“El niño se siente parte de una familia que es su equipo”

Cuando Roberto Guzmán entra en el colegio hace 14 años para hacerse cargo de las clases extraescolares sólo había un equipo de baloncesto femenino. Entonces acababa de entrar una nueva directora, Pilar Cubillo, y le permite promocionar el deporte en las clases.

En ese mismo año ya salen dos equipos de baloncesto y uno de boley. Actualmente el número ha aumentado considerablemente y lo que más ha crecido ha sido el fútbol.

P. Cuando el colegio comienza a ser mixto ¿Cómo se afronta ese proceso?
R. Aunque eran pocos chicos y todo el deporte era mixto, los padres empiezan a demandarlo. Comenzamos con iniciación al deporte en 3º de Infantil. Ya había formada una escuela de baloncesto por eso las primeras generaciones –los que ahora están en 4º de la ESO– juegan a baloncesto o boleybol porque era su referente, entonces no había fútbol. Solo había seis niños y se monta el primer equipo mixto de baloncesto ya desde 1º de Primaria ya empezamos a jugar ligas. Es el equipo que más éxito ha tenido ya que en sexto fueron subcampeones de Madrid mixto.

P. ¿En vuestros entrenamientos qué prima más, la técnica o el espíritu de equipo?
R. A partir de hacer un equipo enseñamos la técnica. No hacemos una prueba de nivel. Prefiero que tengan un concepto de equipo que se respeten entre ellos, a los entrenadores, a los árbitros y al equipo contrario. Cuando son muy pequeños, a partir de ahí, se hace un trabajo de técnica y táctica individual y colectiva y se ve la progresión. En un equipo grande se les inculca que si no van a entrenar no juegan. Se les inculca la disciplina de horarios. Ellos saben que deben estar media hora antes del partido con la equipación completa. No pueden jugar con pantalón largo o sin las medias reglamentarias.

P. ¿Cuentan con su propia equipación? ¿Para ellos es tan importante?
R. El niño se siente parte de una familia que es su equipo. Al principio se empezaba con una equipación, que sólo era una camiseta, que se devolvía a final de temporada. Ahora cada año tienen una equipación completa, con sudadera, chandal, peto, medias, camiseta de entrenamiento, con su mochila con su número y los niños se sienten casi profesionales.

Por una boca sana

En el Colegio Claret Fuentanta estamos llevando este curso un programa de Salud Bucodental que incluye la alimentación sana.

Desde el departamento de Ciencias estamos trabajando para todo el colegio (Infantil, Primaria y ESO) a través de:
• Carteles de la campaña repartidos en pasillos del colegio Curso 2010-2011
• Colutorios con flúor en Primaria de 1º a 6º.
• Fichas de contenidos para las familias y de trabajo para los alumnos (7 fichas repartidas a lo largo del curso escolar)
• Charla de escuela de Padres sobre la alimentación y la nutrición en infantil y la adolescencia.
• Charla médico/dentista en semana Cultural sobre factores etiológicos de la maloclusión en los niños.
• Seguimiento con las monitoras del comedor en el Programa. Con realización de juegos (la mesa y los buenos modeles). Murales realizados por los alumnos del comedor.

100 vulneraciones de las cadenas a la protección de menores

Una plataforma de cincuenta organizaciones sociales, de todos los colores ideológicos, ha hecho balance: los inconvenientes de la televisión para los menores son más graves que hace un año, cuando no existía una Ley Audiovisual, garante de su protección.

16 de febrero. Manoli, 10 años, hace sus deberes. Quiere descansar un poco. Sus padres no le ponen pegas. Pincha en Antena 3. Entrevistan “a una señora que dice haber mantenido una relación con el cantante Máximo Valverde y que, según comentan varios contertulios, guarda semen en un condón en el frigorífico”.

14 de septiembre. Programa de Cuatro, entre 15.40 y 17.05 horas. “Un señor en una playa, vestido con un tanga, haciendo gestos obscenos: me doy por el cuerpo esa cremita que llevamos los hombres”. A Manolo dice que le distrae la telebasura, pero la presencia de su nieta le hace desistir de continuar con esta mercancía.

30 de noviembre. Josemi, 9 años, está en casa a las cuatro de la tarde. Al entrar en el salón oye gritos de este tenor: “sinvergüenza”, “baboso”, chantajista”, “cocainómana”, “prostituta”. Mamá se alarma, toma el mando y abandona Telecinco.

Los entrecomillados pertenecen al centenar largo de casos –más atroces aún– denunciados en un informe del OCTA sobre el estado de nuestra televisión, por las tardes. Coincide con el primer año en vigor de la Ley General Audiovisual, ley que hace dos cosas: crea un espacio protegido para los menores –franjas horarias libres de daño para ellos–, y un organismo, un Consejo, para gobernar el mercado audiovisual y castigar los incumplimientos de los operadores de tv.

De la lista de transgresores al horario infantil no se libra ninguna cadena importante, ni sus canales auxiliares. Nadie ha sido nunca sancionado por estas violaciones. ¿Están satisfechos con la impunidad en que se mueven? “Claro que me siento cómodo viendo la programación de La Sexta. Es joven y desenfadada. ¡Me encanta!”, presumía su entonces propietario, Emilio Aragón. (Suplemento XL Semanal).

Rebelión cívica

Los espacios libres de telebasura son dos: uno de protección reforzada, de ocho a nueve por la mañana y de cinco a ocho por las tardes; el segundo, menos riguroso, de 06.00 a 22.00 horas. Ahí, cualquier programa inadecuado para menores y adolescentes debe ir acompañado, durante toda la emisión, por unas advertencias visibles y audibles, para que los padres decidan si quieren que sus hijos lo vean.
El estudio se denomina Vulneraciones a la Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual en materia de protección de menores. Lo avalan organizaciones sociales con un ideario muy plural. Desde la ONCE hasta UNICEF y la UNESCO, desde CCOO a UGT, pasando por confederaciones de padres de alumnos de ideologías contrapuestas, asociaciones de telespectadores como ATR y Plaza del Castillo, de consumidores o la Universidad Rey Juan Carlos.

En total cincuenta entidades cívicas agrupadas en el Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales (OCTA), que ha dado la cara por el derecho de los espectadores y pedido al Gobierno que se cumpla la ley y acabe con la impunidad. El estudio del OCTA no es un hecho aislado. Su contenido es demoledor y sonrojante. Va en la misma línea de los efectuados, antes de existir la Ley Audiovisual, por la Agrupación de Telespectadores (diez informes entre 2005 y 2009), CEACU (2008) y otro muy reciente, de la Universidad Rey Juan Carlos.

Este último, Cinco años después del Código de Autorregulación, cuantifica en 4.889 las vulneraciones a las normas de protección de menores por las televisiones, entre el 9 de septiembre y el 31 de diciembre de 2008. Y del 1 de julio al 30 de septiembre de 2009, los incumplimientos fueron 5.838.

Que llueve sobre mojado, lo sabe todo el mundo. Según el Defensor del Pueblo (noviembre 2010, con la Ley Audiovisual en vigor), el 47% de los españoles piensa que no se cumplen las vigentes normas de protección a los menores. María Luisa Cava de Llano, titular en funciones de la institución, concluyó que era necesario disponer de una autoridad audiovisual. Antes lo había exigido el Defensor del Menor, en Madrid.

En contra de las críticas fáciles –“ya están de nuevo los alarmistas y pacatos”, suele decirse– la novedad no está en la deficiente conducta de las televisiones para con los niños, sino en que los poderes públicos se inhiban del cumplimiento de la ley, perjudicando al más débil, el espectador. Repito: hasta el 1 de mayo de 2010, esa protección era voluntaria; desde ese día, la norma de aplicar el código ético es obligatoria. La Ley General Audiovisual establece que los ciudadanos tienen el derecho a exigir que, al menos entre las cinco y las ocho de la noche, la programación de las cadenas no emita nada perjudicial para el desarrollo físico y mental de los menores de 13 años.

Por primera vez en España, un organismo muy representativo socialmente, se ha movilizado para recordar al Gobierno que el ciudadano español tiene el derecho a que las cadenas no abusen de su poder sobre la audiencia y le impongan los contenidos que deseen, y a la hora que les interesa. No se trata de moralizar los programas de televisión, sino de cumplir con una obligación legal.
Tampoco proponen la censura en televisión, sino ejercer su derecho a no ser tratados como simples consumidores. Consumidor es quien paga por un periódico de papel, cuya línea de pensamiento conoce previamente. Implica un acto expreso de voluntad. En cambio, el espectador de televisión, o acepta los contenidos o no hay televisión. Es un sofisma plantear el problema en los términos que lo hacen muchas personas: “Nadie está obligado a ver la televisión”.

Pero ¿puede alguien garantizar el ejercicio de tal derecho? Sí, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA). La ley prevé la puesta en marcha de ese órgano regulador. Funciones: vigilar que se respeten los horarios de protección a menores, advertir a los operadores si no lo están haciendo e imponer sanciones cuando violen la ley. El OCTA exige al Gobierno la constitución del Consejo Audiovisual. Ya va para un año su demora.

¿Quién bloquea este Consejo? Primero, el Gobierno dice que no hay dinero; segundo, algunos medios de comunicación conservadores objetan que es un órgano de censura; tercero, el PP alimenta la sospecha de que amenaza la libertad de expresión; cuarto, las televisiones privadas exigen campo libren en la batalla por la audiencia. Vale todo y a todas horas.

Consejo audiovisual

Órganos reguladores los hay en banca, energía y telecomunicaciones. En el mercado televisivo actual funcionan incluso emisoras ilegales, otras ponen películas pornográficas a las cinco de la tarde y los canales subsidiarios de Telecinco y Antena 3 ofrecen a la hora del almuerzo programas para adultos. Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Portugal tienen su Audiovisual. En España, la ley hace de ese Consejo una autoridad plural e independiente, no política, como la actual (Ministerio de Industria). Lo constituirán siete vocales, elegidos entre profesionales de reconocido prestigio en el sector. Decidirán por votación sobre temas de su competencia. Ni censura, ni suplanta a los jueces. Pero sanciona.

Desarrollar la inteligencia de un modo divertido

Estimulación precoz, capacidad intelectual, desarrollo motor, habilidades sociales… Asusta asimilar que debamos potenciar en nuestros hijos todas estas cosas. Pero sólo hay que jugar con ellos y elegir los juguetes adecuados. La información que recibe el niño a través de estímulos divertidos quedará grabada en él de forma duradera.

En nuestra sociedad nos encontramos con una gran competitividad en todos los ámbitos. Es tarea nuestra hacer que nuestros hijos crezcan, forjen su personalidad y que aprendan a conocer el mundo y a enfrentarse a él. Somos el enlace que tienen con la sociedad y si queremos que nuestros hijos no sólo sobrevivan, sino que triunfen en la vida, es bueno empezar a estimularles pronto de la manera más amena y divertida posible.

El desarrollo neurológico en los primeros años de vida es fundamental. Todo educador sabe que cada niño nace con una gran capacidad de aprender. Por eso es necesario dar al niño los medios para que desarrollen su inteligencia y su capacidad de observación; y también para que aprendan a entender el lenguaje, a reconocer mediante los sentidos…
Todo esto puede hacerse de muchas maneras. Ha quedado atrás el modo de enseñanza antiguo en el que primaba la teoría de “la letra con sangre entra”. Teniendo en cuenta que los niños son curiosos por naturaleza, y que siempre tienen ganas de divertirse, lo más fácil es adecuar el juego a la edad para potenciar sus capacidades físicas e intelectuales. A través del él explorarán cosas nuevas y aprenderán sin esfuerzo.

Los ejercicios de lógica le abrirán la mente; los juegos en grupo le ayudarán a socializarse, a saber perder y ganar; los juegos con movimiento ayudarán al desarrollo motor y al equilibrio; los de construcciones fomentarán su creatividad. Y así ocurre con cada juego.

Es importante no olvidar que siempre estamos a tiempo. La inteligencia puede enseñarse y aumentarse a cualquier edad, siempre que nos adaptemos a las necesidades del niño. Y es importante que los padres les acompañemos en el aprendizaje, para confirmar, corregir o animar si fuese necesario. Siempre se puede aprender y si es a través del juego será mucho más ameno y fructífero.

“El juego es el trabajo del niño”

La inteligencia se podría decir que comienza a estimularse desde la cuna y hay que cultivarla ofreciendo al niño todas las oportunidades adecuadas para su edad de desarrollo mediante el juego compartido.

P. ¿Se puede estimular la inteligencia o ya se nace estancado en un nivel intelectual?
R. En la inteligencia intervienen tanto los genes como el ambiente que rodea al individuo. La inteligencia se podría decir que comienza a estimularse desde la cuna. Resulta provechoso cultivarla ofreciendo al niño todas las oportunidades adecuadas para su edad de desarrollo mediante el juego compartido. Por otro lado es conveniente distinguir entre “ser inteligente” y “conducta inteligente” detallando esto último como la habilidad para resolver problemas nuevos, la planificación, la facilidad de adquirir nuevos conocimientos y la capacidad de adaptación.

P. ¿Cómo puede hacerse algo tan importante a través del juego?
R. Los niños son tan prácticos que buscan siempre que la forma de aprender les resulte divertida y amena. Esto es posible especialmente a través del juego. El juego podría decirse que es el trabajo del niño.

P. ¿Cómo saber dónde está el límite entre dejar libertad al niño en lugar de ir corrigiéndole?
R. El mejor juego para un niño generalmente es aquel que disfruta con sus padres; algunos adultos se sientan al lado de sus hijos a ver la televisión o leer un libro mientras estos juegan, esto no es jugar con el niño. El juego es en gran parte tiempo para compartir.

P. ¿Puede haber un exceso de estimulación o el cerebro infantil puede asumir todas las motivaciones a las que se le someta?
R. Efectivamente puede suceder que haya una sobrestimulación causada especialmente por las sobreexigencias que los padres de hoy en día depositan sobre sus hijos, provocados por la sociedad tan competitiva en la que vivimos. Esto puede llegar a ser perjudicial para el proceso de aprendizaje del pequeño. Es beneficioso ofrecer a los niños diferentes oportunidades para aprender cada día algo nuevo, utilizando el sentido común.

¿Lo estamos haciendo bien?

Les pido ayuda y consejo porque mi marido y yo no sabemos qué hacer. Mi hija Lidia estudia 1º de Industriales en Madrid. Ha obtenido malos resultados en el primer cuatrimestre y después de los exámenes se vino a casa a pasar unos días.

Al margen de las notas, que las hemos conocido después, nos plantea dejar la carrera y volverse a Las Palmas. Nos aporta como única razón que no le apetece porque el ambiente es diferente y aquí se lo pasa mejor (a pesar de gustarle el ambiente ha debido pasar unos meses sin pegar ni golpe dados los malos resultados de los exámenes). Tras varias conversaciones con su padre, conmigo y con su hermano mayor hemos logrado que se vuelva a la universidad. No sabemos cómo va a responder, tenemos miedo de que siga insistiendo en venirse y tire por la borda su futuro profesional. Es muy lista pero está muy unida a su pandilla de amigos ¿qué hacemos?

DOLORES (LAS PALMAS)

Lamentablemente estas circunstancias suelen ser cada vez más frecuentes. Parece que los jóvenes hoy pretenden ser más autónomos y menos responsables con su compromiso de futuro. Las influencias del ambiente están aplastando los valores que se viven en las familias y no es fácil convencerles porque en base a “su libertad” pretenden hacer lo que les “apetece”, eso sí, a costa del sacrificio familiar. Tópicos que están favorecidos por la permanente manipulación de los jóvenes. Escuchamos, de vez en cuando, en ciertas entrevistas con las familias “vosotros decidme lo que os parezca pero yo haré lo que me apetezca”.

Dolores, procurad tu marido y tú hacer “una piña” para que vuestros criterios educativos sean comunes y mantengáis siempre la misma postura.

Quiero advertir que lo debéis haber hecho muy bien dado que vuestra hija ha vuelto a la Universidad, parece que vuestras reflexiones han servido.

Es fácil que, si es lista como decís, el impulso de volver a casa quede debilitado en ese segundo cuatrimestre. Si supera el periodo de adaptación y comienza a saborear la carrera, a conectar con sus compañeros y contrarse en sus estudios, obteniendo resultados positivos, es muy probable que no vuelva a plantearse este problema.

No obstante, si siguiera en la idea de hacer “lo que le apetece”, debéis manteneros firmes en vuestra decisión y evitar que tire por la borda su futuro profesional. Nuestro consejo es que sigáis en una línea de mucho amor y firmeza en todo aquello que consideréis qué es lo mejor para vuestra hija. No tengáis miedo, si la familia ejerce en función del bien de los suyos, aunque con más esfuerzo se suelen conseguir resultados positivos.

La aventura del estandarte

Britania. Año 140 dC. Licenciado del ejército con honores tras ser herido en combate, Marco Aquila se interna en el norte de Britania más allá del territorio del Imperio Romano. Intenta averiguar qué ha ocurrido con la Novena Legión, compuesta por 5.000 hombres bajo el mando de su padre, que desaparecieron veinte años atrás sin dejar rastro.

Marco ha escuchado que se ha visto en un templo el águila de oro, emblema de la Novena Legión, y quiere recuperarlo. Le ayuda en su búsqueda Esca, un esclavo de origen bárbaro que odia a los romanos, pero ha jurado servir a Marco después de que éste le salvara la vida.

El escocés Kevin MacDonald, conocido sobre todo por El último rey de Escocia, se pasa ahora al cine de romanos, con una cinta de corte clásico. Adapta una novela de Rosemary Sutcliff que MacDonald leyó a los 12 años y le dejó un grato recuerdo.

MacDonald retoma sobre todo un asunto que parece estar presente en toda su filmografía, la amistad entre dos tipos de lo más variopinto, en este caso el amo y el esclavo, ambos enemigos naturales, que aprenden a confiar el uno en el otro.

El realizador se luce en las secuencias de acción y tiene a sus órdenes actores brillantes, como el veterano Donald Sutherland (el tío del protagonista), Tahar Rahim, protagonista de Un profeta (casi irreconocible como guerrero bárbaro), y el especialista en malvados Mark Strong, esta vez como antiguo legionario. Sus protagonistas, Channing Tatum y Jamie Bell –Billy Elliot (Quiero bailar)– sorprenden, en papeles bastante trabajados.

Título: La legión del águila
Director: Kevin McDonald
Intérpretes: Channing Tatum, Jamie Bell, Mark Strong, Denis O’Hare, Donald Sutherland, Tahar Rahim, Douglas Henshall.
Duración: 114 min.

Cartas a Dios

Al prestigioso escritor y dramaturgo francés Eric-Emmanuel Schmitt, se le conoce por El señor Ibrahim y las flores del Corán, donde estaba muy presente el tema de la religión. Ahora reincide en el tema con la historia de Óscar, un niño de diez años, enfermo terminal, que vive sus últimos días en un hospital, sin que ni los médicos ni sus padres le hayan contado la verdad.

La única que parece hablarle con espontaneidad es una señora malhumorada con la que tropieza casualmente en el recinto, Rose, que acude al lugar a ofrecer las pizzas que cocina, a buen precio. Tras pedir a los que le atienden que le dejen charlar con esta mujer, el veterano Dr. Düsseldorf habla con ella para ver si está dispuesta a pasar algunos ratos con el chico.

En su tratamiento positivo y con muchos elementos de realismo mágico del cáncer infantil, el film recuerda a una película superior, Vivir para siempre, de Gustavo Ron. Cuenta con un buen trabajo del reparto, encabezado por Michèle Laroque, popular cómica gala que ha protagonizado títulos como La casa de tus sueños. Junto a ella, realiza un trabajo notable el niño protagonista, Amir, y el resto del reparto infantil.

Destaca la presencia en este drama sobre la muerte del veterano Max von Sydow, el legendario protagonista de El séptimo sello, que encarna al doctor. Aunque le sobra algún exceso almibarado, trata de forma positiva un tema tan duro como la enfermedad infantil, y también el descubrimiento del amor, la comunicación, el dolor y el recurso a la fe en los momentos de mayor necesidad.

Título: Cartas a Dios
Director: Eric-Emmanuel Schmitt
Intérpretes: Michèle Laroque, Amir, Max Von Sydow, Amira Casar, Mylène Demongeot, Constance Dollé, Simone-Elise Girard.

Downton Abbey

En la magnífica mansión campestre de Downton Abbey conviven la familia Crowley, de mucho pedigrí, con el numeroso personal de servicio. La tranquilidad del lugar se ve sacudida con la noticia en los diarios del hundimiento del Titanic; lo que primero se ve como una tragedia ajena, crece en intensidad cuando se sabe que el heredero del patrimonio familiar viajaba en el barco y es una de las víctimas.

Las leyes que rigen en 1912 impiden que la hija mayor de Robert Crawley, conde de Grantham, pueda heredar; toda la fortuna estaría así destinada a un pariente lejano, Matthew, que mira con prevención a su snob familia recobrada, él y su madre huyen del ceremonial que rodea a los Crawley. Algunos miembros de la familia, como la abuela Violet, conspirarán para impedir que Matthew se quede con lo que creen que les pertenece. Mientras, en el servicio no ve con buenos ojos al recién incorporado ayuda de cámara John Bates, que exhibe una ostensible cojera.

Formidable serie televisiva británica creada por Julian Fellowes, ganador de un Oscar por su guión de Gosford Park, y también detrás de libretos de filmes como La reina Victoria y The Tourist. Aquí articula una serie cuyo retrato de una familia noble y su servidumbre recuerda a otra magnífica producción británica, Arriba y abajo. La idea es plantear que corren nuevos tiempos, que esa distinción rígida en capas sociales empieza a verse agrietada. De modo que entre los Crawley destacan un Matthew que no entiende para qué necesita un ayuda de cámara, o su madre, empeñada en ayudar con sus conocimientos de enfermera en un hospital; mientras que entre los de abajo, una doncella aspira a convertirse en secretaria aprendiendo mecanografía, algo insólito.