Llenemos la Navidad de lecturas

Por Adrián Cordellat

Ha llegado el momento de hacer la carta a Papa Noel y los Reyes Magos. Como cada diciembre no faltarán las ideas y los deseos, pero en un año tan atípico como el que nos ha tocado vivir, uno año en el que una pandemia ha puesto contra las cuerdas a muchas economías empresariales y familiares, entre ellas las de quienes tienen librerías o se dedican al mundo editorial, hemos pensado que sería un gesto maravilloso llenar la Navidad de lecturas. Por eso en este número de diciembre en Padres y Colegios hemos querido hacer una extensa selección con novedades del sector editorial para todas las edades y para todos los gustos. Porque no hay mejor regalo que un libro. Y esa máxima vale siempre, pero hoy más que nunca porque en tiempos de confinamiento y limitaciones a la movilidad los libros son una herramienta única para trascender las paredes de nuestras casas y viajar con nuestros hijos e hijas.

Para niños y niñas de 3 a 6 años

 

 

 

Little niño descubre a Aretha Franklin (Bang Ediciones): A Little Niño y a su oso Renato ya los podemos considerar unos personajes ilustres de la literatura infantil. Y es que pocos protagonistas literarios han acercado a padres e hijos con tanta simpatía a cantantes y grupos emblemáticos de la historia de la Música. Si de la mano de Little Niño y sus surrealistas sueños repletos de aventuras ya conocimos a los Beatles, los Rolling Stones y a David Bowie, ahora toca el turno de acercarnos a la figura de Aretha Franklin. ¡Que no nos falta la música…y mucho mejor si es con diversión!

 

 

 

 

 

 

 

 

El copo de nieve (Andana): Aunque por su estética y por las fechas en que transcurre la historia podría ser considerado un álbum ilustrado de Navidad, El copo de nieve es una historia totalmente atemporal narrada con maestría por el superventas Benji Davies. Una niña llamada Noelle y un pequeño copo de nieve que cae lentamente desde el cielo son los protagonistas de esta preciosa historia llena de optimismo sobre el poder de los deseos y la necesidad que todos tenemos de encontrar nuestro lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los abrazos perdidos (Destino): Este es un cuento especial por dos motivos. En primer lugar porque fue escrito durante el confinamiento al que nos obligó la pandemia desatada por la COVID-19. Y en segunda instancia porque su autora es una niña de nueve años que perdió la vista a consecuencia de un parto prematuro. Nayara, que hoy cursa 3º de Primaria en un colegio de Granada, ofrece en Los abrazos perdidos una lección que muchos hemos aprendido en este 2020 pero que ella interiorizó desde bien pequeña: tenemos que saber valorar las cosas aparentemente pequeñas, como un abrazo, por ejemplo, porque esas son las verdaderamente importantes.

 

 


Para niños y niñas de 6 a 10 años.

 

 

¿Quieres ser mi amiga? (Blackie Books): Finalista del prestigioso Premio Strega de Literatura Infantil 2020, los textos de Susie Morgensten y las reconocibles ilustraciones de Claude K. Dubois nos sumergen de lleno en la vida de Lea, una niña que se ha visto obligada a abandonar París para irse a vivir al campo con sus padres. Y eso no siempre es fácil. Sobre todo cuando una tiene que dejar a todos sus amigos y empezar de cero. Pero, como ella misma se dice, Lea no es tímida y no cejará en su empeño de encontrar pronto una nueva mejor amiga. Pura ternura.

 

 

 

 

 

Súper Hermanos: Una rebelión inesperada (La Galera): No es fácil aceptar la llegada de una hermana menor que acapara conversaciones y la atención de los padres. Lo saben bien Pepe y Valentina. Más aún cuando sus padres meten a la bebé en su habitación para compartir noches con ellos. Todo esto, sin embargo, queda en un segundo plano cuando sus peluches y juguetes cobran vida por la noche y deciden escaparse de casa. ¡Una rebelión! Pepe y Valentina tendrán que demostrar entonces su capacidad de ingenio para negociar una tregua con los juguetes de su hermana para evitar su huida y el consiguiente enfado de sus padres. Y es que en eso también consiste un poco eso de ser súper hermanos.

 

 

 

 

 

 

 

Topo y ratón: el pastel de lombrices (Patio): Finalistas del prestigioso premio francés de literatura infantil Les Incorruptibles, Topo y Ratón son todo un fenómeno editorial en el país vecino. En España Patio Editorial ha empezado ha publicar las tiernas y divertidas aventuras de estos dos amigos, un canto a la naturaleza y a la amistad. El pastel de lombrices, compuesto por tres breves historias, es la segunda entrega de las idas y venidas de estos dos entrañables personajes que enamorarán con su cotidianidad y su particular sentido del humor a los pequeños lectores.

 

 


Para niños y niñas de 10 a 14 años

 

 

 

El asesino de los ositos de peluche (Edebé): Los niños son unos filósofos en potencia porque nadie se hace más preguntas que ellos. De esa máxima parte la colección Filo&Sofia, con la que la autora Cuca Canals quiere destacar la importancia del pensamiento filosófico. Un pensamiento filosófico, por cierto, que ayudará a Rinus, el protagonista de esta novela, y a sus nuevos amigos (Karlitos Marx, Freddy Nietszche o Confucio) a descubrir al autor de una serie de asesinatos de niños que deja al lado de cada cadáver un osito de peluche como su marca registrada.

 

 

 

 

 

Las historias del Lobo de Arena (Kalandraka): En este segundo volumen dedicado a Zackarina y a su amigo imaginario, el lobo de arena, la escritora sueca Åsa Lind vuelve a seducir a los lectores con su sentido del humor, su poesía y el conocimiento que muestra de la mirada de los niños. A base de capítulos cortos e independientes, Lind nos sumerge en la vida cotidiana de Zackarina, en los conflictos con sus padres y en la relación tan especial que mantiene con su amigo imaginario, un lobo de arena que la guía en la construcción de su propia comprensión del mundo. Una delicia.

 

 

 

 

 

 

 

 

El chico de la última fila (La Galera): Basada en hechos reales, ganadora del Waterstone Prize 2019, el Sheffield Children’s Book Award 2019 y el Blue Peter Book Award 2019, y escrita por Onjali Q. Raúf, una de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes del mundo según la BBC, El chico de la última fila tiene todos los ingredientes para convertirse en una novela referente en las próximas décadas para acercar a los adolescentes a un tema tan desgarrador como la crisis de refugiados que, como pronto descubrirán los protagonistas de la novela, necesita la mejor versión de nosotros mismos para ayudar a quienes huyen del horror.

 

 

 

 

 

 


 

Para los amantes del cómic

 

Fox + Chick: un paseo en barca y otras historias (Liana editorial): Cuando se dice que el cómic es una extraordinaria herramienta de iniciación a la lectura, uno piensa inevitablemente en un ideal de cómic que Sergio Ruzzier cumple a rajatabla con estos dos personajes entrañables que son Fox y Chick, tan diferentes pero tan amigos; y con esas historias cargadas de sencillez, ternura y humor que viven juntos. Ideal para niños de unos 5-6 años, que se inician en la lectura, Un paseo en barca y otras historias es la segunda entrega de una saga con la que Ruzzier ha acumulado premios y ha encandilado por igual a lectores y crítica.

 

 

 

 

 

 

 

El club de las canguro: Julia y los niños imposibles (Maeva Young): La ilustradora Gale Galligan toma el relevo de Raina Telgemeier en la adaptación a cómic de la historia de El Club de las Canguro, la serie de libros para jóvenes creada por Ann M. Martin, publicada entre 1986 y 2000, de los que se han vendido casi 180 millones de ejemplares en todo el mundo. Julia y los niños imposibles es la quinta entrega de esta versión en modo Novela Gráfica indicada para lectores mayores de ocho años. En esta ocasión los lectores seguirán a Julia, la última en llegar al Club, que busca encajar en el grupo mientras intenta sobrevivir a su trabajo como canguro de tres niños pequeños no precisamente fáciles de cuidar.

 

 

 

 

 

 

 

Clara y las sombras (Edebé): Indicado para niños a partir 11 y 12 años, esta historia de Andrea Fontana ilustrada por Claudia Petrazzi nos hace viajar en el tiempo hasta 1988 para acercarnos a la vida de Clara, una niña con epilepsia que abandona junto a su padre Nueva York para instalarse en un pequeño pueblo en el que olvidar en parte el dolor por la desaparición de su madre. Las crisis de epilepsia de Clara le producen una especie de parálisis corporal en la que es capaz de tener sueños tan tenebrosos como reveladores. En uno de ellos Clara conectará con algunos de sus nuevos compañeros de colegio, lo que creará entre ellos un vínculo de amistad muy fuerte para enfrentarse a sus propias sombras y a las de los demás.

 

 

 


 

Para quienes quieren aprender leyendo

 

Ñam: Sobre lo que comemos (Andana): Comer sano es más fácil de lo que la publicidad de la industria alimentaria nos ha querido hacer creer. Eso es algo que nos demuestra de forma muy gráfica y divulgativa la periodista Diana Oliver, que en base a la evidencia científica y gracias a las ilustraciones de Carmen Saldaña, ofrece en Ñam datos útiles y atractivos visualmente para mejorar nuestra alimentación y para compartir ese propósito con nuestros hijos e hijas. Porque contra problemas como el sobrepeso o la obesidad infantil no hay mejor receta que la buena información, Ñam se erige como un imprescindible álbum informativo para ayudar a los jóvenes lectores y a las familias a elegir lo que comen con argumentos.

 

 

 

 

 

 

Grecomanía (Maeva Young): La diseñadora gráfica Emma Giuliani ha creado una extraordinaria y visualmente portentosa obra para sumergirnos de lleno en la Antigua Grecia. Un sinfín de información sobre aspectos como la vida en Atenas, el espectacular Partenón, los dioses del Olimpo, las epopeyas de Homero o la herencia griega en nuestras vidas caben en este espectacular álbum de gran formato.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El libro de los saludos (A buen paso): Nos saludamos todos los días. No hay nada que hagamos más veces que eso: saludarnos. ¿Pero qué sabemos realmente de los saludos? Arianna Squilloni y Olga Capdevila nos proponen en este álbum informativo un apasionante viaje por el pasado y el presente del fascinante y sorprendente mundo de los saludos, ese gesto cotidiano y aparentemente intrascendente que, sin embargo, está cargado de historias que desconocemos.

 

Webinar: Las relaciones tóxicas en los hijos

El pasado 13 de noviembre se celebró el webinar gratuito Las relaciones tóxicas en los hijos. En esta nueva cita, la psicóloga Raquel Hernández fue la encargada de explicar a familias y personas interesadas en la educación de los niños y adolescentes en qué consisten las relaciones tóxicas que se pueden producir en la adolescencia, por qué es importante conocer este asunto y cómo debemos actuar cuando detectamos una relación tóxica.

El webinar se ha dividido en dos partes, una parte teórica y otra en la que los asistentes han podido ir solventando sus dudas. Fue moderado por la psicóloga Paloma Maldonado, coach Educativa de Siena Educación dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ.

 

Si te lo perdiste o quieres volver a verlo, puedes acceder al webinar completo aquí:      

 

 

Aquí puedes ver otros webinars de interés:

 

Francisco Castaño: "Educamos a los niños en Walt Disney, cuando la vida es de Walking Dead"

‘La mejor versión de tu hijo’, de Francisco Castaño, es un libro con pautas y herramientas para ayudar a que los adolescentes saquen lo mejor de sí mismos.

 

Eva R. Soler

 

“¿Qué padre o madre no ha soñado con que sus hijos vinieran acompañados con un manual de instrucciones? Pues aquí lo tienen”, bromea Francisco Castaño, autor, entre otros libros, de “La mejor versión de tu hijo”. Castaño es padre de dos hijos, profesor de educación secundaria y asesor y orientador familiar en temas de educación y fracaso escolar. Sensibilizar a los padres en la importancia de formarse para educar y ayudarles en la tarea de conseguir que sus hijos encuentren su propio camino son los objetivos que a este experto en educación le gustaría conseguir con esta obra y las charlas y asesorías familiares que imparte.

 

¿Es fácil o difícil conseguir la mejor versión de nuestro/as hijo/as?

Más que fácil o difícil, lo que debemos plantearnos es que ese debe ser el objetivo: que consigamos la mejor versión de nuestros hijos. No que sean mejores que otros, sino que sean lo mejor que pueden ser ellos y puedan dar lo mejor de sí. Eso, ¿es difícil? Bueno, hay que tener en cuenta dos cosas. Primero, para educar hay que estar preparado y formado. Esto es fundamental. Igual que para desempeñar cualquier trabajo, te formas; a la hora de educar también hay que formarse. Y por otro lado, como a la hora de educar a nuestros hijos, interviene el vínculo emocional y afectivo con ellos, esto hace más difícil que enfoquemos la educación de una forma más racional. Esto, probablemente, es lo que más cuesta.

 

Ahora se habla mucho de la necesidad de integrar la educación emocional en el colegio, pero en el libro afirma que ésta corresponde, sobre todo, a los padres.

Educar lo tenemos que hacer entre todos: padres, colegios, sociedad… La educación emocional en los colegios hace referencia a la gestión de las emociones, les ayuda a identificarlas. No podemos impedir que nuestros hijos se enfaden. A veces, en la consulta, los padres me dicen: Es que le he quitado el móvil y se ha enfadado, ¡claro! Es normal. Lo que hay que aprender es enseñar a los hijos a gestionar ese enfado adecuadamente. De lo contrario, no aprenden a asimilar la frustración. No hay que impedirles las emociones negativas, que estén enfadados o tristes. Hay que evitar la sobreprotección, porque si no, el día de mañana, cuando las cosas no van como ellos quieren, no van a saber gestionarlo. En este sentido, yo digo: Educamos a los niños en Walt Disney, cuando la vida es de Walking Dead.

 

Los padres también necesitan aprender a gestionar sus propias emociones

¡Claro! En el libro hablo mucho de la coherencia y la necesidad de ser coherentes. Si yo grito a mi hijo, no voy a pretender que mi hijo no grite. Si estoy enfadado, doy pataletas… no voy a pretender que mi hijo esté calmado. En este sentido, en el libro van a encontrar recursos y herramientas para educar adecuadamente. Hacemos cursos y formación para temas que nos gustan. Los cursos para padres también se hacen cada vez más, van en aumento, pero no alcanzan el mismo nivel que los otros. La responsabilidad más grande que tenemos los padres en la vida es educar a nuestros hijos y para esto también nos tememos que formar.

 

¿Son muy distintos los adolescentes de ahora que los de antes?

No. No hay diferencia ente los adolescentes de ahora con los de antes, lo que ha cambiado es la sociedad, pero la adolescencia en sí no ha cambiado. Es importante ponernos en su lugar para entenderlos (acordarnos de nuestra propia adolescencia). Si no los entendemos, no podemos mirar hacia delante con ellos. Hay que mostrar empatía con ellos, pero no como colegas, sino manteniendo nuestro rol de padres: “Entiendo que te apetezca estar más rato con el móvil, pero ahora lo tienes que apagar ya” Hay padres que se enfadan porque su hijo le pide llegar más tarde a casa. Hay que entender que él quiera llegar más tarde, pero ahí entramos los padres, podemos entender que quieran llegar más tarde pero no por eso les dejamos. Hay que comprender que la idiosincrasia del adolescente conlleva esto: empiezan a tener juicio crítico, falta de conciencia de riesgo, saltarse las normas, son una olla de hormonas en ebullición… nosotros tenemos que educarles para que tomen la mejor decisión posible, pero al final, la decisión la tienen que tomar ellos. Si se equivocan, tienen que aprender de sus errores.

 

En el libro hace mención a cómo los padres utilizan el grupo de whatsapp de la clase para resolver obligaciones de los hijos, como los deberes

Los grupos de whatsapp tienen una utilidad: información rápida e inmediata para cosas que pueden ocurrir como, por ejemplo, una excursión. Si lo utilizamos para resolver los olvidos de los deberes no lo estamos haciendo bien. Hay que entender que el objetivo no es que vayan con los deberes hechos o sin hacer, sino que lo importante también es que aprendan a prestar atención en clase, que se los apunten ellos, que asuman sus obligaciones y aprendan a resolver ellos sus problemas o contratiempos (que aprendan de sus errores): “Si no lo pregunto en el grupo, no es para fastidiarte: te pondrán un negativo, pero aprenderás a apuntártelo la próxima vez”. Si somos nosotros los que estamos siempre “salvándoles”, en la sobreprotección, corremos el riesgo de que se convierta en una obligación y encima, cuando no lo hacemos, nos echan la bronca. Si les preparamos la mochila y se nos olvida el libro de matemáticas se enfadan con nosotros. ¡Pero si es su responsabilidad!

 

También afirma que el aburrimiento es necesario

Las agendas de nuestros hijos no pueden ser peores que las nuestras. El aburrimiento agudiza el ingenio y es la única manera de que desarrollen su imaginación, de que busquen cosas diferentes que hacer, con actividades no estructuradas. El problema es que, como están acostumbrados a moverse en entornos estructurados y dirigidos, no les damos pie a la improvisación. Con el aburrimiento se fomentan habilidades importantes para el día de mañana: creatividad, imaginación, saber buscar soluciones, hacer frente a la improvisación… Si lo tienen todo controlado o dirigido, al final no piensan, sólo ejecutan. Necesitamos que nuestros hijos piensen y para que piensen se tienen que aburrir.

 

Apunta un dato: sólo un 12% de los adolescentes obtiene información sexual de sus padres, ¿por qué nos sigue costando hablar de sexo con nuestros hijos?

Parecemos todos muy modernos, pero hablar de sexo con nuestros hijos continúa siendo tabú y nos cuesta trabajo. Hay que hablar de sexualidad con nuestros hijos con naturalidad, porque si evitamos este tema, ellos se van informar a través de amigos, primos (y a saber qué consejos le dan) o de internet (con el riesgo de que accedan a contenido pornográfico y asuman la creencia de que la pornografía es sexualidad real, cuando no lo es). Para abordar todas estas dudas que puedan surgir en torno a la sexualidad de nuestros hijos en la adolescencia, realizo, junto a una psicóloga sexóloga directos en mi cuenta de Instagram (@francasta1), además de tratar otros temas. Un buen consejo es hablar con ellos de esto desde pequeños, desde que se despierta su curiosidad por el tema, con naturalidad y así, cuando lleguen a adolescentes seguirán hablando con nosotros sobre ello y podremos aconsejarles sin dramatismo.

 

Otro dato alarmante: el 87% de los padres de niños acosadores o acosados desconoce que lo son.

Sí, es un estudio realizado en el ámbito de la Unión Europea sobre ciberacoso, que es un grave problema. En muchas ocasiones, los padres no tienen ni idea de lo que hacen sus hijos con el móvil. Los menores se sienten valientes detrás de una pantalla y hacen o dicen cosas que no harían cara a cara. Si los padres les damos el móvil sin más y no les supervisamos, no les enseñamos, los niños no distinguen que es lo que está bien y lo que no. Por otra parte, el carácter de un niño también puede influir a la hora de convertirse en ciberacosador o acosado, pero también guarda mucha relación con los valores que le inculquemos desde la familia. Hay que educar a los niños en la humildad: si el niño tiene prepotencia y la autoestima baja, va a intentar destacar haciendo daño a otros.

 

CLAVES PARA CONSEGUIR LA MEJOR VERSIÓN DE NUESTROS HIJOS

Normas claras acompañadas de cariño. A veces, los padres piensan que poner normas o límites significa no tener cariño a los hijos. Y al revés, también existe la creencia de que, si educamos con cariño, no es necesario poner normas. Sin embargo, si sólo damos cariño a los niños, éstos estarán muy contentos cuando son pequeños, pero cuando crecen siguen demandando cosas que, seguramente, ya no se les pueden conceder y como nunca han tenido límites, esos chicos se convierten en chicos agresivos, inseguros y con una autoestima baja. Y si sólo les pones normas, pero no les das cariño, a los niños no les educas, les adoctrinas y cuando llegan a la adolescencia, que es la época de rebeldía, aparecen los problemas. En ambos casos, van a surgir problemas de conducta, por este motivo hay que poner normas y límites, a la vez que damos cariño, no es incompatible. Por ejemplo: abrazos de oso a la hora de irse a la cama. Se cumple la norma (acostarse a una hora determinada) a la vez que se da cariño.

Buena comunicación La comunicación es imprescindible, no puedes educar sin comunicarte y para comunicarte bien, debes entender el lenguaje tanto de un niño, como de un adolescente. Hay que empatizar con ellos: no podemos pretender que un chico de quince años tenga las mismas pretensiones que nosotros. Él no piensa en el día de mañana, en tener una familia. No, él nos habla de su videojuego, de YouTube… Y nosotros, le tenemos que escuchar, eso es lo más importante, escuchar sus preocupaciones, sus intereses, que nada tienen que ver con los nuestros. Después, les tenemos que enseñar también a ellos a escuchar: son impulsivos y oyen para contestar. Hay que decirles cuando uno está hablando: calla, escucha y, después, me contestas. Es fundamental escucharles y que escuchen.

Valores El respeto, el esfuerzo, la perseverancia, el compromiso, ser agradecidos, la empatía… Hay un montón de valores que podemos enseñar a nuestros hijos. Los valores se educan, los niños no nacen con ellos. Es cierto que hay niños a los que les costará más adquirir un valor que otro, pero tenemos que tener en cuenta que los valores son conductas adaptativas y, como tales, se han de educar.

Padres perdidos en la educación de los hijos

La pandemia ha cambiado nuestras vidas. También las relaciones familiares, que se han visto resentidas ante una situación tan estresante y que genera tantas incertidumbres.

 

Por Diana Oliver

La pandemia por coronavirus ha cambiado por completo nuestro mundo laboral y educativo. El teletrabajo y la educación online se han convertido en protagonistas de un 2020 que parece dispuesto a no dejar de sorprendernos, y que ha abierto numerosos retos ante nosotros. Dentro de los hogares, muchas familias conviven intensivamente desde marzo, de forma intermitente –como consecuencia de los confinamiento y las cuarentenas–, algo para lo que no estábamos preparados. Y no es fácil. A los retos propios de la crianza y la educación de los hijos se añaden otros enormes originados por el contexto de la pandemia: la falta de medios tecnológicos, la incertidumbre laboral y económica, el trabajo con los niños en casa, el acompañamiento que requiere muchas veces la educación online… ¿Cómo afecta todo esto a las relaciones familiares?

Desde el equipo de atención a la salud mental infanto-juvenil de menteAmente reconocen que la crisis del coronavirus ha afectado de forma compleja a las familias, aunque por lo que han podido observar en su centro, la mayoría de las familias lo están haciendo lo mejor que pueden en cada momento. “Al igual que sucedió en la crisis económica del 2008, la pandemia ha supuesto un periodo de incertidumbre y alarma social en el que las familias han hecho una labor de contención que hay que reconocer. El coronavirus ha supuesto un estresor mundial para el que no estábamos preparados. La gestión de la crisis ha sido sin duda un desafío, no sólo por el impacto del virus (pérdidas humanas, crisis económica, etc.), sino también en el plano psicológico”, explican.

Para Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje, aunque es cierto que a sus sesiones han acudido algunas familias que sostienen que los confinamientos les permiten pasar más tiempo juntos “y disfrutar de ese tiempo”, lo cierto es que “para otras muchas familias esta situación ha aumentado los conflictos, el malestar y los desacuerdos,”. El hecho de no poder salir a la calle o cambiar el foco de atención, así como el hecho de que estar juntos fuese parte de una obligación y no de una decisión voluntaria, “aumentó el malestar y provocó que, a veces incluso, el problema se viese más grande de lo que realmente era”.

Apuntan desde menteAmente un dato importante: los primeros meses de la pandemia las familias pusieron todas sus estrategias de supervivencia, iniciando una respuesta de adaptación al estrés, y se centraron mantenimiento de las relaciones familiares. “El impacto de la pandemia se focalizaría en contextos de riesgo (conflictos familiares previos, problemas económicos, hacinamiento, violencia machista, etc.) y familias con personas con vulnerabilidades previas (discapacidad, enfermos crónicos, enfermos de avanzada edad y pluripatológicos, etc.), si bien este último caso, la experiencia nos dice que muchas familias también pudieron manejar con entereza esta situación”, sostienen.

Dado que la nueva normalidad instalada desde junio no se produjo en un contexto de “control absoluto de la pandemia”, realmente no ha habido tregua para las familias, lo que ha supuesto, según el equipo de menteAmente, que las familias hayan tenido que mantener esa respuesta de estrés que señalaban y que, además, hayan tenido que buscar los recursos para seguir adaptándose a una realidad cambiante. “Ahora las expectativas no son nada halagüeñas, no estábamos preparados para una pandemia y menos que se prolongara más allá de 2020 o 2021. La ausencia de medidas o normas eficaces impacta sobre la ilusión de control y los sesgos cognitivos de la gente. Esta ausencia de control, junto a la incertidumbre, hace que entremos en fase de agotamiento o fatiga del estrés, siendo frecuentes el enfado, la desilusión y el hartazgo”, cuentan. En esta situación las relaciones familiares se resienten: “Las medidas no terminan de controlar eficazmente la segunda ola de la pandemia, y cada vez se hace más apelación a la responsabilidad individual, dejando atrás un factor de protección cardinal como es el apoyo familiar”.

Sobre el asunto de esta nueva normalidad, la psicóloga Sonia Martínez Lomas insiste en que esta situación se ha producido un incremento considerable de las peticiones de ayuda de padres y madres para gestionar la relación con sus hijos desde ellos mismos: “Los más destacable es que la demanda ha cambiado: antes las familias venían para intentar ayudar a sus hijos. Ahora, llegan a nosotros porque se plantean si esa ayuda la necesitan ellos mismos porque se sienten nerviosos e irascibles y, obviamente, pierden los nervios enseguida”. Esto conlleva a que las familias se sientan desbordadas y perdidas ante la educación de sus hijos. “Algunas familias verbalizan que su expectativa de tener una familia feliz se ha derrumbado, por lo que plantean ahora pedir ayudar para mejorar esas relaciones y que tanto sus hijos como ellos guarden un gran recuerdo en el futuro”, lamenta Sonia Martínez.

 

La tecnología y la gestión de emociones: dos retos importantes

Para el equipo de atención a la salud mental infanto-juvenil de menteAmente, la puesta de límites y el mantenimiento de estos dentro del grupo familiar es uno de los retos en el proceso educativo. “Supone un tema complicado en una sociedad que ofrece cada vez más oportunidades con sus propios límites menos dibujados, en la que la tecnología y la facilidad de movilidad hacen que los padres tengan progresivamente menos alcance en las diferentes esferas que componen en el entorno de sus hijos. Mantener esos límites proporciona un esquema mental para los hijos que les tranquiliza y da herramientas para afrontar las situaciones del día a día”, explican.

Por otro lado, según los psicólogos, “este proceso y la educación en sí misma necesita de tiempo compartido, de entendimiento y reconocimiento de ambas partes para poder proporcionar seguridad y tranquilidad en los hijos, espacios de conversación en los que sientan que pueden expresar sus angustias e inquietudes”. Y no es un asunto sencillo: “El contexto laboral actual dificulta esta posibilidad, siendo cada vez más frecuentes los horarios flexibles que hacen muy difícil la conciliación. En ese sentido, la presencia del teletrabajo en estos últimos tiempos facilita por una parte el poder compartir tiempo aunque no siempre de calidad, poniendo a prueba los límites ya que trabajamos, vivimos y por lo tanto educamos en un mismo lugar”.

Para Sonia Martínez el aumento de los problemas en el ámbito doméstico debido al confinamiento entra en cierto modo dentro de lo esperable, ya que se pasó de un contexto en el que los padres trabajaban muchas horas fuera de casa, “y cuando veían a sus hijos se preocupan más de sus necesidades físicas y de jugar con ellos para aprovechar el tiempo de una forma positiva para todos”, a otro en el que nos vemos conviviendo 24 horas al día, con la incertidumbre y las deficiencias aparecidas (o incrementadas): “Es lógico que aparezcan otras preocupaciones, que aumenten las dificultades y que los problemas sean más visibles”.

Desde Crece Bien añaden que a las dificultades propias de la educación y la crianza se ha sumado la preocupación por el uso de las nuevas tecnologías por parte de niños y jóvenes, ya que “las familias no saben cómo gestionar el tiempo que sus hijos están expuestos y cómo ponerles límites”. Comparten esta idea desde menteAmente, para quienes la presencia de las nuevas tecnologías puede ser una amenaza en el proceso educativo. “Las redes sociales ponen a prueba muchas veces la confianza entre los miembros de una familia y despiertan la necesidad de protección frente a peligros potenciales al acceso de los hijos. El hecho de poder compartir espacios de dialogo podrá facilitar el entendimiento de estas nuevas herramientas y evitar dinámicas de ocultación y conductas disruptivas por parte de los niños y niñas”, señalan.

 

De qué recursos disponen las familias

Es cierto que actualmente tenemos más información que nunca sobre la educación de los hijos pero muchas veces cuesta llegar a ella, o cuesta llegar a la información más adecuada según qué casos. ¿De qué recursos disponen las familias que se sienten perdidas? Responden desde menteAmente que si bien vivimos en la época de la tecnología y el acceso a una gran cantidad de información, lo cual aporta grandes beneficios, en ocasiones puede generar caos: “Ante cualquier duda o necesidad de consejo recurrimos a las redes tratando de buscar respuesta. Pero se nos olvida poner el filtro de qué tipo de información leemos, o cuál es la fuente de la información. Es importante ser escéptico con lo primeo que nos llega, sin analizar quién lo está escribiendo, porque si no lo hacemos así, podemos alarmarnos ante cosas que entran dentro de la normalidad, o pasar por alto síntomas o aspectos que sí que tienen que recibir atención especializada”.

El equipo de expertos señala que los recursos principales de los que disponen las familias son el acceso a profesionales de salud mental y del ámbito escolar. “El acceso a profesionales de la salud, especializados en diferentes campos, dota de veracidad las dudas que puedan surgir en diferentes ámbitos. Es importante consultar con personal con experiencia; y ante información que provenga de diferentes sitios, analizar si la fuente es fiable, y si la persona que da esa información tiene la veracidad suficiente como para tomarla por algo válido”, explican; e insisten en que no podemos olvidar es que cada niño, cada persona, y cada unidad familiar es diferente, “por lo que es necesario centrarse en las necesidades, recursos y habilidades de forma individualizada”.

Para la directora de lo Centros Crece Bien, no obstante, esta situación extraordinaria que nos ha tocado vivir ha dejado al descubierto “claramente” la falta de recursos emocionales de muchos padres y madres para hacer frente a situaciones como la actual. “Ante factores externos que provocan estrés e internos que lo aumentan, si las familias poseen recursos emocionales para manejar la situación, aunque ésta les afecte, la superarán mucho mejor e incluso podrán salir de ella de manera airosa. Por eso es fundamental que, además de dar recursos económicos y físicos a las familias para hacer frente a crisis como la actual, también se dé importancia a los recursos psicológicos y emocionales”, argumenta.

 

Cuándo debemos acudir a un profesional

Según los psicólogos de menteAmente, la búsqueda de ayuda se debe producir antes de que los problemas se vuelvan inmanejables. “Hoy en día todavía sigue habiendo un freno en buscar ayuda, ya que ir a terapia sigue teniendo connotaciones o la expectativa de poder ser señalado”, sostienen. También señalan que puede haber un lapso entre la búsqueda de ayuda de la persona y la atención por un especialista debido a que los presupuestos y dotaciones en especialistas en Salud Mental ha sido reducidas o escasas tras la crisis económica. “Aunque se han hecho algunas contrataciones al respecto, se considera que la atención a las consecuencias psicológicas en los Sistemas de Salud Pública autonómicos es insuficiente”, añaden.

Los expertos consideran que es importante que las familias conozcan los signos de alerta derivados de la respuesta de estrés. Algunos de ellos son:

  • Irritabilidad, inquietud, desánimo.
  • Ansiedad por falta de control, estado de ánimo bajo por ausencia de actividades y relaciones placenteras.
  • Estrés postraumático.
  • Sentimientos de soledad, miedo e inseguridad a salir a la calle (siempre que las medidas lo permitan).
  • Conductas de riesgo como consumo de alcohol o tóxicos.
  • Desbordamiento emocional ante situaciones y demandas cotidianas.

Por último, a los padres y madres que se sienten “desbordados e inseguros” la psicóloga Sonia Martínez les traslada un mensaje positivo, ya que darse cuenta de que algo no va bien es el primer paso para cambiarlo: “Hay que ver la situación como una oportunidad, como el momento en el que podemos hacer un cambio. Si lo enfocamos así y no como un fracaso en nuestro desempeño como padres o madres, podremos cambiar las cosas y enseñar a nuestros hijos que, cuando las cosas no van bien, se pueden cambiar buscando alternativas diferentes”.

 

Carmen Cabestany: “Algunos alumnos pueden revertir el estrés maltratando al compañero”

Por Eva Carrasco

 

El Covid-19 se está convirtiendo en una nueva excusa para el aislamiento social, el señalamiento y en definitiva el acoso escolar tal y como denuncia en esta entrevista Carmen Cabestany, presidenta de la Asociación No al Acoso Escolar (NACE) y jurado de los reconocimientos “Dilo Todo contra el Bullying”.

 

¿La pandemia se ha convertido en una nueva excusa para el señalamiento y el aislamiento social?

La pandemia podría convertirse en una excusa para acosar a un compañero, so pretexto de que él o alguien de su familia tiene el virus. De hecho, esto ya ha sucedido muchas veces en el pasado: Bastaba con que alguien se inventase que un compañero contagiaba algo para que los demás no quisieran estar con él. Se producía así un acoso social o por exclusión, y un acoso verbal indirecto puesto que se difundía un rumor falso para dañar a la víctima.

 

¿Qué situaciones están dando la voz de alarma en el comienzo de este curso tan atípico?

Vemos tristeza y estrés en los niños. Se sienten extraños en esta situación. Algunos tienen miedo porque están todo el día oyendo hablar de enfermedades, hospitales, muertos… Algunos recelan si un compañero no puede llevar mascarilla porque es asmático o por cualquier otro motivo justificado, lo cual puede fácilmente llevar a situaciones de acoso por ser ese niño «diferente» al resto.

 

¿Está el virus estigmatizando a los niños y a sus familias?

Nosotros no queremos ni debemos alarmar, sino alertar. En este momento no tenemos aún suficientes datos para afirmarlo categóricamente pero no es descartable. De hecho, así ha sucedido históricamente. Los apestados, los leprosos, los tuberculosos eran relegados a guetos y la gente no se acercaba a ellos por miedo al contagio.

 

¿Ha cambiado el acoso escolar tras el confinamiento sin convivir en las aulas?

Tenemos noticia de algunos casos que vienen de atrás y que se han reactivado en el inicio de curso. Es posible que lo atípico de la situación (mascarilla, distancia física, nuevas medidas…) acabe causando estrés a los alumnos y lleve a algunos a revertirlo maltratando al compañero.

 

¿En qué medida han aumentado estos problemas en los niños a los que les cuesta más socializar tras tantos meses sin colegio?

Aún es pronto para saberlo porque estamos a principios de curso, pero es cierto que un niño que tenga dificultades para relacionarse o pocas habilidades sociales se convierte en alguien más vulnerable en una situación como ésta. No obstante, hemos de poner siempre el foco en quien agrede y no en quien es agredido porque el acoso nunca está justificado, sean cuales sean las características de la víctima.

 

¿La mascarilla hace que los acosadores se sientan más impunes?

Por supuesto. Van embozados y eso hace que sea más difícil identificarlos si cometen algún tipo de maltrato.

 

¿Usted habla de cuatro condiciones para que se de acoso escolar ¿Cuáles son estas condiciones?

En primer lugar, que el maltrato se produzca entre iguales, es decir, entre compañeros. Que este maltrato sea reiterado en el tiempo, por eso insisto en que es pronto para saberlo. No podemos hablar de acoso escolar si no hay reiteración, pero nadie ha establecido cuántas veces ha de ser maltratada la víctima para que se pueda hablar de bullying.

Asimismo, tiene que existir intención de hacer daño y de humillar, por parte del acosador; e indefensión por parte de la víctima. Y por supuesto, desequilibrio de fuerzas y abuso de poder.

Para solucionar el tema del acoso escolar es importante que iniciativas como «Dilo todo contra el bullying» se multipliquen y que toda la sociedad se conciencie de que este tema es cosa de todos.

 

Consejos de NACE contra el Bullying por Covid

 

  • Mantén, en la medida de lo posible, un ambiente de normalidad en casa.
  • Aleja a tus hijos de noticias catastrofistas para evitar que entren en pánico.
  • Explícales que el índice de contagio entre niños y adolescentes es muy bajo.
  • No muestres miedo ni discrimines, en su presencia, a nadie que haya enfermado.
  • Refuerza que no se burlen ni ridiculicen a nadie por tener síntomas aparentes.
  • Insísteles en que no señalen ni marginen a un compañero si él o alguien de su familia ha sufrido la enfermedad
  • Enseña a tus hijos a empatizar con el dolor del prójimo como les gustaría -y te gustaría- que hicieran los demás con ellos mismos.

 

 

 

Campaña de juguetes de Cruz Roja Juventud: sus derechos en juego

Todos los niños tienen derecho a un desarrollo correcto durante su infancia y esto incluye el juego. Con esta premisa, desarrollada por la UNESCO, Cruz Roja trabaja el proyecto El Juguete Educativo en el que se enmarca la campaña “Sus derechos en juego”.

 

Por Eva Carrasco

 

Tras un año muy difícil, se acerca una época muy especial para los niños y Cruz Roja Juventud se ha marcado como objetivo distribuir juguetes a 50.000 menores de familias vulnerables. “Entendemos el juego como una vía de difusión de cualquier propuesta educativa y pedagógica. Invertimos todos nuestros esfuerzos para que, en la época más significativa del año, ningún niño se quede sin recibir un juguete”, subraya Paula Rivarés, directora de Cruz Roja Juventud. El proyecto El Juguete Educativo se divide en dos partes. Por un lado, la entrega de juguetes a los niños, y, por otro, la realización de talleres de sensibilización para los padres a los que se ofrece información sobre cuáles son los juguetes más adecuados para las edades de sus hijos. “En los talleres se trabaja con los padres el hecho de que no hay juguetes para niños o para niñas, sino que todos los juguetes son válidos para todos en función de sus gustos e intereses. Nos han venido padres que tenían reparo en darle un balón a su hija a pesar de que era lo que ella quería”, argumenta Diego Taboada, referente técnico estatal del proyecto Juguete Educativo.

La campaña esta llevada a cabo por Cruz Roja Juventud, con el apoyo de todos los departamentos de Cruz Roja y los servicios sociales, para llegar a las familias que lo necesitan, y cuenta con el trabajo de voluntarios en diferentes fases del proceso.

Para entregar un juguete es necesario llamar a Cruz Roja. Entrando en la web se puede localizar el punto más cercano de toda España y un teléfono de contacto. Pero también hacen falta muchas manos y se puede colaborar recogiendo y clasificando juguetes según las edades, o en los días de reparto a las familias.

Hay empresas que colaboran con la campaña, desde grandes empresas que donan juguetes hasta pequeños negocios como una panadería en la que sus clientes van llevando los juguetes y Cruz Roja se los recoge al final de la campaña.

 

Mantener la ilusión

“Desde Cruz Roja intentamos ser neutrales porque hay muchos niños a los que entregamos juguetes, que en su casa no se celebra la Navidad por la religión de su familia -explica Taboada-, por lo que las entregas se realizan a los padres la semana anterior a Noche Buena o al Día de Reyes.” De hecho, no está permitido que los niños entren en los locales donde están almacenados y es cierto que el 80% de los padres se los guardan para entregárselos en Navidad. “Tratamos de mantener la magia dejando que sean los propios padres los que decidan cómo entregárselos a sus hijos”, apunta.

La campaña forma parte del proyecto El Juguete Educativo que, durante todo el año, trabaja por asegurar el derecho al juego de los niños hasta los 18 años y de sensibilizar sobre su incidencia en el desarrollo evolutivo. Según pone de manifiesto la directora de Cruz Roja Juventud, “el principal fin es promover el uso del juego como herramienta educativa y de transmisión de valores en el contexto escolar y familiar”.

 

¿Qué tipo de juguetes?

 

  • Nuevos: Por equidad y no discriminación, para que todos los niños tengan un juguete nuevo. De acuerdo con el principio de imparcialidad, a Cruz Roja le resulta imposible tener que discriminar a algunas personas dándoles juguetes de segunda mano, no creen que haya infancia de primera e infancia de segunda categoría. Además, no pueden garantizar que un juguete sea 100% seguro una vez se ha sacado de su envoltorio original.

 

  • No bélicos y no sexistas y preferiblemente educativos: Para favorecer actitudes de respeto y cooperación. Los juguetes son elementos transmisores de valores sociales. A través del juego los niños adquieren conocimientos y comportamientos. Al fomentar que la infancia utilice juguetes educativos se favorecen valores como la tolerancia, diversidad, respeto, igualdad…

 

  • Medioambientalmente sostenibles: Fabricados a partir de materiales con menor impacto medioambiental.

 

Como colaborar

www.susderechosenjuego.com

T 900104971

SMS con la palabra JUGUETE al 38088 (3€)

 

Salud visual: aprender con buenos ojos

Es conveniente acudir al especialista todos los años durante los primeros meses del curso escolar

 

La visión es clave para el aprendizaje, ya que el 80% de la información recibida se obtiene a través de ella. Descubre los síntomas para detectar la existencia de problemas visuales a tiempo y los consejos proporcionados por expertos para prevenirlos y tratarlos.

 

Eva R. Soler

 

Uno de cada cuatro escolares presenta alteraciones visuales, según un reciente estudio del Consejo General de Ópticos-Optometristas (CGCOO), Sin embargo, la mayoría de los padres no son conscientes de los problemas de visión de sus hijos y la salud ocular suele ser, con frecuencia, olvidada. Los expertos coinciden en señalar que la mejor manera de detectar los problemas visuales infantiles a tiempo son las visitas periódicas al oftalmólogo: una valoración previa al inicio del curso académico permite verificar si existe algún problema visual que pueda influir sobre el rendimiento del niño y, por tanto, también sobre su seguridad a la hora de afrontar el proceso de aprendizaje.

 

El informe del Consejo calcula que entre el 5 y el 10% de los preescolares y el 25% de los escolares presenta alteraciones visuales como miopía, hipermetropía o estatismo, entre otras. Además, al menos del 10% de los niños padece ambliopía, el conocido como “ojo vago”, pero más de la mitad de los padres lo desconoce y no busca tratamiento. “El número de miopes está aumentando en la población pediátrica española y uno de los factores de riesgo es el número de horas que pasan con dispositivos digitales”, advierte un portavoz del CGCOO.

 

Síntomas de alerta

Según los expertos, existen varios signos o síntomas que pueden servir de voz de alarma para que los padres detecten la existencia de un problema visual a tiempo:

-El menor evita tareas relacionadas con la visión de cerca (como leer o hacer los deberes) o con la visión de lejos (como deporte y otras actividades de ocio).

-Experimenta dificultades con la lectura: omite o confunde letras o palabras, usa el dedo para guiarse, adopta una postura forzada o se acerca al libro más de lo normal

-Frunce el ceño, guiña los ojos, inclina la cabeza o gira el cuello para mirar de lejos o de cerca. Entrecierra los ojos o los guiña cuando tiene que levantar la vista hacia la pizarra.

-Presenta irritación o escozor de ojos cuando escriben o leen.

-Se queja habitualmente de dolores de cabeza o visión borrosa, sobre todo, al final de la jornada escolar o a la hora de hacer deberes.

-Tropieza con facilidad, consecuencia de la deficiencia en la sensación de profundidad

-Baja comprensión de la lectura para su edad

-Tiene demasiada sensibilidad a la luz y le cuesta adaptar la visión en los ambientes oscuros.

-Se sienta demasiado cerca de la televisión

-Parpadea con mucha frecuencia y le lloran los ojos

-No enfoca la vista de manera precisa hacia lo que se le señala.

 

CONSEJOS PARA PREVENIR PROBLEMAS VISUALES POR LA UTILIZACIÓN DE ORDENADORES

Para paliar los efectos perniciosos que provoca el uso de dispositivos móviles, el CGCOO recomienda:

-Limitar el tiempo de uso: intentar limitar el número de horas que pasen con pantallas (fuera de las obligatorias por el colegio)

-Descansos frecuentes: Seguir la regla del 20/20/20: mirar a 20 pies de distancia (equivalente a 6 metros) cada 20 minutos durante 20 segundos.

-Es conveniente que siempre que se pueda se use luz natural.

-Mantener el monitor del ordenador a unos 60 cm. de distancia y, ligeramente, por debajo del nivel de los ojos. Esto es muy importante en los niños, ya que, por su estatura, suelen encontrar la pantalla demasiado alta.

-Ajustar los colores del monitor para que sean siempre claros y mates. Asimismo, es importante configurar los caracteres y el tamaño de la fuente (que no sea muy pequeña para facilitar la legibilidad)

-Mantener una imagen estable y sin destellos. Es recomendable que la pantalla se pueda orientar a conveniencia para optimizar los ángulos de visión y que se pueda regular en cuanto a brillo y contraste.

-Es conveniente que la pantalla esté siempre limpia y estudiar o leer con texto negro sobre fondo blanco.

-Colocar el monitor perpendicular a la ventana para evitar deslumbramientos y reflejos.

 

CÓMO ACERTAR CON LAS GAFAS

En el caso de que, tras la revisión, se haga patente que el menor necesita gafas, el portavoz del Consejo General de Ópticos Optometristas aconseja a los padres que sigan las recomendaciones de los Ópticos Optometristas que les asesoran porque dependiendo de la fisonomía de la cara, de la refracción y de la edad, necesitarán un tipo de lente u otra: “Siempre se buscan gafas ligeras, resistentes y seguras. Por eso, se suelen recomendar cristales orgánicos, reducidos (si la refracción es alta) y con antirreflejante. En cuanto a la montura, es importante que en los pequeños la gafa no resbale hacia el borde de la nariz porque es fundamental que siempre miren a través de cristal para que siempre vayan corregidos. Como en los primeros años el tabique nasal suele ser pequeño, hay que encontrar una gafa que se ajuste bien a su nariz y al resto de la cara”. Para niños menores de tres años, la montura debe ser de goma, apuntan desde Sanitas.

 

Dr. Emilio Dorronzoro, jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

¿Han percibido un aumento significativo de los problemas visuales de los escolares tras el confinamiento por el mayor uso de dispositivos móviles y tecnológicos durante esta etapa?

Tras el confinamiento, hemos recibido muchas consultas por molestias oculares tipo picor, irritación y sensación de cuerpo extraño, relacionadas con un uso intensivo de las pantallas por parte de los niños. Estos dispositivos se han utilizado tanto con fines académicos, como de ocio, y la exposición a éstos ha sido anormalmente prolongada durante meses.

Además, debido al trabajo continuado de cerca y la falta de tiempo de estancia al aire libre, hemos percibido un aumento de la miopía en los pacientes que previamente la padecían o su presentación en niños que antes veían bien de lejos. Este fenómeno lo estamos estudiando porque tiene un componente acomodaticio que hay que descartar antes de la prescripción de gafas para visión lejana.

 

Si aparecen señales de alarma que indican la necesidad de acudir a un profesional, ¿qué criterios deben seguir los padres para “acertar” con el más adecuado?

Visión borrosa, cansancio ocular, cefaleas o, incluso, tortícolis. Cualquiera de estos síntomas son un buen motivo para acudir ala consulta de oftalmología. Los niños con hipermetropía pueden quejarse de cefaleas relacionadas con el esfuerzo visual, más prevalentes al final del día. Con la miopía, aparece la visión borrosa de lejos y arrugan los párpados para intentar ver mejor. Afortunadamente, disponemos de profesionales muy bien entrenados tanto en las consultas como en las ópticas. Es importante saber que para descartar un defecto refracto en un niño, hay que dilatar la pupila y eso sólo puede realizarse en la consulta de oftalmología.

 

¿Cuáles son las mejores medidas de prevención y mantenimiento de una buna salud visual?

Es fundamental el descanso de la acomodación (del trabajo de cerca) y limitar el uso de pantallas de visualización de datos. Ningún niño debería pasar más de una hora seguida con un dispositivo ni más de 2 horas al día con una pantalla. Además, debemos intentar que puedan pasar más tiempo al aire libre, medida que reduce la progresión de la miopía y que, además, puede ser muy saludable si practica deporte durante este momento. Ante la aparición de cualquier síntoma sospechoso como visión borrosa, cefaleas, enrojecimiento… debe acudir a la consulta del especialista.

'¡Ñam! Sobre lo que comemos', el primer libro informativo sobre alimentación saludable

La editorial valenciana de libros infantiles y juveniles Andana acaba de lanzar al mercado ¡Ñam! Sobre lo que comemos, el primer libro informativo en formato álbum ilustrado publicado en España dedicado a la importancia de fomentar unos hábitos de alimentación saludable desde la infancia. Un tema que, desde la editorial, Ricard Peris, editor de Andana, considera “fundamental” en un contexto como el español, donde según los últimos datos del ‘Estudio Nutricional de la Población Española’ (ENPE), publicado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), cuatro de cada diez niños tiene sobrepeso u obesidad.

¡Ñam! Sobre lo que comemos ha sido escrito por la periodista especializada en salud e infancia Diana Oliver, colaboradora habitual en medios como El País o Webconsultas, e ilustrado por Carmen Saldaña. Cuenta además con un prologuista de excepción, el reconocido dietista-nutricionista Julio Basulto. “Hace muchísima falta que se hable con rigor de lo que comemos y de lo que no conviene que comamos. Y no solo porque nuestra dieta se está kitkatizando, macdonalizando y cocacolizando a marchas forzadas, sino, sobre todo, porque nuestra calidad y esperanza de vida empeorarán en breve en gran medida a causa de lo mal que comemos”, escribe Basulto en el prólogo.

Al respecto, según el último informe del European Heart Network, la primera causa de muerte en Europa son las enfermedades cardiovasculares y la principal causa de tales enfermedades son factores dietéticos modificables en los que, según Diana Oliver, “podemos comenzar a intervenir desde la infancia”. La autora afirma en ese sentido que ha escrito el libro informativo como periodista, por todo el conocimiento que ha ido adquiriendo en la materia a lo largo de los años, pero también como madre preocupada por la alimentación de sus hijos que quiere “acercar aspectos básicos de una buena alimentación de forma amena y sencilla a niños, jóvenes y familias para que tomen conciencia sobre lo que comen”.

En ¡Ñam! Sobre lo que comemos se abordan temas como la importancia vital y cultural de la comida, los grupos de alimentos básicos para una nutrición saludable o los riesgos de consumir en exceso sales, azúcares y carnes procesadas. Además, de forma muy visual, se dan consejos para desenmascarar a los productos ultraprocesados y se ofrecen recetas fáciles y saludables para desayunos y meriendas, las dos comidas en las que normalmente se cuelan más alimentos no saludables.

“Queremos que este libro sea una vacuna contra la pandemia de la obesidad infantil, ya que leyéndolo en familia o en la escuela conseguiremos aplicar las claves de una alimentación sana, descubrir lo que se esconde detrás de la publicidad engañosa de determinados alimentos, aprender recetas sencillas, etc. Es un plan divertido y dará argumentos a las familias para cambiar nuestra alimentación”, argumenta Ricard Peris. En el mismo sentido se pronuncia Diana Oliver, que asegura que ¡Ñam! tiene el reto de “conseguir que cada vez más familias lleven una dieta saludable como parte de una vida sana y feliz. Una dieta en la que los propios niños y niñas participen siendo capaces de elegir qué alimentos comen desde un pensamiento crítico, sin dejarse seducir por la publicidad engañosa”.

 

La importancia del álbum ilustrado informativo

Como explica en el prólogo Julio Basulto, las altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil nos demuestran que nos encontramos ante una crisis “que debe atacarse por múltiples frentes”. Uno de esos frentes, para el dietista-nutricionista, “es, sin duda, disponer de herramientas como ¡Ñam! que nos permitan mejorar nuestra alimentación”.

Por su parte, Ricard Peris pone en valor el potencial del álbum ilustrado informativo como una herramienta educativa “única y que no entiende de edades”. Andana Editorial ya tiene en el mercado, además de ¡Ñam! otros cinco álbumes informativos (Peces por todas partes, Bichos por todas partes, Paremos la invasión, Grandes Aventureros y ¡Abracadabra, que tu cuerpo se abra!) y en las próximas semanas añadirá a ellos el lanzamiento de Microbios, centrado en esos organismos vivos imprescindibles para la vida pero que también son causantes de enfermedades, como hemos podido comprobar en la actual pandemia provocada por la Covid-19.

“Existe la creencia de que con 7 u 8 años los niños ya deben pasar a leer libros de lectura, y que los álbumes ilustrados son para más pequeños. Sin embargo, los álbumes informativos son fundamentales para enseñar a los niños muchos aspectos sobre un tema de una forma amena y ordenada. Algo que adquiere especial importancia ahora que vivimos en un mundo con abundancia de información, pero en el que echamos de menos categorías, esquemas, orden. Por ese motivo, entre otros, los álbumes informativos pueden ser muy útiles. Para los niños y niñas, por supuesto, pero también para los jóvenes y para los padres y madres”, concluye Peris.

Educación climática para salvar el futuro

Climática, el medio especializado en informar sobre el cambio climático, termina esta semana su campaña para recaudar fondos. En ella, se ofrecen recompensas especiales para el profesorado y las familias que quieran ofrecer educación ambiental a las nuevas generaciones.

Por Ana Veiga

“La educación es un elemento esencial de la respuesta global al cambio climático. Ayuda a los jóvenes a comprender y abordar el impacto del calentamiento global, fomenta cambios en sus actitudes y comportamientos y les ayuda a adaptarse a las tendencias relacionadas con el cambio climático”. Así de contundente se muestra la UNESCO que, de hecho, ha creado el programa Educación sobre el cambio climático para el desarrollo sostenible con un objetivo: hacer de la educación sobre el cambio climático una parte más central y visible de la respuesta internacional al problema ambiental.

Con esta idea surge Climática, el primer medio especializado en la difusión de noticias sobre las causas y consecuencias del calentamiento global. Nacido en 2019 bajo el paraguas de lamarea.com, cumple ahora un año y lanza un crowdfunding para afianzar su continuidad a base de suscripciones particulares. “No queremos depender de la publicidad de empresas que pueden determinar o coartar de alguna forma nuestra forma de informar”, explica el coordinador del medio, Eduardo Robaina. De hecho, han lanzado una campaña para mostrar qué tipo de noticias hacen con el apoyo de los suscriptores/as y qué tipo de noticias harían si confiaran en la inversión publicitaria de grandes empresas como Repsol. “Al no depender de nadie más que de las personas que nos apoyan tenemos la libertad de señalar e informar sobre cualquier empresa o práctica que atente contra el clima y el medio ambiente”.

En el proyecto, se da especial importancia al área de formación. Por ello, se ha creado La Uni Climática con el objetivo de formar a personas – muchas de ellas docentes- que quieren ofrecer educación ambiental a las nuevas generaciones. “Incluso hemos ofrecido gratuitamente al profesorado de la púbica todos los contenidos de curso. Como medio de comunicación tenemos una clara vocación de servicio público, y la educación pública de calidad es una prioridad en la lucha frente a la crisis climática”. Es por esto que una de las recompensas del crowdfunding en Goteo está totalmente centrada en ellos. Es el Especial Profes en el que, por una donación de 70 euros, consiguen el acceso a La Uni Climática 2020 y a la de 2021 y, si son docentes en Primaria, se añade el envío de 10 historias ilustradas por la dibujante Atxe, en las que se explican los principales conceptos sobre la crisis climática adaptados para menores de 12 años.

Pero la educación de las nuevas generaciones no parte solo del entorno escolar. “En casa se modela lo que aprenden fuera y se les pueden prender la mecha de querer saber, de querer cambiar cosas… así que también ofrecemos una recompensa especial para familias”, explica. Con el nombre de ‘Terrícolas del futuro’ y un importe de 90 euros, incluye un pack de una suscripción anual a Climática, el acceso a La Uni Climática 2020 para poder formarse y formar a los peques, además de las historias ilustradas y un taller de consumo crítico con Carro de combate. “Esta recompensa es para madres, padres, abuelas, abuelos… y cualquier otra persona con menores a cargo. A toda esa gente les digo: Si os preocupa el mundo el que vivirán las niñas y niños de hoy, podéis hacer algo; podéis informaros para empezar a cambiar las cosas y exigir responsabilidades”, anima.

Más información y donaciones a la campaña: https://goteo.cc/climatica

 

«La hormiga Miajita», un cuento adaptado para niños y niñas con autismo

La escritora Gema López Sánchez, junto con el maestro y pedagogo Óscar Jiménez Cabañero, han publicado en colaboración el cuento «La hormiga Miajita», adaptado para niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Con esta obra, los dos autores pretenden hacer llegar valores como el amor propio, el respeto y la superación personal a todos los niños, tengan o no discapacidad.

Miajita es la hormiga más pequeña del mundo y por eso las demás hormigas se burlan de ella. Pero un buen día decidirá salir del hormiguero en busca de nuevas aventuras y un lugar donde poder encajar. Ese sitio… ¿podría ser el interior de un jamón? Con este prometedor argumento se presenta «La hormiga Miajita», séptimo libro publicado por la autora de veinticuatro años Gema López Sánchez y primera obra del autor Óscar Jiménez Cabañero.

Este cuento, publicado por la editorial infantil Mr Momo, es un tomo ilustrado que cuenta con una traducción a pictogramas y una serie de ejercicios pedagógicos (que incluyen matemáticas y comprensión lectora) recomendados para ser realizados por niños en edad escolar con el apoyo de sus familias.
Pero, ¿qué son los pictogramas y por qué son tan útiles para los niños con TEA? El lenguaje pictogramático es un sistema de comunicación y organización en el que se representan palabras mediante el uso de dibujos. Se trata de una herramienta importante, ya que por norma general los niños y niñas con TEA tienen un tipo de aprendizaje más visual y utilizan este sistema alfabético como apoyo para su educación.

Visibilización de la discapacidad y crítica contra el bullying

«La intención que teníamos Óscar y yo con este proyecto iba mucho más allá de hacer una historia accesible para todos los niños. Queríamos aportar valores y centramos en una problemática que, desgraciadamente, sufren muchos niños en todo el mundo: el acoso escolar», explica Gema López Sánchez.

«Como maestro y padre, pienso que la educación y la literatura son herramientas fundamentales para impedir que más niños sufran e, incluso, ejerzan este tipo de violencia. El mensaje que hemos querido transmitir se basa en el respeto a los demás y en el amor a uno mismo. Los niños con una autoestima sana y reforzada son niños que, por un lado, no necesitan burlarse de los demás y, por otro, no se ven tan afectados por las burlas que puedan recibir de otros», comenta Óscar Jiménez.

La visibilización de la discapacidad y la acción activa en contra de cualquier tipo de violencia son temas recurrentes en la obra de Gema López Sánchez, cuya crítica social ha logrado captar a una auténtica legión de fans a través de los blogs y las redes sociales. En esta ocasión, quiere dedicarle esta nueva historia a su abuelo Julio, por ser el primero que le habló de cierta hormiga empoderada y aventurera y que hizo brotar en ella el amor hacia los libros. Por otra parte, este ha sido el primer proyecto literario de Óscar Jiménez, que ha desarrollado los ejercicios y actividades y ha contribuido al diseño de los pictogramas.