La tentación del examen tipo test

Son fáciles de corregir y anteponen la objetividad de una plantilla a la valoración personal del profesor. Pueden medir enormes cantidades de conocimiento en bruto en menos de una hora. Los exámenes tipo test ahorran tiempo y problemas en la misma medida en que limitan la capacidad expresiva del alumno. Un reciente informe defiende a capa y espada una forma de evaluar que para otros viene a ser el reflejo escolar de una sociedad consumista y ultratecnológica.

¿Caligrafías ilegibles? ¿Fobia a la subjetividad? ¿Falta de tiempo? Aparca ya tus problemas de corrección; súbete al carro de los exámenes tipo test. Limpios, rápidos, asépticos. Una vacuna que inmuniza contra acusaciones sin fundamento, a destacar el clásico “me tiene manía”. Un formato de evaluación que habla por sí mismo, sin matices ni interpretaciones. Pruebas irrefutables. Tan frías como justas.

¿Test contra el caos?

Hace pocas semanas, un informe del think-tank conservador Centre for Policy Studies sugirió la vía del test para acabar con el caos que siempre rodea a las evaluaciones de diagnóstico realizadas en el Reino Unido. Su autor, Tom Burkard, hablaba de “precisión”, para él un concepto utópico en los difusos contornos de los exámenes a desarrollar. De optar por el tipo test, el Estado ahorraría tiempo y dinero, y permitiría la comparación de resultados entre diferentes cursos escolares sin temor a eventuales inflados de notas pergeñados desde arriba. ¿Todo ventajas? No para columnistas como Donald MacLeod, de The Guardian, quien ve en la capacidad de escritura del alumno a la gran perjudicada de una “tendencia general” hacia las casillas y las cruces.

El caso británico ilustra un dilema que asalta a todo aquel que se dedique a la docencia. Sin datos que lo refrenden, muchos perciben que la simplicidad del test va comiendo terreno al desarrollo de respuestas articuladas que requieren cierta habilidad de redacción. “Se abusa del tipo test”, comenta Mercedes Ruiz Paz, maestra y autora de Los límites de la Educación y La secta pedagógica (ambos en Grupo Unisón). No sólo porque son más fáciles de corregir, también por la “alarmante” irrupción del “mundo del consumo” en los dominios escolares. Un mundo que “impone mensajes muy cortos, poco sofisticados, como fogonazos”.

Aunque Isidro Cabello, catedrático de Lengua y Literatura en el IES “Blanxart” de Tarrasa (Barcelona), opina que el examen a desarrollar aún mantiene su hegemonía en la enseñanza obligatoria, sí advierte de los catastróficos efectos de un uso excesivo del tipo test. “Sería deformante, ya que la redacción de respuestas obliga a tener en cuenta otros factores como las contradicciones, la organización y exposición de ideas… que son muy formativos para la mente”.

Fechas, cifras, definiciones, hechos. Saber en bruto. Sin discurso, sin contexto. Una educación de autómatas para sociedades que glorifican la tecnología y la velocidad. Afirma Ruiz Paz que “el lenguaje conforma el pensamiento: cuando uno tiene un vocabulario limitado y se acostumbra a las construcciones sintácticas primarias, es difícil que desarrolle estructuras de pensamiento complejas”.

Mundo real

El informe de Burkard apuntaba otra virtud –con proyección de futuro en este caso– del modelo, como se conoce en inglés, multiple-choice: “Merece la pena resaltar que en el comercio y la industria (…), la utilización del tipo test es casi absoluta. En el mundo real (…), el examen a desarrollar es cada vez más irrelevante”. Una circunstancia que también valora Cabello a la hora de incorporar esta manera de examinar como opción pedagógica: “Resulta conveniente enseñar a los alumnos a hacer tests, ya que probablemente se los van a encontrar en la universidad y en su vida laboral”.

Redacciones a lo sms

Ruiz Paz no puede estar más en desacuerdo con esta noción de escuela permeable a la coyuntura social. “Todo esto se enmarca en una corriente pedagógica, dominante en los últimos 20 ó 25 años, que pretende que la escuela se adapte al mundo en el que vive el alumno. ¿A qué nos lleva esto? A que al final el estudiante acabe escribiendo redacciones como escribe SMS. Yo pienso que las aulas deben ser lo contrario, un espacio para el pensamiento y el aprendizaje sosegado”.

Ni la escritora ni el catedrático niegan utilidad al tipo test, ante todo cuando toca medir ingentes cantidades de conocimiento en poco tiempo. O para “retener datos concretos y aprender a diferenciarlos de otros”, en palabras de Cabello. Pero siempre sin olvidar que el test complementa a la redacción y no al contrario.

PSICOLOGÍA PEDAGÓGICA Y EL ENFADO DE UNA DIPUTADA POPULAR

• Discrecionalidad y expresión. Los exámenes a desarrollar son especialmente apropiados cuando el grupo es pequeño y es posible realizar un seguimiento académico cercano del estudiante. Como dice el catedrático Cabello, la redacción “ofrece un cierto margen de discrecionalidad (que no arbitrariedad) a la hora de puntuar”, lo que permite que entren en juego ciertos aspectos de psicología pedagógica como, por ejemplo, “recompensar el esfuerzo o subir la moral de determinados alumnos”. Por descontado, es el formato a elegir siempre y cuando el profesor pretenda valorar los avances de sus alumnos en cuanto a habilidades de escritura. Según el Center for Teaching Excellence (CTE), también es importante que el profesor calibre su propia capacidad “como lector crítico y justo”, algo que muchos dan por descontado pero que no siempre se ajusta a la realidad.

• Objetividad y eficiencia. Hay que considerar el examen tipo test cuando el grupo a evaluar sea grande y se necesite obtener resultados fiables de la forma más eficiente posible. Asimismo, para el Center for Teaching Excellence, pueden ser una buena opción en caso de que la imparcialidad en la corrección se antoje esencial y haya que neutralizar influencias externas como el cansancio del corrector o la falta de anonimato de los examinados. Un caso claro lo encontramos en las famosas oposiciones. Hace no mucho, el Partido Popular de Extremadura criticó duramente la decisión de la Junta de la Comunidad Autónoma de cambiar, unos pocos meses antes de la realización de las pruebas, los criterios de evaluación en los exámenes para el acceso a la función pública, pasando del tipo test a los temas a desarrollar. La portavoz del Partido Popular Cristina Teniente declaró entonces que el cambio favorecía “la subjetividad en la corrección y por tanto” facilitaba “la colocación de socialistas y amigos”.

Tituladas en sus labores

Por fin va a reconocerse el trabajo que desempeñan muchas mujeres en el hogar. El nuevo decreto de FP del Gobierno permite que las amas de casa puedan convalidar toda la experiencia doméstica que han adquirido durante años por módulos de Hostelería, Dependencia, Atención sociosanitaria y Educación Infantil.

La vida es la mejor escuela. Una frase que va a dejar de convertirse en un dicho popular para hacerse realidad, al menos en el caso de las amas de casa. El Ministerio de Educación, Política Social y Deporte (Mepsyd) se ha propuesto premiar todas esas habilidades adquiridas durante años en el hogar, tareas muy agotadoras pero que por lo general han sido siempre muy poco valoradas desde muchos ámbitos. Ahora, todas esas personas mayores de 25 años que no tienen experiencia laboral pero que han cuidado y educado a sus hijos, a sus mayores o a personas discapacitadas, van a poder rentabilizar esos conocimientos propios y volver al sistema educativo.

Según la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, “estamos hablando fundamentalmente de mujeres a las que se les va a evaluar por todo aquello que hayan aprendido a hacer a lo largo de su vida, y lo van a poder convalidar, por ejemplo, con actividades que tengan que ver con las familias profesionales de Hostelería o Turismo (por sus habilidades en la cocina), Dependencia y Atención sociosanitaria (por el cuidado de personas dependientes), o Educación Infantil (cuidado de niños)”. Esa experiencia o conocimientos no formales son convalidados exactamente por “unidades de competencia”, que es el nombre que reciben las asignaturas de los módulos de FP.

Requisitos

Hay que tener en cuenta que no todas las amas de casa que cuenten con experiencia doméstica van a poder convalidar esos conocimientos. La convalidación se produce con módulos de FP de Grado Medio, por lo que es completamente necesario disponer del título de la ESO para poder acceder a ellos. Sólo existe una excepción, que consiste en acceder a los módulos a través de los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para aquellas personas que no posean el título de la ESO. A través de los PCPI el alumno obtiene una cualificación profesional de nivel 1, de entre un repertorio compuesto por 62 familias profesionales, además de la posibilidad de graduarse en ESO. Pese a estas condiciones, Cabrera estimó que “unas 35.000 personas, la gran mayoría mujeres, podrían beneficiarse de esta medida durante este año”.

La ministra, Mercedes Cabrera, señaló que las comunidades autónomas tienen un año para poner en marcha este proyecto de acreditación, aunque aseguró que el Ministerio va a adelantar este plazo al próximo verano. Las titulaciones por las que se van a poder empezar a acreditar la experiencia son Dependencia, Educación Infantil y Energías Renovables. La ministra explicó que estas titulaciones son prioritarias y de ámbito supracomunitario, ya que tienen en la actualidad “unas posibilidades de crecimiento mayor”, y nombró también Turismo como otra de las preferentes.

Las claves
• Las amas de casa van a poder acceder a los módulos de Hostelería y Turismo (por sus habilidades en la cocina), Dependencia y Atención sociosanitaria (por el cuidado de personas mayores y dependientes) o Educación Infantil (por el cuidado y educación de los hijos).
• Los requisitos son ser mayor de 25 años, tener experiencia en labores domésticas y disponer del título de la ESO.
• La ministra se ha comprometido también a instaurar un servicio de asesoramiento y orientación personalizado para que todas estas personas sepan a qué ciclo formativo pueden optar y de qué forma tienen que acreditar sus conocimientos.

Viajar con niños

Sí, nos vamos de viaje y por supuesto que nos lo pasaremos de maravilla cuando estemos allí. Pero antes… Sólo pensar en ese momento da escalofríos. Son tantas las cosas que necesita un bebé que no va a haber forma de comprimirlas. ¿Eso crees? Bueno, a lo mejor deberías tener en cuenta que allí donde vais seguramente habrá tiendas, farmacias…

Efectivamente hay cosas que se pueden comprar en el lugar de destino, otras que se pueden plegar y otras de las que puedes prescindir. Así que toma lápiz y papel y vamos a empezar la lista de imprescindibles.

Hay aparatos como los esterilizadores que se pueden sustituir por pastillas o líquidos que se venden en farmacias, y útiles como la bañera o la cuna con los que quizás puedas hacerte en el lugar de destino. Por eso conviene empezar por elegir a dónde nos vamos a dirigir.

En función del lugar

Conviene escoger un destino adecuado para las limitaciones naturales de un niño que, cuanto mas pequeño sea, más dificultades tendrá en general para moverse. Un lugar mas bien tranquilo de playa o de montaña siempre es favorable, ya que no hay nada más gratificante para los sentidos del bebé que el contacto con la naturaleza.

El tipo de hospedaje también es un aspecto a tener muy en cuenta a la hora de no ocupar espacio con trastos que puede que encontremos fácilmente allá donde vamos. Algunos hoteles, por ejemplo, ofrecen cunas a buen precio, por si te resulta incómodo cargar con una de viaje. Algunas de ellas, con sus mosquiteras, son una buena opción para aislar al bebé en sus siestas playeras.

Si para desplazarte vas a coger un avión, has de saber que el bebé de 0 a 2 años viajará sin ocupar asiento, por lo que no pagará billete –aunque sí un seguro de vuelo– y debe sacar tarjeta de embarque. Por tanto, al comprar el billete, deberás comunicar que te acompañará tu bebé. Además, en los viajes de largo recorrido puedes solicitar con antelación cunas y sillas portabebés.

En caso de utilizar el coche como medio de transporte, no podemos dejar de mencionar que en la presentación de la tercera campaña Te necesitan ¡Protégeles!, se dio a conocer que 108 niños fallecieron el año anterior en accidentes de tráfico, siendo la primera causa de muerte en menores de 12 años. Por lo que resulta ineludible utilizar los sistemas de retención establecidos y tomar las precauciones adecuadas al volante.

La última medida de seguridad es localizar el centro médico más cercano donde acudir en caso de urgencia en el lugar de destino.

Imprescindible: el orden

Si pretendemos empezar con la lista y no olvidarnos de nada, lo primero que hay que ser es ordenados. Para ello, la semana previa al viaje apuntad todo lo que consideréis imprescindible, como aquello que le ayude a dormir: su objeto de apego, los chupetes, una mantita…

Al concluir, tendrás una lista que no sabrás cómo transformar en equipaje. Para reducirla, procura en los días previos manejarte sólo con lo verdaderamente necesario, que será lo que finalmente lleves. Reunirlo todo te dará una idea del espacio que te va a ocupar.

En cuanto a los juguetes, elige en función del espacio que ocupan y de la frecuencia con la que tu bebé se distrae con ellos. Después, colócalos en una bolsa para evitar ir metiéndolos allí donde encuentres hueco.

Para ajustar aún más la lista a las necesidades reales, una vez que vuelvas, repásala, añade lo que hayas echado de menos y quita lo que apenas hayas usado.

Embarazada y con ganas de viajar
• Estar embarazada no es una enfermedad, por lo que se puede viajar durante toda la gestación. Sin embargo, es menos arriesgado hacerlo durante el segundo trimestre, cuando el feto se desarrolla y la madre empieza a encontrarse mejor y más fuerte. Después los peligros son los mismos que si no se viaja, pero la posibilidad de que ocurran sin la atención precisa cerca aumenta si estás de viaje.
• La planificación permitirá preguntarle al ginecólogo si cree que puede haber algún problema con el destino, la ruta o el transporte, así como informaros de si vuestro seguro médico os cubriría y dónde acudir en caso de una urgencia. Si no hay buena infraestructura médica, la mejor prevención es no ir.
• Si vuestro destino es un país exótico, tendréis que ir a un centro de sanidad exterior y vacunación dependiente del Ministerio de Sanidad. Allí os informarán de los riesgos. Si fuese necesario vacunarse contra posibles enfermedades endémicas, por lo general se permite cuando los medicamentos están basados en sustancias resultantes de agentes muertos, toxoides o subunidades antigénicas, pero sólo a partir de la semana 14, con el embrión formado.
• No hay problemas para volar. La presurización de la cabina impide que falte el oxígeno al feto y los rayos X de seguridad son inofensivos para él. Sin embargo, ciertas líneas aéreas prefieren no responsabilizarse de lo que pueda pasar; otras tienen su propia normativa y ponen impedimentos a embarazadas a partir del séptimo mes. Air Europa, por ejemplo, solicita un certificado del médico expedido siete días antes del vuelo si el alumbramiento va a ser en menos de 4 semanas, si hay antecedentes de parto múltiple, si existe alguna alteración o se esperan complicaciones. Iberia, sin embargo, delega la decisión a la embarazada. Cada compañía tiene su normativa y lo mejor es consultarlo.
• El avión –el viaje se hace más corto, aunque las piernas se hinchen–, el tren –con la posibilidad de pasear, acudir a la cafetería y solicitar un departamento con baño y cama–, y el coche –salvo en trayectos muy largos por las constantes paradas– son los transportes más recomendables, aunque habría que evitar la conducción de la futura mamá, por la tensión que produce. Lo mejor es que se siente en el asiento de atrás con el cinturón puesto y bien colocado por debajo del abdomen.
• Entre los vehículos prohibidos están: la bici y la moto, por el traqueteo sobre la pelvis; las avionetas, por la reducción de oxígeno, y el barco, debido a que aumenta la posibilidad de mareos y a que el golpe de las olas puede desprender la placenta.
• Acordaos de que la embarazada no debe cargar peso, ni pasar más de dos horas sentada en el viaje; ha de comer ligero y llevar un tentempié para evitar mareos y bajones de azúcar; beber agua a menudo y evitar productos contra el mareo. Si el destino es exótico, hay que beber agua mineral, evitar la comida cruda, no exponerse a más de 1.800m, protegerse de las picaduras y lavarse mucho las manos.

Estudiar Odontología

Hola, estudio 2º de Bachillerato en la opción de Ciencias de la Salud en un colegio de Murcia. Querría información sobre la carrera de Odontología. Tengo un familiar que es odontólogo y me gustaría trabajar con él en su clínica cuando termine la carrera.

Has elegido la opción correcta de Bachillerato. Todos los contenidos de este curso te facilitan la entrada y el posterior desarrollo de esta carrera. La motivación para cursarla es muy importante, pues seguro que tu familiar, durante los estudios, te prestará todo tipo de ayudas y le apetecerá tenerte en su clínica cuando termines.

Los odontólogos centran sus actividades en la prevención, atención y rehabilitación en materia de salud dental. Al ser estudios de la rama sanitaria, las principales materias del plan de estudios van en esa línea: anatomía, enfermedades y patología o funcionamiento de los órganos. En estos estudios ocupan un papel importante las prácticas, que en los dos últimos cursos suelen realizarse con pacientes reales.

Es conveniente que mantengas un alto interés por estos estudios, que desarrolles tus habilidades para lograr un excelente manejo de los instrumentos que vas a utilizar y que crezca tu capacidad de empatía para comprender el comportamiento de tus pacientes.

Estudia mucho durante este curso para aprobar en junio y superar la Selectividad.

Alergia para principiantes

Para la mayoría, la primavera es motivo de alegría; para algunos, también es sinónimo de alergia, una molestia que puede llegar a ser muy problemática. Los padres tienen la responsabilidad de detectarla en sus hijos y tratarla sin pánico pero con diligencia.

Juan y Pilar recuerdan con angustia algunas de las primeras noches de su hija Elena. Con poco menos de un año, sus llantos sobrepasaban lo razonable. Era evidente que no dormía bien. El pediatra creyó que se encontraba con los típicos nervios de unos padres primerizos y les tranquilizó: unos simples gases. Pero el problema continuaba y Pilar y Juan decidieron consultar a un alergólogo… Elena tenía alergia al polen y las gramíneas. Empezaron a vacunarla periódicamente hasta que lo peor fue pasando: aunque la alergia sigue activa, 25 años después Elena ya no sufre crisis asmáticas.

Como Juan y Pilar, muchos padres se enfrentan a una realidad tan común como problemática. Tomás Chivato, alergólogo y profesor de la Universidad CEU San Pablo, explica que “las enfermedades alérgicas influyen en la calidad de vida de los pacientes alérgicos tanto en el campo físico como psíquico”, aunque matiza que con un correcto diagnóstico, que posibilita el mejor tratamiento posible, “pueden hacer una vida normal sin limitaciones”.

La doctora Margarita Fernández Benítez, del Departamento de Alergología de la Clínica Universidad de Navarra, matiza: “En el caso de los niños, en cuanto se pueda, padres y médico deben hablar de ello; así se consigue mucho más que con actitudes compasivas de ‘pobrecito, como no puede comer…’”

Pero antes, son los padres los que deben tener la información básica. Tomás Chivato explica que “los síntomas de la rinitis alérgica son los estornudos en salva, la secreción acuosa, el picor nasal y ocular, el enrojecimiento ocular, la congestión nasal”. Además, “es muy importante valorar cuándo aparecen estos síntomas: en primavera, en presencia de animales, en relación con polvo…” Finalmente, las pruebas cutáneas y los análisis de sangre específicos identifican el alérgeno relevante.

Detectada la alergia, y salvo casos puntuales como el de Elena, hay que acudir el pediatra, que realiza el diagnóstico de sospecha, y después al alergólogo, que hace el de certeza. El tratamiento incluye fármacos, vacunas específicas, educación y medidas de control ambiental. Respecto a los primeros, a veces el exceso de celo de los padres puede ser un problema: Fernández recuerda que “se supone que la medicación está prescrita por un facultativo”.

Enfermedad en auge
Luis y Palmira descubrieron que su hijo Luis tenía alergia a mediados de los 80. La noticia no les pilló de sorpresa: “Era la enfermedad de moda, en aquella época se empezó a oír mucho de la palabra alergia”. Y desde entonces, todo ha ido a más. Para Tomás Chivato, se trata “una de las epidemias sanitarias del siglo XXI: afecta al 25-30% de la población, y la incidencia aumenta de forma progresiva”. Margarita Fernández explica que “influyen muchos factores, como los ambientales: la contaminación o el mejor nivel de vida, que hace que los niños contacten precozmente con fuentes alergénicas (algunos alimentos, mascotas, etc.)”.

Bella, la película de las grandes emociones

Ya se puede adquirir en DVD Bella, la sorprendente película de Alejandro Gómez Valverde, protagonizada por Eduardo Verástegui y Tammy Blanchard. Fue producida en 2007, figurando como productor ejecutivo Stephen McEveely –La Pasión de Cristo–. Película sorprendente porque ha demostrado que hay un inmenso público para el cine que trata, con sencillez, emociones nacidas de la honradez y de la bondad.

Ya se puede adquirir en DVD Bella, la sorprendente película de Alejandro Gómez Valverde, protagonizada por Eduardo Verástegui y Tammy Blanchard. Fue producida en 2007, figurando como productor ejecutivo Stephen McEveely –La Pasión de Cristo–. Película sorprendente porque ha demostrado que hay un inmenso público para el cine que trata, con sencillez, emociones nacidas de la honradez y de la bondad.

UNA BELLA SENCILLEZ
No hay efectos especiales. No hay raciones eróticas. No hay grandes nombres conocidos. Lo que hay es sinceridad. Es la historia de un hombre que lo tenía todo y pasa a no tener casi nada, pero descubre en las relaciones humanas un universo denso de alegría y de cariño. Algo así le ocurrió a Eduardo Verástegui, como él mismo lo ha contado: de ser el típico latino modelo y guaperas, ídolo de adolescentes, un día descubre que su vida está vacía y decide empeñarse en una vida distinta, clara, fuera de los tópicos y empeñada, en lo posible, en el bien. Bella es precisamente resultado de esa decisión de Verástegui y de sus amigos, y la promoción realizada ha tenido poco que ver con la de otras películas, casi siempre a base de rumores y aireados photocall.

GRANDES PREMIOS
La película se rodó en menos de un mes con escaso presupuesto: 4.300.000 dólares. Pero enseguida recibió ya el premio del público en el Festival Internacional de Cine de Toronto, uno de los más importantes del mundo. Empezó a funcionar el boca a boca. En el 2007 Bella ganó en el Festival Heartland el premio Crystal Heart Award y también el gran premio de cien mil dólares para el Mejor Film Dramático: el mayor premio en efectivo de cualquier festival de cine en el mundo. El Instituto Smithsoniano entregó el día 5 de septiembre del 2007 el Premio Legacy a Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde, por su contribución al arte y cultura latina. Recibió también en el 2007 el Tony Bennett Media Excellence Award.

La película ha hecho mucho por cambiar esa imagen que el cine habitual daba de los latinos: bandidos, violentos, borrachos y, en mejor de los casos, donjuanes. Eduardo Verástegui, que está contra eso, quería que se viera la realidad de millones de personas –casi 46 en 2008–, ya una de las más importantes minorías de los Estados Unidos.

EL SECRETO
Antes de estrenarse en otros países, Bella había recaudado casi ocho millones de dólares en Estados Unidos. En España superó en 2008 el millón de euros, mucho más que la mayoría de mediocres películas españolas aupadas por las televisiones, la Academia de Cine y sus dirigentes.

El secreto de esta película me parece que es éste: hay mucha gente a la que le gustan las películas de la vida de todos los días, con motivos dramáticos que son, a veces, los de esa misma vida. Películas que divierten y emocionan a la vez, entretienen con historias que son muy semejantes a las que cada uno de nosotros puede vivir o conocer. Son películas que nos hacen conocer mejor la condición humana, sus constantes. Y si hay en esas películas protagonistas que logran transmitir todo eso, salimos del cine o de la visión de ese film como personas más sabias y quizá también mejores.

Es inevitable que haya películas donde se mata, se tortura, se demuestra lo peor de la condición humana. Y es una suerte que haya otras, como Bella, en la que se muestra lo mejor.Una videoteca familiar puede constar de un número mayor o menor de vídeos. Pero Bella no debería faltar.

Eduardo Verástegui ha sido el motor de una nueva productora, llamada Metanoia Films, que ya tiene en proyectos otras películas en la misma línea de ofrecer lo que hoy apenas dan otras. Películas que se puedan ver sin tener que cerrar los ojos o tener que oír el peor lenguaje de la peor de las calles. Es probable que pronto se embarque en una película sobre la vida de la Madre Teresa de Calcuta.

Guirnaldas

Si vas a celebrar tu cumpleaños, si llega alguna fiesta que celebráis en casa…, con esta manualidad aprenderás a decorar la mesa o la habitación donde vas a celebrar la fiesta.

Si vas a celebrar tu cumpleaños, si llega alguna fiesta que celebráis en casa…, con esta manualidad aprenderás a decorar la mesa o la habitación donde vas a celebrar la fiesta.

1. Para hacer esta manualidad necesito 5 ó 6 papeles cuadrados de 10 x10 ó 14 x14 cm para cada guirnalda (nº 1). Puede ser papel charol, folios de colores…, un lápiz o un rotulador, tijeras y pegamento.

2. Hay que doblar cada papel de la siguiente manera: poniendo hacia arriba la parte blanca del papel, doblar por la mitad en las dos direcciones (en blanco en la foto) y poniendo el color hacia arriba, doblar por las dos diagonales (en negro en la foto). Queda una figura estrellada como la de la foto (nº 2).

3. Con cada hoja doblada hacer una última doblez hasta dejarla triangular. Utilizando el rotulador se dibuja una forma a elegir (la misma en los 5 ó 6 triángulos), recortando a continuación por los lados abiertos. Desdoblarla hasta que quede como en la foto (nº 3).

4. Pegar las distintas figuras entre sí combinando los colores (nº 4).

5. Juntar la primera figura con la última para que quede la guirnalda.

“Es tontería intentar que el niño vaya vestido de adulto”

Ágatha Ruiz de la Prada ha abierto las puertas de su universo de colores a PADRES. Con dos hijos de 21 y 18 años, se considera una madre “muy poco permisiva y bastante histérica” que no pega ojo cuando salen por la noche.

P. ¿Crees que la moda tiene que ver con la educación y vistes de una forma u otra según la educación que hayas recibido?
R. Tiene mucho que ver. Mis hijos están acostumbrados a vestirse de colores, por ejemplo, y para ellos es una cosa habitual. Y yo agradezco que de pequeña me hayan enseñado a vestirme de una cosa y de otra, a que un día hay que ponerse un zapato o un traje más incómodo… a adaptarme a diferentes circunstancias.
P. ¿Cómo pueden manejar los padres el tema de la indumentaria de sus hijos? ¿Hay que ponerles límites a la hora de vestir?
R. Hay niños que tienen 16 años y nunca han tenido un zapato, que no saben lo que es ponerse otra cosa que no sean deportivas, y es una pena. Todo en esta vida requiere una educación y si un chico no ha usado en toda su vida más que deportivas, el día que vaya a trabajar va a estar muy incómodo. Por eso, a mis hijos desde pequeños les he educado a vestirse de muchas formas diferentes. Hay mucha gente que dice: “es que a la niña no le gusta el traje”, y la niña tiene tres años. Pues eso es una estupidez, porque si la niña de tres años es la que decide, creo que te estás equivocando mucho.
P. ¿A partir de qué edad crees que los niños pueden elegir su ropa?
R. Pues tardísimo, a los 18 o así.
P. Y antes, ¿ hay que guiarles o imponerles?
R. Es que cuando un niño es inteligente y educado, elige una cosa que está bien.
P. ¿Crees que ahora se está «adultizando» a los niños antes de tiempo con la ropa que se les pone?
R. Creo que eso es un error, porque la vida del adulto es cada vez más larga y es tontería intentar que el niño vaya de adulto desde que es un bebé, con Gucci y cosas así. Los niños tienen que ir vestidos de niños y lo más importante es que vayan cómodos y abrigados, y también alegres.
P. Hoy en día hay niñas de 10 años que visten como si tuvieran 18, ¿eso hace que pierdan parte de su infancia?
R. A mí me parece que lo divertido de un niño es que sea el máximo tiempo niño; es más, yo soy de la teoría de que hay que intentar ser niño toda la vida.
P. ¿Qué opinas de por dónde está yendo ahora la moda adolescente?
R. No la sigo mucho, pero creo que uno siempre reacciona frente a lo que ha tenido en casa y cuando los padres han sido hippies, los niños quieren ser más convencionales y al revés, y eso es lo normal.
P. Pero ahora los chavales están perdiendo un poco de personalidad y según al grupo o tribu que pertenezcan, visten de una forma determinada y todos iguales…
R. Yo nunca he sido de tribus por mi personalidad, no hay un grupo de ‘agathas’. Pero me joroban mucho los niños que sólo saben estar con gente de su edad. Creo que es muy importante el trato con mayores, cuando era pequeña me encantaba estar con ellos. Igual que es malo saber llevar sólo deportivas en tu vida, es malo que sólo hables con los niños de tu clase o grupo, porque eso hace que tengas poca personalidad.
P. ¿Qué objetivo persigues al hacer moda infantil?
R. A mí no me cuesta nada hacer ropa para niños porque si yo fuera niña me la pondría.
P. ¿Y crees que los niños se vayan decantando por una ropa u otra es bueno?
R. Hoy en día la gente tiene demasiadas cosas y demasiado poco tiempo. Lo bonito es tener una mochila y cuando se rompa, comprar otra, pero cada tres meses tener una nueva es de una mala educación increíble. Pero eso lo tienen que ver los padres, porque es mucho más educativo no tener regalos que tenerlos. En eso tiene mucho que ver la televisión, que es malísima para ellos. Yo soy antitelevisión.
P. ¿Y has sido antitelevisión con tus hijos?
R. Es que es incontrolable, pero me fastidia muchísimo. Yo no sé ni encenderla. En mi casa leemos muchos libros y tengo un hijo que es de libro al día de toda la vida. La niña es bastante televisera, pero al final, cuando te ven leer, acaban leyendo.
P. ¿Qué clase de madre te consideras?
R. Yo siempre he trabajado desde el primer día; una de mis mejores amigas es pediatra y piensa que para un niño es mejor una madre que trabaja que una que no. Mi madre no trabajaba y fue una madre fenomenal cuando yo era pequeña, pero creo que ahora hay muchas mujeres que piensan que en el único sitio donde está bien el niño es con ellas y la vida no es así, hay que enseñarles a adaptarse. Yo he enseñado a mis hijos a que sean muy sociables desde pequeños –a lo mejor por interés propio, porque yo viajaba mucho y se los colocaba a quien podía– y eso ha hecho que lo sean y estén comodísimos en todas partes. Lo de estar solamente en casa es hacer niños un poco racistas, porque parece que lo que no es de su familia es malo. A mí esos niños que sólo saben estar con su mamá me parecen un petardo, y eso lo fomentan los padres, que les convierten en antipáticos y maleducados. Me encantan los niños pero cada día agradezco más a los bien educados, que son pocos, porque hay que dedicarles muchas horas. A los niños hay que educarles a ir a museos, a conciertos, a saber estar callados… Creo que cuanto más rígido eres en la educación, mejor para ellos. Los niños agradecen muchísimo la estabilidad y la rutina con los padres, porque si no se vuelven histéricos.
P. Entonces, no te consideras una madre permisiva, ¿no?
R. La verdad es que estoy bastante aterrorizada con mis hijos y soy muy poco permisiva y bastante histérica. Creo que tienes que ver del niño que te puedes fiar y del que no, pero te puedes fiar de muy poquitos. Yo, por ejemplo, si mis hijos salen por la noche, estoy toda la noche mal. Trabajo muchísimo todo el año y llego al verano machacada, entonces empiezan a salir los niños y me digo: “¡Dios mío, pero si yo prefería trabajar!” Porque por lo menos por la noche duermo, pero con estos cabritos no pego ojo… Los adolescentes son pesadísimos, no se dan cuenta de que te amargan la vida, y eso que yo he tenido mucha suerte… En su día me compré todos los libros en plan ‘¡Socorro tengo un hijo adolescente!’ e intenté que se lo leyeran ellos también, pero no quisieron ni atados. Y hay gente que esta etapa es muy amiga de los amigos de sus hijos y tal, pero yo creo que es importante saber que cada uno tiene su edad y que tener 50 años no es lo mismo que tener 18.