna regla de oro que podamos recomendar?
R. En la medida de lo posible hay que reforzar todo lo positivo que haga el niño (con un beso, por ejemplo) y obviar en la medida de lo posible las conductas negativas, no atenderlas. Para mí eso es lo básico. También hay que educar a los niños desde la responsabilidad, y eso a veces implica riesgos para los padres como asumir que salgan de casa o el buen uso del móvil, que no puede suplir el que los padres pasen tiempos de calidad con los niños. Por otra parte, los padres deben enseñar a sus hijos a decir no. Que piensen si saben cuál es su comida preferida. Que el hijo sepa que es el protagonista para ellos y que se sienta escuchado también es básico.

P. ¿Qué valores y qué límites hay que trasmitir?
R. Cada familia tiene que decidir los suyos (sus valores). Es importantísimo además el sentido común a la hora de educar. Es bueno hablar también de los límites, discutir si son racionales o no. Para una familia un límite puede ser que los niños no se suban de pie a los sofás y para otra a lo mejor esto no es tan importante. Eso sí, tiene que haber límites porque los niños deben aprender que hay consecuencias cuando uno se los salta, más que nada porque eso tiene que ver con su seguridad, con su autoestima y con lo que va a necesitar para funcionar cuando crezca.

P. ¿Hasta qué punto puede ser positivo un azote ?
R. En ninguno. El azote y el bofetón paran, pero no educan en ningún caso. Si nos rascamos un poquito veremos que el azote tiene que ver más con el mal genio o el cansancio que traemos encima que con educar o con las ganas para afrontar las cosas de otra manera. Así, trasmitimos al niño que la solución a ese conflicto es una torta, y eso tiene mucho peligro.

P. ¿Los castigos o premios para rechazar o reforzar conductas educan?
R. Hay que reforzar las conductas que consideremos positivas, lo que hace bien. Por ejemplo, si es capaz de mantenerse sin gritar cuando nos pide una chuchería al salir del supermercado hay que decir: «Me ha gustado lo bien que te has portado en el supermercado». Así le enseñas muchas cosas. Si por el contrario piden las cosas gritando hay que decirle: «Cuando estés tranquilo te atiendo», y dejarle ver que no va a conseguir nada llorando o gritando. Un castigo significa aplicar algo negativo para el niño y aunque está ahí, siempre que se pueda es mejor evitarlo.

P. ¿Qué decirle a los padres que educando a todos los hijos por igual perciben en uno un trastorno de conducta?
R. Nunca se educa igual a los niños dentro de una familia. Siempre hacemos distinciones aunque no nos demos cuenta. No hay que culpabilizarse y hay que entender que hay que modificar cosas. Si se percibe un trastorno grave hay que acudir a un profesional. A día de hoy hay muchos recursos a los que acudir.

P. ¿Cuál es el grado de satisfacción entre las familias con las que has trabajado?
R. Según el seguimiento que hacemos es alta por regla general.

Más información en www.rocioramos-paul.com o en el Tel. 91 413 99 52

Los menores y los chats:Peligros desde la pantalla

«No hables con desconocidos», se suele aconsejar
a los chavales. Pero
hoy con la tecnología tan
accesible, no es necesario
salir de casa para comunicarse
con gran cantidad
de personas, conocidos
o desconocidos,
con las mejores o con las
peores intenciones.

Autor: ALEJANDRA CARRASCO

«Hola, me llamo Laura, ¿y tú? ¿Dónde vives? ¿Cuántos años tienes?… «¡Ah!, –yo
también tengo 13 años». ¿Me envías una foto?–.
¿Sabe usted si la chica con la
que su hijo se comunica vía chat en realidad se llama Laura y tiene 13 años?
¿Puede comprobar al menos que la foto que envía es de ella?
Éste es uno de
los peligros del chat, que aunque es un invento extraordinario acarrea muchos
peligros, sobre todo por no saber a ciencia cierta con quiénes está
interactuando el muchacho ni su nivel de protección.

 ¿QUÉ ES UN CHAT?

Un chat es un programa que permite conversar por medio de
frases escritas en tiempo real con otros usuarios. Los chats se dividen en
«canales», «habitaciones» o «rooms». Al entrar al chat se necesita un nick o
seudónimo. En un chat es posible intercambiar fotografías, archivos de texto,
canciones. También se puede ver a al intercoluctor vía webcam. «Es bueno
diferenciar dos modalidades: los chats que se mantienen entre amigos y
parientes, una forma de comunicación que es positiva. Otro tipo de chat es aquel
en el que se entra en comunicación con extraños, y dado que la persona que está
al otro lado no es conocida, el niño o adolescente crea un mundo irreal, donde
todo es posible, incluso cambiar de nombre, edad, apariencia y sexo», explica la
psicopedagoga Inmaculada Pérez.

 ENEMIGO ON LINE

Según el estudio de la Organización Protégeles, Acción
Contra la Pornografía Infantil y el Defensor del Menor, realizado en el 2002,
uno de cada tres de los menores que utilizan habitualmente internet, lo hacen
por diversión. Sin embargo, el peligro mayor se da en los chats donde se
interactúa con desconocidos. Según un estudio elaborado por la Universidad de
Pensilvania, dos tercios de los internautas facilita sus datos personales, «es
muy fácil obtener datos de los chavales y, de dar tus señas a concertar una cita
sólo hay un paso», explica Guillermo Cánovas, presidente de
Protégeles.

 SEXO,
MENTIRAS Y CINTAS
Hace unos tres meses se conoció el caso de
una chica que estaba sufriendo acoso y chantaje de un compañero virtual que la
amenazaba con difundir un vídeo de ella desnudándose. La grabación se la había
captado el desconocido en una sesión de chat con webcam.
«Es que muchos
chicos poseen la habilidad de usar las nuevas tecnologías pero no saben todo lo
que se puede hacer con el ordenador, como por ejemplo, grabar todas las imágenes
de la webcam y transmitirlas. Los adolescentes piensan que están protegidos
gracias a un supuesto anonimato, pero en realidad no están para nada seguros»,
destaca el presidente de Protégeles. Otra situación habitual que sucede en las
salas de conversación virtuales es el acoso y la presión para entregar
información íntima. Tan común es, que un 44% de los menores que navega con
cierta regularidad se ha sentido acosado sexualmente en internet en alguna
ocasión. El proceso funciona así: cuando una chica o chico entra a un chat, a
los pocos minutos le comienzan a llegar pequeñas ventanillas con mensajes
privados del tipo: ¿Tienes novio? ¿Eres virgen? ¿Por qué no me envías una
foto?… Y otras preguntas más subidas de tono. «Existen chicos bien aconsejados
por sus padres que, a la vista de estos mensajes, simplemente cierran la ventana
y se niegan a charlar, pero otros siguen el jueguecito, sin saber en qué puede
terminar», comenta Cánovas.
Pero no sólo acoso sexual pueden sufrir los
chavales, también existen otro tipo de agresiones a la que ellos están
expuestos. En este sentido y según el estudio de la Organización Protégeles, un
11% de los menores que habitualmente utiliza internet ha sido víctima de
insultos por parte de otros internautas, un 4% recibió correos no solicitados
con contenidos desagradables y otro 1,5% afirma haber sentido miedo en alguna
vez.

 MUNDOS IRREALES

Pero el peligro no sólo está en las charlas, hay otros aspectos
perjudiciales. «Chatear simulando que uno es otra persona no es malo, si es un
pasatiempo momentáneo. Pero un niño no puede vivir siempre en un mundo creado
por él», según la psicópedagoga. Por otro lado, para Pérez, «el aislamiento y la
huida de las relaciones interpersonales pueden afectar seriamente en su
desarrollo posterior».

LO QUE DEBEN
SABER

– No dar nunca información personal. No enviar
fotografías sin permiso.

– No responder nunca a mensajes o tablones de
anuncios en los que se incluyan mensajes agresivos, obscenos, amenazantes o que
los hagan sentir mal.

– Enseñarles a prestar mucha atención cuando
alguien ofrezca algo por nada en internet, y que exija una dirección a la que
acercarte a por un regalo.

– Inculcarles que nunca deben concertar citas
a ciegas, y en caso de fijarlas, el chico deberá acudir con sus padres.


Insistir en que la gente que navega por internet no siempre es lo que parece,
porque no se puede ver ni oír. Por ejemplo: cuando alguien te esta diciendo por
internet que es una niña de 12 años, puede ser un señor de 45.

– Hacer
que los chavales exijan respeto por parte de sus amigos cibernéticos, de la
misma forma en que lo harían con sus amigos reales.

Lenguaje de signos versus implante coclear

Desde el Instituto Provincial
de Rehabilitación del Hospital
Gregorio Marañón, la Dra.
Gracia Aránguez y la logopeda
Virgilia Talavera recomiendan
el implante coclear a los
padres de los niños sordos.
No obstante, dentro de la comunidad
sorda hay todavía
mucha inseguridad.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

PADRES se ha acercado hasta el Instituto Provincial de Rehabilitación del Hospital Gregorio Marañón para seguir el tratamiento logopédico que recibe Lucía, una niña implantada de tres años. «El implante coclear (IC) es como un milagro para estos niños, porque realmente les devuelve la audición», afirma la logopeda y foniatra Virgilia Talavera, que trata dos tardes a la semana a Lucía.
Lucía nació sorda y se hizo el IC el 13 de diciembre de 2004, cuando tenía 18 meses. Los padres de Lucía se plantearon esta posibilidad porque «era la única solución para la que la niña oyera. Nos lo pensamos mucho y nos decidimos porque no iba a oír y, si no oía, no iba a tener posibilidades de hablar», comentó Javier, el padre de la niña, a PADRES.
Lo cierto es que es una decisión difícil que, por supuesto, sólo depende de los padres. «En medicina siempre das una indicación, pero la decisión es de los padres. Puede haber complicaciones, como la parálisis facial, y hay padres que se preguntan si realmente va a ser útil», asegura Gracia Aránguez, otorrino en el Hospital Gregorio Marañón y doctora encargada de coordinar el programa de implantes cocleares y rehabilitación.
Normalmente, los más recelosos al IC son los propios sordos. Y es que, según la Dra. Aránguez, «las familias en las que todos los miembros son sordos son las menos receptivas y las que más deciden no implantar. Pero están en su derecho, porque después del implante hay un bagaje de aprendizaje importante».
Otro motivo que hace que la comunidad de sordos se muestre insegura ante el IC es la lengua de signos. «Muchos creen que si la lengua de signos es ya por ley una lengua más, no es necesario implantarse. Y es que intentar ser un normoyente supone más problemas y esfuerzo que seguir siendo sordo», afirma Virgilia Talavera.
No obstante, lengua de signos e implante coclear también pueden ir de la mano. Es el caso de Lucía, que estudia en la Escuela Infantil «Piruetas» de Madrid, un centro mixto que enseña lenguaje oral y de signos y escolariza a niños normoyentes y con deficiencias auditivas. «En la escuela le signan y le hablan, por lo que la niña evoluciona bien», asegura su padre. Además, los padres y la hermana de Lucía también están aprendiendo la lengua de signos para poder hablar con ella de las dos formas.
«Lucía entiende perfectamente, oye bien y lo único que le cuesta un poco es distinguir los sonidos agudos. Sus papás sólo recurren al lenguaje de signos si no les entiende con el oral», explica Virgilia, que cree que esta niña es todo un ejemplo de cómo decir adiós a la sordera gracias al IC.

LENGUA DE SIGNOS Y ESCOLARIZACIÓN

Muchas veces los niños implantados se escolarizan en colegios mixtos donde se utiliza tanto lenguaje de signos como lenguaje oral. Aún así, según la Dra. Aránguez, «un niño implantado muy pequeño puede escolarizarse en un colegio normal con clases de apoyo».

Desde el Instituto de Rehabilitación del Gregorio Marañón se mantiene contacto telefónico frecuente con los profesores de los niños. «Intentamos trabajar en equipo con los colegios para que los niños evolucionen mejor, pero mantenemos una pequeña discusión con ellos porque suelen utilizar más la lengua de signos y es necesario que el oído implantado adquiera destreza. Los profesores de los colegios de sordos tienden mucho a decir: ´si el niño es sordo, con que utilice el lenguaje de signos basta, para qué va a hablar´y eso está mal», asegura Virgilia Talavera.

La espiral de la preocupación

Con una mezcla de atención y de sano escepticismo se
puede ir frenando la ansiedad y salir poco a poco del
círculo vicioso en que una preocupación determinada
tiende a aprisionarnos.

Autor: ALFONSO AGUILÓ

«Estaba desolada. Por alguna razón, aquella pequeña historia de ese tonto comentario era superior a mis fuerzas.
Reviví mentalmente el incidente una y mil veces, como una obra en tres actos. Lo analicé, lo diseccioné, lo descuarticé y volví a recomponerlo. Reviví mis emociones, la ira y el tremendo dolor por ese comentario.
Me sentía muy dolida, pero veía que la memoria y la imaginación estaban multiplicando ese dolor, repitiéndolo todo una y otra vez, haciéndome desear que hubiera dicho o hecho eso o lo otro. Es horrible. Te puedes obsesionar con un suceso y perder la medida real de las cosas».
La preocupación, que tan vivamente narraba aquella mujer, si no se mantiene dentro de unos límites razonables puede llegar a desarrollarse hasta extremos claramente perjudiciales.
La espiral de la preocupación es el núcleo fundamental de la ansiedad.
No es que la preocupación sea negativa de por sí. Como han señalado Lizabeth Roemer y Thomas Borkovec, la preocupación es esencial para la supervivencia y la dignidad del hombre, pues resulta imprescindible para la reflexión constructiva, y sirve para alertar ante un peligro potencial y facilitarnos la búsqueda de soluciones.
Sin embargo, cuando la preocupación se repite continuamente sin aportar ninguna solución positiva, produce un constante ruido de fondo emocional que genera un agobiante murmullo de ansiedad. Esa espiral suele comenzar por un relato interno, que luego va saltando de un tema a otro, a una velocidad que puede llegar a ser vertiginosa. Si se hace crónica y reiterativa, esas personas no logran dejar de estar preocupadas y no consiguen relajarse. Y en lugar de buscar una posible salida, se limitan a dar vueltas y más vueltas en torno a esas ideas reiterativas, profundizando así el surco del pensamiento que les inquieta.

 INTERROGARSE
Si ese círculo vicioso se intensifica y persiste, ensombrece el hilo argumental de la mente y puede La preocupación no es negativa de por sí. conducir, en los casos más graves, a trastornos nerviosos de diverso género: fobias (cuando la ansiedad se fija en una intensa aversión hacia situaciones o personas), obsesiones (por la salud, el orden, la limpieza, la propia imagen, el peso, la forma física, etc.), sensación de pánico (ante un riesgo físico, o al tener que aparecer en público), insomnio (como consecuencia de pensamientos intrusivos o preocupaciones no bien abordadas), etc.
¿Y por qué la preocupación puede terminar en esa especie de adicción mental? Es difícil saberlo. Quizá porque mientras la persona está inmersa en esos pensamientos recurrentes escapa de su sensación subjetiva de ansiedad. Cede a la tentación de perderse en una interminable secuencia de preocupaciones, en las que se refugia, y que le envuelven en una especie de neblina narcotizante.
¿Qué hay que hacer para salir de esa espiral de la preocupación? Porque no es nada fácil seguir consejos como «no te preocupes; anda, distráete un poco», u otros parecidos.
Lo mejor es conocerse bien para así detectar el fenómeno y cortar con esa tendencia desde sus inicios. Hay que adoptar una actitud crítica hacia lo que constituye el origen de su preocupación, y preguntarse básicamente tres cosas:

1. ¿Cuál es la probabilidad real de que eso suceda?
2. ¿Qué es razonable que haga yo para evitarlo?
3. ¿De qué me está sirviendo darle vueltas de esta manera?.

¡Ya no te quiero!El chantaje emocional

Tiene apenas unos años, pero
ya se ha hecho con un arma
potente: el chantaje emocional.
La frase clave, a la que
los pequeños o las pequeñas
chantajistas llegan enseguida,
es «Ya no te quiero».

Autor: RAFAEL GÓMEZ PÉREZ

María Isabel tiene 42 años, es administrativa y después de doce años de matrimonio –con sus más y sus menos pero, en conjunto, feliz–, fue abandonada por su marido, cinco años mayor que ella. Él, abogado de buena presencia y con una carrera en ascenso, se había enamorado de una de las secretarias del bufete, de 25 años.
No fue tacaño y dejó a María Isabel con una importante pensión para criar al hijo de ambos, a Lucas, que en el momento de la separación de sus padres tenía sólo cuatro años.
María Isabel se vuelca en su hijo, dándole todo lo que éste pide. Al principio, tratándole de enseñarle que no se puede pedir lo que no es razonable. Después, accediendo a casi cualquier capricho. Ante sus amigas lo justifica: «Es lo único que tengo y toda mi felicidad depende de él».
A los siete años, Lucas empieza a cambiar. Ha descubierto que lo puede todo. Cuando su madre le dijo que no estaba bien que dedicase tanto tiempo a los juegos sin hacer los deberes, Lucas le contestó que él hacía lo que quería. Cuando María Isabel escondió el videojuego y le dijo que podría jugar cuando terminase los deberes, Lucas reaccionó: «Pues ahora ya no te quiero».
En los días siguientes rehuía a su madre, y volvía la cara cada vez que ésta intentaba darle un beso. Esto era lo más duro, porque el niño siempre había sido cariñoso. María Isabel recuerda esos años y no consigue entender lo que está pasando. Parece como si el niño se esforzara en ser desagradable. «Esta comida es un verdadero asco», –le dice en otra ocasión–. Y otro día: «No eres tan buena como las madres de mis amigos».
En una de las visitas que hace a la casa de su padre, le llega a decir que «mamá es muy mala conmigo».

 LA CUESTIÓN
Los chantajes emocionales no son ni muchos menos exclusivos de los niños. Se trata de una deformación de la relación de amor, porque cuando se ama en lo último que se piensa es en hacer daño a quien se quiere. Cuando se acepta la posibilidad de un chantaje emocional lo que existe es una obsesiva preocupación por el yo; en absoluto esa atención al tú, que es la esencia del amor.
La práctica habitual del chantaje emocional es algo grave, porque denota una deformación de la persona en algo tan básico como la capacidad de amar. Y esta capacidad disminuye o incluso desaparece cuando el amor se utiliza como precio de un chantaje.
Es posible que a veces los niños y niñas, la gente joven, hayan aprendido la «técnica» del chantaje emocional viéndolo practicar en su entorno. Pero en ellos resulta más doloroso, porque se presume que los niños son inocentes. En los mayores, el chantaje emocional puede ser una de las armas de una compleja batería encaminada muchas veces a hacer mal a la otra persona.
Los niños y niñas no tienen en cambio experiencia alguna en estos manejos. Por eso, quienes sufren su chantaje pueden pensar: «¿Qué estoy haciendo mal?»

 TIPOS DE CHANTAJE
En el libro Chantaje emocional, Susan Forward distingue cuatro perfiles en la persona que practica el chantajismo emocional:

– El castigador de los demás. Anuncia claramente los males que vendrán si no se hace lo que él quiere. La más grave de sus amenazas es ese fatídico «Ya no te quiero», pronunciado con una increíble seriedad.

– El castigador de sí mismo. Si no haces lo que quiero, me haré daño a mí mismo. A veces esto se refuerza poniéndose en peligro o simulándolo: como acercarse a una ventana abierta y decir que se va a tirar, simular clavarse un cuchillo, unas tijeras, etcétera.

– La víctima. Se calla, no habla, hay que adivinar qué quiere. El chantajista o la chantajista espera que los demás confiesen que tienen la culpa por haberlo o haberla tratado tan mal, por no darle aquello que, si lo tuviera, sería feliz…

– El provocador, que promete mucho cariño si se hace lo que él quiere. El niño o niña o, en general, la persona joven llega fácilmente a descubrir estas posibilidades, pero las más frecuentes son la primera y la tercera.

QUÉ HACER

1 Dejar pasar un tiempo prudencial. Hay que dilucidar si se trata de una conducta continuada o si es sólo consecuencia de una rabieta que pasa en poco tiempo.

2 Reconocer claramente los hechos. No es otra cosa, sino un chantaje. No es una simple rabieta, ni consecuencia de tener «mal genio». El chantaje emocional aparece casi siempre puro: apenas está mezclado con nada más. Es una figura típica. Es además relativamente corriente, muy repetido. Es importante atajar este asunto desde la primera muestra, porque si se permite –si se cede a un chantaje– se pierde la autoridad y se acaba cediendo siempre.

3 No perder los nervios. El chantaje emocional es un arma, pero no quiere decir que la persona sea esencialmente mala. Cuanto peor se recibe más fuerza cobra el chantajista.

4 No entrar en el juego, reaccionando enseguida con protestas de cariño, con petición de perdón… Al «Ya no te quiero» contestar, por ejemplo: «Eso es cosa tuya, yo siempre te querré mucho».

5 No ceder a la exigencia del chantaje, mucho menos si no es algo razonable o es perjudicial. En estos casos hay que aprender a decir que no, con serenidad y buena cara, pero de forma clara.

6 Si la actitud chantajista persiste, contestar al «Ya no te quiero»con algo semejante a: «Pues yo estoy pensando si compensa que yo quiera a alguien que no me quiere». Hay que tener cuidado con esta operación de desactivación del chantaje, pero hay que hacerla. Dar cariño, pero en terreno distinto al del chantaje.