Padres de adolescentes

Somos sabedores de que la adolescencia
busca ser ella misma, desea
romper el cordón umbilical con los
padres, ser libre, autónoma. Y así ha
de ser. Existen ritos iniciáticos de independencia
para mostrarse a sí mismos
ante sí y ante el grupo.

Autor: JAVIER URRA PSICÓLOGO CON LA ESPECIALIDAD DE CLÍNICA, PEDAGOGO TERAPEUTA

Adolescencia, época de zozobra, de cambios, de riesgos reales, donde el hijo se va a independizar más, va a contactar con otros jóvenes de todo tipo. Es el momento de la vida en que no se entiende cómo nos ven los mayores. Se solicita puntualmente la presencia del adulto y en ocasiones se rehuye de él, en otras se enfrenta al mismo.
Somos sabedores de que la adolescencia busca ser ella misma, desea romper el cordón umbilical con los padres, ser libre, autónoma. Y así ha de ser. Existen ritos iniciáticos de independencia para mostrarse ante sí mismos y al grupo de referencia que ya son; algunos lo hacen con la ingesta de alcohol, de anfetaminas, con fugas o rotura de objetos o transgresión de normas. Los tutores hemos de propiciar los pasos iniciáticos adecuándolos a su edad y características (ir a un campamento, viajar por Europa en grupo…), canalizaremos sus impulsos y necesidades, no los cercenaremos. Pero para ello hay que haber ganado su confianza, haber estado a su lado desde pequeños, haberles acariciado con nuestra escucha, ser valorados.
Los niños pasan a ser jóvenes y un día se emancipan, pero hay algunos padres que no saben aprender a distanciarse. Se puede conocer a los hijos, se puede caminar y disfrutar juntos sin confundir el ser amigos con ser colega, pues los padres han de marcar límites; los niños los precisan.
Algunos posicionamientos erróneos con los adolescentes son el intentar seducirlos, buscar siempre su complicidad, es lo que menos precisan y en el fondo desean, esta tonta actitud les impele a huir, a liberarse de tan equívoca relación.
Otros padres desean identificarse y aún parecerse al adolescente (en ocasiones hasta en su forma de vestir, relacionarse y hablar), obviamente se dificulta su proceso de autonomía.
Los adolescentes tienen un profundo sentido del ridículo y a veces los adultos les dan razones para agrandarlo (¡quien no ha visto a un padre o madre joven recién separado de su pareja que se comporta en sus relaciones con el otro género como lo hacen sus hijos, cuando no compiten con los mismos!). Hay que erradicar el discurso problemático y de lamentaciones existente en relación con los adolescentes. Compadecerlos por sus dificultades es otra forma de equivocarse, como lo es pertrecharse en añoranzas o comparaciones «históricas».
Hemos de mirar sin miedo al horizonte y autoeducarnos. Dice una canción vasca, Txori, Txuria «si yo le cortara las alas, sería mío, no se escaparía, pero… de esa forma ya no sería nunca más un pájaro, y yo quería al pájaro».

Criminología

Autor: padresycolegios.com

Soy un estudiante de Secundaria, y aunque todavía me quedan dos años para entrar en la Universidad creo que ya es hora de decidir sobre los estudios a los que voy a dedicarme. Hay varias carreras que son interesantes, pero la que más me atrae es Criminología. Sin embargo, me han dicho que se trata de una carrera de segundo ciclo. ¿Es así? En caso afirmativo, ¿qué carrera o carreras –Derecho, supongo– debo estudiar para poder luego entrar en Criminología?
MARCOS. BURGOS

Marcos, en primer lugar queremos felicitarte por tu pronta pero adecuada preocupación por los estudios que deseas elegir. Seguro que eres un buen estudiante y serás un buen profesional.
Contestando a tu pregunta, efectivamente Criminología es una carrera sólo de segundo ciclo y las carreras afines son Derecho, Psicología, Sociología y Trabajo Social. Cualquiera de ellas pueden facilitarte la información necesaria que te permita cursar Criminología. Elige tú la que te sea más atractiva. Después, durante el desarrollo de esta primera carrera, deberás irte informando de los aspectos concretos que te interesen para ser un criminólogo eficaz.

ABUELOS ¿Dónde marcar los límites?

Los abuelos son una gran ayuda para las parejas con hijos, sobre todo si ambos cónyuges
trabajan. Pero hoy en día las personas mayores se mantienen activas y también
necesitan su tiempo de ocio. Veamos qué rol corresponde al buen abuelo.

Autor: MARTA SERRANO

Cada vez es más habitual la figura de los abuelos canguro, que traen y llevan a los niños del colegio, les dan de comer y merendar o les acompañan al parque. Según Pedro Rodríguez, vicepresidente de Abuespa (Asociación Abuelas y Abuelos de España), «sólo hay que ver quien recoge a los niños a la puerta del colegio para darse cuenta de que ya suele haber más abuelos que padres». En pocos años los mayores se han incorporado a funciones educativas que van más allá de pasar un buen rato con sus nietos. Con este panorama, conseguir una buena relación entre generaciones (abuelos, padres y nietos) es fundamental para que no surjan fricciones. Cada uno debe ser consciente del papel que debe desempeñar.
Todos los niños tienen derecho a estar con sus abuelos, si bien esto no les permite entrometerse en ciertos aspectos de la Educación, que es función primordial de los padres. Entonces, ¿dónde poner los límites? Lo mejor es aunar criterios teniendo en cuenta que los abuelos deben disfrutar mucho de sus nietos y los padres tienen que ser flexibles y favorecer esta relación.
El contacto habitual con los abuelos es siempre enriquecedor para los niños, pues ellos representan la memoria histórica y los orígenes de la familia, además de ejemplificar valores, costumbres y formas de vivir. En definitiva, simbolizan la continuidad generacional y proporcionan muchas ventajas para todos, también para los propios mayores de la familia, que se sienten más útiles y valorados.
La Asociación Abuespa, que nació en 2005 para reivindicar más atención hacia la figura de los abuelos en la unidad familiar, promueve todo tipo de actividades culturales y de formación para que los mayores modernicen los conocimientos que tienen y sean aún más capaces para ayudar a sus hijos en el cuidado y en la formación de sus nietos. Para Pedro Rodríguez, «en esta asociación cabe todo aquel que siendo abuelo, además de aportar su experiencia, tiene ilusión por ayudar». Basta con llamar al teléfono 91 401 97 95 y empezar a colaborar.

Qué aporta el abuelo al niño y el niño al abuelo Un ejemplo de buena práctica

ATENTOS A CADA HIJO

– Saber quién aporta más a quién depende de cada caso, pero Mª Victoria Merino afirma: «Sé por mi experiencia que la educación de los hijos no acaba nunca. Dura (debe durar) hasta el final de la vida o hasta que haya capacidad». Sin duda, Merino es una mujer ejemplar porque se define como una madre de familia numerosa poco corriente. «Tengo siete hijos de 34 a 11 años; entre mi hijo mayor y mi hijo pequeño hay más de 23 años, que son más de los que yo le llevo a mi hijo mayor», afirma. Es abuela de once nietos, lo que supone que «en la familia hay un surtido amplio de situaciones y, por tanto, nunca podré considerar que nuestra tarea como educadores haya terminado», explica.
Mª Victoria, no obstante, sí habla desde la experiencia y nos comenta algunas consideraciones que cree importantes:

– En primer lugar, hay que mantenerse atento a cada hijo y a cada nieto. «En estado de alerta», diría, o «con el corazón vigilante», porque se advierten muchas cosas a tiempo. También es adecuado participar en algún curso de educación y orientación familiar. «Nos preparamos para casi todo exhaustivamente y no se nos ocurre hacerlo para la labor más importante que tenemos en las manos», señala. No hay que tener miedo de pedir ayuda cuando veamos que la cosa no marcha bien y estemos desorientados.

UN BIEN PARA TODOS

– Los abuelos aportan a los nietos una relación entre distintas generaciones, mientras los nietos les alegran y rejuvenecen. En cuanto a los padres, los abuelos les aportan el relax de saber que dejan a sus hijos en buenas manos cuando lo necesitan. Ahora bien, los padres siempre han de respetar los límites que los abuelos necesitan para cuidarse y tener su propio espacio.

– Los abuelos, por su parte, deben tener claro hasta qué punto pueden ayudar. No se deben comprometer haciendo excesos. Deben saber que la educación les corresponde a los padres y que ellos sólo hacen una labor subsidiaria. La última decisión siempre la deben tener los padres.

EL SINDROME DE LA ABUELA ESCLAVA Y OTROS PELIGROS

Hay que valorar siempre la labor que hacen los abuelos, pues tener un buen abuelo cerca favorece la salud psíquica de los niños tanto como la de los más mayores al sentirse útiles para sus hijos.
– Hay que conversar con ellos para delimitar las funciones de cada uno antes de que se produzca un conflicto.
– No obstante, si los abuelos acceden al cuidado de los nietos, no se puede caer en chantajes ocultos y pensar: «Yo sé que mi madre espera esto; que mi padre desea lo otro; no podemos dejarle al niño y luego; nos han pagado la habitación del niño y…». Hay que tener en cuenta sus opiniones y más tarde decidir el padre y madre a solas lo que se va a hacer. Hay que ser libres y generosos ante ellos.
– Hay que dejar que los abuelos mimen a los niños y les permitan más caprichos que nosotros. Ésa es una de las funciones de los abuelos y los niños lo saben distinguir.
– Cuidado con el Síndrome de la Abuela Esclava. Los padres somos nosotros y ellos a veces no se sienten con fuerzas suficientes para realizar tareas con los nietos que requieren más juventud o mejor salud, suponiéndoles una carga. Más información en web.jet.es/aguijarro/ abuela/

EL ABC DEL ABUELO 10

1 – Tener claro hasta que punto pueden ayudar. No comprometerse haciendo excesos.
2 – Plantear situaciones creativas, que puedan facilitar espacios propios de los abuelos.
3 – Que los hijos respeten su salud y sus fuerzas. Si hay varios hijos que requieren el cuidado de los nietos, buscar la situación más adecuada y equilibrada.
4 – Ser conscientes de que la educación corresponde a los padres y que ellos hacen una labor subsidiaria. Respetar que la última decisión siempre la tienen los padres.
5 – Plantear sus criterios y dialogar con los padres sobre: las comidas, los ritmos de sueño de los nietos, etc.
6 – Si deben cuidar a los nietos y existen dificultades, hablarlo cuando los niños no estén delante, buscando soluciones, pero nunca cuestionando los criterios de los padres: el niño no quiere comer una determinada comida, cuando ir al médico…
7 – Si opinan diferente sobre la educación, intentar comprender a los padres, pues para ellos también es un conflicto difícil de resolver.
8 – Saber que su posición es de ayuda, que hacen una gran labor, que implica un sacrificio importante, y que encima supone quedarse en un segundo plano en las decisiones.
9 – Descubrir la satisfacción de poder ayudar a sus hijos en la tarea de educar a los nietos.
10 – Saber que en el fondo no importa tanto el reconocimiento como el poso de amor y de confianza que dejan en sus nietos, eso es impagable e insustituible.

Más información en www.hacerfamilia.com

Del colegio a la universidad

Hace tiempo, en Leewwarden, capital de la provincia holandesa de Frisia, un centro de Preescolar tuvo que instalarse provisionalmente en una residencia de ancianos con demencias leves. La experiencia fue tan exitosa que una escuela del sur de Alemania, por un problema de espacio, recurrió a alquilar una sala en el geriátrico más cercano. Todo parecía indicar que era una solución de urgencia pero al final se ha optado por hacer un convenio de integración. Desde entonces niños y ancianos escuchan juntos durante algunas horas al día la lectura de cuentos y modelan el barro o dibujan.
Según informa
Carmen Montón, «los familiares de los ancianos los encuentran más animados y fuera de su ensimismamiento habitual. Su movilidad ha mejorado, pues –por ejemplo– se levantan del sillón para enseñar la hora a los más pequeños, y lo hacen con más gusto que si fuese por indicación terapéutica». Por su parte «los padres encuentran a los pequeños más sociables con los adultos. Además, ven que sus hijos reciben una atención de estos inesperados abuelos que no esperaban».
También el director de la escuela holandesa, F. Keizer, afirmaba en un periódico local: «Las vivencias de los ancianos se acoplan bien a las de los niños. Antes, dibujar les parecía infantil; ahora ayudan a los pequeños, están ocupadísimos. Han salido del aislamiento, les hemos abierto al mundo que les rodea. Ambos grupos se llevan de maravilla. Algunos padres traen a sus niños aquí para que aprendan a tratar con ancianos».
En España también hay iniciativas como el Día del Abuelo, que se celebra cada vez en más colegios y por el que mayores y pequeños comparten una jornada escolar, o el programa de apadrinamiento de abuelos de la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz (edaddorada.tsai.es). Otras iniciativas, como la Vniversitas Senioribvs de la Universidad San Pablo CEU para mayores de 50 años, permiten a los abuelos seguir aprendiendo en la universidad.

"En España y entre los directivos hay mucho fugitivo del pañal"

JAVIER FERNÁNDEZ AGUADO PRESIDENTE DE MINDVALUE Y MIEMBRO DEL TOP TEN MANAGEMENT SPAIN

Autor: MARTA SERRANO

Doctor en Filosofía y en Economía, Javier Fernández Aguado es
considerado uno de los mayores expertos en gobierno de las personas y
organizaciones (coaching). Recientemente ha recibido el premio Most Value
Speaker 2006 en el Congreso Nacional de Recursos Humanos y
Management.

P. ¿En qué consiste su
trabajo?
R.
Mi labor consiste en tratar de explicar al directivo
como funciona el ser humano para que éste, con sus técnicas y con sus sistemas
de gestión y control, sea capaz de dirigir mejor. Ésta es nuestra principal
aportación porque hay una frase que me parece brillante y es la de «práctica sin
teoría, rutina, pero teoría sin práctica, utopía». Hoy hay profesores
universitarios que viven en un mundo ajeno a la realidad pero también hay
directivos de empresa que viven en un mundo ajeno a la cultura.
P. ¿Qué requisitos hacen falta para dedicarse al
coaching o asesoramiento personalizado?
R.
Hay tres claves.
La formación teórica, la formación empresarial y la experiencia
práctica.
P. ¿Una familia puede ser considerada de algún modo una
empresa donde cada miembro juega un papel importante?


R. Sin duda alguna, aunque cada empresa familiar tiene su
peculiar filosofía. Y, por tanto, el que dirija esa familia (padre y madre) no
debe ser un dictador –la gente está cansada de vivir al dictado de otros–, pero
sí debe ser un buen gestor y un buen líder.
P. ¿Qué cualidades debe
tener el líder de la familia?
R.
Debe tener algo que aportar e ir
por delante para ser capaz de ofrecer unas líneas o unos proyectos que es lo que
identifica al líder. Si uno se limita a gestionar una familia no está
consiguiendo el objetivo propio, porque se estará limitando a controlar los
horarios de los hijos y eso limita mucho a todos. Hay muchos ejemplos de lo que
es gobernar equipos humanos que serían aplicables a la familia y, del mismo
modo, hay muchos ejemplos de cómo se gestiona una familia que se aplican a una
empresa. El culmen de esos modos es cómo se gestiona una empresa familiar.

P. ¿Dónde está el equilibrio en una empresa pequeña de tipo familiar
entre hasta dónde llega el trabajo y hasta dónde la familia?


R. Hay varios puntos claves y uno de ellos es el respeto a
la dignidad de cada persona. Se ha dicho que amar es respetar el modo de ser de
los demás y, de hecho, en la familia hay que crear el ámbito adecuado para que
cada uno se pueda mostrar como es.
P. ¿Cómo se hace eso en una
empresa?
R.
Cada uno somos capaces de lo mejor y de lo peor. Y lo
que debe hacer un líder es tratar de extraer lo mejor de cada persona y de
disminuir los aspectos negativos, lo peor.
P. ¿Un padre debe siempre
ser líder? ¿Cabe el padre consejero, el padre amigo?…


R. Dudo que el término padreamigo pueda ser real, y me
refiero a Ética a Nicómaco y a los principios aristotélicos porque el sentido
estricto de la amistad es entre iguales. El padre y la madre deben tener buena
comunicación con los hijos, pero sí, deben ser siempre un líder entendido como
la persona que es capaz de desarrollar a un grupo de personas.
P.
¿Uno puede ser un buen líder en su empresa y sin embargo ser en casa un
auténtico desastre?
R.
Por supuesto. Líder no es el que arrastra
masas y tampoco hay un líder único. Así que uno puede ser un líder en una
empresa y ser un impresentable en su casa. Ojalá fuéramos capaces de ser líderes
en todos los ámbitos pero lo normal es liderar sólo uno o dos ámbitos de la
vida.
P. En concreto, ¿cuáles son los cometidos del padre que es
líder en su casa?
R.
Pues debe señalar objetivos positivos, ir por
delante, ayudar a conseguirlos, entusiasmar en el proyecto, superar los
obstáculos, ayudar a los hijos a superar trincheras que les impidan llegar a
donde deberían estar…
P. Un alto cargo no suele tener mucho tiempo
libre,¿cómo puede compatibilizar trabajo y familia?
R.
Es un tema
complejo e importante y, de hecho, en el Top Ten Club está una de las personas
que más ha hablado de este tema, Nuria Chinchilla, y yo he tenido con ella
muchas conversaciones sobre este asunto. Pienso que no existe un equilibrio
perfecto para todas las situaciones. Cada uno tiene que encontrar ese equilibrio
porque si vas a tu casa a las seis para ver la televisión, ni concilias, ni
nada. Están los aspectos estructurales y es verdad que en España hay mucho
fugitivo del pañal.
P. ¿Fugitivos del pañal?
R.
Sí.
Directivos que no quieren volver a casa para «trabajar» en casa, pero también es
verdad que a la empresa hay que dedicarle muchas horas de trabajo. Tenemos que
aprender a regular los horarios y dar a nuestros hijos tiempos de
calidad.

PREMIO SPEAKER
2006

Fernández Aguado acaba de ser galardonado con el
premio Most Value Speaker 2006 concedido por Interban Networks teniendo en
cuenta la opinión de 7.000 directivos. Este experto en asesoramiento de personas
y organizaciones considera que la felicidad es amar lo que uno tiene más que
añorar lo que no tenemos a nuestro alcance, porque siempre habrá cosas que no
podamos conseguir.
Por otro lado, Fenández Aguado es claro respecto al papel
del padre como líder de un grupo de personas (su familia). De hecho, es
partidario de no dar mucha paga a los hijos como modo de enseñarles a valorar el
dinero. En este sentido cree que ningún padre debe regalar un coche a un hijo
mientras éste no sea capaz de, al menos, mantenerlo (pagar el seguro, la
gasolina, etc.).
Además, cree que al igual que en el colegio el profesor no
regala las notas el padre, como buen líder, debe ayudar a los hijos a valorar el
esfuerzo por conseguir las cosas y asegura que no es más feliz quien más tiene
sino quien menos necesita.

Cómo salir de casa por las mañanas… ¡Sin llegar tarde!

Me considero una persona capaz: me defiendo en mi
trabajo y en el hogar… ¿Cómo es posible entonces que
todas las mañana me colapse y no consiga salir de casa
sin estar al borde de un ataque de nervios?

Autor: ITZIAR FRANCO ORTIZ

Llevo bastante al día los quehaceres domésticos, soy eficiente en el trabajo, formo parte de diversas asociaciones del barrio y, por lo general, me definen como una persona dispuesta… ¿Cómo es posible entonces que cuanta más prisa doy a mis hijos, más lentos funcionan? ¿Lo harán adrede? ¿Habrá algún truco que no he sabido aplicar?
Los psicólogos han descubierto algo que logrará tranquilizar a más de un padre: la velocidad del movimiento de los niños es inversamente proporcional al tiempo que disponemos los adultos. Así que si no logramos salir de casa tranquilamente por las mañanas no debemos maltratarnos en exceso pensando que no somos capaces. Se trata de una especie de «ley matutina» que se cumple casi siempre y que tiene algunas variantes curiosas.
Bromas aparte, la culpa de este fenómeno de ralentización la tiene casi exclusivamente el estrés. Una reacción que acostumbra a tener mucha gente ante el estrés es funcionar de forma más lenta para rehuir el encuentro con el problema. Por tanto, cuanto más estresados estemos nosotros por marcharnos, más despacio funcionará nuestro hijo, más nerviosos nos pondremos nosotros, más despacio aún responderá él y así hasta que lleguemos todos al borde del ataque de nervios.
La solución a este problema sólo puede ser una: reajustar los horarios para que podamos hacer las cosas con un poco más de tranquilidad. Debemos ser realistas y ser conscientes de nuestras posibilidades. Si darles prisa, gritarles y amenazarles no nos da los resultados que deseamos, tendremos que cambiar de táctica. Por ejemplo, podemos hacer que nuestros hijos se vayan a dormir un poco antes para que así puedan levantarse media hora antes.
De la misma manera, podemos analizar qué otros ajustes podemos hacer en el horario o en nuestras actividades para dejar libre más tiempo por las mañanas: quizás dejar preparados los bocadillos en el congelador, bañar a nuestros hijos por la noche, levantarnos nosotros un poco antes para ayudarles a ellos, etc.
Estas medidas son una inversión a largo plazo. El estrés sólo provoca estrés y vivir todas las mañanas de los días laborables con nerviosismo y prisas no es bueno en absoluto ni para nosotros ni para nuestros hijos.
En cuanto a la educación de nuestro hijo y a su correcto desarrollo, es tan importante que duerma correctamente como que se despierte tranquilamente y sin sobresaltos.
También podemos utilizar otras estrategias compensatorias, como elogiar a nuestros hijos cuando muestren una conducta consecuente con el hecho de estar listos, prepararles su bocata favorito si esa mañana en especial deben correr un poco más y ellos se esfuerzan, o disfrutar todos juntos de un gran almuerzo familiar los fines de semana.
Comprobemos que nuestro hijo no se esté haciendo el remolón por las mañanas para llamar nuestra atención. Si por mucho tiempo que le damos para que se levante tranquilo no vemos que él cambie su forma de comportarse, seguramente lo está haciendo para llamar nuestra atención. Si sospechamos que éste puede ser el caso de nuestro hijo, comprobemos que pasamos suficiente tiempo con él y que le estamos dando la atención que él necesita. Si no es así, deberemos buscar momentos para compartir con nuestro hijo y evitar que reclame así nuestra atención.
También puede ser que nuestro hijo «pase de todo» y que no es que le cueste levantarse por la mañana, sino que no le da la gana hacerlo. En ese caso podemos probar alguna medida un poco más drástica que le sirva de «lección».

SIN PRISA Y SIN PAUSA

– El estrés provoca más estrés. La única manera de cortar con el estrés matutino es tener más tiempo.
– Piensa que es mucho mejor dormir media hora menos, pero salir relajados de casa. Para afrontar bien el día es importante hacer las cosas con tranquilidad, tener tiempo de saludaros, de preguntaros cómo habéis dormido, de tomar un desayuno, etc.
– Tu hijo necesita despertarse tranquilamente por las mañanas. Su paso del sueño a la vigilia es más lento y más delicado que el de los adultos y es importante que lo haga de una forma gradual. Si tu hijo se despierta de una forma brusca lo hará de mal humor y lloroso, como si no hubiera descansado. – Se pueden preparar los bocadillos de los niños el fin de semana y congelarlos ya hechos y envueltos, de manera que por la mañana sólo se tienen que sacar del frigorífico. Para la hora del recreo, el bocadillo ya se ha descongelado y está listo para comer.
– También puede ser que tu hijo se haga el remolón por las mañanas para llamar tu atención. Comprueba si estás pasando suficiente tiempo con él y que le estás dando la atención que él necesita. Si no es así, deberías buscar actividades para compartir con él.
– Si crees que tu hijo «pasa de todo»y no le da la gana levantarse por las mañanas, puedes probar alguna solución un poco más drástica que le sirva de «lección», como un castigo.

Los expertos abogan por una campaña nacional contra el acoso escolar

Autor: JOSÉ MANUEL LACASA

A finales de septiembre tuvo lugar en Palma de Mallorca un Congreso de lujo denominado Convivencia y Escuela, organizado por la Conselleria de Educación del Gobierno balear. De lujo porque contó con la participación de los más reputados expertos mundiales en el estudio del bullying (o matonismo) y del acoso escolar, entre ellos los investigadores Dan Olweus y Peter Smith, o Catherin Blaya, directora del Observatorio Europeo de la Violencia Escolar.
Entre ellos estuvo también Mona O´Moore, fundadora y coordinadora del centro Anti-Bullying, en el Trinity College de Dublín (Irlanda). Esta profesora explicó que «cada país tiene un compromiso diferente ante el bullying», pero que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido la necesidad de intervenir en el problema, «porque, sin ningún tipo de intervención, los alumnos se ven atrapados».
O´Moore, además de abogar por una intervención eficaz desde las escuelas –»el acoso es un problema tan amplio que no puede responsabilizarse a los docentes, pero ellos forman parte, y mucho, de la solución»–, pidió que, al igual que existen campañas antitabaco o de otro tipo, las administraciones deben poner en marcha campañas de sensibilización y apoyo destinadas a toda la sociedad. En su opinión, dichas campañas favorecen y apoyan la introducción de una serie de medidas en las escuelas y hacen más eficaces las intervenciones con los alumnos o con sus padres, y contribuyen a frenar resistencias.

800 profesores en EducaParty

Tablet PC, pizarras digitales, navegador EducaRed (www.educared.
net), software educativo, PDAs… De todo lo que ofrecen
las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) a la educación es de lo que pudieron disfrutar los casi
800 profesores que se acercaron al encuentro EducaParty
en el Palacio de la Magdalena de Santander.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

Cerca de 800 profesores interesados en el uso de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación se han dado cita en EducaParty, en el Palacio de
la Magdalena de Santander. Tablet PC, pizarras digitales interactivas, PDA, o
internet han sido parte de la oferta de este encuentro que, organizado por la
Fundación Telefónica, es el primero en España en reunir a los docentes en torno
a las TIC.
Este gran encuentro formativo y lúdico de los profesores con las
Nuevas Tecnologías ha servido para participar en numerosas y variadas
actividades, pero también para realizar un curso intensivo de integración
curricular de las TIC de un total de 20 horas, repartidas en 12 horas
presenciales y 8 on-line.
Estas ocho horas conforman la parte no presencial
de la programación de EducaParty, que se está desarrollando hasta el día 31 de
octubre. El trabajo de los docentes durante este tiempo está consistiendo en la
creación de una unidad didáctica utilizando las TIC y los recursos que ofrece el
portal de internet EducaRed. El Ministerio de Educación otorga dos créditos por
estas horas de formación.

LA PARTE
PRESENCIAL

La parte presencial de EducaParty ha incluido
actividades formativas con diversos talleres dedicados a temas como el uso del
Tablet PC y la pizarra digital interactiva, así como las herramientas de
creación de contenidos didácticos o las últimas 16 novedades tecnológicas que
pueden usarse en la escuela.
También se han organizado una serie de
actividades lúdicas, entre las que destacan dos concursos denominados Caza del
Tesoro y Desafío en la Red. En estos certámenes los profesores, a modo de
gymkana, han tenido que resolver una serie de enigmas utilizando
internet.

LA
CARPA

EducaRed ha levantado con motivo de este gran
encuentro de profesores de enseñanzas no universitarias unas carpas diseñadas
para este evento e instaladas en el Campo de Polo de la Península de la
Magdalena.
La instalación de EducaParty ocupaba una carpa de 50×35 metros y
un trailer de 15 metros de largo. La dotación informática constaba de 200 Tablet
PC de HP, 25 Macintosh de Apple y 150 ordenadores portátiles que trajeron los
participantes. Todas estas máquinas estaban unidas por una red Wifi y conectadas
a internet por fibra óptica de Telefónica a una velocidad de 64 Mb.
Para
impartir los talleres de formación el espacio se dividió en 16 aulas, todas
ellas dotadas de pizarras digitales interactivas de la marca SmartBoard y
proyectores de vídeo. 22 profesores de Infantil, Primaria, Secundaria y
Bachillerato, especialistas en integración de las TIC en el aula, impartieron
talleres prácticos a lo largo de dos días.

DOS EXPERIENCIAS

Dentro de EducaParty
destacó la Exposición de buenas prácticas en el uso de las TIC. Dos profesores
explicaron sus experiencias en la implantación de las TIC en el aula de forma
masiva y exitosa. José Antonio Blesa contó cómo un centro piloto de un
pueblecito de Teruel llamado Ariño había implantado los Tablet PC como cuadernos
digitales de trabajo del alumno. Y esto ha provocado que la Consejería de
Educación dote a todos los centros de 5º y 6º de Primaria de Aragón de esta
novedosa herramienta.
Por su parte, Gabriel Bailly-Baillière explicó cómo han
integrado en su centro la edición de vídeo digital entre los alumnos de
Secundaria y cómo estos elaboran los trabajos de muchas asignaturas con una
cámara de vídeo y un ordenador portátil. Aprenden nuevas formas de expresión y
nuevas tecnologías. Además, han ganado varios premios europeos con esta
iniciativa.
Dentro de EducaParty se procedió a la entrega de premios del
certamen Profesores Innovadores
(www.educared.net/ProfesoresInnovadores/)
. Se regalaron tres Tablet PC a
las tres ganadoras del concurso Un Tablet PC para la mejor unidad
didáctica
. En esta tercera edición del concurso resultaron ganadoras Teresa
Pérez Fracés, del CP «Azorín» de Alicante, y Cristina de la Calle y Rosa Mª
García, de la EI «Los Gorriones» de Vallecas (Madrid)

Híbridos

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ. SOCIÓLOGO. INVESTIGADOR DE ANALISTAS SOCIO-POLÍTICOS (ASP)

Autor: padresycolegios.com

Quizá la fase de la adolescencia
tenga sentido biológicamente, y,
por tanto, siempre haya habido,
en este sentido, «adolescentes».
Pero lo cierto es que, como periodo socialmente
diferenciado, su origen es mucho
más reciente, y está vinculado a la expansión
de la escolarización. Antes de dicha expansión,
el niño se convertía simbólica o ritualmente
en adulto de manera directa, o
al menos en todo lo adulto que su cuerpo
le permitía.
En realidad, algunas de sus tareas como
niño, como las del cuidado de sus hermanos
menores (u otros parientes o vecinos)
o la ayuda en las labores de su padre o madre
(u otros adultos) implicaban responsabilidades
casi adultas. La incorporación a
un oficio tampoco se hacía abruptamente,
sino a través del debido tiempo de aprendizaje,
efectuado en coexistencia con los
trabajadores expertos, adultos de mayor
edad. La incorporación a una vida sexual
adulta tampoco se efectuaba de golpe: el
tiempo de aprendizaje de la vida en pareja
(el noviazgo) era prolongado y, en principio,
la consumación sexual tardaba mucho
en producirse y estaba muy ligada al
matrimonio. Es decir, aunque la transición
entre la niñez y la vida adulta fuera aparentemente
«directa», en realidad transcurría
a través de una fase relativamente prolongada
que podía caracterizarse como una
suerte de híbrido entre ambas. Un híbrido
en el que el adolescente iba aprendiendo,
por imitación o siguiendo reglas preestablecidas,
pero siempre de un modo eminentemente
práctico, las artes y los valores
morales de la vida adulta.
En la actualidad, con el tipo de escolarización
del que hemos ido dotándonos, han
desaparecido casi todas esas instancias sociales
híbridas. Así, la vida del adolescente
transcurre, como vimos en otras entregas
de esta columna, gran parte del tiempo en
un mundo propio, poco «contaminado» por
la asunción paulatina de responsabilidades
adultas. El haber elegido la vía de una escolarización
prolongada (como poco desde
los tres o cuatro años hasta los dieciséis),
con muchas horas de clase, y más de actividades
extraescolares, casi ha privado a niños
y adolescentes de la experiencia del cuidado
de los más pequeños y de los cuidados
mutuos entre los de edad parecida,
«abandonados» todos ellos, es un decir, a su
suerte por padres trabajando y madres cuidando
a los hermanos más pequeños.
Por otro lado, la escuela y la universidad
están casi totalmente aisladas del mundo
del trabajo, y el aprendizaje en aquélla, muy
formal, poco tiene que ver con el que se da
en las empresas (o en la vida fuera de la escuela,
en general), que es mucho más indirecto
e informal, más práctico. Y tampoco
ha sido habitual una experiencia formativa
de ida al mundo del trabajo y vuelta a la
escuela, pues el diseño de las instituciones
escolares lo ha hecho difícil. De este
modo, el ingreso de los recién egresados del
sistema escolar en el mundo del trabajo
tiende a producirse de manera un tanto
abrupta, sin haber aprendido poco a poco
el instrumental de conocimientos y las reglas,
muchas de ellas tácitas, que se aplican
en ese nuevo ámbito. Conocimientos y reglas
que no necesariamente tienen que ver
con los aprehendidos en la escuela, e, incluso,
pueden ser contradictorias con ellas.
Y, muy especialmente, el tránsito se da sin
que el joven haya ido modulando en la
práctica sus expectativas, por lo que no extraña
que éstas se vean muchas veces defraudadas,
especialmente –pero no sólo–
para los estudiantes que no han acabado
de rendir bien en sus estudios.
En esto pienso mucho últimamente, en
la posibilidad de que la adolescencia vuelva
a ser un híbrido entre la niñez y la vida
adulta, y no un mundo autocontenido y separado
de ambos. Cómo pueda llegar a serlo
queda, quizá, para otra ocasión.