Luis Castellanos: “Cada palabra deja una huella en el cerebro”

Por Adrián Cordellat

Luis Castellanos es Doctor en Ética y Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Navarra. Considerado uno de los pioneros y mayores expertos en la investigación sobre lenguaje positivo y sobre la influencia que éste tiene en el desarrollo cerebral, acaba de publicar ‘Educar en el lenguaje positivo: el poder de las palabras habitadas’ (PAIDÓS), un manual para tomar conciencia de la importancia del lenguaje que utilizamos a diario en la crianza y la educación de los niños.

¿Damos a las palabras, al lenguaje que utilizamos con nuestros hijos (en el caso de los padres) y alumnos (en el caso de los profesores) la importancia que tiene?

El fracaso del lenguaje, si lo podemos llamar así, se da porque no prestamos la atención suficiente a la importancia que tienen nuestras palabras. Muchas veces se debe a las prisas, al estrés, al agotamiento físico, y a menudo a la falta de conocimiento sobre el impacto que pueden tener nuestras palabras en el desarrollo de la identidad de nuestros hijos y también en nuestra propia personalidad. Por eso hoy más que nunca queremos fijar la atención en el lenguaje mismo, en lo que cada palabra dice o deja de decir de nosotros, porque queremos más confianza en las palabras para construir un futuro mejor para todos. Eso es lo que encontramos en las listas de comprobación del lenguaje, una herramienta que explicamos en el libro y que ha demostrado ser muy valiosa y poderosa a la hora de educar.

¿En qué consisten esas listas?

Son listas que nos ayudan a detectar los errores más comunes en el lenguaje a la hora afrontar nuestra tarea como padres o profesores y nos ayuda a no saltarnos pasos decisivos en nuestras palabras. En las listas de comprobación podemos “ver” y “comprobar” la importancia del lenguaje en los resultados vitales de nuestros hijos. Las listas de comprobación nos muestran como las palabras salvan historias cotidianas día a día.

«Falta conocimiento sobre el impacto que pueden tener nuestras palabras en el desarrollo de la identidad de nuestros hijos y también en nuestra propia personalidad»

En ese sentido el libro se centra también en la importancia del lenguaje positivo en la educación, pero ¿es cosa mía o por regla general tendemos a utilizar un lenguaje y palabras de connotaciones más negativas?

Tenemos un sesgo negativo por las emociones básicas que nos han permitido sobrevivir como especie: miedo, ira, tristeza, alegría, asco, sorpresa. Como se puede ver, la mayoría son negativas, así que partimos de la idea de que somos más negativos por evolución, por cultura, por tradición y por educación hasta el punto en que hablar en negativo nos parece cotidiano y habitual y el lenguaje positivo nos suena artificial e impuesto. Sin embargo, hemos descubierto que las palabras que usamos dan forma a nuestra realidad y a nuestra manera de verla y actuar sobre ella. Por ello comprender e identificar más emociones positivas o expresiones emocionales más evolucionadas, como la serenidad, la inspiración o la gratitud es una misión trascendental en nuestra evolución como humanidad.

Tus libros tienen su base en los últimos avances a nivel de neurociencia. ¿Qué puede aportar el lenguaje positivo a la educación y al desarrollo cerebral de los niños?

Cada palabra deja una huella en el cerebro, aunque no seamos conscientes de ello. A menudo nos dicen que al hablar tenemos que cuidar nuestro lenguaje, pero nadie nos ha enseñado que nuestras palabras cuidan y crean salud y bienestar en nosotros. El lenguaje positivo es una herramienta fabulosa que cultiva el bienestar y aliviar el sufrimiento. Si nuestro cerebro se pone en modo positivo eleva el nivel de atención, de inteligencia, de creatividad, de energía, es más rápido, más preciso, más productivo. En definitiva, el lenguaje positivo nos puede ayudar a llevarnos mejor con nuestro cerebro, a educarlo, a entrenarlo para que se convierta en nuestro mejor aliado a lo largo de toda la vida.

«Somos más negativos por evolución, por cultura, por tradición y por educación hasta el punto en que hablar en negativo nos parece cotidiano y habitual y el lenguaje positivo nos suena artificial e impuesto»

Y este lenguaje positivo, ¿va más allá de utilizar palabras que asociamos rápidamente con positividad (genial, fantástico y un largo etcétera) o son éstas la base?

Por supuesto, existen palabras positivas universales como genial, maravilloso, alegría o felicidad, pero me interesan más las palabras que yo llamo “habitadas”, las palabras que nos definen y que definen las promesas que llevamos dentro, las palabras que nos impulsan a actuar, a mejorar, a ayudar. Palabras y acciones habitadas que hacen del mundo un lugar más seguro y amable.

El centro neurálgico del libro, precisamente, es el proyecto Palabras Habitadas. ¿Cómo puede contribuir a cambiar/mejorar la educación en nuestro país?

El proyecto Palabras Habitadas es nuestra contribución a la mejora educativa y de la vida a través de la sistematización del lenguaje positivo en los procesos de enseñanza que beneficia a todos sus participantes: alumnos, familias y docentes. Según algunas de nuestras conclusiones tenemos en nuestras aulas la posibilidad real de alcanzar mayor bienestar y reducir los conflictos en casa más de un 30%, incrementando la atención a nuestro lenguaje dañino, reconociendo los patrones que repetimos y que nos hacen sufrir.

¿Y cómo pueden contribuir los padres a la educación de sus hijos desde esta perspectiva?

Influir positivamente en nuestros hijos empieza por saber que nosotros somos el futuro cada día. Por eso, empezaría por un consejo básico: protege con tu lenguaje con una premisa básica “ante todo, no hagas daño” y “ante todo, no te hagas daño”. Observa tu lenguaje propio y el de tus hijos para detectar estas palabras dañinas, vigílalas con una firme decisión de evitarlas o sustituirlas. Un ritual positivo es utilizar las cenas para crear un mural de agradecimientos. Cada día, a la hora de cenar, podemos encontrar tres motivos de gratitud que compartir. Durante 21 días, día a día, podemos escribir tres agradecimientos diferentes en un post-it para edificar con ellos un mural que afiance la memoria de lo que somos y queremos ser. Así creamos unos estupendos patrones para buscar y encontrar, cerca de nosotros, no una mirada negativa sobre el mundo, sino en primer lugar una mirada positiva

5 pautas para que los niños utilicen los videojuegos de forma segura

Redacción

La cultura ha cambiado de una forma vertiginosa en los últimos años, gracias en gran medida a la tecnología. Concretamente, los videojuegos ya no son iguales a como los entendíamos hace 20 años y cada vez ofrecen más opciones, como múltiples vías para socializar o también la opción de aprender los fundamentos de la programación. Sin embargo, del mismo modo, también son más complejos y llenos de posibilidades, lo que supone un reto en los hogares.

Los padres necesitan materiales, consejos, recursos y guías que les ayuden a tener las herramientas para actuar en este terreno. Por ese motivo, Roblox, la plataforma online de entretenimiento más popular para niños y adolescentes, con más de 70 millones de usuarios activos; el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), a través del servicio para menores Internet Segura for Kids (IS4K) y PantallasAmigas, asociación que vela por un uso responsable y seguro de la tecnología, han colaborado para crear una serie de consejos para ayudar y orientar a padres en esta materia.

1. ¿Sabes a qué juega tu hijo?: El primer paso es saber a qué está jugando tu hijo. Es importante que el juego sea divertido, pero no lo es menos que le aporte algo, que le enseñe historia, que tenga algún componente social/cooperativo, que incluya puzles que estimulen su inteligencia, que tenga un guión rico, etc. Conoce los sistemas de clasificación por edad y tipo de contenido como PEGI y averigua si el juego incluye componentes online, microtransacciones y otros factores a tener en cuenta a la hora de valorar si es adecuado o no. Si el juego permite crear contenidos por parte de los jugadores, es importante conocer las normas que indica la plataforma. Consultar foros, redes sociales y leer críticas especializadas de periodistas puede ser la mejor manera de conocer bien las características del juego. Después lo ideal es que juguéis juntos para que sienta que te interesas, a la vez que conoces a qué dedica su tiempo jugando.

2. Cuenta y chat lo más seguros posible: Es recomendable crear juntos la cuenta para el menor y elegir plataformas que cuenten con sistemas de registro por edad y códigos de seguridad para padres, además de una contraseña de acceso. Estos códigos no son necesarios para entrar y jugar o navegar, pero sí para realizar cambios en la cuenta (como validez en un pago, opciones de privacidad, seguridad, etc). De no incluir esta opción, es prioritario compartir la contraseña con tu hijo y que sepa y acepte que puedas entrar en cualquier momento. En cuanto a los sistemas de mensajería, es conveniente optar por herramientas que permitan a los padres elegir quién puede enviar mensajes a los menores, quién puede chatear con ellos en la aplicación, o incluso inhabilitar el chat si los padres así lo creen conveniente.

3. Vigila el tiempo que pasa usando tecnología: El uso de la tecnología ha llegado a ocupar un lugar importante en el día a día de los niños y adolescentes, y es importante acordar previamente con ellos el uso del juego en línea y vigilar signos de dependencia. Tal y como comprueba a diario INCIBE desde la Línea de Ayuda de IS4K (900 116 117), hay que vigilar síntomas de irritabilidad e incluso ansiedad ante la idea de desprenderse del dispositivo o juego, así como detectar cualquier cambio en el comportamiento, abandono de obligaciones o pérdida de interés por actividades que antes le gustaban, así como cambios en la relación con sus amistades. Para estar prevenido ante estos problemas es imprescindible que los padres conozcan cuántos dispositivos usan sus hijos, cuánto tiempo les dedican, a qué juegos juegan, etc.

«Hay que vigilar síntomas de irritabilidad e incluso ansiedad ante la idea de desprenderse del dispositivo o juego, así como detectar cualquier cambio en el comportamiento, abandono de obligaciones o pérdida de interés por actividades que antes le gustaban, así como cambios en la relación con sus amistades»

4. Cómo evitar a los depredadores: Las personas con malas intenciones pueden llegar a importunar a niños que se encuentren en plataformas de juego (normalmente menos seguras) o incluso en el mundo real. Los niños deben verse muy arropados en este punto y sentir la confianza de acudir a sus padres si reciben algún tipo de solicitud inapropiada. Más importante aún es que sientan el respaldo de sus padres si esas personas en algún momento dicen haber conseguido algún tipo de material vergonzoso (como una foto subida de tono, un mensaje, etc), ya que suele ser un recurso muy habitual que utilizan para reiterar su extorsión al menor. El conocimiento por parte de los padres de canales de reporte en estas plataformas y en IS4K permitirá resolver situaciones de conflicto.

5. Prevenir el “ciberbullying”: Es una práctica que puede encontrarse en las plataformas online, a pesar de que actualmente se incluye moderación humana en tiempo real y herramientas de detección automática y bloqueo de lenguaje inapropiado. De nuevo, es clave hablar con los hijos sobre este tipo de comportamientos, tanto para que sepan identificar y denunciar este tipo de abusos. Será vital estar al tanto de todos los mecanismos que ofrece el juego online al que juega tu hijo para prevenir este tipo de abusos, como el bloqueo de determinados usuarios y los sistemas de denuncia de la plataforma, así como solicitar asesoramiento personalizado en servicios de ayuda.

Habilidades sociales para afrontar las demandas laborales del futuro

Los conocimientos teóricos y técnicos siguen siendo importantes para los expertos en recursos humanos, pero junto a ellos ganan peso habilidades sociales como el optimismo, la capacidad de trabajo en equipo, la empatía, la asertividad o la resolución de conflictos. Habilidades que hay que entrenar desde la infancia para poder afrontar las demandas laborales del presente y del futuro.

Por Diana Oliver

Hasta hace relativamente poco, en un proceso de selección laboral, lo que se valoraba del currículo de los aspirantes eran los conocimientos y las aptitudes técnicas. Títulos académicos, másters y cursos de lo más variopintos se amontonaban en la presentación profesional de los candidatos que pasaban por los departamentos de recursos humanos. Hoy los conocimientos y la técnica siguen siendo importantes, pero los profesionales encargados de la gestión de personal en las empresas valoran cada vez en mayor medida habilidades sociales como el optimismo, el trabajo en equipo, la empatía, la asertividad o la capacidad de resolución de conflictos. Habilidades que se pueden (y deben) entrenar desde la infancia para poder hacer frente a las exigencias laborales de quienes serán los profesionales del presente, pero también del futuro.

Aprender habilidades sociales desde la infancia

La conciencia real de que las habilidades sociales pueden trabajarse desde niños es reciente. Según Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los centros Crece Bien, si bien antes el pensamiento generalizado creía que «veníamos de fábrica» más o menos extrovertidos o con más facilidad para hacer amigos, lo cierto es que “ahora se está tomando conciencia de que estas actitudes son «entrenables» y de que este entrenamiento tiene un gran número de beneficios a nivel social, laboral y personal”.

Añade la psicóloga que los niños y adolescentes antes socializaban más “en el parque o en la calle, mientras que ahora están más aislados al no jugar tanto en la calle, a lo que se suma el a veces abusivo uso de móvil”. Por esto, recuerda que muy importante que la rueda gire en el sentido adecuado: “Si no tienen habilidades sociales, se frustran en situaciones sociales. Los padres y amigos pueden no tomárselo de la mejor manera y esto genera inseguridad y baja la probabilidad de éxito en futuras situaciones. Sin embargo, si disponen de habilidades sociales y además se les ayuda a entrenarlas, las situaciones sociales serán una fuente de seguridad”.

Juan J.F. Valera, psicólogo social experto en habilidades directivas, coaching y gamificación, y autor del blog MentePosible.com, considera que cuando se adquieren las competencias sociales en la infancia es más fácil que se integren en lo que se entiende como “forma de ser”, actitud o personalidad. “Si aprendemos a ser un buen técnico pero somos asociales, tendremos dificultades para trabajar en equipo o atender a clientes. Cuando alguien se muestra así se suele decir que “es así” y no es cierto, “se ha hecho así” y probablemente desde su más tierna infancia. O no ha descubierto otra forma de actuar porque no ha tenido oportunidad o ejemplo para mejorar sus habilidades sociales o su conducta asocial ha sido recompensada en algún modo”.

«Si los niños no tienen habilidades sociales, se frustran en situaciones sociales. Los padres y amigos pueden no tomárselo de la mejor manera y esto genera inseguridad y baja la probabilidad de éxito en futuras situaciones»

Dado que existen diferentes grados de complejidad de las habilidades sociales, Sonia Martínez Lomas considera que es bueno hacernos una pregunta: ¿Sería más fácil lidiar con un compañero en el trabajo cuando soy adulto si de pequeño me enseñaron en el colegio a decir con calma «eso no me gusta»? Para la psicóloga, la asertividad en este caso debe haber sido aprendida desde la infancia, y desde ahí hemos podido ir escalando hasta adquirir unos niveles de complejidad en los que puedo negociar porque sé escuchar, pedir ayuda, preguntar, expresar, colaborar, etc.

Además de la asertividad, la directora de Crece Bien menciona como habilidades indispensables la empatía (“Sin empatía no podríamos relacionarnos de forma positiva, seriamos «psicópatas» que en lugar de tener amigos tendrían cómplices”), la ayuda y colaboración (“Para realizar proyectos grandes siempre vamos a necesitar ayuda y colaboración. Como dice el dicho, «si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos, hazlo acompañado». En un mundo global como el que nos toca vivir, desarrollar actitudes de colaboración y ayuda será imprescindible”); la capacidad de escucha (“La comunicación es un proceso bidireccional, sin escucha no hay comunicación, y sin ésta, estamos aislados ya que, por ejemplo, no podríamos trabajar en equipo”); o el autoconocimiento y la resolución de conflictos: “Los conflictos son buenos. Ninguna relación es profunda, verdadera, si no ha pasado por conflictos. ¿Queremos relaciones duraderas, verdaderas y positivas para nuestros hijos? Pues no les sobreprotejamos de los conflictos, no los resolvamos por ellos y dotémosles de las herramientas adecuadas para que sean autónomos. Los conflictos son oportunidades de cambio y evolución, y serán aprovechados como tales si hemos aprendido antes otras habilidades sociales”.

“Si aprendemos a ser un buen técnico pero somos asociales, tendremos dificultades para trabajar en equipo o atender a clientes. Cuando alguien se muestra así se suele decir que “es así” y no es cierto, “se ha hecho así” y probablemente desde su más tierna infancia»

El aula como uno de los pilares en la adquisición de competencias

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Un clima laboral más adecuado, con personal con dominio de habilidades sociales, mejora la producción y el rendimiento empresarial. En definitiva, contribuye al éxito. Sin embargo, las empresas van por delante de un sector educativo que no siempre satisface esos requerimientos. “Los colegios van haciendo lo que pueden, con mayor o menor acierto, y poco a poco lo van integrando en sus programas. Lamentablemente el trabajo que se suele hacer es una vez se han producido conflictos, por lo que sería mejor si se hiciera como prevención”, lamenta Sonia Martínez Lomas, que pone como ejemplo la realización de talleres de adquisición y desarrollo de habilidades sociales como método para evitar el acoso escolar o como estímulo para la mejora del clima en la escuela. “No ayuda el pensamiento de que «eso tiene que venir de casa». La educación de las habilidades sociales es responsabilidad de todos, de los padres y madres, pero también de los colegios”, añade.

Norberto Cuartero, maestro y psicopedagogo innovador experto en trabajo cooperativo, es consciente de la importancia del aprendizaje de estas habilidades en la escuela y así lo evidencia su trabajo en el aula. Comparte la opinión de Sonia Martínez acerca de la enseñanza de las habilidades sociales en los programas educativos y admite que, aunque últimamente se está viendo movimiento, “suelen tratarse de intervenciones puntuales que no tienen continuidad, no hay objetivos claros, participan unos pocos profesores y están mal estructuradas”. Para Cuartero esto es un error porque considera que, dada la importancia de estas competencias, no se puede pretender enseñar a los niños habilidades sociales con sesiones aisladas o programas de un trimestre de duración. “Las escuelas deberían contar con un programa de desarrollo emocional integrado en su currículum. Además, estos planes necesitan continuidad por lo que deberían durar varios años y contar con el apoyo del equipo directivo y del claustro de profesores”, explica.

«La educación de las habilidades sociales es responsabilidad de todos, de los padres y madres, pero también de los colegios”

Según Norberto Cuartero hay tres aspectos fundamentales que todo centro debería tener en cuenta a la hora de desarrollar su programa de desarrollo emocional. Por un lado, se debe tener en cuenta que el desarrollo emocional es un proceso con un determinado orden, el cual se debe conocer y aplicar en consecuencia. “El proceso que toma de referencia a la inteligencia emocional sitúa a las habilidades sociales en el último paso (autoconciencia, autorregulación, automotivación, empatía y habilidades sociales), por lo cual, si en la escuela no se trabajan previamente las dimensiones anteriores no se lograrán los objetivos propuestos por más energía, recursos y tiempo que invirtamos”, explica antes de insistir de nuevo en que se trata de un proceso que dura años, no un trimestre o sesiones aisladas.

Por otro lado, Cuartero señala la necesidad de que este proceso implique a toda la comunidad educativa: “No debe ser un trabajo de unos pocos profesores implicados que trabajan como “francotiradores” haciendo con toda su buena fe intervenciones puntuales. De nada sirve que unos alumnos comiencen un programa de desarrollo emocional si al año siguiente va a ser interrumpido o simplemente el profesor o profesora que van a tener en la hora siguiente no va a tener en cuenta el trabajo realizado. Es necesaria una continuidad. El proyecto de centro se tiene que llevar a cabo desde todas las asignaturas y en todas las situaciones haciendo que el profesorado trabaje como un engranaje de forma coordinada. Es importante que el equipo directivo esté plenamente involucrado y facilite al máximo la labor del docente. Asimismo, las familias son una pieza fundamental y hay que hacerlas participes durante todo el proceso”.

“Las escuelas deberían contar con un programa de desarrollo emocional integrado en su currículum. Además, estos planes necesitan continuidad por lo que deberían durar varios años y contar con el apoyo del equipo directivo y del claustro de profesores”

¿Y cómo entrenar las habilidades sociales? Para Sonia Martínez Lomas, igual que enseñamos a usar cubiertos podemos enseñar a decir “hola” al llegar, a mirar a la cara cuando hablamos con alguien, a escuchar lo que nos dice o a decir «no me gusta». “Los cubiertos, al igual que las habilidades sociales, son elementos sociales que hay que aprender a usar”, dice. En este entrenamiento de competencias para la vida y el empleo, el juego sigue siendo una de las herramientas más poderosas de la educación. “El juego crea un ambiente seguro para el estudiante y le hace protagonista, le permite practicar habilidades y destrezas y deja un gran margen para el error”, cuenta Norberto Cuartero. Además, incide el maestro y psicopedagogo que “el juego en sí mismo también facilita la interacción social, identificar y gestionar emociones, compartir objetivos, la motivación, ponerse en el lugar del otro, la buena comunicación, el trabajo conjunto y la gestión de los conflictos”.

Las habilidades sociales más demandadas en el mercado laboral

Los cambios tecnológicos han marcado un antes y un después en el mercado laboral. También han propiciado un mayor conocimiento y análisis de la gestión empresarial y de personal. En este contexto, hoy podemos saber cuáles son los perfiles profesionales más demandados, pero también cuáles son las habilidades sociales que se esperan de un profesional. Para el psicólogo social experto en habilidades directivas Juan J.F. Valera, se ha pasado de un tiempo en el que los trabajos requerían un entrenamiento básico que se conseguía en unos días, semanas o pocos meses, a la búsqueda de profesionales con una preparación que lleva más tiempo. “Además de las habilidades técnicas, que sirven a corto plazo para adaptarse a los cambios tecnológicos que se producen, deben estar preparados para entrenar habilidades básicas con mayor intensidad, como aprender a aprender, aprender a pensar, gestionar el cambio o ser creativos”, explica.

 

«El juego en sí mismo también facilita la interacción social, identificar y gestionar emociones, compartir objetivos, la motivación, ponerse en el lugar del otro, la buena comunicación, el trabajo conjunto y la gestión de los conflictos”

Según el último Índice de Competitividad por el Talento Global de Adecco, las empresas solicitan incorporar aptitudes como la capacidad para adaptarse a los cambios o la aptitud para trabajar en equipo. Otro informe anterior de la misma empresa, presentado en 2016, recogía que entre las empresas encuestadas acerca de las habilidades interpersonales que debe reunir el candidato ideal, el 72,30% valoraba el trabajo en equipo, el 61,49% la resolución de problemas y el 52,70% la capacidad de organización y planificación.

Entre las competencias profesionales más demandadas, Valera considera que las principales son el liderazgo, el trabajo en equipo, la orientación al cliente, la capacidad de adaptación, y la comunicación interpersonal. Tras estas competencias menciona otras como la mediación, la responsabilidad, el autoconocimiento, la empatía, la ayuda y colaboración, la capacidad de escucha, la capacidad de hablar en público, la asertividad, la creatividad, el autocontrol emocional, la automotivación y la planificación. Habilidades imprescindibles si, como sentencia, tenemos en cuenta que “la antipatía y la apatía cuestan mucho dinero a las empresas”.

¿Qué estudiar para tener empleo en el futuro?

Por redacción

El mercado laboral en España ha sufrido grandes transformaciones en los últimos años, causadas por la crisis económica y nuevo modelo productivo que cada vez más mira hacia lo tecnológico. No son pocos los estudiantes que tratan de dar con la fórmula que les lleve al éxito profesional y elegir unos estudios que les permitan tener un porvenir. Tampoco lo son aquellos profesionales que necesitan reciclarse cuando ven cómo su formación queda obsoleta y dejan de ser competitivos en el mercado actual. Y es que a pesar de que el 85% de los empleos que habrá en 2030 no se han creado todavía, según Institute for the Future (IFTF) de Palo Alto, sí que existen sectores y profesiones que gozarán de una gran demanda de aquí a 10 años.

En concreto, tal y como indica Adecco en su informe sobre el futuro del trabajo en España, el 92% de los expertos en RRHH consideran que el sector de la tecnología e I+D+i es uno de los que generarán empleo en el futuro, seguido de Turismo y ocio y Salud y bienestar. “El futuro del empleo en nuestro país pasa por mejorar la formación en conocimientos tecnológicos, para así fomentar la aparición de nuevos profesionales que realmente satisfagan lo que ya se viene demandando y que va ir a más de aquí a 10 años” declara Laura García, directora del Digital Innovation Center.

Sin embargo, dentro del sector tecnológico, ¿cuáles son los estudios y profesiones que más demandarán las empresas de aquí a 8 o 10 años?

Según datos del Digital Innovation Center, los ingenieros especializados en informática y robótica serán los estudios con mayor demanda por parte de las empresas en 2025, seguidos de los graduados en matemáticas y los expertos en marketing digital y Growth Hacking.

«El 92% de los expertos en RRHH consideran que el sector de la tecnología e I+D+i es uno de los que generarán empleo en el futuro, seguido de Turismo y ocio y Salud y bienestar»

 

“La aparición de Internet y la evolución de la tecnología en los últimos 20 años ha provocado que cada vez se demanden más profesionales especializados en las TIC. Y esto no ha hecho más que comenzar, ya que de aquí a 10 o 15 años, las empresas solicitarán empleados con un mayor grado de especialización, con unos conocimientos muy concretos, como la inteligencia artificial o la realidad aumentada”, declara García.

Del mismo modo, en lo que respecta a los estudios de máster o cursos especializados, tal y como indica el citado informe de Addeco, uno de cada tres expertos considera que cursar unos estudios de postgrado o máster será cada vez más relevante. “Por nuestra experiencia, observamos que cada vez son más los profesionales que deciden aumentar su formación tras su paso por la universidad. Y no hablamos únicamente de recién graduados, personas de todas las edades que quieran mejorar o darle un vuelco a su carrera profesional optan por formarse a través de un curso o un máster”, sentencia la directora del Digital Innovation Center.

Cómo ayudar a tus hijos en los cambios de etapa escolar

Por Eva R. Soler

Nuestro sistema educativo divide la escolaridad en distintas etapas que suponen transiciones y cambios importantes en la vida escolar del alumno. Dos de estas etapas son obligatorias: Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria. “La segmentación de la escolaridad en dichas etapas tiene su base en las divisiones que se realizan en psicología evolutiva”, explica el psicopedagogo Joaquín Márquez. Es decir, cada una de las etapas que se dan a nivel escolar están relacionadas con las fases del desarrollo. Así cuando un estudiante está viviendo un momento de transición escolar (como es el paso de Infantil a Primaria, de Primaria a Secundaria, o de Secundaria a ESO) está viviendo una etapa de cambios evolutivos en su desarrollo, apunta este experto que, además, es licenciado en Magisterio.

En este sentido, Sofía Gigliani, psicóloga del colegio SEK-Ciudalcampo, añade que hacer los cambios de forma paulatina es fundamental y que los profesores y los padres tengan esto presente es el éxito del alumno: “1º de Infantil, 1º de Primaria, 1º de la ESO son cursos de transición que suponen grandes cambios para los alumnos. Se enfrentan a grandes retos y cambios personales, sociales y cognitivos. Es fundamental respetar el ritmo de cada alumno y evitar cambios bruscos. Cada alumno tiene su propio ritmo y lo que algunos aprenden en septiembre, otros lo aprenden en mayo y a ambos hay que felicitarles por ese aprendizaje dentro de un año lleno de novedades”.

De casa o la guarde a Primero de Infantil

La gran dificultad a la que se enfrentan los escolares de edades más tempranas es la socialización con otros niños y niñas, apunta Márquez: “Este proceso de socialización dependerá mucho de las experiencias vividas en los primeros años de crianza en casa y con la familia pero, en términos generales, el gran reto al que se enfrentan los niños en infantil es que dejan de ser el centro del universo para ser uno más de los compañeros que están en clase”. Sin embargo, la inmensa mayoría de los alumnos se adapta perfectamente a la Etapa Infantil tanto en el primero como en el segundo de los ciclos, añade este experto. Por ello, salvo casos muy puntuales que deberán ser considerados y diagnosticados convenientemente, no suelen darse grandes dificultades para los alumnos en esta etapa.

«1º de Infantil, 1º de Primaria, 1º de la ESO son cursos de transición que suponen grandes cambios para los alumnos. Se enfrentan a grandes retos y cambios personales, sociales y cognitivos»

1. En general, es importante que los padres estén involucrados durante el tiempo de escolarización de los hijos y que mantengan una buena comunicación con el centro, aconseja el psicopedagogo. En la medida de lo posible, conviene participar en las actividades que desde el colegio puedan proponer.

2. Además, se debe celebrar cada avance y logro evolutivo y académico que los hijos vayan consiguiendo, sin olvidar la importancia de no comparar el desempeño y recorrido psicoeducativo del propio hijo con otros niños o niñas de la misma clase o de otras clases del ciclo.

3. Por otra parte, la psicóloga Sofía Gigliani comenta que en el caso de que sea la primera vez que haya una separación durante tantas horas hay que tener paciencia: “El niño tiene que aprender que los padres no lo abandonan y que volverán a por él. Normalmente, el segundo o el tercer día son peores que el primero porque los niños ya saben a dónde van y qué van a hacer. Los padres debéis ser fuertes y entender que esto también pasará”.

4. Hablar con el tutor y contarle cómo ha comido y dormido en casa. Esto les ayudará a entender al niño en las horas escolares.

5. Juego simbólico: “Es bueno que en casa juguéis con los niños porque esto ayuda a descubrir cómo están llevando la transición al colegio”, recomienda Gigliani. Por ejemplo, usad animales de juguete, contad que un elefante va a un bosque nuevo y tiene miedo: ¿qué puede hacer la jirafa para ayudarle?

6. Mantener una rutina. Esto les ayudará a entender que dentro de esa rutina los padres estarán presentes y compartiendo la responsabilidad en el colegio. También les da seguridad comprobar que tanto en casa como en el colegio existen horarios, reglas y consecuencias, añade la psicóloga.

De Educación Infantil a Primero de Primaria

cambio etapa

Para Sofía Gigliani esta es una etapa muy importante para generar motivación e ilusión por el aprendizaje. Son años en los que los hábitos escolares deben moldearse, ya que luego serán la base sobre la que construirán otros aprendizajes mucho más complejos.

Por su parte, Joaquín Márquez explica los principales cambios y dificultades a los que se enfrentan los alumnos en este curso: “En términos académicos los alumnos se van a encontrar con un trabajo metodológico más estructurado que en la educación infantil. Además, pasan a ocupar un lugar fijo en el aula: su mesa y su silla. Incorporan materias diferenciadas, por lo que el número de contenidos en clase va a crecer. En clase ya empiezan a entrar los maestros especialistas y el horario también suele ser más rígido que en la etapa infantil”.

En este sentido, apunta Márquez, es muy importante que los alumnos se sientan seguros y acompañados para ir ajustando progresivamente su propio desempeño a la dinámica metodológica que se establezca en el aula. Trabajo que, además, ya empieza a recibir una calificación tanto cualitativa como cuantitativa. En la transición de esta etapa el psicólogo también aconseja lo siguiente:

1) Transmitir a los hijos seguridad, alegría y confianza.

2) Acudir a las reuniones que propongan los tutores y llegado el caso solicitar las tutorías individualizadas que sean precisas.

3) Prestar mucha atención al estado de ánimo general de los hijos especialmente las primeras semanas de clase.

4) Seguir apostando por tiempos de juego y socialización de calidad, lo cual va a afectar muy positivamente en el desarrollo de una sana autoestima. “Los niños de estas edades necesitan aún muchas horas de juego al día y los treinta minutos del recreo no son suficientes. Hay que proporcionarles espacios y tiempos suficientes para esparcirse”.

«Es muy importante que los alumnos se sientan seguros y acompañados para ir ajustando progresivamente su propio desempeño a la dinámica metodológica que se establezca en el aula»

Gigliani, por su parte, recomienda:

5) Fomentar la lectura y escritura pero que no sea algo puramente educativo, sino que también sea divertido y una forma de estar juntos en familia. Se puede hacer mediante juegos, lectura antes de acostarse, leer entre hermanos, escribir notas en los calendarios, leer carteles, etc.

6) Saber que esos primeros trabajos, proyectos, presentaciones son importantes como ejemplo. “Si hacemos las cosas bien desde el principio generamos un ejemplo y base de qué es importante a la hora de entregar algo”

7) Usar el momento de ocio para seguir aprendiendo: en el coche, de compras, en las comidas se puede seguir practicando destrezas básicas que luego le ayudarán en el aula también. Leer menús, que sean los niños los que pidan la comida, que sean ellos los que pregunten el precio de la ropa o que cuenten el dinero que tenemos para pagar o la vuelta que tenemos que recibir.

8) Fomentar el esfuerzo desde el primer día, no sólo relacionado con la lectura/matemáticas/inglés, sino con el estar bien vestido, hablar bien, ser educado, respetar al otro, ser buen compañero, etc.

9) Tener en cuenta que el aprendizaje también es social, se aprende mucho de los amigos y compañeros.

Más del 80% de los adolescentes españoles no está satisfecho con la escuela

Europa Press

El nivel de satisfacción de los alumnos con su escuela desciende del 50% a los 11 años a menos del 20% cuando son adolescentes, lo que sitúa a España en uno de los países con menor grado de satisfacción entre sus estudiantes.

Así se desprende del informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2018, elaborado por Fundación Ramón Areces y Fundación Europea Sociedad y Educación, y que cuenta con el análisis de 13 expertos en educación a partir de datos de informes como el HBSC y PISA 2015.

Según los datos analizados, en España el 55% de las chicas y el 44% de los chicos dicen que les gusta la escuela, cuando tienen 11 años, porcentaje que va bajando a medida que aumenta la edad. Con 13 años, están satisfechos el 23% de las alumnas y el 20% de alumnos, mientras que a los 15 años las cifras decaen al 17% y al 13% respectivamente, según datos del estudio HBSC 2016, patrocinado por la OMS.

«Si los alumnos estuviesen encantados con la escuela, no saldrían corriendo al trabajo. Tenemos a los menores cada vez más tiempo en una institución que les gusta cada vez menos»

Según este informe, España se sitúa en el puesto 12 de los 42 países que participan en el estudio (11 años), en el puesto 26 (13 años) y en el 31 (15 años).

Además, los inmigrantes aprecian la escuela algo menos que los nativos, los alumnos de las escuelas públicas se identifican menos con las suyas que los de las privadas y los que sacan mejores notas se identifican algo menos que los que sacan peores calificaciones, según observa el catedrático de sociología de la UCM, Mariano Fernández Enguita, uno de los expertos que ha participado en el estudio.

Fernández Enguita atribuye este nivel bajo de satisfacción de los alumnos españoles con sus escuelas a la tasa de abandono temprano registrada en España, del 18,3%, el porcentaje más alto de la UE después de Malta (18,6%), según cifras de Eurostat. «Si los alumnos estuviesen encantados con la escuela, no saldrían corriendo al trabajo», opina el experto, que hace una reflexión: «Tenemos a los menores cada vez más tiempo en una institución que les gusta cada vez menos».

Inspirando el futuro de las niñas

Abrir camino es el objetivo de Inspiring Girls, una iniciativa inglesa con presencia en España y que busca un impacto global para construir nuevos referentes profesionales femeninos y un futuro sin límites para las nuevas generaciones de mujeres.

Por Ana Veiga

Una hora al año para las mujeres del futuro. Es lo que pide Miriam González, una abogada española especialista en derecho de la Unión Europea, socia de la firma de internacional de abogados Dechert LLP y colaboradora de medios como The Guardian. También es mujer del ex viceprimer ministro, Nick Clegg, aunque nunca ha dejado que eso la defina. Y esa actitud de mujer fuerte e independiente ha sido precisamente la semilla de Inspiring Girls.

La iniciativa Inspiring Girls nació en 2013 para ofrecer romper los estereotipos de género de las niñas, dotándolas de nuevos modelos profesionales. Es decir, quiere inspirar a las nuevas generaciones de mujeres.

Actualmente, el proyecto está presente en varios países del mundo -entre ellos, España, donde se creó como fundación hace 2 años y medio-. “Inspiring Girls no crea sucursales ni franquicias, sino que implanta la idea adaptada al país. Nuestro objetivo es hacer de Inspiring Girls una iniciativa global pero estas cosas llevan su tiempo”, cuenta Paula Gómez de la Bárcena, Directora de Comunicación de Inspiring Girls en España.

«Estamos ante una generación magnífica, de gente que puede hacer muchas cosas pero hay que dejarles y, sobre todo, apoyarles; porque aún conviven con comentarios como eso no es de niñas que las marcan desde pequeñas»

Hija de Asunción Asorena –diplomática, embajadora española en Paraguay y Luxemburgo y directora de la Casa de América-, Paula admite que ha sido una “privilegiada por los referentes femeninos» que la han rodeado, pero decidió formar parte de esta iniciativa tras conocer muchos casos de amigas, conocidas, compañeras… que le hicieron ver ese privilegio del que había gozado. “Cuando me hablaron por primera vez de esta iniciativa, pensé: ‘No puede ser que todavía haya que decir a las niñas que pueden dedicarse a lo que quieran sin que el hecho de ser mujer sea un impedimento’. Pero me di un golpe contra la realidad”.

Ese golpe vino de la mano de las mismas niñas a las que se dirige el programa. Tras varias charlas en colegios de diferentes zonas de España, llegaron las cuestiones que más impacto han causado: Y cuando trabajas, ¿cómo haces con los niños? o ¿A tu marido le parece bien que trabajes tanto? son algunas de las preguntas que han hecho a las voluntarias con trabajos más absorbentes.

“Estamos ante una generación magnífica, de gente que puede hacer muchas cosas pero hay que dejarles y, sobre todo, apoyarles; porque aún conviven con comentarios como eso no es de niñas que las marcan desde pequeñas”, opina Paula. Por eso, la esencia de la Fundación es aumentar la autoestima de las niñas y sus ambiciones profesionales. “Hay un abanico de posibilidades profesionales mayor que el que ven y queremos darles la libertad para elegir su futuro, y decirles ‘eres libre para elegir, pero elige desde el conocimiento’”, explica. Además de que, insiste, «el futuro es de profesiones STEM y no podemos dejar que el 50% de la población asuma que debe quedarse fuera de ese mundo laboral”.

Cómo se inspira a las niñas

¿Cómo funciona Inspiring Girls? Es gratuito para los colegios, que solo tienen que solicitar acceso inscribiéndose en inspiring-girls.es Hay dos tipos de acciones: las charlas de voluntarias que hablan con las niñas del centro sobre su trayectoria profesional y experiencia; y los eventos formativos, donde sacan a las niñas del colegio y buscan sitios disruptivos que les impacten, relacionados del tema del que van a hablar. Por ejemplo, el Día de la Mujer en la Ciencia lo organizaron en el Museo de Ciencias.

Inspiring Girls se centra en las niñas y adolescentes de entre 12 y 16 años. Aunque Paula admite que la mayoría de los centros educativos han dicho que les parece “tarde”; y es que los estereotipos de género se construyen ya con 5 años. De hecho, lo han comprobado en primera persona en el rodaje de este experimento grabado en vídeo.

La prueba consistía en llevar herramientas de trabajo de unas voluntarias y ponerlas ante los niños, para que adivinaran de quién eran esas cosas. La idea era analizar si niños de esa edad ya daban por hecho determinados estereotipos, como ver un traje militar y asumir que es de un hombre. Así fue, hasta el punto de decir de las voluntarias que se habían “disfrazado” de médico, de investigador, de militar… sin pensar que ellas mismas pudieran desempeñar esa labor. “En un inicio, quisimos empezar con las de 12 años porque es cuando tienen que empezar a decidir por qué rama estudian, pero dado el feedback de los docentes y lo que hemos visto, ya estamos revisando cómo organizar el programa con niñas más pequeñas”, anuncia.

Otro cambio que valoran implementar es desarrollar un área centrada en la familia, para que la niña pueda tener un apoyo integral. “Nos hemos dado cuenta de que, si la niña decide que quiere ser ingeniera a raíz de una charla pero luego llega a casa y sus padres le dicen que no porque no es de niñas, de poco sirve”. Con esta idea, piensan en hacer talleres sobre tecnología e invitar a padres y madres. En alguno que ya han hecho, “hay padres que, cuando ven a sus hijas fabricando un robot, alucinan. No sabía que mi hija sabía hacer todo esto, dicen; pero es que se habían empeñado en darle la muñeca”.

«En un inicio, quisimos empezar con las de 12 años porque es cuando tienen que empezar a decidir por qué rama estudian, pero dado el feedback de los docentes y lo que hemos visto, ya estamos revisando cómo organizar el programa con niñas más pequeñas»

Ya están analizando el impacto de la iniciativa gracias a unas investigadoras de la Universidad CEU San Pablo, que testan el impacto en las menores con cuestionarios antes, durante y después de la charla. Por el momento, solo tienen un estudio piloto de un solo curso y centrado en Madrid, por lo que todavía no tienen cifras representativas. Sí nos adelantan dos conclusiones: “La gran mayoría de las niñas echan de menos referentes femeninos y no conocen todo el amplio rango de profesiones que hay. Otro dato a tener en cuenta es que la gran mayoría de las niñas sí quieren seguir con sus estudios, pero no saben dónde, cómo ni el qué”.

La importancia de la salud bucodental de los niños

Redacción

Muchos de los padres no son plenamente conscientes de la importancia que tiene la salud bucodental y menos cuando ésta afecta a los niños más pequeños. Lo cierto es que generalmente se empieza a prestar atención a este asunto cuando los niños tienen los dientes definitivos. Sin embargo, los problemas bucales como la caries empiezan a gestarse mucho antes.

Según la última encuesta de salud oral en preescolares en España, uno de cada tres niños de 5-6 años tiene caries, un dato que muestra la importancia de empezar pronto a animar a los niños a cuidar sus dientes para que de mayores puedan lucir una sonrisa sana.

La caries en los dientes temporales no sólo causa dolor, sino que puede causar dificultades en la salud del resto del cuerpo así como afectar a la autoestima del niño o incluso a su rendimiento escolar. Además, según afirma la Dra. Paola Beltri, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), “existe una clara relación entre incidencia de caries en dientes de leche e incidencia de caries en dientes permanentes”.

Precisamente con el objetivo de sensibilizar y mejorar la información sobre los buenos hábitos de salud bucodental desde la infancia, Orbit®Pro, junto con la SEOP y miembros de la comunidad de Madresfera, ha creado el Manual “Boquiabiertos” por la Prevención y Buenos hábitos en la higiene bucal de los más pequeños destinado a padres y profesionales de la salud bucal.

Tips para cuidar la salud bucodental de los más pequeños

El Manual incluye una serie de sencillas recomendaciones que según los profesionales son fundamentales para el cuidado bucal infantil.

1. Visita el odontopediatra antes del primer cumpleaños. La mejor persona para dar la información específica entorno a la salud bucal infantil de tu hijo es la persona especializada en ello: el odontopediatra. Por ello se recomienda visitar el odontopediatra cuando tu hijo cumple el primer año de vida para que así se pueda revisar el crecimiento de la mandíbula, la correcta erupción de los dientes y la posible aparición de caries.

2. Cepilla los dientes con pasta con flúor. Desde la erupción del primer diente hay que limpiar los dientes como mínimo dos veces al día – por la mañana y antes de acostar al niño-. Se recomienda utilizar un cepillo con cerdas suaves y una pasta con flúor con una concentración de 1000 partes por millón (ppm). A partir de los 3 años, se puede aumentar hasta 1450 ppm de flúor. Además, no hay que mojar el cepillo con agua antes de cepillar los dientes, ni aclarar la boca con agua después para que el flúor remineralice los dientes correctamente. Es importante administrar poca cantidad de pasta y escupir la sobrante una vez acabado el cepillado.

«Según la última encuesta de salud oral en preescolares en España, uno de cada tres niños de 5-6 años tiene caries»

3. Controla el número de ingestas diarias y el tiempo que transcurre entre ellas. Cuando no se deja suficiente tiempo entre ingesta e ingesta, la saliva no puede neutralizar los ácidos de la placa y los dientes están en riesgo de perder minerales importantes, que es lo que puede llevar a la creación de caries.

4. Motivación e implicación de los padres. La salud bucodental de los niños es responsabilidad de los padres y se aconseja cepillarse los dientes junto a los niños y hacer un repaso hasta que tengan 7-8 años. Los buenos hábitos se aprenden de pequeño, así que convierte el cuidado de dientes de tu hijo en una actividad diaria divertida (con la pasta y el cepillo que más le gusten e incluso un cuadro de recompensas).

Paloma Gil: “Los niños deben comer más alimentos y menos productos”

La Dra. Paloma Gil lo tiene claro: para que un niño se alimente bien, toda la familia debe seguir unos hábitos culinarios saludables. Esta endocrinóloga, que lleva más de 30 años ayudando a personas con problemas de sobrepeso, ha publicado recientemente ‘Los niños sí comen verdura’ (Ed. Cúpula), un libro donde incluye más de 80 recetas y en el que explica de forma sencilla y directa cómo alimentar adecuadamente a los más pequeños de la casa.

En su libro comenta que «casi de cada dos niños a uno le sobra peso». ¿Qué errores nos han llevado hasta aquí?

Está claro que las cifras crecientes de obesidad y sobrepeso se deben fundamentalmente a que los niños comen peor y además llevan una vida más sedentaria.

Apunta que «la base de una alimentación sana y equilibrada por encima de los 2 años debe contener mayoritariamente productos vegetales», pero muchos niños ni los prueban. ¿Cómo revertir esta tendencia?

La única manera de que los niños coman bien es que coman más productos vegetales y para ello hay que modificar la dieta de toda la familia. Los niños aprenden de lo que ven.

La información nutricional que reciben los padres está, a menudo, mediatizada por intereses comerciales. ¿Qué consejos clave pueden darse para elaborar un menú equilibrado en familia?

Independientemente de lo que les digan los anuncios, los padres deben saber que la comida mejor para sus hijos es aquella sin elaborar. Los niños deben comer comida real y no productos elaborados para ellos. Estos últimos están hechos para que les gusten, pero suelen tener mucho azúcar y/o mucha grasa poco recomendable.

Aboga en su libro por que la mesa no se convierta en un campo de batalla, pero si un niño se niega a probar algún producto saludable que se le ofrezca, ¿cómo deben actuar los padres?

Educar no es dejar al niño hacer siempre lo que quiera y un ejemplo de ello es la alimentación. Debemos explicar a nuestros niños que lo que se les ofrece para comer es lo mejor para su crecimiento y su salud. Aunque no se tomen un plato entero de algo que no les guste, deberían al menos probarlo.

«La única manera de que los niños coman bien es que coman más productos vegetales y para ello hay que modificar la dieta de toda la familia. Los niños aprenden de lo que ven»

¿Cuáles son las líneas rojas en alimentación que nunca deberían traspasarse a la hora de hacer la compra?

En el carro de la compra no deberíamos incluir como parte de la dieta productos como refrescos, bollería industrial, aperitivos salados… Estos deben considerarse caprichos y no alimentos. Y menos para los niños.

En su obra defiende no poner al niño con sobrepeso a régimen sino incluir en la dinámica familiar una serie de cambios. ¿De cuáles se trataría?

Si un niño come sano y alimentos en vez de productos, los kilos irán bajando. No se trata de que coma menos sino de que coma mejor y de que se mueva más. Si un niño ha cogido peso, es porque los adultos de los que depende le han dado más calorías de las que necesitaba. Esto es frecuente cuando en la dieta del niño hay muchos productos y poca comida no procesada.

Cuando un niño está delgado, parece que puede permitirse los caprichos culinarios sin problema, pero no es realmente así, según destaca en su libro. ¿Caprichos nunca y para nadie?

Uno de los problemas del exceso de comida ultraprocesada es el exceso de peso, pero no es el único. Una mala alimentación influye de forma negativa en la salud futura del niño y en su desarrollo cerebral y, por lo tanto también, en su coeficiente intelectual.

¿Cuántas comidas debería hacer un niño al día y cuáles serían buenos ejemplos de merienda de media mañana y de merienda de media tarde para un niño?

No es necesario para un adecuado crecimiento o desarrollo que un niño coma un número determinado de veces. Hay niños que necesitan comer más veces y otros no. Además del desayuno, la comida y la cena, los niños pueden tomar algo entre horas siempre que sea sano y nutritivo. Son buenas alternativas alimentos como la leche, el yogur o el queso, la fruta, los frutos secos o los bocadillos hechos con buen pan y con rellenos de calidad…

«Si un niño come sano y alimentos en vez de productos, los kilos irán bajando. No se trata de que coma menos sino de que coma mejor y de que se mueva más»

La responsabilidad de los padres es clave a la hora de una buena nutrición en los hijos, pero ¿qué papel juegan los comedores escolares?

Los comedores escolares son fundamentales para reforzar la educación alimentaria en los menores. Constituyen una ayuda fundamental para que el niño aprenda lo que es una dieta sana y lo que no debe formar parte de su alimentación.

¿De qué forma se puede contribuir en las instituciones educativas a crear una buena educación nutricional en los escolares?

Sería fundamental que en todas las escuelas se hiciera hincapié en la importancia de los alimentos para la salud y para el desarrollo cerebral. Si además se fomentará la práctica de ejercicio regular en los niños, toda la sociedad saldría ganando.

El primer videojuego español que lucha contra el 'bullying' LGTBI

Europa Press

El psicólogo, educador y orientador social Alex Rodríguez ha creado el primer videojuego español que lucha contra el acoso escolar LGTBI. De Fobos y Deimos es el nombre de este videojuego destinado a adolescentes y jóvenes, pero también a responsables educativos de escuelas y colegios, que nace con la idea de utilizar estos juegos interactivos como herramienta educativa, profundizando en la problemática de la fobia al diferente, en este caso a las personas LGTBI, tanto en las aulas como fuera de ellas.

De Fobos y Deimos es un juego de rol que trabaja directamente la ‘LGTBI fobia’ y que recientemente ha sido premiado por el Ayuntamiento de Bilbao por su valor educativo y social. El objetivo del juego es ayudar al protagonista a poner fin a comportamientos de acoso y abuso que sufre por la condición de género o de sexo.

En este proyecto, los participantes juegan una historia de fantasía en la que deben tomar decisiones éticas, vivir situaciones emocionales instrospectivas y empatizar con su entorno, profundizando en la problemática de la ‘LGTBI fobia’ en las aulas y fuera de ellas. El juego, gratuito y disponible en entornos informáticos basados en Windows, nace con la idea de utilizar los videojuegos como herramientas educativas, pero entendiendo “la educación como algo que va más allá de lo académico, aceptando que la enseñanza de valores como el respeto a la diversidad y la colectividad deberían ser ejes centrales de todo proceso educativo”.

De Fobos y Deimos cuenta con todas las claves de los videojuegos clásicos (misterio, fantasía, aventura, retos, habilidades, conflictos, interacción con otros jugadores), y además incluye varios niveles de dificultad, numerosos personajes, diálogos exclusivos, así como diferentes posibles finales que hacen que la dinámica del juego cambie cada vez que alguien lo juega.

“Al ponerte en la piel del personaje principal, Jokin, los jugadores pueden sentir en sus carnes lo que muchas personas sienten cada día cuando salen a la calle, cuando se relacionan en el trabajo porque la ‘LGTBI fobia’ y la ‘diversifobia’ intentan destruir nuestro mayor tesoro, la diversidad”, explica Alex Rodríguez. A juicio del desarrollador, un videojuego con la capacidad de generar empatía “puede conseguir que el comportamiento de una persona cambie».

Con el premio logrado por el desarrollo de este videojuego por parte del Ayuntamiento de Bilbao, el promotor de la iniciativa prepara una próxima jornada de concienciación sobre el bullying LGTBI que tendrá lugar en el espacio Bilborock de la capital vizcaína el próximo 11 de noviembre.