¿Aprobar merece premio?

Cada curso cuando nos acercamos al final de curso, padres y profesores buscan fórmulas para que sus hijos, esos alumnos que flojean, saquen el curso y con buena nota.

En estos tiempos de crisis económica y temor al “rescate financiero” podríamos hablar también de “rescatar a nuestros alumnos” de un fracaso escolar anunciado.

A Manoli, madre de tres hijos, esta semana le llamó la tutora de su hijo mayor, en 4º de la ESO, para que se reunieran. Parece que Rubén aprobará el curso, porque va bien, pero Cristina quería avisar a su madre para que no se confiaran y le obligaran a trabajar todos los días un rato en casa. Y todo porque la semana pasada en un examen rutinario, Rubén sacó un 3 en Inglés. Manoli cree que la nota de un único examen no debería servir para juzgar el trabajo de todo el curso. No obstante, ahora ha apuntado a Rubén a una academia para reforzar el aprendizaje y que el final de curso sea un éxito.

Sin embargo, el padre de Rubén, Antonio, le ha prometido por su parte un ordenador portátil nuevo si aprueba todo el curso con buenas notas. Las vacaciones de la familia están en juego. Como Antonio, ofrecer un premio o un regalo cuando un hijo aprueba una evaluación es un recurso muy utilizado por los padres, pero este método es un poco arriesgado y no siempre da los frutos esperados.

ALICIENTE
Hasta la administración pública ha recurrido a esta fórmula dentro de una estrategia gubernamental. El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura aprobó un plan especial de formación dotado con 3,9 millones de euros para facilitar a 4.000 jóvenes desempleados de entre 18 y 25 años la obtención del graduado en ESO.
El objetivo, según explicaba la vicepresidenta, Cristina Teniente, es que estos jóvenes adquirieran una titulación básica que les permita mejorar su acceso al mercado laboral. Para incentivarles, se les ofreció la posibilidad de obtener el título en 35 semanas y a los alumnos que lo consiguieran, la Junta les abonaría 1.000 euros. “Se trata de un plan ambicioso desde su inicio y en el que no se han escatimado medios económicos ni personales”, destacaron.
Sin embargo, todavía es pronto para hablar de que la iniciativa ha sido un éxito. Unos 2.500 alumnos se matricularon al empezar el curso en este programa, para el que inicialmente se habían previsto 3.900 plazas. Cuatro meses después, un millar de ellos habían abandonado ya las aulas. La Consejería de Educación ha explicado que ese 40% de abandono es similar al que se da en la formación para adultos.

EL RESCATE DE LOS ALUMNOS
Al margen de los alicientes económicos, que parece lo último recomendable, lo cierto es que a estas alturas de curso los padres hacemos todo lo que podemos para que las notas finales de nuestros hijos sean lo más brillantes posibles. El saber no ocupa lugar y un título hoy puede dar a nuestros hijos ese acceso al mercado laboral tan complicado sobre todo para los más jóvenes.
Dentro de esta dinámica y aunque el valor de una persona no puede ni debe medirse por las calificaciones académicas, muchos padres como Antonio basan su sistema de motivación en recurrir a ofrecer un regalo para que los estudiantes den un último empujón al curso. Pero ¿son conscientes los alumnos a los 10 u 11 años de que les ofrecemos un regalo como un detalle para mostrar la alegría por su éxito? ¿Lo ven como un chantaje? ¿Saben que lo más importante de ese esfuerzo por aprobar es que aprendan además de que pasen de curso?, ¿Saben que serán más inteligentes y aportarán valor añadido a la sociedad y al mercado laboral actual? Para Elisa Cuadrado, psicopedagoga, “nuestros hijos necesitan que se les felicite o se les muestre alegría por sus logros como manera de hacerles sentir que están encaminados en la ruta del éxito y la felicidad”.

Aunque muchos alumnos muestren indiferencia ante sus exámenes, lo cierto es que a nadie le gusta fracasar en sus exámenes. La satisfacción por el éxito es algo natural en las personas, pero los padres acostumbramos a explotarlo muy poco. En realidad, “la alegría y el bienestar interior que producen el éxito y la superación de las dificultades, no se puede suplir con ninguna recompensa material”, aconseja la psicopedagoga. Según Cuadrado “las buenas notas se han de aplaudir, elogiar, etcétera, pero jamás comprar en el sentido de dar dinero o regalos porque provoca que los alumnos asocien aprobar a una recompensa y cada vez pedirán algo mejor y más caro al tiempo que le dan menos valor”, comenta.

Es más, “cuando a pesar de la recompensa prometida, nuestro hijo no aprueba, la sensación de fracaso y la decepción será mayor, ya que no sólo no ha conseguido superar el examen o la evaluación, sino que además los estímulos tampoco han valido para obtener el regalo adicional”, explica.
Por tanto, es preferible no recurrir a los premios, porque el trabajo del estudiante es estudiar. Otra cosa es celebrar en familia el éxito de los hijos cuando consiguen los objetivos propuestos con una cena especial en familia, con un brindis o haciendo una tarta o una actividad en su honor.

La aparición de la intimidad

Se ha hecho muy popular el imaginar la puerta de un pre-adolescente con el cartel de “prohibido el paso”. Sin embargo, parece que los niños cada vez crecen más deprisa y que ese cartel –no siempre físico– aparece más temprano. ¿A partir de cuándo es bueno dejarles ese espacio de intimidad?

La intimidad como tal es inherente al ser humano. Desde pequeños necesitamos tener pequeñas dosis de soledad. Pero ¿qué aporta la intimidad a un niño? Marta Campo, psicóloga infantil, y Luis Lebrusan, psicólogo clínico, nos hablan de cuándo empieza a ser necesaria y cómo deben los padres reaccionar ante esta nueva demanda. “La intimidad entendida como autonomía es necesaria desde los 4 ó 5 años, cuando ya es bueno que tengan su habitación y que entiendan que ese es su espacio en la casa”, aclara Marta. A partir de los 6 ó 7 años, empezarán a querer jugar con sus amigos y “tendremos que empezar a dejar que tengan su tiempo solos, aunque vigilemos desde lejos”.
Pero ¿cuándo llega el momento en que autonomía se convierte en intimidad? Luis afirma que “la edad habitual es entre 10 y 12 años para las niñas y de 12 a 13 años para ellos, es decir, la pubertad”. Luis aclara que la pubertad es un periodo evolutivo “con muchos cambios en el que son más visibles por ser fisiológicos y eso hace que los niños son más conscientes”.

La dificultad para asimilar tantos cambios conlleva a veces un respecto a la figura de sus padres. Es normal y no debe ser entendido como un rechazo hacia al padre sino hacia esa transformación que les cuesta entender. Es importante tener en cuenta también que suelen ser cambios muy rápidos –“incluso dos semanas”, dice Luis- lo que provoca un impacto más fuerte en la mente del niño.

Por tanto, “No es aislamiento, es intimidad. El niño necesita ese espacio para crear su propio yo”, dice Luis. Marta insiste en que “los padres no debemos alarmarnos por ese distanciamiento. Nos van a necesitar siempre pero tenemos que respetar sus ritmos, que sean ellos los que nos busquen aunque nosotros estemos cerca cuando eso pase”.
El siguiente paso será la exploración. Querrán experimentar por si mismos nuevas situaciones que, sí, pueden pasar por reclamar más tiempo con sus amigos o conocer su sexualidad. Frente a estos casos, Luis recomienda escuchar. “No podemos interrogarlos. A veces, la mejor respuesta es el silencio”. Por su parte, Marta se muestra más firme: “Siempre debemos preguntarle y demostrar interés pero encontrando un punto medio entre ser invasivos y no hablar del tema”.
Entonces, ¿nos obliga la pubertad a cambiar la relación con nuestros hijos? “No, las pautas y el vínculo se crean desde que es pequeño pero sí tendremos que evolucionar con ellos y el analizar qué relación hemos construido”, dice Marta. “Hay que generar el vínculo desde el año cero”, insiste Luis, “no puede cumplir 13 años y lanzarnos sobre ellos como halcones… porque sólo servirá para que huyan”.

Esto no quiere decir que, si nuestro vínculo previo no ha sido el adecuado, ya debamos rendirnos a la falta de entendimiento con nuestros hijos. Marta afirma que: “Nunca es tarde pero, si no se ha hecho antes, tendremos que ir poco a poco, ofrecer nuestra comunicación y también aceptar su rechazo. Si nos esforzamos, acabará abriéndose a nosotros”.
Cuando al fin piden su espacio, ¿se convierte su habitación en territorio comanche o podemos poner normas como, por ejemplo, dejar la puerta abierta? “Las pautas viene dadas por cómo lo hemos educado. Si siempre ha cumplido lo que le hemos pedido, se ha ganado poder tener la puerta cerrada y nosotros le debemos confiar en él”, insiste Luis. Esa confianza y “dejarle hacer por si mismo” se traslada también a la propia higiene de la habitación. “Su habitación es suya; la higiene y el orden también”, dice Luis. No sirve de nada decirle que recoja y luego hacerlo nosotros. Debemos ser coherentes. Si debe recoger él, que lo haga. “Si solo reprochamos pero le ordeno yo la habitación, no habremos conseguido nada”, explica Luis.
Y Marta añade: “Debemos plantearle al niño que su habitación es ahora otra más de sus tareas, como lo era antes poner la mesa. A partir de los 11 o 12 años, debería mantener su habitación limpia por si mismo”. Aunque ¡ojo!, su habitación es suya, para bien y para mal. “Así como debe limpiarla solo, nosotros debemos dejarle que sea suya tanto para estar solo en ella o para personalizarla a su gusto”.

Pero ¿por qué nos da tanto miedo dejarlos solos? “Es inseguridad en el vínculo creado, inseguridad por si lo hemos hecho bien”, dice Luis. Y es que “la propia historia que tenemos con él creará la consecuencia”. Además, insiste el psicólogo, conviene tener claro que los niños se equivocan pero “eso forma parte de su crecimiento, es una cuestión evolutiva y no tenemos por qué rechazarla”.

“El estudiante que deja la Selectividad para última hora es un kamikaze”

 Bernabé Tierno escribió ‘El triunfador humilde’. En él habla de lo que hace falta para este país: emprendedores.

“Todo el mundo quiere un puesto en la Administración, que es el gran problema de este país.

Y los que, en vez de ayudar para sumar fuerzas, ahí están los sindicatos que crean problemas… es un país estúpido”.

De él extrae recomendaciones para los alumnos que pronto se enfrentarán a la Selectividad.

 ¿Qué consejos daría a los alumnos para ser unos triunfadores en Selectividad?
A los chavales les diría que todos los triunfadores que han conseguido objetivos tienen las características del líder: que es tener una gran fuerza de voluntad y una autodisciplina, saber que nada se hace solo y una gran autoestima y sentimiento de sentirse competente. El ‘puedo’ porque pienso que puedo es determinante. Hay muchos chavales que precisamente están afectados por lo que se llama el estrés anticipatorio, se ponen en lo peor y al ponerse en lo peor les sucede. Y hay otros que estudian menos, pero no tienen ese estrés anticipatorio y curiosamente con lo poco que saben, lo pueden aprobar. Porque lo poco que saben, lo dicen.
Entonces digo: que el chaval esté tranquilo, que los padres también lo estén, que tenga conciencia de que los temas lo saben más que nadie. Si alguien estudia la Crítica de la Razón Pura de Kant, pues que la estudie de manera que diga que va a dar una conferencia sobre esto. Que estudien cualquier caso haciendo un esquema y pensando que tienen que dar una conferencia sobre la II Guerra Mundial, etc. y que se lo plantee así, como si fuera un conferenciante con un esquema mental, que tiene que decirlo.
He preparado a muchas personas que hacen oposiciones y cuando el opositor domina el tema porque se mueve por él como le da la gana, aunque no lo memorice, siempre aprueba porque tiene seguridad. Con nervios y poco tiempo, estudiando a salto de mata, no llevando las tareas al día, etc. Eso es muy difícil. Hay que decir que los chavales no se dan cuenta de que ya son mayores y que tienen que estudiar todos lo días. Si no, vienen los nervios y la desconfianza. Y hacer caso a los profesores, y saber qué temas son importantes o las claves.
En cualquier caso, si actúan ahora, con una distancia de un mes, tienen que centrarse en los temas más difíciles, los garbanzos negros, los más problemáticos, pero ir a por todas. Decir: yo tengo que ser especialista en este tema. Se me ha atragantado el tema de los felinos o la II Guerra Mundial, romanos, etc. pues me voy a coger a alguien que me ayude y yo me convierto, no en un sujeto pasivo, sino activo. Yo voy a enseñar, voy a hacer de profesor. Enseñarle algo a otro ayuda mucho. Incluso he tenido chavales explicándoles a sus padres temas, y se ha desarrollado en ellos la capacidad de expresión.

Dicen que otra técnica buena para ello es hablar en alto, ¿no?
Sí, pero más que nada, visualizarse a sí mismo teniendo que dar una conferencia. Es decir, yo me acuerdo cuando di la primera conferencia, que estaba nervioso. Pero la clave es decir que voy a ir a por todas.

¿Qué técnicas se deberían seguir para hacer un buen examen?
Se trata de convertir lo aprendido en papilla intelectual a través de esta técnica. Al practicarla, te das cuenta de que te lo sabes perfectamente y además sabes decirlo de cualquier manera. Lo que yo hacía es que esa conferencia se la daba a mis amigos, mi mujer, etc. y eso te entrena. Hacer una síntesis y hablar durante 15 minutos. Y además te quita el miedo y te prepara. Los temas habría que prepararlos de esa forma. En centros educativos no se enseña a no tener el miedo escénico. Y hace que muchos se bloqueen y tengan un estrés anticipatorio y se pongan en lo peor. Y lo que les sucede es que a la hora del examen se bloquean. Y para evitar ese bloqueo lo mejor es hacer de profesor. Explicarle a alguien esa lección y que te hagan repreguntas, aunque no sepan mucho del tema. De esa forma lo consigues…

¿Cómo vencer el estrés y la ansiedad?
Se vence con la seguridad. Con la convicción de que tú sabes de ese tema. De que lo dominas. Otra estrategia es preguntarse con compañeros de clase. Hacerse preguntas mutuamente y trabajar juntos sirve muchísimo. Se preparan cada uno por su cuenta y luego se preguntan haciendo de profesor el uno con el otro. Y tratando de buscar preguntas difíciles para hacerle caer al otro. Así se complementan.

¿Y qué les diría a aquéllos que lo dejan todo para última hora?
Eso es ser un kamikaze. Hay que llevar las tareas al día. De hecho, diría que esa persona no va a tener éxito nunca en la vida. Hay que prepararse constantemente. Hay que estudiar todos lo días, igual que hay que comer todos los días. Hacer nuestras necesidades todos los días. Hay que decirles que no pidan peras al olmo, porque piden milagros. Y no hay milagros. Los cinco aspectos que pongo en mi libro de ‘Las mejores técnicas de estudio’ y ‘Cómo estudiar con éxito’ expongo los cinco aspectos de los que tiene que autoevaluarse el alumno: la atención en clase; preguntar al profesor, o sea aclarar todas las dudas; salir voluntario y participar; estar a gusto en clase, es decir, motivación intrínseca, quiero aprender, estoy aquí no calentando la silla, activo mentalmente y con ilusión; y por último, las tareas en casa o trabajo. Tienes que enfrentarte a esa traducción o a esas oraciones que te han puesto o a esos problemas a solas para demostrarte que lo que te han explicado en clase lo sabes. Enfrentarte a solas con aquellos problemas que te ha puesto el profesor.

Es natural que haya asignaturas que gustan más y otras menos. ¿Dónde se debería buscar esa motivación?
Pues hacer siempre la ley de lo opuesto. Basta que una asignatura se te empatille y que no puedas con ella para que la cojas y la conviertas en la asignatura mas fácil. Hay que vencer lo más difícil. Por tanto, que se me han atragantado las matemáticas, pues voy a ser el mejor matemático. Ir a tope.

Se escucha mucho el caso de que un alumno se ha esforzado mucho, pero no aprueba…
Pues que estudie todo el verano y que se lo prepare todo a conciencia, que no pasa absolutamente nada. Lo que importa es que vaya preparado a la universidad.

Sí, pero esa situación puede provocar frustraciones. ¿Cómo evitar ese sentimiento?
Desde luego, lo primero es que el alumno piense que la culpa la tiene él, que ya estamos hartos de coger a los ‘niñitos’ con papel de fumar y algodoncitos. Que eso es lo que pasa ahora. En mi época, uno se lo tenía que currar todo. Ahora los niñitos y niñitas piensan: tengo que estudiar un poquito y ya está. Y tengo que salir, el ordenador, el iPhone, etc. Le falta tiempo, esfuerzo, voluntad, tenacidad y sacrificio sobre todo. El que quiere conseguir cosas… esto es así. Yo he escrito 52 libros porque todos los días a las 6 de la mañana estoy arriba, sea sábado o domingo. Es que no se enteran de que hay que trabajar: esfuerzo y tenacidad inteligente.

“El acogimiento de menores promueve la tolerancia, expresar los afectos y el apego”

La Consejería de Asuntos Sociales de Madrid gestiona el programa de Familias de Acogida de la Comunidad. Jesús Fermosel, consejero de Asuntos Sociales, explica las características y motivaciones de este programa social.

¿Por qué es más beneficioso que un menor viva en una familia de acogida que en un centro tutelado?
Un niño está mejor en una familia, porque se le proporciona un afecto y una atención mucho más personalizado, de este modo se le ofrecen modelos de convivencia normalizados. Además, se atienden sus necesidades de un modo mucho más cercano y personal y el entorno familiar es, socialmente, mucho más normalizador que un centro de acogida, que aunque son magníficos en su atención a los niños, son, al fin y al cabo, instituciones.

¿Cómo ha influido la crisis en el programa de acogimiento de menores?
Es cierto que en 2011 se ofrecieron  para ser acogedores 154 familias y según los últimos datos, en  2012 sólo se ofrecieron 125. Puede que esta disminución se deba a la crisis, pero no es algo que pueda asegurarse al cien por cien, porque también puede ser debido a otros factores.

¿Se acogen ahora más niños o por el contrario hay menos familias por las dificultades económicas?
 Respecto a los niños acogidos, su número varía muy poco de un año a otro y así está siendo en los años de la crisis. Por ejemplo, en 2011 se iniciaron 102 nuevos acogimientos; en 2012 se iniciaron 98. Es una diferencia que estadísticamente casi no es significativa.
 

Y, debido a la crisis, ¿han  observado que ha aumentado el número de familias o madres que dejan a sus hijos en acogida por no poder atenderlos?
 Lo que sí se ha observado es un progresivo aumento de familias que piden ayuda a la Comunidad de Madrid para que asuma la guarda de sus hijos por motivos económicos y laborales o de desahucio.
 

¿Que valores cree que promueve el acogimiento de niños?
 Principalmente, el acogimiento de menores en familias madrileñas de acogida promueve valores como la tolerancia, la manifestación de los afectos, la cercanía emocional, la confianza básica en los demás, el apego seguro, la autoconfianza y el buen concepto de uno mismo, la autoestima.
 

¿Que diría a las familias para que se animaran a acoger un niño?
Por muy bien que la Administración pueda cuidar y educar a los menores que tiene bajo su protección, con sus potentes medios materiales y humanos; hay algo que no puede darles, un hogar y el entorno afectivo y social de una familia. Eso sólo lo proporciona la convivencia en familia, la suya propia cuando sea posible y la familia acogedora en caso contrario.

Tecnoadicciones, nuevo peligro adolescente

Si deja de ver a los amigos o de mostrar interés por actividades que antes le encantaban, o está más irascible que de costumbre… Si tu hijo comienza a presentar estos síntomas, debes preocuparte; puede desarrollar una conducta adictiva a Internet.

El 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de desarrollar una adicción a Internet debido al tiempo que dedica a navegar por la red, frente al 12,7% de la media europea, según revela el proyecto de investigación EU NET ADB, financiado por la  Comisión Europea, realizado en siete países y que ha contado con la colaboración de la asociación Protégeles en España. Es decir, el 21,3% de los adolescentes españoles presenta indicios de aislamiento, irascibilidad y dejan de hacer cosas que antes hacían por estar en las redes sociales. Y tras la obsesión por usar la red sin control, llegan las consecuencias: depresión, estados de ansiedad, incapacidad para mantener relaciones con sus iguales e incluso, esta adicción puede desembocar en conductas agresivas.
Así, este porcentaje sitúa a España en cabeza de los países incluidos en el estudio por delante de Rumanía (16% de riesgo de generar una adicción), Polonia (12%), Países Bajos (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%). Un dato preocupante que revela este estudio es que un 1,5% de los jóvenes españoles entre 14 y 17 años son ya adictos a la red.
En la investigación se realizaron 2.000 cuestionarios por país (13.300 en total), en adolescentes entre 14 y 17 años de edad; y los países, seleccionados por su localización geográfica y sus similitudes culturales, son España, Grecia y Rumanía representando a la zona sur; Islandia y Holanda a la zona norte; y Alemania y Polonia, a la parte central. Una investigación en profundidad, realizada por prestigiosos expertos europeos con un objetivo: descubrir el proceso de desarrollo de la Conducta Adictiva a Internet, así como el riesgo potencial y los factores de protección.
Pero, ¿en qué consiste esta adicción a las nuevas tecnologías? Según la definición de los autores de este estudio, la Conducta Adictiva a Internet consiste en un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet y conduce potencialmente al aislamiento, el descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas, de las actividades recreativas, de la salud y de la higiene personal. Esta investigación señala que los adolescentes europeos tienen más riesgo de descuidar su vida personal y sus actividades de ocio, porque utilizan de manera abusiva las redes sociales. Y el caso de España es notable: el 27,8% de los menores españoles utilizan Internet hasta el punto que dejan de hacer actividades que antes hacían, como jugar al fútbol o salir con sus amigos.
Redes Sociales
Además, los españoles son los que más tiempo navegan por Internet. De hecho, los españoles de 14 a 17 años conforman el principal grupo de uso diario de redes sociales en Europa, con un 91,6% del uso y un 39,4% que reconoce pasar más de dos horas diarias en estas páginas web, seguidos de los jóvenes islandeses (89,3%) y holandeses (87,3%). Pero el tipo de redes sociales que utilizan los adolescentes españoles difiere mucho del resto de sus vecinos europeos, ya que los españoles prefieren utilizar redes nacionales como Tuenti, en lugar de otras como Facebook. Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas redes sociales son los griegos y los polacos. También son los jóvenes de nuestro país los principales usuarios de salas de chat en Europa: el 67,4% lo hace, seguidos de los jóvenes griegos (48,9%) y alemanes (43,2%). Los jóvenes que menos utilizan a diario dichas salas de chat son los islandeses y los polacos. Mientras que los adolescentes holandeses conforman el principal grupo de uso diario de servicios de mensajería instantánea (tipo WhastApp) en Europa, seguidos de los jóvenes polacos y españoles. Los que menos utilizan este tipo de servicios son los alemanes y los islandeses.
En cuanto al perfil de las personas que sufren una conducta disfuncional en Internet, lo que incluye tanto a los que están en riego de contraer una adicción como a los que ya la han desarrollado, es de un hombre (15,2% frente a un 12,7% de mujeres), con una edad comprendida entre 16 y 18 años, y progenitores de un nivel de educación medio o bajo.
En general, en Europa, un 1,2% de la muestra presenta una conducta adictiva a Internet, mientras que un 12,7 por ciento presenta un riesgo de padecerlo. España, Rumanía y Polonia presentan una mayor prevalencia de riesgo, mientras que Alemania e Islandia presentan la menor prevalencia.
Otra interesante conclusión de este estudio es que los juegos de azar con apuestas on line, el uso de las redes sociales y los juegos de ordenador están estrechamente relacionados con este tipo de conductas disfuncionales, mientras que ver vídeos o películas no guarda relación con este tipo de adicciones.
Otro aspecto interesante que analiza este estudio es el riesgo de acoso sexual y señala que el 63% de los adolescentes europeos de 14 a 17 años ha contactado a través de Internet con personas a las que no conocía personalmente. Los adolescentes españoles se encuentran por debajo de la media europea (59,7%) en este tipo de prácticas, encabezadas por los jóvenes rumanos. En cuanto a acoso escolar en la red, España es el país en el que menos casos de ciberbullying se producen, 13% frente una media europea del 21,9%.  
Más datos. El 58% de los jóvenes europeos ha accedido a imágenes pornográficas en la red, aunque para un 33% esta ha sido una experiencia desagradable. España se sitúa entre los porcentajes más bajos de exposición a estas imágenes.
Vistas las cifras, basta preguntarse pero, ¿por qué Internet engancha tanto a los adolescentes? Los autores de este estudio apuntan que los jóvenes se sienten tan atraídos  por la Red, porque obtienen respuestas a una amplia gama de preguntas, consiguen información rápida y actual, mantienen el contacto con contactos existentes y crean otros nuevos y además se divierten.
Así según el informe, se distinguen cuatro tipos de usuarios de Internet con riesgo de tener o que han tenido una conducta adictiva a Internet. El modelo A, denominado Stuck on line (pegado al on line) se caracteriza, porque realiza un uso excesivo de Internet, descuida las rutinas diarias (colegio, amigos, obligaciones) y tiene dificultad para disminuir su uso, incluso reconociendo el impacto negativo.  El modelo B hace referencia a los malabarismos que realiza para equilibrar las actividades diarias con el uso de Internet. El modelo C parte de una conducta on line excesiva y realiza un cambio adaptativo hacia la auto-corrección, porque se satura. Acaba harto de estar pendiente de las redes sociales. Para el modelo D su entorno off line es percibido como aburrido. Carece de actividades de interés alternativas y la participación on line le ayuda a ocupar su tiempo de una forma agradable.

Los menores y sus teléfonos inteligentes y tabletas

– El 27% de los menores españoles, de 11 a 14 años de edad, reconoce no apagar nunca su teléfono móvil. Este porcentaje va aumentando con la edad, de tal forma que entre los menores de 13-14 años, encontramos que 1 de cada 3 nunca apaga su terminal. Ésta es uno de las conclusiones del estudio Menores de Edad y Conectividad Móvil en España: Tablets y Smartphones, elaborado recientemente por Protégeles, el Centro de Seguridad en Internet para los Menores en nuestro país.
– A partir de una muestra de 1.800 encuestas, realizadas a niños y adolescentes de 11 a 4 años, este estudio analiza el fenómeno de la conectividad móvil entre los más pequeños así como sus implicaciones.
–  Otra cifra que demuestra que nuestros menores están permanentes conectados es que sólo el 30% de los niños y adolescentes de 11 a 14 años con Smartphone lo apaga al irse a dormir. Otro 43% lo apaga después
de haberse acostado, a una hora indeterminada, y el 27% restante no llega a apagarlo.
Lo cierto es que el acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC se está produciendo a edades cada vez más tempranas. Así, el 30% de los niños  españoles de 10 años de edad tiene un teléfono móvil. A los 12 años, casi el 70% dispone ya de este tipo de tecnología, y a los 14 nada menos que el 83%. Pero la edad de inicio en su uso es mucho más temprana. Los niños de 2 y 3 años de edad acceden de forma habitual a los terminales de sus padres para jugar y pintar.  
En cuanto a la implicación de los padres en el uso que le dan sus hijos a sus teléfonos móviles, cabe destacar que el 52% de los niños y adolescentes de 11 a 14 años de edad nunca pide permiso a sus padres para descargarse una aplicación. Y un dato preocupante es que el 0,8% de los niños de 11-12 años de edad ha enviado imágenes suyas en posturas inapropiadas a través de su terminal móvil, frente a un 2,4% de los de 13-14 años.

Hacer visible lo invisible

España ha sido el primer país donde se ha presentado el Libro Blanco del TDAH.

La intención de este informe internacional es aumentar la concienciación sobre la enfermedad y mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento.

En el marco del proyecto Pandah, el texto pretende proporcionar un entorno de actuación en varias áreas, como el cribado, el diagnóstico y el tratamiento desde los sistemas sanitarios, educativos y los lugares de trabajo. El documento es el resultado de la Mesa Redonda Europea sobre TDAH celebrada en Bruselas el 27 de noviembre de 2012, con la participación de médicos, asociaciones de pacientes y familias y representantes de los sistemas de educación y de justicia penal.

Fulgencio Madrid, Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH (FEAADAH), y colaborador del Libro Blanco, explicó durante la presentación que “es la primera iniciativa en la que se engloban de forma coordinada los distintos sectores implicados como pacientes, psiquiatría, sociología, psicología, científico, educativo…”

El coste del TDAH
El TDAH afecta aproximadamente a uno de cada veinte niños o adolescentes en Europa, y muchos casos persisten durante la etapa adulta. El Libro Blanco dedica un importante capítulo al impacto, costes y resultados a largo plazo del TDAH y en qué se traducen en la edad adulta algunos de los aspectos que impactan negativamente en la calidad de vida, como las relaciones sociales, los logros académicos y el bienestar psicológico. La doctora Susan Young, profesora de psicología clínica forense en el instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres y coautora del documento, afirmó que “es poco corriente tener sólo TDAH, suele estar asociado a ansiedad, depresión… ya que los problemas de escolaridad disminuyen su autoestima y les cuesta mantener relaciones con amigos, etc”.

Las investigaciones han demostrado, efectivamente, que los adolescentes con antecedentes de TDAH tienden a experimentar más rechazo entre sus compañeros, tienen menos amigos y son más propensos a sufrir acoso escolar . Además, en términos de comportamiento y problemas de conducta, hay estudios que muestran que los adolescentes -de 13 años y mayores- con TDAH son más propensos a participar en peleas y consumir cantidades excesivas de alcohol.

Según explicó el doctor Quintero, Jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor y miembro del Comité Científico del proyecto Pandah, los dos riesgos principales son el fracaso escolar y el consumo de drogas en la adolescencia y en contra de lo que pueda parecer “tienen más riesgo de sufrir acoso escolar que de producirlo”.

Es necesario un mayor reconocimiento del TDAH en los ámbitos sanitario, educativo, laboral, judicial y público, particularmente con niños con síntomas predominantemente de falta de atención. Para ello propone dentro de los colegios priorizar y organizar programas específicos de educación y formación en TDAH para personal docente, y facilitar acceso a las intervenciones apropiadas, incluyendo facilidades para examinarse, apoyo y tutorías individuales si es necesario.

Es fundamental el diagnóstico precoz y exacto del TDAH, y esto requiere una evaluación amplia de los síntomas que incluye también a los educadores. Las recomendaciones para el ámbito escolar para facilitar el diagnóstico son introducir el uso de una segunda expulsión temporal para iniciar una evaluación que determine si es conveniente derivar a atención sanitaria; alentar el uso de herramientas de cribado estándar disponibles para que las utilice el personal docente en preescolar, Educación Primaria y Secundaria; y desarrollar protocolos de actuación para orientar al personal docente en la evaluación y derivación de niños que puedan tener TDAH. En el caso de pacientes ya diagnosticados, facilitar que los jóvenes reciben apoyo, medidas educativas adicionales y tutorías especiales, con más hincapié en los niños con el tipo de falta de atención, ya que tienen un mayor riesgo de abandono escolar.

En términos generales, es más adecuado un abordaje multidisciplinar del tratamiento del TDAH y las opciones pueden incluir una combinación de medicación y tratamiento psicológico. En lo que se refiere a los colegios, se considera generalmente que son útiles las facilidades para exámenes y el apoyo en clase para ayudar a los niños a superar su problema. El documento recomienda incluir a las asociaciones de pacientes en los debates políticos para que pueda ser tenida en cuenta su óptica en la toma de decisiones.



Estudiar Magisterio en la especialidad de Inglés

Soy estudiante de 1º de Bachillerato y quiero estudiar Magisterio. Con los cambios de las carreras sé que no hay diplomaturas y ahora todo son grados, y no sé muy bien si estudiar Infantil o Primaria. He visto que ya no hay especialidades en Magisterio, y a mi me gustaría cursar la de Inglés, para poder trabajar en un colegio bilingüe. ¿Es posible con los nuevos grados?
VALENTINA (17 años)

 

Hola Valentina,
Con los nuevos planes de Bolonia, las Diplomaturas de Magisterio se imparten a nivel universitario como Grados, y en este caso, puedes elegir estudiar el Grado en Magisterio en Educación Primaria o el Grado en Magisterio en Educación Infantil, con una duración de 4 años cada grado. Es más, hay universidades que ofrecen la posibilidad de estudiar un Doble grado de Primaria+Infantil, en 4 años, con un plan de estudios específico, y pudiendo así ampliar tus oportunidades en el mercado laboral, ya que cubres toda la etapa escolar de 0 a 12 años.
En relación a las especialidades, se siguen ofreciendo igual con Bolonia, sólo que la mención se elige directamente como créditos específicos dentro del grado de Primaria o del grado de Infantil. Es decir, tienes la posibilidad de estudiar el Grado en Maestro en Educación Primaria/Infantil (Mención en Inglés). En este caso, obtienes formación de didáctica de carácter general de primaria/infantil, y complementas tu formación con créditos específicos de la lengua extranjera de inglés, lo que te posibilita para trabajar en centros educativos bilingües,

Detener a tiempo la violencia

Uno de los principales motivos que generan violencia son las frustraciones. En el común de los casos, no pasará del típico berrinche, pero de todas formas no es una buena señal. Para evitar esto resulta fundamental educar a los chicos de forma que comprendan que no siempre van a poder tener lo que quieran, y enseñarles a que sepan a controlarse y a vivir con límites.

Vivimos en una sociedad en la que la violencia está presente en todas partes. Sin embargo, “la mejor oportunidad que tenemos para evitar la violencia en la sociedad es criar a niños que la rechacen como método para resolver problemas y que crean en el derecho de los individuos a crecer en un ambiente saludable”, en palabras del Australian National Committee on Violence (Comité Nacional Australiano sobre la Violencia).

En el mismo sentido se manifestaba Luis Rojas Marcos en su ya clásico libro Las semillas de la violencia, premio Espasa de Ensayo en el ya lejano 1995, pero que sin embargo no ha quedado desfasado con el paso del tiempo. “Las raíces del crimen violento se plantan en los primeros años de vida en el seno del hogar, se cultivan en un medio social impregnado de desigualdades y frustraciones, y crecen avivadas por valores culturales que glorifican las soluciones agresivas”.
Para prevenir, los chicos deben aprender el valor de la sana competencia. Uno de los principales motivos que generan violencia son las frustraciones. En el común de los casos, no pasará del típico berrinche, pero de todas formas no es una buena señal. Para evitar esto resulta fundamental educar a los chicos de forma que comprendan que no siempre van a poder tener lo que quieran, y enseñarles a que sepan a controlarse y a vivir con límites.
Para prevenir el uso de la violencia en los niños, tiene una importancia fundamental prevenir con el ejemplo. Si se les da una bofetada se les está mandando también el mensaje de que éste puede ser un camino válido de alguna manera. “La violencia infantil no tiene ningún tipo de justificación, por lo que no es válido utilizarla como método de corrección para educar con disciplina a los niños”, ha comentado Paulo Sergio Pinheiro, uno de los autores del Estudio de la violencia contra niños, niñas y adolescentes, solicitado por el secretario general de la ONU.

El diálogo es una pieza fundamental de la Educación en la no violencia. Siempre se debe tener una puerta abierta a la conversación y a explicarle a los chicos el porqué de una determinada decisión, sin que eso implique que ésta se vaya a cambiar a la ligera. Por supuesto, ceder ante un berrinche es un mal paso.
Si vemos que se desquicia un poco, también se puede hablar sobre ello ¿Por qué se siente frustrado? Se le debe dar pie a expresarse libremente para que se dé cuenta de que existen otras vías alternativas a la pataleta.
En caso de desacuerdo, conviene explicarle por qué no tiene razón. También es bueno guiarle hacia el buen camino, y demostrarle que es posible que lo que pretende lo pueda conseguir en el futuro siguiendo los cauces lógicos y adecuados.
Enseña a tus hijos a tener seguridad en sí mismos. Las personas que se ven capaces de solucionar los problemas, no optan por romper cosas o darle una bofetada a uno de sus compañeros. Para ello, es bueno tener paciencia con él hasta que aprenda y madure. También se le debe expresar nuestra alegría cuando tome el camino correcto. También hay que evitar el castigo aleatorio, arbitrario. Conviene darles responsabilidades y que poco a poco aprendan cuál es el camino correcto.

“Es positivo que los padres jueguen a los videojuegos”

Apenas hace dos meses apareció en el mercado PS Vita, una consola portátil que ha provocado otra revolución en el mundo de los videojuegos. De las cualidades del nuevo dispositivo y el posible efecto en algunos aspectos educativos nos habla James A. Armstrong, consejero delegado de Sony Computer en España y Portugal.

P. ¿Qué cualidades destacaría de la nueva consola PS Vita?
R. Es una máquina portátil dotada de alta tecnología que además aporta a sus usuarios juegos revolucionarios frente a los tradicionales. Puedes jugar cuando y como quieras con una máquina que introduce prestaciones nunca antes vistas, aparte de poder usar aplicaciones abiertas a un mundo más social y tener conexión 3G.

P. ¿Y no teme que le pirateen la nueva consola a las primeras de cambio?
R. Esperemos que los dispositivos antipiratería que tiene PS Vita sean suficientes para que no pueda ser pirateada, pero con PSP no se pudo evitar. Sony ha luchado siempre contra la piratería, un fenómeno que nos hace mucho daño, y apoyamos medidas contundentes para combatirla, como la ley Sinde.

P. ¿Algún reproche a los consumidores de productos piratas?
R. Es una cuestión cultural. En muchos países esto no ocurre porque la educación en esta materia reconoce el delito. Pero si en una sociedad como la española no hay lucha en contra y no se dice nada ni se ponen trabas, el consumidor lo que hace es piratear. La educación del consumidor es muy cara y sólo un gobierno puede llevar a cabo este compromiso y mantenerlo para alcanzar éxitos.

P. La socialización es una aspiración en el mundo de los videojuegos. ¿Cómo contribuye a ello Sony Computer?
R. Llevamos muchos años tratando de conectar las máquinas a las redes y tenemos un interesante negocio online gaming. Ahí nos hemos dado cuenta el interés por participar del usuario con otros, de interactuar compartiendo logros en los juegos e interesándose por eventos online donde encuentra a personas con similares inquietudes. Luego están los juegos que per se son sociales, como los de tipo karaoke y los de preguntas y respuestas.

P. Juegos como PlayEnglish, o Geronimo Stilton (surgidos para la PSP) llegaron al mercado no sólo con un objetivo lúdico, también educativo. ¿PS Vita tendrá también este tipo de juegos?
R. Tenemos esperanzas y planes para seguir desarrollando en el futuro este tipo de juegos que combinan diversión con aprendizaje, tanto para PSP como PS Vita. Play English fue un buen exponente de ello, donde el entretenimiento educativo a partir de una aventura detectivesca implicaba la necesidad de aprender inglés. El primer Geronimo Stilton, dirigido a un público más pequeño, tenía un espíritu similar.

P. ¿Cuál es el compromiso actual de Sony Computer con el código PEGI?
R. Es un compromiso total y nos funciona muy bien. Lo bueno de este código es que clasifica los juegos por edades y orienta sobre el tipo de contenidos que pueden tener. La advertencia que de ello se da en las carátulas de los juegos es muy relevante para un consumidor.

P. ¿Debería haber algún grado de compromiso de la compañías de videojuegos para evitar en los juegos contenidos de excesiva violencia, sexismo o discriminación?
R. Sexismo hay poco, predomina más la violencia. Pero el 95% de las ventas de juegos no corresponden a juegos violentos. Los hay, cierto, pero sobre todo abundan juegos para niños, de deportes, de puzzles, de carreras… Lo que menos hay son juegos de violencia.

P. ¿Los padres deben jugar con sus hijos a los videojuegos?
R. Sin duda es positivo. Es una forma directa de conocer el tipo de juego que les gusta y de compartir un momento de ocio. Los padres entre 40 y 50 años están bastante al tanto del mundo de los videojuegos y juegan y disfrutan con sus hijos al FIFA o a títulos de carreras.