La revista Escuela Infantil llega todos los meses a los quioscos totalmente renovada

La publicación comienza una nueva andadura cargada de novedades, con las que acompañarán a todos los maestros y padres de niños hasta seis años. Uno de los cambios más importantes es que Escuela Infantil va a estar esperando a todos los lectores en los quioscos, sin olvidar, que la opción de conseguir la revista a través de suscripción sigue estando vigente. Además, la revista adquiere una periodicidad mensual, por lo que podremos disfrutar de todos los temas que propone Escuela Infantil con más asiduidad.

Escuela Infantil, la revista de Educación Infantil del Grupo Siena llega a los quioscos por primera vez en octubre desde su fundación en 1903. Hasta ahora, los lectores podían tener acceso a la publicación de forma escrita o a través de Magisnet PRO, la plataforma on line de información educativa de Siena, por medio de suscripciones pero, a partir de octubre, todo cambia en Escuela Infantil.

La publicación comienza una nueva andadura cargada de novedades, con las que acompañarán a todos los maestros y padres de niños hasta seis años.

Cada mes en quioscos
Uno de los cambios más importantes es que Escuela Infantil va a estar esperando a todos los lectores en los quioscos, sin olvidar, que la opción de conseguir la revista a través de suscripción sigue estando vigente. Además, la revista adquiere una periodicidad mensual, por lo que podremos disfrutar de todos los temas que propone Escuela Infantil con más asiduidad.

Algunas de las secciones fijas que van a componer la nueva etapa son: Tutoría de padres, donde daremos los mejores consejos para llevar un rumbo educativo correcto en casa y en la escuela y las mejores soluciones para los problemas infantiles que más preocupan a los padres y maestros. Otra de las secciones que más peso va a tener en esta nueva etapa es el Coleccionable donde expertos en psicología y medicina infantil nos acercarán a cuestiones de gran importancia, como pueden ser los trastornos de aprendizaje verbal, el déficit de atención, la estimulación neuropsicológica, epilepsia, autismo…

Escuela Infantil también se une a la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación en el aula y por ello, cuenta con las secciones de Internet y TIC, donde los docentes podrán tener acceso a nuevas herramientas de gran utilidad en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

En la publicación también se hablará de idiomas, Educación Artística, libros… y todo ello acompañado de los mejores reportajes y entrevistas. En octubre será el turno de los miedos infantiles. Haremos especial hincapié en los momentos en los que surgen, la forma en la que podemos ponerles freno y la nueva tipología de temores infantiles, pasando por el miedo al “hombre del saco”, a las brujas, a ser raptado o a la muerte. Hablaremos del nuevo mundo del niño donde padres y docentes podrán encontrar los mejores consejos para sobrellevar los primeros días de escolaridad.

Otro de los temas que nos preocupan especialmente es la salud de los más pequeños y, por este motivo, en el primer número contamos con una entrevista con Antonio Muñoz Hoyos, presidente de la Sociedad Andaluza de Pediatría. Abordaremos asuntos de gran importancia como la obesidad infantil, la depresión a edades tempranas, la negativa de algunos padres a vacunar a sus hijos o la práctica abusiva de actividades extraescolares.

Imaginarium protagonista
Por si todo esto fuera poco, a través de una colaboración entre Escuela Infantil e Imaginarium, en cada ejemplar se incluyen las mejores fichas educativas y manualidades con las que los niños aprenderán jugando.

Un rasgo característico de la revista, y sin el cual esta no sería posible, es la participación de los maestros. A través de las experiencias vividas por ellos en el aula, otros docentes accederán a sus actividades.

Sólo el 7% de los niños en edad escolar desayuna correctamente

Más de la mitad de los niños entre 6 y 12 años deciden personalmente lo que van a desayunar, por lo que muy pocos toman fruta en el desayuno. Además, el 40% de los padres no sabe en qué consiste un desayuno completo compuesto por lácteos, cereales y fruta. Estas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por PSYME Iberica para Kelloggs a 1.000 padres.

Kellogg ha promovido el estudio sociológico “Hábitos de vida relacionados con la Obesidad Infantil” con una muestra de más de 1.000 padres y madres con hijos en edades comprendidas entre los 6 y 12 años. El estudio, realizado durante la primera quincena de septiembre por la multinacional de investigación de mercados Psyma-Ibérica, analiza aspectos clave como los hábitos alimenticios y la frecuencia en las actividades físicas y sedentarias de los más pequeños. También retrata los hábitos de alimentación de padres y madres y su grado de conocimiento sobre los aspectos que componen una vida saludable.

El desayuno completo: el gran desconocido

Lácteos, cereales y fruta son los tres grupos de alimentos que, según los expertos, componen un desayuno completo y equilibrado, ya que resultan básicos para dotar de energía y los principales nutrientes al organismo en la primera ingesta del día. A pesar de la importancia de esta primera comida, un 40% de los padres no conoce los alimentos que deben estar presentes en el desayuno.

Este desconocimiento repercute en la alimentación de los más pequeños, ya que sólo un 7% de los niños realizan un desayuno completo compuesto por estos grupos de alimentos. Sin embargo, sorprende la percepción paterna, ya que un 30% de los padres consideran que sus hijos desayunan bien.

Además, más de la mitad de los niños deciden personalmente los alimentos que desayunan. A medida que aumenta la edad, al no haber adquirido unos buenos hábitos en edades más tempranas, se eleva el riesgo de elecciones menos saludables. El gran damnificado del desayuno es la fruta, que sólo es consumida por un 9% de los menores.

También se han detectado deficiencias en dos factores claves en el momento del desayuno: el tiempo y la compañía. El 40% de los niños no dedica el tiempo suficiente a desayunar, recomendado entre 10 y 15 minutos, y a medida que crecen este tiempo se reduce. Además, uno de cada diez niños
desayuna sin supervisión paterna.

A pesar de estos datos, la mayoría de los padres valoran la importancia del desayuno, ya que 9 de cada 10 progenitores conocen la relación probada entre un desayuno completo y equilibrado y un mejor rendimiento escolar, tanto físico como intelectual.

Diferentes estudios demuestran que los malos hábitos en el desayuno condicionan el cumplimiento de las recomendaciones dietéticas ya que, si desde primera hora se rompe la pauta establecida, es más difícil recuperarla a lo largo del día. De hecho, más de un 43% de los menores no realiza las cinco comidas diarias recomendadas por los expertos (desayuno, almuerzo, media mañana, comida, merienda y cena).

El ámbito familiar: predicar con el ejemplo

Entre las conclusiones del estudio destaca que muchos de los patrones llevados a cabo por los adultos repercuten en los hábitos de vida de los más pequeños. Tan solo el 9% de los padres incluye lácteos, cereales y fruta en su desayuno, un porcentaje similar al obtenido en sus hijos.

La percepción paterna es otra de las claves del problema de la obesidad infantil, ya que los padres son los primeros que no perciben los malos hábitos de vida de sus hijos, ni las consecuencias que esto puede suponer para ellos. Mientras que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad advierte que el 45,2%2 de los niños en edad escolar padece obesidad o sobrepeso, sólo un 19% reconoce que su hijo está por encima de su peso recomendado.

A la hora de valorar los hábitos de sus hijos, un 83% de los padres los valoran muy positivamente, puntuándolos por encima de 7 en una escala de 0 a 10. El alto porcentaje de progenitores que considera que su hijo sigue unos hábitos de vida muy saludables subraya el grave problema de concienciación presente en la sociedad.

Los hábitos de vida que se adquieren durante la infancia y adolescencia son esenciales para mantener un estilo de vida saludable en la edad adulta. A medida que los niños crecen sus hábitos empeoran. Los niños dedican más tiempo a actividades sedentarias, como ver la televisión, utilizar el ordenador o jugar a videoconsolas, en la franja de 11 a 12 años que en edades más tempranas. En la misma medida se reduce la práctica de actividad física.

Hábitos de vida saludable: necesidad de cambio

El estudio sociológico “Hábitos de vida relacionados con la Obesidad Infantil” se presentó en un desayuno, organizado por Kellogg el pasado 22 de Septiembre, en el que participaron Mª Teresa Orzáez, Profesora Titular de Nutrición y Bromatología de la UCM, Eva Holgado, Presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas, Juan Francisco García, Presidente del Club de Baloncesto ASEFA Estudiantes, y Javier González, Director Asociado y Director del Área Cuantitativa de Psyma Ibérica, presidido por Mauricio García de Quevedo, Presidente y Director General de Kellogg España y Portugal.

Durante el coloquio se resaltó la necesidad de un cambio en los hábitos de vida y se propuso la intervención en diferentes ámbitos de actuación dirigidos desde tres ejes:
· Profesionales de la salud: como expertos deben adoptar un papel de “concienciadores” sociales, haciendo ver a la sociedad el grave problema que supone el índice de obesidad
infantil actual y sus consecuencias a medio y largo plazo en la salud de la población. Sólo a través de información relevante y científicamente probada procedente de estos
profesionales, los padres y profesores llegarán a ser conscientes de la magnitud del problema y se empezará a promover un cambio de hábitos entre la población.

· Familia y escuela: son los ámbitos primordiales del aprendizaje infantil. Por eso, tanto padres como profesores deben actuar como vehículo, amplificando el mensaje procedente de
los profesionales de la salud. Tanto en casa como en la escuela, los menores deben tener acceso a información que les ayude a elegir entre las opciones de vida más sanas para
conseguir que estas sean incorporadas a sus hábitos y sean mantenidas en el tiempo.

· Entorno social que favorezca que los niños puedan llevar a la práctica lo aprendido en el ámbito familiar y escolar. Es necesario construir una sociedad que fomente la práctica de
actividad física regular. Un buen conocimiento de los hábitos de vida saludable junto a un entorno que promueva el deporte, en detrimento de las actividades sedentarias, son los
motores que pueden conseguir potenciar un cambio real en los hábitos de los más pequeños y construir una sociedad más sana y saludable a largo plazo.

Recuerdos positivos

Es llamativo el reportaje que publicamos: ¿Por qué no tenemos recuerdos de nuestra primera infancia? Cuando recuerdo la mía se despliega una secuencia de momentos felices que guardo en el cajón de la memoria como mi tesoro más preciado.

Y siempre me pregunto: ¿dónde quedan los infelices? o es que ¿no los tuve? Me imagino que sí. Como cualquier niño, también viví mis ratos de desazón e inquietud; sin embargo, el paso del tiempo ha ido filtrando y su acertada selección me ha dejado una etapa realmente maravillosa.

Un pilar sobre el que he ido construyendo mi vida. Lo vivido, y también lo conocido, van configurando la memoria propia, la autobiográfica, que comienza a forjarse en la adolescencia: “Los recuerdos positivos resisten mejor el paso del tiempo y participan intensamente en la construcción de la personalidad ya que nos apoyamos en ellos para tejer nuestra identidad, y para definir la coherencia de lo que elegimos y a lo que aspiramos”, explica la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Natalia López Moratalla, en una nota de prensa que publica la web de la Universidad de Navarra, institución en la que ha realizado un interesante proyecto que recoge los últimos avances de las Neurociencias sobre el funcionamiento de nuestro cerebro.

En el primer recuerdo que conservo de mi primera infancia, no tendría tres años. Era tarde de invierno. Sentía el calor de la manta con la que me llevaba arropada mi padre de regreso a casa. Mi madre se encargaba de mi hermana más pequeña y, a su lado, mis dos hermanos mayores caminaban solos. Calentita en brazos de mi padre, y con mi familia junta, era feliz. Me sentía protegida y, sobre todo, muy querida.

¿Por qué precisamente es ese momento, y no otro, el que se ha sellado tan fuerte en mi memoria? Porque los recuerdos positivos aguantan mejor el paso del tiempo. Pero también puede ser porque, como se señala en el reportaje, a lo largo de la vida una vivencia se “enriquece” con sensaciones, percepciones, motivaciones… Y en realidad, he magnificado ese instante con el aderezo de las sensaciones que citaba al principio. No lo sé. Pero lo cierto es que a mí me ha acompañado a lo largo de mi vida de adulto. La memoria nos orienta el presente.

La responsabilidad como padres es que nuestros pequeños vivan una infancia feliz. Con todo lo que eso conlleva. De esa forma contribuimos a que las experiencias que arraiguen en su memoria se conviertan en bonitos recuerdos con los que convivirán a lo largo de los años. Me hago eco de las palabras de la investigadora López Moratalla: “está en manos de cada uno que la memoria sea un depósito de datos más o menos útiles, o un mundo interior lleno de gusto por vivir, del placer por saber, y en el que uno no es, un extraño para sí mismo”.

Lactancia para prevenir la obesidad

Alrededor del 70% de las madres españolas opta por dar el pecho al inicio de la maternidad, aunque menos del 20 por ciento lo mantiene hasta los seis meses, una cifra muy alejada de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugieren que se amamante como mínimo medio año.

Varios estudios han demostrado que la lactancia condiciona una reducción del riesgo relativo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, leucemia e incluso la obesidad. En cifras, el mantenimiento de la lactancia durante los dos años logra reducir el riesgo de obesidad en casi un 25%, en un 50% el riesgo de padecer otitis media aguda, la gastroenteritis, en un 64% de los casos y el asma infantil en uno de cada cuatro casos.

Más información: www.apeded.es

Vice-versa

Esta es una historia sin pies ni cabeza… o con dos brazos, varios dedos, rodillas y una nariz, en un proceso que va acompañando el desenvolvimiento del concepto de tiempo y crecimiento durante la infancia.

Las Semanas Internacionales de Teatro para Niños Acción Educativa presentan en Cuarta Pared este montaje de la compañía portuguesa de Víctor Hugo Pontes, donde el punto de partida es la especial concepción del tiempo que tienen los niños, una concepción que será explorada a partir de cómo ellos toman conciencia del propio cuerpo.

Más información: Vice-versa

A jugarrrrrrrrrrrrrrrrrr

Ya comienza otro nuevo curso, y otra aventura diferente se presenta para vivirla y desarrollarla; lo único que sé es qué compañeras compartirán conmigo dicha aventura, no conozco a los niños, y apenas recuerdo la cara de los padres que vinieron a la primera reunión para visitar la Escuela; pero hoy ya estoy dispuesta para afrontar el nuevo reto y éste está repleto de ilusión.

Lo primero que debemos hacer es preparar la Escuela, para recibir a los niños y las familias; es muy importante ofrecer unos espacios atractivos, acogedores, bien organizados y fundamentalmente pensados pedagógicamente; es necesario impactar a los niños, que aunque aún no se atrevan a moverse con soltura en sus primeros días, será importante que expresen su deseo de volver cada día para jugar, y provocarles la curiosidad de querer ver, descubrir y curiosear cada lugar, espacio y dependencia de la Escuela.

A la vez, mostraremos la Escuela desde otra perspectiva a los padres, permaneciendo dentro de ella con sus hijos mientras vivimos el periodo de adaptación juntos, al menos en sus primeros días; porque, como es lógico, los padres tienen que ir poco a poco dejando a los niños el tiempo que cada uno vaya aceptando hasta terminar dicha adaptación. También es importante conquistarnos a los padres desde este momento tan delicado, como es el proceso de la adaptación, acompañarles a vivirlo y entenderlo.

Los padres tienen que entrar a la Escuela, para darles la posibilidad de sentirse parte de ella; verla y recorrerla cada día, cuando entra con su hijo y cuando lo viene a recoger, pudiéndose entretener con él y con los demás.

Comenzaremos preparando las aulas; la opción que hemos elegido para su organización es por rincones de juego.

Los rincones de juego en el aula ayudan al educador a tener previsto el juego desde el momento que el niño entra en ella, sin necesidad de que el niño tenga que esperar a que el educador proponga algo para jugar, y que sea siempre él adulto el que decida y tenga la iniciativa.

Solemos observar cuando entran los niños por la puerta el primer día: su mirada, va de acá para allá atenta a todo lo que hay en el aula, ese armario con cajones que hemos dejado abierto, para que se vean los juguetes, la cocinita con sus tazas, vasos, cazuelas…el expositor con los cuentos llenos de imágenes, y además mamá ha hecho mi propio cuento que está ahí colocado para que yo pueda leerlo; la mesa para hacer encajes, las marionetas para cogerlas, tocarlas y manejarlas, y todo a mi disposición para que pueda descubrir este nuevo mundo que voy a vivir y disfrutar.

Rincones de juego podemos crear muchos; también es interesante que no se repitan los mismos en todas las aulas. Si algunos de ellos los destinamos a aulas diferentes, daremos la posibilidad de hacer cambios de aula, con los diferentes grupos de niños, y, por tanto, ampliaremos las propuestas de juego para todos los niños de la Escuela.

Vamos a ver alguna diferencia entre un aula con rincones y un aula sin definir esos espacios de juego:
El aula con rincones de juego está siempre preparada y definida con los espacios de juego, la zona de los cuentos, el rincón de puzles, encajes y juegos de mesa, el rincón de la cocina…y así cuantos rincones deseemos poner en el aula. De esta manera todos aquellos que observen la clase, tendrán claro qué ofrecemos a los niños y a que pueden jugar.

En esta decisión de disponer el aula por rincones de juego, van implícitas una serie de cuestiones, como que los materiales educativos deberán estar al alcance de los niños para que los puedan coger para jugar.

Los lugares de juego donde el niño elige en cada momento del mismo a qué jugar y con quien.

Unos lugares de juego organizados con sus materiales específicos de cada rincón, ordenados, claros, y siempre dispuestos y atrayentes para jugar.

En esta aula se viene a jugar, pensar, manipular, descubrir, a crear conocimientos; no se viene a correr y gritar.

Aquella aula que no tiene espacios definidos de juego, suele presentarse sin criterio pedagógico o al menos no se aprecia, desde la propia observación externa. Podemos ver armarios que situados junto a la pared guardan juguetes, a veces sin orden ni concierto, todos mezclados; si vemos trabajar a los niños suele ser de esta manera: hay un material, como por ejemplo unas piezas de construcción, y todos los niños juegan a lo mismo También dentro del aula se colocan toboganes de plástico, triciclos, recipiente con bolas…; esta Escuela ofrece bastante poco.

Ante un aula sin organización de espacios ni materiales didácticos, se tiende a la improvisación; a las esperas por parte de los niños a que el educador ofrezca algo, que muchas veces se reduce a cantar canciones, contar cuentos y hacer fichas (que por lo visto da muy buena imagen al Centro, pero no invita a la creatividad ni a la autonomía ni a la toma de decisiones por el niño), donde a todos los alumnos los podemos tener sentados y aplicados haciendo lo mismo, para que así pueden llevar a casa los trabajos realizados para enseñárselos a los papás, abuelos…; esto, sinceramente, es muy poco.

Así mismo, ante unos espacios sin definir, se suele poner mucho empeño en los adornos de paredes, para llamar la atención de los niños; aquí entran los estereotipos de siempre, llenos de estridentes personajes y colores.

Ahora que estamos en los inicios de un nuevo curso, vamos a sentarnos todo el equipo de la Escuela a reflexionar, dedicando una reunión a ello, para definir si todavía no lo hemos hecho, unos puntos comunes:
¿Qué imagen tenemos de niño? ¿Somos capaces de definirla?

¿En nuestra Escuela, qué ofrecemos a los niños?

Vamos a ponernos un reto: no vamos a colocar ningún adorno estereotipado en las paredes de la Escuela; vamos a ir poniendo aquello que se vaya creando a lo largo del curso, que será nuestra verdadera historia y lo que realmente sea significativo para todos.

Más info: www.acento.info

¡Muévete, bebé!

Lo grabaréis en vídeo, le haréis fotos, lo contaréis a todo el mundo… Cada nuevo movimiento, sus primeros gateos, el instante en que vuestro hijo se lanzó a caminar son más que recuerdos imborrables. El desarrollo motor es sumamente importante en su evolución e influye notablemente en otros aspectos de su crecimiento, como su sociabilidad. ¿Quieres saber por qué?

Casi todos los niños sanos siguen un mismo patrón en cuanto al desarrollo motor, el que tiene que ver con los movimientos que realizan. Así, desde que nacen, e incluso ya en el útero materno, van demostrando y avanzando en una serie de habilidades que irán perfeccionando con el tiempo. Si no hay ningún problema, los bebés irán paulatinamente pasando etapas (levantar la cabeza, girarse, sentarse, caminar…) en unos plazos más o menos establecidos.

Están programados genéticamente para ello y, de hecho, nacen ya con algunos reflejos, como el de prensión y el de marcha. No obstante, y aunque la naturaleza seguirá su curso, los estudios han revelado la importancia de estimular ese desarrollo motor en la primera infancia. ¿La razón? Está fuertemente ligado a otras áreas de la maduración del bebé que se podrían, así, mejorar, como la socialización. No se trata en ningún caso de forzar al niño; pues hay que esperar a que esté preparado para acometer cada nuevo paso, pero sí de ayudarlo y favorecer sus movimientos y sus investigaciones en el mundo que lo rodean, pues resultará muy ventajoso para él.

A cada edad, un avance

Que el niño tenga un desarrollo motor adecuado a su edad es tan importante que los expertos lo utilizan en gran medida para evaluar si el pequeño tiene problemas en distintas facetas. Así, aunque es cierto que cada bebé tiene un ritmo concreto de desarrollo, lo habitual es que alcancen estos hitos, según relata María Jiménez, pedagoga terapéutica y psicomotricista, de Madrid.

NIÑOS DE 0-1 AÑOS
A los 3 meses controlan la cabeza.

A los 4-5 meses consiguen la coordinación ojo-mano, lo que les permite coger objetos.

Con 6 meses empiezan a gatear.

Ya con 7 meses hacen lo que se llama la “pinza digital fina”; es decir, son capaces de manipular y coger objetos con más seguridad.

En su 8º mes se inician en el gateo y arrastre con el fin de explorar el entorno.

Cuando tienen 10 meses se ponen de pie agarrándose.

Aproximadamente a los 12 meses comienzan a caminar.

NIÑOS DE 1-2 AÑOS
Descubren la escalera, primero con ayuda y poco a poco, solos.

Caminan empujando un correpasillos.

Juegan a tirar y recoger la pelota con las manos y los pies.

Garabatean, tiran y recogen cosas, practican con encajables.

Empiezan a comer solos.

NIÑOS DE 2-3 AÑOS
Pedalean en triciclo.

Suben escaleras alternando los pies.

Se quitan y ponen ropa sencilla (sin botones ni cremalleras).

Comen solos con más seguridad.

Pintan y garabatean, y prueban con las rayas y el círculo.

Controlan los esfínteres, primero de día y, una vez conseguido, de noche.

¿Cuándo preocuparse?

“El movimiento es la expresión de la vida psíquica del niño pequeño. Antes de que aparezca la palabra, sólo puede hacerse entender con gestos. Más adelante, el gesto se convierte en el espejo de las representaciones mentales. Así, el movimiento influye en el desarrollo global psíquico del niño, en su carácter y en sus relaciones con los demás”, advierte la especialista.

Por este motivo, es muy importante que los padres consulten con el pediatra cuando “observen algún signo o manifestación que les preocupe”, recomienda. No se trata de obsesionarse con el calendario y esperar que el niño cumpla etapa por etapa y mes por mes lo que se entiende dentro de una evolución general, sino de que los padres efectivamente comprueben que el niño realiza actividades exploratorias y de intercambio con el entorno; es decir, que se interesa por lo que le rodea, que, de algún modo, intenta acceder a cosas nuevas, que se desplaza…

Y si no es así, hay que averiguar la causa. Porque si hay un retraso motor, ¿significa esto que el bebé está afectado de algún problema importante? “Un retraso motor no tiene por qué estar necesariamente tras un problema mayor, aunque, en cualquier caso, la detección precoz es fundamental para una evolución más positiva del desarrollo psicomotor del niño”, explica María Jiménez. En la mayoría de los casos, este tipo de problemas (torpeza de movimientos, inestabilidad, bajo tono muscular, descoordinación…) pueden ser reversibles, aunque hay que tener presente, como subraya la experta, que “cuanto antes se detecte el retraso psicomotor y se comience la rehabilitación, mayor será la posibilidad de una mejor recuperación”.

Qué puedes hacer tú

La forma en que el niño se relaciona con el mundo a través de sus movimientos tiene mucha incidencia en otras áreas, como la afectividad. Por eso, es bueno estimular al niño en el día a día y, siempre sin forzar, para que desarrolle sus habilidades motrices. Así, desde su nacimiento y hasta los seis meses, el contacto corporal con los padres es fundamental. Hay que hablarles, acunarlos, dejarlos que vayan asimilando nuevas texturas, colores, olores…

Es importante atraer su atención con colores llamativos, ofrecerle objetos de tacto distinto… Luego, hasta su primer cumpleaños, conviene hablarles mucho para captar su atención sobre cosas nuevas, a las que podrá acceder gateando. Su coordinación manual se trabaja con encajables, haciendo torres… Del primer al segundo año, hay que motivarlos para que se muevan y se desplacen por su entorno mediante juegos. Se trata de avivar su curiosidad y sus ansias exploratorias, que irá perfeccionando hasta su tercer cumpleaños.

Una investigación sorprendente

Según una reciente investigación llevada a cabo en Estados Unidos, las habilidades motoras pueden potenciar otro tipo de destrezas. Así, mediante un experimento realizado con bebés se ha comprobado que el desarrollo motor temprano de éstos favorece su sociabilidad y la comprensión del mundo que les rodea. En el estudio, recogido en Tendencias 21, los investigadores facilitaron a un grupo de bebés de tres meses de edad una serie de manoplas con velcro y juguetes para que pudieran desarrollar experiencias motoras activas.

Tras un tiempo de observación que se prolongó durante varias semanas, los investigadores se dieron cuenta de que estos bebés se mostraban más interesados por caras que por objetos, en relación a otro grupo de bebés que no había recibido los mismos elementos. Por ello, concluyen que esas experiencias motoras habían impulsado su desarrollo social, lo que puede ser particularmente importante como vía de intervención en niños con problemas de relación como los autistas.

La importancia del gateo

No importa si el desplazamiento es más o menos ortodoxo: sobre pies y manos, reptando, arrastrando las piernas, sentado… Lo fundamental es que el bebé en su primer año de vida muestre
interés por desplazarse en su entorno.

Tal como cuenta la pedagoga terapéutica y psicomotricista, el gateo “le ayuda a medir el mundo que le rodea y a adaptarse al medio; le permite fortalecer los músculos de espalda, brazos, piernas y cuello, así como las articulaciones de todo el cuerpo; desarrolla el equilibrio; conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información cruciales para la maduración de diferentes funciones cognitivas; permite el enfoque de los ojos… Por todo ello es muy importante dar a los bebés la oportunidad de gatear libremente”.

La lectura, una actividad femenina

El informe GAD3 resalta también los efectos positivos que tiene la lectura en el rendimiento de los alumnos. Leer moderadamente todos los días ayuda a lograr mejores resultados, y no sólo en materias de letras sino también en Ciencias y Matemáticas.

Pero, en este caso, nuestro país se encuentra en la zona baja de la tabla. De un total de 67 países, España ocupa el puesto 39 en tiempo dedicado a la lectura, por detrás de Túnez, Lituania o Perú, y por delante de EEUU, Suecia o Corea. Sólo el 15% de los alumnos españoles lee una hora o más al día.

A pesar de ser minoritaria, la lectura es una actividad realizada fundamentalmente por las chicas. Un tercio de los examinados en PISA (el 31%) reconoce que no dedica nada de su tiempo libre a leer. De éstos, el 65% son varones y el 35% son mujeres. Por el contrario, de entre quienes leen como mínimo una hora a la semana, dos de cada tres son mujeres (el 68%), la proporción inversa a los no lectores.

En España, como se puede observar en el gráfico, la mitad de los varones (el 49%) no lee nada al día frente al 30% de las mujeres. Además, el 45% de las chicas lee más de media hora al día para entretenerse, 20 puntos más que en el caso de los varones (el 25%). Las comunidades autónomas donde más leen los alumnos son Castilla y León (el 40% de los alumnos lee como hobby al menos 30 minutos diarios), Madrid y Aragón (el 39% en ambas regiones).

Internet y videojuegos, rompiendo tópicos

Siempre se han relacionado con una pérdida de tiempo y con el desaprovechamiento de las horas de estudio. Pero lo cierto es que entrar en internet, descargarse música o utilizar los videojuegos, siempre de forma moderada, pueden ser de gran ayuda para mejorar los resultados académicos.

Es otra de las conclusiones a las que llega el estudio realizado por GAD3, que desmonta los tópicos tradicionales y revela que los estudiantes que utilizan adecuadamente las nuevas tecnologías obtienen mejores notas en las evaluaciones de PISA, por encima de la media, tanto en Matemáticas como en Lectura y Ciencias.

Y concretamente los alumnos españoles no se quedan atrás en cuanto a la utilización de las nuevas tecnologías. En internet, por ejemplo, la mayoría de nuestros jóvenes asegura que lo utiliza para divertirse, concretamente el 83% de los que fueron examinados en PISA, y además lo hace frecuentemente (el 56% casi todos los días y el 26% una o dos veces a la semana).

Lo utilizan principalmente para descargarse música (el 75%), hasta tal punto que España ocupa el noveno lugar entre los países del mundo que más descargas de música realizan por internet.

De esta forma, según el estudio de GAD3, los estudiantes que hacen un uso más moderado de los programas de descargas de música son quienes mejores resultados académicos obtienen.

Con respecto a los videojuegos, su penetración en España es bastante alta: el 82% de los alumnos afirma que tiene videoconsola en su casa y la utiliza uno de cada cuatro jóvenes (el 24%).

Según el informe realizado por GAD3, aquellos estudiantes que poseen videoconsola en casa y no la utilizan obtienen mejores calificaciones que los demás alumnos en todas las materias. Aquí encontramos una gran diferencia entre el uso que hacen los chicos y las chicas. El 52% de los que nunca juegan con videojuegos en nuestro país son mujeres, el doble que varones (26%).